“Pánico”, “desconcierto”, “temor”, “miedo”… La mayoría de los diputados de PP, PSOE e IU consultados sobre la irrupción electoral de las dos nuevas candidaturas electorales para el 25-M no pueden disimular su asombro y describe con esas palabras lo que está ocurriendo en el interior de sus formaciones políticas. Lo expresan en voz baja, en el salón de los Pasos Perdidos, en los pasillos de la M-30, en las cafeterías del Congreso y del Senado apurando hasta las heces los “gin tonics” subvencionados a 3,45 euros… “No creíamos que fueran capaces de hacerlo… pero lo han hecho”, expresa un parlamentario con la voz quebrada. Lo cierto es que en el ámbito de la derecha, “Vox” del ex-secuestrado de ETA, Ortega Lara, ha supuesto un verdadero mazazo. Y en la izquierda sucede lo mismo: “Podemos” de Pablo Iglesias ha sembrado de dudas y zozobras a IU y PSOE porque se carcajeaban de su viabilidad. Y si, como guinda, el juez Elpidio Silva da el salto a la política “a más de uno le da un infarto”, señala un presidente de comisión parlamentaria ya setenton, que afirma: “Reconozcámoslo, ellos son el futuro y nosotros el pasado”. Y otro pesimista más: “Los ciudadanos nos han dado la espalda y se han organizado. Esto es el fin”, reconoce en privado un letrado de la Cámara Baja muy cercano a uno de los partidos políticos afectados.
Los tres partidos (PP, PSOE e IU) gobiernan en 15 de las 17 autonomías españolas y en la mayor parte de los ayuntamientos pero temen que un respaldo electoral el 25-M para “Vox” y “Podemos” suponga un vertiginoso deterioro en cascada para las siguientes elecciones municipales, autonómicas y nacionales de 2015. “No podemos hacer nada, si les atacamos les damos cancha, los hacemos víctimas y suben más pero si los silenciamos, crecen constantemente”, señala un asesor electoral de otro partido político asentado en las cámaras. La sustitución de la “casta” política española ha comenzado –se temen– y no saben como abordarla.
Los programas de ambas formaciones no dejan además lugar a dudas y pueden consultarse en internet. En “Podemos” se lee: “La impotencia o dejación de responsabilidades de los Gobiernos, la incapacidad voluntaria de los partidos políticos de gobierno, la conversión de los Parlamentos en órganos burocráticos y sin capacidad política y el desconcierto de los sindicatos han dejado a la ciudadanía abandonada a su propia suerte. ¿Tiene sentido que el 90% de la población que está sufriendo estas políticas no se dote de herramientas para crear un futuro más luminoso?”
En IU temen su discurso y por eso Cayo Lara se niega a realizar primarias abiertas a pesar del clamor de sus bases y del seguro revulsivo del joven profesor universitario. En el PSOE no pueden ni siquiera mentar su nombre, de tantas resonancias históricas en el socialismo: Pablo Iglesias apela a “esa mayoría social que ya no se reconoce en esta UE ni en un régimen corrupto sin regeneración posible”. Por ello pide respaldo para “Podemos” y que esta lista “suponga una amenaza real para el régimen bipartidista del PP y del PSOE y para quienes han secuestrado nuestra democracia”. Nacionalización de la banca privada, reconversión ecológica de la economía, salida de la OTAN, rotatividad de cargos e ingresos equivalentes al salario medio, son algunas de sus propuestas.
En el otro lado ideológico está “Vox” de Ortega Lara y su análisis es parecido, aunque las recetas son diferentes: “garantizar la honradez de los responsables públicos, cambio profundo de nuestra perspectiva ética, un enfoque meramente economicista de nuestras dificultades es insuficiente y nos lleva al fracaso. Es imposible diseñar una política económica eficaz sin el impulso de principios sólidos. Son el esfuerzo, la perseverancia, la cohesión, el altruismo, la búsqueda de la excelencia, el reconocimiento del mérito, la honradez y el patriotismo los que crean los puestos de trabajo y traen la prosperidad”.
“Nuestro Estado autonómico es políticamente inmanejable y financieramente insostenible, el Estado constitucional ha degenerado en Estado de partidos: Un Estado con un único Gobierno, un único Parlamento –en el Senado se tientan la ropa– y nuevo mapa municipal que se traduzca en una notable reducción del número de entes locales. Un grupo reducido, cooptado y oligárquico de dirigentes de partido maneja a su arbitrio el Estado: supresión de las subvenciones públicas a partidos, sindicatos y organizaciones empresariales y nueva Ley de Transparencia para que los ciudadanos queden protegidos frente a eventuales arbitrariedades o abusos del poder político” dice su manifiesto.
“La separación de poderes, base de la democracia constitucional, está seriamente dañada. La politización de la Justicia es escandalosa y los dos grandes partidos coinciden en su voluntad de mantenerla. El actual sistema proporcional organizado en grandes circunscripciones y listas cerradas y bloqueadas, elaboradas por las cúpulas partidarias a espaldas de los afiliados, ha de ser sustituido por un sistema mixto mayoritario-proporcional con circunscripciones de una dimensión que posibilite un vínculo real entre representantes y representados”, añade.
“El gasto público ha de estar sometido a un riguroso control para impedir un endeudamiento que hipoteque a las futuras generaciones, una reforma a fondo de la legislación universitaria, de su funcionamiento y de su sistema de gobierno, una cultura que aprecie y premie la excelencia, que rechace la mediocridad, el fraude y la corrupción generalizada, una cultura que genere un alto nivel de conciencia ética y de respeto a la ley, sin excepciones de ningún tipo”, concluye.
Y el juez Elpidio Silva que, para colmo, reclama el fin de la impunidad bancaria y política, su connivencia en la judicatura y la investigación sobre los directivos de las siete cajas de ahorro que constituyeron Bankia y las otras 13 cajas que quebraron: ““Ese es el gran tema: cómo se han gestionado las cajas de ahorro desde el año 1996 hasta 2010, tema que está ligado a un rescate financiero que ha llevado al país al colapso”. De momento le apoyan numerosos jueces, fiscales y funcionarios del Banco de España que, asqueados con lo que le está ocurriendo a él y a otros jueces como Castro, Ruz o Alaya, no quieren mezclarse con todo lo ocurrido en los últimos veinte años y reclaman su honradez, independencia y limpieza ética frente a los que se han “vendido” a los políticos por un ascenso. “Ya cambiarán las tornas”, augura uno de ellos, que abjura de los constantes “cambalaches” de PP, PSOE, IU, CiU, PNV y CC en el CGPJ. Y de postre, el ex-político cántabro Miguel Angel Revilla, que causa furor entre jubilados y mujeres, sobre todo en los ámbitos rurales.
Este “Espía en el Congreso” no se pronuncia aún sobre estas dos candidaturas –y otras nuevas que se están fraguando y de las que informará a su debido tiempo–, solo constata el pánico suscitado entre la “casta” por su sorprendente irrupción electoral y por ello desea propiciar que sus lectores se pronuncien sin los condicionantes, cortapisas y censuras que, a buen seguro, establecerán los partidos del régimen y sus medios de comunicación.
Encuesta:
Fuentes: el hartazgo de los españoles alienta el rápido “recambio” de la casta política el 25-M
Del “Sí se puede” al “Podemos”: a por las 100.000 firmas por su liderazgo, 50.000 en un día
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