Caracas.— Esta ciudad es un desafío visual. Los rascacielos de las Torres de Parque Central retan a la altura formando un contraste entre la naturaleza y la civilización. Esta ciudad cosmopolita es el principal centro económico, político, financiero y cultural de Venezuela y le brinda al visitante la más variada gama de colores, gustos, sabores y olores.
Foto: Omara García (AIN)La capital de la nación sudamericana está ubicada en un gran valle y las montañas del Parque Nacional Waraira Repano custodian cada metro de cemento puesto por una intrusa civilización.
Varias son las hipótesis sobre la denominación de la ciudad. Existe una que defiende que fue nombrada en honor a la tribu asentada en el denominado “Valle de Los Caracas”. Otra expone que los indígenas llamaban “caraca” a una flor que abundaba en el valle, la conocida actualmente como quinua, con un alto valor nutricional y característica de la región sudamericana.
La historiografía estima que en 1567 la expedición del capitán Diego de Losada fundó un pueblo con el nombre de Santiago de León de Caracas, respetando la tradición aborigen.
La mezcla perenne de historia y contemporaneidad es otro de los símbolos de la ciudad. También lo son sus múltiples y extensas avenidas, los paseos atestados de comercios variopintos, que hacen al viajero estar alerta todo el tiempo. Otro rasgo de la urbe, la más poblada de Venezuela, es la cantidad de motoristas que circulan por sus calles.
Para quien viene por primera vez, descubrir la ciudad, recorrerla, aprenderla y sentirla, puede volverse una obsesión placentera hasta cierto punto. La vida citadina es agitada. El día a día puede volverse un torbellino del cual pocas veces se sale ileso. Las personas andan todo el tiempo como si la vida se acabara en un instante. Este ir y venir se vuelve desafiante para quienes no están acostumbrados.
Foto: Omara García (AIN)Su división política es tan complicada como su fisonomía. El Distrito Metropolitano de Caracas agrupa al municipio Libertador del Distrito Capital y los municipios Baruta, Chacao, El Hatillo y Sucre, estos cuatro últimos pertenecen al estado Miranda. Juntos conforman la Gran Caracas, ubicada en el centro-norte del país.
La ciudad se divide en este y oeste. Hacia el este se encuentran los estados colindantes y que a su vez toman un pedazo de territorio del estado Miranda. En esa parte se encuentra el núcleo duro de la oposición al gobierno del presidente Nicolás Maduro. Los escuálidos, como le llaman aquí. Personas muy ricas, con un nivel de vida apegado a las normas capitalistas y de consumo.
El oeste, sin embargo, se reserva para los más humildes. Para quienes la llegada al poder de la Revolución Bolivariana hace 15 años, significó un cambio trascendental en sus vidas. En esta parte radican además los principales edificios gubernamentales, como el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno y la Casa Amarilla, donde radica la Cancillería. Muy cerca está ubicado el emblemático teatro Teresa Carreño y el reconocido Museo de Arte Contemporáneo de Caracas. Los carteles de bien público y las distintas misiones sociales también decoran la ciudad.
Un elemento unificador entre estas dos mitades dentro de la misma ciudad son los grafitis. Se pueden encontrar de todos los tamaños, con diversos mensajes que le arrebatan la atención al transeúnte. Uno de ellos en particular adorna la entrada de Caracas con la imagen de un Chávez sonriente dando la bienvenida a todos.