El caso judicial que le puede enredar la vida política al expresidente Álvaro Uribe Vélez
De doce testigos, siete han sido aniquilados en extrañas circunstancias. Meneses dice que será el próximo en ser asesinado. ¿Por qué teme tanto por su vida?
Lo primero que uno observa en el rostro del Mayor retirado de la Policía Juan Carlos Meneses es el miedo a la muerte, y no es para menos. Vestido de camisa tipo polo y jean azul nos cuenta que hoy es uno de los pocos que aún están vivos y que han sido sindicados de pertenecer directa o indirectamente al grupo de Los 12 Apóstoles, la organización paramilitar que delinquió en Yarumal y municipios aledaños entre 1993 y 1997, que asesinó a más de 30 personas y que, según Meneses, tenían como sede de entrenamiento la hacienda La Carolina, de propiedad de la familia del dos veces Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez.
En el 2010 y frente al Nobel de Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel y un nutrido grupo de juristas, Meneses acusó a Santiago Uribe, hermano del expresidente, de ser el fundador y líder de ese temido grupo paramilitar, siendo la primera vez que uno de los protagonistas directo de los hechos ocurridos hace 20 años salpicaba al hermano del expresidente Uribe.
Los asesinados y los sobrevivientes
En este proceso han asesinado a siete testigos, y ese es el temor de Meneses. Solo viven cinco personas de las 12 que han sido acusadas de haber sido parte directa o indirecta de ese clan paramilitar: el capitán Pedro Manuel Benavides, quien fue comandante de la estación de la Policía de Yarumal y posteriormente fue reemplazado por Meneses en 1994. El mayor dice que fue el mismo Benavides que le presentó a Santiago Uribe; Alexander Amaya, agente de la Policía de Yarumal y quien hoy aceptó ser parte de ese grupo paramilitar y por eso está preso en La Picota; Santiago Uribe Vélez, LAS 2 ORILLAS le solicitó una entrevista para hablar de este tema, pero él la declinó “porque una entrevista puede estropear este proceso”, respondió.
El sacerdote de Yarumal Gonzalo Javier Palacio Palacio, de quien se dice que gracias a su participación el grupo fue bautizado como Los 12 Apóstoles. La Fiscalía cerró en el 2001 el proceso que se adelantaba por su presunta responsabilidad en la participación de este grupo criminal. LAS 2 ORILLAS ubicó su residencia en el barrio San Joaquín, en Medellín. Allí fue para solicitarle una entrevista al cura de 80 años, pero no permitieron hablar con él; Juan Carlos Meneses, que hasta hoy es el único que ha sindicado a Santiago Uribe de ser el fundador y líder de ese grupo paramilitar. Otra serie de testigos, y bajo reserva de identidad, también han dicho frente a la Justicia que el hermano menor del expresidente fue el líder de ese clan.
Se desconoce el paradero de Álvaro Vásquez, propietario de un restaurante llamado San Felipe en Yarumal, ubicado frente a la Caja Agraria, y que, según testigos encubiertos, era la persona que ofrecía a los hacendados y comerciantes de la región los servicios del grupo armado; alias Rodrigo, la supuesta mano derecha de Santiago Uribe y que versiones lo señalan como el jefe rural del grupo; y de dos hermanos conocidos como ‘Los Mellizos’, dueños del estadero Los Llanos de Cuibá que, según versiones entregadas a la Fiscalía, financiaban al grupo, colaboraban en el transporte de armas e insumos y entregaban información.
Lo que sí es cierto es que han sido asesinados alias “El Relojero, un supuesto informante del grupo y que tenía una relojería al lado de la Alcaldía de Yarumal; los hermanos Múnera, Hernán Darío Zapata, conocido como Pelo de Chonta y que manejaba la zona urbana del grupo, y los Pemberthy, sicarios del grupo.
Santiago Uribe ha sido investigado en dos ocasiones por este caso y la Fiscalía dictó autos inhibitorios por falta de pruebas en mayo de 1996 (cuando su hermano Álvaro era gobernador de Antioquia) y en febrero de 2000.
La entrega
Meneses se encontraba en Venezuela protegido por Acnur (la agencia de la ONU para los refugiados). Desde allá negoció con la Fiscalía de Colombia para su entrega voluntaria a la Justicia que se efectuó el pasado 27 de enero para responder por su presunta responsabilidad en el asesinato de Camilo Barrientos Durán, conductor de un bus escalera de Yarumal, y que fue asesinado en 1994 mientras el mayor era el jefe de la Policía de ese municipio. Según Meneses, este crimen fue ordenado por Santiago Uribe Vélez, ya que el pacto entre el grupo paramilitar y la Policía era que los segundos no reaccionaran cuando los sicarios de Los 12 Apóstoles fueran a perpetrar un asesinato.
La entrega se realizó bajo ciertas condiciones, entre ellas -dice Meneses- la protección a su vida. Según un decreto de enero 14 de 2014, los miembros de la fuerza pública deben estar en cárceles especiales para ellos, no cárceles de civiles, pero hace casi dos meses el mayor (R) Meneses misteriosamente fue trasladado a la cárcel La Picota, en Bogotá. Según ha dicho, se encuentra en el mismo pabellón donde hay varios funcionarios y miembros de la fuerza pública condenados a décadas por el delito de paramilitarismo.
Alexander Amaya, denunciado por Meneses como uno de los sicarios del grupo, hoy está condenado por esos hechos. Él se encuentra en el pabellón continuo al de Meneses y en boca del mismo mayor ha escuchado que Amaya piensa vengarse de él. Vale resaltar que Amaya es uno de los cocineros de los reos, por eso Meneses ha optado por no comer o ingeniárselas para probar bocado, según le narró a LAS 2 ORILLAS, porque su temor es que sea envenenado.
Lo cierto es que Meneses se encuentra en el mismo pabellón donde años atrás, y en un hecho desconocido hasta hoy y confirmado por Meneses, se planeó el asesinato de Rafael García, exjefe de informática del DAS, quien prendió el ventilador de las chuzadas que vinculaban al gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Desde su entrega Meneses no había concedido ninguna entrevista hasta hoy. Esta es la primera de cuatro entregas de una entrevista exclusiva con el mayor Meneses para LAS 2 ORILLAS, en la que narra- entre otras cosas- cómo, según él, la Fiscalía le ha incumplido para proteger su vida como el testigo estrella contra los hermanos Álvaro y Santiago Uribe Vélez en la conformación de grupos paramilitares en Antioquia, además del intento de Meneses el año pasado para negociar con los Uribe Vélez con el fin de frenar este proceso a favor de ellos a cambio de proteger su vida y la de sus dos hijos, y las pruebas que tiene en su poder que, según dice, certifican que han tratado de presionar esta investigación a favor de Santiago Uribe en el proceso del grupo paramilitar de Los 12 Apóstoles a dos décadas de salir a la luz pública.
“El único que está hablando con pruebas soy yo. Juan Carlos Meneses no está hablando disparates, ni me estoy inventando las cosas (…) La gran mayoría de medios de comunicación de este país no han querido publicar esto como es; terminan tergiversando las cosas quizá por la connotación del caso. Lo único que le pido a los organismos internacionales es que publiquen mi situación para tener las garantías de protección para mi vida y la de mi familia, porque si no me van a asesinar como ya ha sucedido con otros testigos que han acusado a Álvaro Uribe como conformador de grupo paramilitares”, agrega Meneses.
“A mí me mandaron aquí (a La Picota) para asesinarme”, dice Meneses, testigo estrella contra los Uribe Vélez (Exclusivo)
Este es el escalofriante testimonio del mayor de la Policía que está recluido en un patio donde están sus enemigos dispuestos a matarlo. De 12 testigos, siete han sido aniquilados.
El mayor Juan Carlos Meneses, hombre que acusa directamente a Santiago Uribe de asesinato, y al dos veces Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, de ser “el papá del paramilitarismo en Colombia” habla por primera vez desde La Picota, donde misteriosamente fue recluido hace un par de meses.
Meneses regresó de un exilió en Argentina y Venezuela, para responder por la acusación en su contra del asesinato de Camilo Barrientos, un chofer de bus en Antioquía. Protegido por Acnur, el mayor retirado de la Policía, aceptó regresar a Colombia pero bajo medidas de seguridad que le incumplieron. En lugar de ser llevado a una reclusión militar, fue sacado del bunker de la Fiscalía hacia la cárcel La Picota y remitido a un patio donde pagan sus delitos peligrosos paramilitares que han sido acusados por él y que han jurado matarlo.
Dentro de las pruebas que trae para defenderse, denuncia que el verdadero autor intelectual del asesinato de Barrientos fue Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente.
Capitán del Ejército y brazo derecho de ‘Jorge 40′ rompe su silencio y afirma que Álvaro Uribe dictaba órdenes para cometer asesinatos
“Irónicamente, yo asesiné personas fue como militar, no como paramilitar”, afirma Adolfo Enrique Guevara, alias ’101′, capitán del Ejército, mano derecha de Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40′.
Adolfo Enrique Guevara Cantillo, alias ‘101’, un capitán del Ejército que hoy sería coronel, el hombre más fiel y cercano al jefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias “Jorge 40”, renunció al controvertido régimen transicional conocido como Justicia y Paz por considerarlo “una farsa” y, al hacerlo, en una cárcel de Barranquilla narró al periodista Gonzalo Guillén, en una extensa entrevista, la vida criminal que llevó como ‘101’ simultánea a su actividad dentro del Ejército de Colombia y en la confederación de escuadrones de la muerte conocida como Autodefensas Unidas de Colombia, responsable de cerca de un cuarto de millón de homicidios, entre otros delitos.
(MIAMI, EEUU). El capitán del Ejército Adolfo Enrique Guevara Cantillo, alias ‘101’, fue hasta 2004 el jefe de inteligencia del GAULA en el departamento del Magdalena (grupo élite del Ejército Nacional contra la extorsión y el secuestro) y al mismo tiempo, desde 1998, tuvo la doble función de lugarteniente principal del paramilitar “Jorge 40”. Es decir, siendo militar activo era también miembro de los ejércitos paramilitares.
Guevara no era un infiltrado, sino que trabajaba abiertamente para los dos grupos armados, el legal y el ilegal, lo cual sabían y protegían altos mandos, como el general Mario Montoya, quien llegó a ser Comandante del Ejército de Colombia. Coordinaba en el norte del país la colaboración criminal que se dio entre el bando armado estatal y el ilícito paramilitar, principalmente durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, de quien dice recibió órdenes para cometer asesinatos. Afirma que la sugerencia de hacer parte de los paramilitares fue de un superior suyo: “fue mi mayor, que en paz descanse, Salazar Arana, fue comandante del GAULA del Atlántico en ese momento”, dijo ‘101’.
En su extenso relato, recogido en el video que acompaña esta nota, Guevara Cantillo sostiene que el régimen de ejecuciones extrajudiciales conocidas como “falsos positivos” fue una despiadada “política de Estado” de la que él hizo parte, y la describe en forma descarnada y pormenorizada, documentos en mano.
Revela que, por intermedio del general Mario Montoya, recibió del entonces presidente de Colombia Alvaro Uribe Vélez órdenes de cometer asesinatos y describe una íntima, impune y eficiente relación criminal entre las fuerzas armadas del Estado y los ejércitos del crimen organizado de extrema derecha.
La entrevista a Guevara Cantillo fue hecha en septiembre pasado en la cárcel Nacional Modelo, de Barranquilla, y solamente es revelada ahora, tras múltiples comprobaciones y consultas con fuentes militares, judiciales, diplomáticas, civiles y criminales, hechas por los autores de esta nota.
Las ejecuciones extrajudiciales que ahora confiesa este paramilitar en un relato franco y espeluznante, todavía hoy hacen parte de las estadísticas de los “triunfos” en la guerra contra las FARC que el expresidente Uribe sigue reclamando en su campaña electoral actual, con la que intenta llegar al Senado al frente de una organización política de extrema derecha, de la que es ideólogo principal el primo hermano del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, José Obdulio Gaviria.
El excapitán Guevara (‘101’) también acusa de complicidad en los falsos positivos al coronel Édgar Iván Quiñones Cárdenas, actual subcomandante de la Novena Brigada del Ejército, que fue mayor y superior directo de alias ‘101’. Según Guevara (“101”), el coronel Quiñones coordinaba los objetivos de ejecuciones extrajudiciales con información de sus cómplices paramilitares, firmaba las legalizaciones falsas de quienes hacía pasar por muertos caídos en combate, y obtenía el armamento que el capitán Guevara (‘101’) ponía junto a sus cadáveres después de asesinarlos.
En pocas palabras, lo que el excapitán Guevara (‘101’) revela en su testimonio es que el general Mario Montoya y a veces el Presidente Uribe Vélez pedían los falsos positivos, el entonces mayor Quiñones (hoy coronel) se encargaba de la logística y su legalización, y el capitán Guevara (‘101’) los asesinaba.
El general Mario Montoya, al que se refiere Guevara Cantillo de manera extensa, tiene innumerables señalamientos por crímenes de guerra y otras atrocidades que le son endilgadas a lo largo de su controvertida carrera militar.
Guevara Cantillo comandó las fuerzas de “Jorge 40” en los departamentos de Cesar, Magdalena y Guajira, en estrecha coordinación con el Ejército y la Policía de Colombia. Se retiró de manera voluntaria, sin la menor tacha en su hoja de vida, a pesar de la multitud de crímenes de lesa humanidad que cometió con el beneplácito y la mayor parte de las veces a petición de quienes fueron sus jefes militares.
El jefe paramilitar de Guevara Cantillo, “Jorge 40”, actualmente se encuentra preso en Estados Unidos, donde purga una pena por narcotráfico y se encuentra próximo a regresar a Colombia. Al llegar será puesto a disposición de la justicia nacional, que lo reclama. Deberá confesar la totalidad de sus crímenes para permanecer dentro de Justicia y Paz y conseguir que en ningún caso se le condene a más de 8 años de cárcel por la totalidad de los cientos de miles de homicidios que ha cometido, así como otros delitos de lesa humidad.
Guevara Cantillo es sobrino del exgeneral de Ejército Antonio José Ladrón de Guevara.
En su testimonio, ‘101’ habla, entre otros temas, sobre:
- El general Mario Montoya. “Esas eran las políticas de Mario Montoya: ´denlos de baja, denlos de baja, a mí no me traigan capturados. Y si no había bajas (sic), miren a ver cómo hacen´. Esas eran las palabras de él”.
- Los falsos positivos. A la pregunta de si hubo órdenes de cometer homicidios del general Montoya cumplidas por él, ‘101’ responde: “Sí, claro, todos los falsos positivos”.
- La complicidad del ejército y los paramilitares. “Mi comando “(Jorge) 40” me mandaba las tropas de él de autodefensas, y yo las pasaba como tropas de Ejército. Iba al combate con la guerrilla dirigiendo unidades de autodefensa. (…) Todo el mundo lo sabía. En ese momento yo era teniente y un teniente no es una rueda suelta”.
- Órdenes de asesinato dadas por Álvaro Uribe Vélez. “(Alias) Tijera mata al alcalde de la Zona Bananera, un señor Avendaño. A partir de ese momento, [el Presidente Álvaro] Uribe da la orden de que hay que matar a Tijera, de que tienen que matar a Tijera. La orden se la da a [general Mario] Montoya, Montoya se la da a [Édgar Iván] Quiñónez: tienen que matar a Tijera. Montoya estaba desesperado con eso”.
*El testimonio completo de 1 hora y 40 minutos pertenece al periodista Gonzalo Guillén
“Al Uribismo no le interesa la paz porque vive de la guerra”
Por: Rubén Darío Zúñiga G. Viernes, 09 Mayo 2014 05:07
La fórmula vicepresidencial de la alianza Polo Democrático y Unión Patriótica, Aída Avella, en diálogo con El Nuevo Liberal, propone hacer una Reforma Agraria que beneficie al sector rural colombiano y cuidar la riqueza que por diversos conceptos se produce en el país.
Tras 17 años en el exilio en Europa, Aída Avella, regresó a Colombia el año pasado para retomar las banderas de la Unión Patriótica. A pesar de estar todo ese tiempo por fuera de su país natal, volvió a retomar las banderas del partido que la vio crecer y en el que también casi muere en 1996, cuando fue atacada con un misil por varios paramilitares.
Aunque a su llegada al país se presentó como candidata a la presidencia por su colectividad, hoy hace campaña como fórmula vicepresidencial de Clara López, luego que acordaran con el Polo Democrático unirse para las presidenciales, que tendrán su primera vuelta el próximo 25 de mayo.
Avella propone, impulsar el verdadero desarrollo del campo colombiano, proteger los recursos naturales nacionales y blindar los recursos públicos procedentes de grandes explotaciones internacionales.
La líder de izquierda, cree, además, que la paz es posible si todos los colombianos quieren construir un país distinto.
¿Por qué es tan importante el proceso de paz?
Porque es la primera vez que la insurgencia armada logra un acuerdo de dos puntos con el gobierno. Eso nunca antes había pasado, sí habían existido desmovilizaciones pero no un hecho del significado que hoy vemos, pues nunca se sentaban a hablar de los grandes problemas del país. Eso representa un avance de mucha importancia para Colombia, como así lo sería una tregua para negociar sin disparos de por medio. Hay que seguir ejemplos como los de Irlanda y Sudáfrica, países donde las partes en conflicto se sentaron a dialogar, llegaron a acuerdos y alcanzaron una estabilidad que benefició a toda la ciudadanía.
Y sí se firma la paz, ¿a qué podrían aspirar los colombianos con usted en la vicepresidencia?
Lo que queremos Clara y yo es administrar el postconflicto, lo cual sería ideal porque tenemos otras dimensiones y otras propuestas para la nación. Buscar otro modelo económico, cambiarlo para que podamos llegar a la solución de los problemas, que por ejemplo, permitieron la gestación de los grupos insurgentes.
¿Cuáles son esos problemas?
Un ejemplo sencillo es que los campesinos no existen, todos existen menos ellos, aún más cuando el anterior paro agrario, que ellos protagonizaron, fue tildado como inexistente. No tienen derecho a una pensión de jubilación, no hay créditos blandos y no hay subsidios, teniendo en cuenta que son ellos quienes sostienen la economía nacional. Las deudas sociales con el campo y su gente son enormes y por eso es hora de impulsarlos con iniciativas que realmente los beneficien.
¿Usted está diciendo que es hora de hacer realidad la Reforma Agraria?
Claro. Es vital llegar a cambios profundos. Es muy importante subsidiar el sector rural colombiano para generar otras posibilidades de desarrollo. Estados Unidos recientemente aumentó el subsidio a sus campesinos y por qué en Colombia no podemos hacerlo si nunca han tenido ayuda del Estado. Ellos que han sido desplazados de su tierra, asesinados y expulsados de sus lugares de origen.
¿Cómo gestar nuevas posibilidades para el campesinado nacional, sí las trasnacionales impactan fuertemente en el sector rural colombiano?
Rescatando los dineros públicos que van a parar a bolsillos privados y así mismo los billones que ha dejado de percibir el país debido a una mala aplicación del Estatuto Tributario y de la Ley de Regalías, normas que han sido generosas con las trasnacionales y esquivas en rescatar parte de la riqueza nacional que se ha ido al exterior. Son dineros que bien han podido destinarse para el sector salud y el campo. No es que estemos contra la inversión externa, lo que queremos es una inversión que respete a los campesinos, el medio ambiente y sus recursos naturales.
Esas propuestas no son bien vistas por colectividades como el Centro Democrático, que entre otras cosas, ha cuestionado fuertemente el proceso de paz…
Porque ellos viven de la guerra y han logrado obtener grandes fortunas con el conflicto armado. Hay procesos que todos conocemos producto de esa guerra, como las grandes matanzas en el Urabá, la apropiación ilegal de tierras y la complicidad en torno a ello. Nosotros pensamos que por eso es importante hacer reformas que permitan que los recursos lleguen a todos los colombianos y así evitar la continuidad del conflicto. Se trata de armonizar el país para que unos pocos no se sigan alimentando de la guerra.
A propósito de paz y guerra, el Cauca ha sido epicentro del conflicto armado colombiano, sus habitantes no han conocido un solo momento de tranquilidad…
Por eso hay que marchar hacia la pacificación de Colombia, sobre todo porque el Cauca ha sido una de las regiones más sacrificadas. Hay que hacer un país distinto que permita oportunidades para todos y no para los ricos. Los caucanos tienen mucho que enseñarle a Colombia porque han sido, buena parte, víctimas de un conflicto sin tregua. La paz es muy importante para este departamento porque le cambiará para siempre su cotidianidad.
En la image, Aída Avella, candidata vicepresidencial por la alianza política Polo Democrático y Unión Patriótica. - Foto: Carlos Espinosa – El Nuevo Liberal.
"Si se comienza a desmontar el narcotráfico, Uribe también pierde. Porque muchos de sus aliados políticos han tenido vínculos con sectores de redes mafiosas, como lo demostró el escándalo de la para-política durante su gobierno. O como lo demuestra la detención del que fuera su jefe de seguridad, y de su primo y etcétera, etcétera, etcétera". Más información.
El presunto cabecilla paramilitar Álvaro Uribe perderá el fuero de impunidad presidencial el próximo 20 de julio cuando se posesione como senador y podrá ser investigado, juzgado y condenado por la Corte Suprema de Justicia. Más información.
El actual presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el opositor uribista, Óscar Iván Zuluaga, se disputarán dentro de tres semanas la presidencia del país en una segunda vuelta electoral.
Con el 99,21% de las votaciones escrutadas, se informa de que Zuluaga logró el 29,28% de los votos y Santos el 25,60%. Con estos datos confirmados, los colombianos volverán a las urnas dentro de tres semanas para elegir a su presidente en una segunda vuelta entre ambos candidatos.
El actual mandatario continuará insistiendo en la necesidad de seguir el proceso de paz con las FARC y de seguir luchando contra la delincuencia, motivo por el cual se plantea crear el Ministerio de la Seguridad Ciudadana.
Por su parte, el candidato opositor volverá a insistir en la importancia de combatir el fraude fiscal, lograr la nula exclusión en atención médica o alcanzar una mejor educación con mejores profesores acorde con la excelencia.
Cabe destacar que Zuluaga ha logrado obtener un 3,65% más de votos que Santos pese a que se especulaba que un video que se difundió la semana pasada, donde aparece conversando con un 'hacker' detenido por robar información sobre el proceso de paz con las FARC, sería un duro revés para su campaña electoral.
La candidata Marta Ramírez ha logrado conseguir el 15,55% de los votos escrutados, lo que la deja fuera de la pugna presidencial.
Las negociaciones de paz con las FARC, que se celebran en La Habana desde noviembre de 2012, ya han tenido resultados positivos con acuerdos sobre una reforma agraria integral, la participación de los guerrilleros en la política y una solución al narcotráfico y las drogas ilícitas. En ese sentido, los expertos advierten que el avance en dicho proceso dependerá en gran medida del próximo presidente. Y es que mientras Santos apuesta por acabar con la violencia, Uribe critica estas negociaciones.
Un vídeo ha sacudido la campaña electoral de Colombia. En la grabación aparece el candidato del uribista Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, conversando con un 'hacker' detenido por robar información sobre el proceso de paz con las FARC.
En la grabación, divulgada este domingo por la revista 'Semana', aparece el candidato del partido del expresidente Álvaro Uribe hablando con el 'hacker' Andrés Fernando Sepúlveda Ardilla en una sala repleta de monitores.
Según la Fiscalía colombiana, este cibernauta interceptó ilícitamente comunicaciones de miembros de la mesa de negociaciones entre las FARC y el Gobierno de Juan Manuel Santos.
En un momento de la grabación, el 'hacker' le explica al rival del presidente Juan Manuel Santos en la carrera electoral que los monitores muestran "información de inteligencia militar".
"Esto es un ejemplo: es la hoja de vida militar de quiénes son los que están negociando en La Habana", afirma Sepúlveda.
"Aquí sale quién es Andrés París, qué han hecho, qué no han hecho, cuántas órdenes de captura vigentes tienen, cómo se comportan en la selva, desde cuándo empezó. Es información de inteligencia militar a la cual yo tengo acceso", agrega el 'hacker'.
Según muestran las imágenes, Zuluaga expresa sus inquietudes por los datos sobre las próximas elecciones. "Andrés, ¿entonces qué golpe nos va a dar Santos de acá al 25 [de mayo] como su tabla de salvación? Queda un mes para dar un golpe, hermano", dice Zuluaga.
De acuerdo con 'Semana', unos compañeros de Sepúlveda filmaron el vídeo unas semanas antes de que fuera detenido.
Queda tan solo una semana para que se celebren las elecciones presidenciales en Colombia y el vídeo podría suponer un duro revés para Zuluaga, que ha ganado popularidad en esta recta final, según las encuestas. Es más, algunos sondeos indicaron que podría incluso ganar las presidenciales en una hipotética segunda vuelta.
El Coronel Robinson González del Río, el protagonista del escándalo de las grabaciones que causaron la salida de seis Generales de las Fuerzas Militares, y la apertura de investigaciones por posibles actos de corrupción en las Fuerzas Militares declaró a la Fiscalía que alguien ofreció 200 millones de pesos para asesinar en su lugar de detención al Mayor retirado de la Policía, Juan Carlos Meneses, el testigo clave contra Santiago Uribe, hermano del ex Presidente Álvaro Uribe.
En su columna, Daniel Coronell reveló que en las declaraciones del Coronel González del Río, dijo que en el año 2008, Santiago Uribe se reunió en su finca con presuntos miembros de grupos paramilitares, y que el mismo Coronel González estuvo en el área prestando seguridad mientras se adelantaban dichos encuentros. En la época, el superior de González era el General Juan Pablo Rodríguez, hoy comandante de las Fuerzas Militares.
En las declaraciones rendidas por el Coronel González del Río también dio los nombres de Generales, Coroneles, Capitanes y Sargentos del Ejército que participaron en la muerte de al menos 190 campesinos, militantes de la izquierda y delincuentes como parte de una política de Estado en 5 departamentos del occidente del país, entre los años 2002 y 2010.
En desarrollo del mismo proceso de González, la fiscalía investiga qué batallones hicieron parte de una fuerza denominada “Ejército del Norte” que la conformarían batallones del norte del país, algunos investigados por falsos positivos. Las unidades denominadas “Ejército del Norte” habrían ejecutado a más de 300 civiles presentados como muertos en combates dentro de un plan de exterminio social. Dichas acciones habrían sido financiadas por un reconocido ganadero que lideraba las colectas de dinero con otros hacendados.
El Coronel González también se refirió a otros falsos positivos ejecutados en Antioquia cuando él fue comandante de batallones adscritos a la Cuarta Brigada cuando esta unidad estaba bajo el mando del hoy comandante de las Fuerzas Militares, General Juan Pablo Rodríguez Barragán.
El senador electo, Iván Cepeda Castro, le pidió a la ministra de Relaciones Exteriores, conforme al Decreto 2250 de 1996, que gestione la cancelación del pasaporte del exministro Andrés Felipe Arias, condenado por la Corte Suprema de Justicia. Más información.