Desde la infancia, Indhira Ghandi, (1917-1984), estuvo inmersa en la atmósfera de lucha por la independencia de la India. Su padre, Jawahadal Nerhu era miembro del partido del Congreso Nacional Indio (CNI). Su abuelo Motilal Nerhu fue el único líder de la vieja guardia del CNI que —en el Congreso de este partido de septiembre de 1920— apoyó el programa de no cooperación con las autoridades británicas promovido por Mahatma Gandhi, aprobando de ese modo la radicalización y democratización del CNI, vinculada con el nombre y las actividades de Mahatma Gandhi.
En 1930, cuando, se produjo la segunda campaña de desobediencia civil promovida por Gandhi, millones de indios salieron a la calle a protestar contra el Estado británico, el hijo de Motilal, Jawahadal Nerhu encabezó el ala izquierda del CNI, convirtiéndose en el líder más carismático después del propio Gandhi. En la familia de Nheru también las mujeres participaban activamente en el movimiento de liberación nacional: la abuela de Indira y Kamala, su madre. La casa de Nehru siempre fue Estado Mayor del CNI, centro de la lucha frente al colonialismo británico. Todas estas personas fueron alguna vez detenidas, por lo que la niña Indira vivió desde pequeñas las condiciones de la lucha. Las cartas a Indira fueron incluidas en su célebre obra: La Historia Universal de la Juventud.
Indira estudió en India y en Suiza. En 1937 ingresó en el colegio Somerville de Oxford, donde aprendió dirección, historia y antropología. En 1938 Jawahadal Nerhu visitó la España Republicana y a Dolores Ibarruri en compañía de una joven a la que se confundió con Indira. Pero ésta desde Inglaterra, se apuntó en diversos comités de ayuda a la Republica y a los jóvenes españoles de entonces. En 1942, coincidiendo con la tercera campaña de desobediencia civil de Gandhi, se casó con Feroze Gandhi, quien a pesar del apellido no era pariente de Mahatma Gandhi, el líder del movimiento de liberación de la India.
En 1944 nació el hijo Rajiv, y en 1946 Sanjay, quien pereció en 1980 en un accidente de aviación. En 1946, Nerhu, pasó a ser el primer ministro de la India y el 15 de agosto de 1947, Gran Bretaña, divide la India en uno de sus últimos actos como colonia soberana antes de declar la independencia de Pakistán y La India. Esto traería consecuencias inmediatas como la guerra de Cachemira, que se desató a los pocos meses. En la noche del 14 de agosto, Jawarlal Nerhu, padre de Indira Gandhi, dejaría unas palabras para la historia en el Parlamento indio:
“Hace muchos años, establecimos una cita con el destino, y ha llegado el momento de cumplir nuestra promesa… A media noche, cuando los hombres duerman, la India despertara a la vida y a la libertad.”
Jawarlal Nerhu había pasado 9 años en las cárceles inglesas meditando sobre la nueva india. Hombre de convicciones idealistas, soñaba con conjugar en el suelo indio la democracia parlamentaria de Gran Bretaña y el socialismo económico de Karl Marx. Quería una india centralizada, libre de su miseria y de sus supersticiones.
Unos meses más tarde de conseguir la independencia, el 30 de enero de 1948, Mohandas Gandhi era asesinado con un revólver por un fanático hindú llamado Nathuram Godse, aunque las circunstancias del asesinato nunca estuvieron claras[4]. En junio de 1948, dimitió el último gobernador británico en la India Lord Mountbatten, quien antes había convencido al último príncipe indio a abandonar su trono, el Nizan de Hyderabad. En 1949, este reino quedó incorporado por una acción militar a la Unión India, que este año promulgo su primera constitución.
Indira Gandhi en el Movimiento de los No Alineados y en la política interior
En 1955, Indira Gandhi, participa junto a su padre en la Conferencia de Bandung, donde se sentaron las bases del Movimiento de los No alineados, bajo el impulso del yugoslavo Tito, el egipcio Nasser y otros líderes a los que en la siguiente década se sumarian Fidel Castro y otros. La no alineación se orientaba a frustrar los proyectos neocolonialistas y trabajar por la paz, la independencia nacional y el progreso social, frente a las dinámicas de la guerra fría, originadas por las dos grandes superpotencias de la época: Los Estados Unidos y la Unión Soviética.
En 1964 falleció Jawaharlal Nerhu y el nuevo Primer Ministro Lal Bahadur Shastri, propone a Indira Gandhi formar parte del nuevo gobierno como ministra de información y radiocomunicación. Este nombramiento se ofrece un poco como tributo a la figura de su padre y a su legado. Pero en 1966, al fallecer Shastri, el CNI ofrece la presidencia a Indira Gandhi, frente a la candidatura de Morarji Desai, dirigente del ala derecha del partido del Congreso, hinduista nacionalista, conservador, partidario del modo de vida tradicional.
Se consideraba fiel continuador de Gandhi, aunque del gandhismo solo tomaba el aspecto ritual y las prescripciones éticas individuales, y no la esencia humanística y democrática en el plano social. Desai no compartía el interés de Nehru y de su hija por el socialismo, ni por llevar adelante una política exterior independiente y consecuentemente antiimperialista.
Tras fuertes tensiones en el seno del CNI, Indira Gandhi obtuvo más apoyos que su rival, 355 votos frente a 169 y fue proclamada en 1966 Primer Ministro. Luego diría:
“Debo decir que me preocupaba la idea de que Mr. Morarji Desai llegara a Primer Ministro, porque su política es diametralmente opuesta a la nuestra y yo temía que India cambiara de dirección”. Las elecciones de 1967 supusieron una advertencia al perderé el CNI en cinco estados y con mayoría inestable en otros tres. Indira Gandhi respondió con el “Programa de los diez puntos” que resucitaba el ideal del tipo socialista.
El programa incluía: nacionalizar el sistema de seguros, establecer el “control público” sobre los bancos; transferir al Estado el comercio exterior; implantar el mercado estatal y cooperativista del cereal alimentario, para impedir la especulación con este bien básico, limitar a los monopolios, realizar una reforma agraria, ayudar a los campesinos sin tierras, implantar un salario mínimo agrario, y la abolición de los restos de los privilegios feudales de los príncipes hindúes, etc.
Este programa causo nuevas tensiones entre el ala izquierda y las posiciones derechistas dentro del CNI. En julio de 1969, en lo más arduo de las pugnas internas en el CNI se aprobó la decisión de nacionalizar 14 de los más importantes bancos comerciales del capital privado, con la intencion expicita de Indira Ghandi de “liquidar la prepotencia de algunos grupos” opuestos a los objetivos del gobierno que deben estar “necesariamente inspirados por los grandes proyectos sociales y estar al servicio de las prioridades y objetivos nacionales”.
La nacionalización de la banca daba nuevo impulso al fomento de la planificación y el sector público, las resistencias se vencieron mediante la convocatoria en marzo de 1971 de unas nuevas elecciones generales en las que la política de Indira Gandhi obtuvo una gran victoria[5]. Pero ello no hubiera sido posible sin una política exterior basada en la independencia y el no alineamiento.
El convulso mundo de los años 70 y primeros 80 del siglo XX
Pero en esas elecciones de 1971, quedaba abierto el problema de la antigua Bengala Oriental, ahora provincia de Pakistán, donde la Liga Awami apoyados por la mayoría musulmana proclamaron la Republica de Baghladesh el 26 de marzo de 1971. Millones de refugiados hindúes tuvieron que abandonar aquella región y el ejército pakistani invadió varias veces las fronteras de la India persiguiendo a los guerrilleros insurgentes, desatándose de nuevo la tensión entre los dos países.
En los primeros días de diciembre de 1971 la aviación paquistaní bombardeo aeródromos de la India, en respuesta el 4 de diciembre la India declaró la guerra a Pakistán. Y luego reconoció a la Republica de Baghladesh. La guerra consolidó a esta república frente a las pretensiones paquistaníes. Pero se originó un drama humanitario con los refugiados procedentes de la nueva república y los propios habitantes de la India y Banghladesh, coincidiendo con la crisis internacional en el precio de los cereales cuyo precio ascendió un 50 % entre 1971 y 1973, a lo que se añadió este año la crisis petrolera. El desempleo y el hambre reaparecieron y el gobierno se vio incapaz de hacer frente a la crisis humanitaria.
La oposición de derechas, lejos de colaborar con el gobierno, buscó su cohesión a través de la propagación del odio hacia la Primera Ministra. La especulación, los robos y la violencia llegaron a cotas sin precedentes. El 26 de junio de 1975 se promulgó el estado de emergencia y se proclamó un nuevo “programa de veinte puntos”, que se basaba en el anterior de 1967 que no había sido cumplido.
De nuevo se prometía la reforma agraria, el desarrollo de las zonas rurales, la ayuda a los campesinos pobres, etc. Pero este programa aparecía como otro programa declarativo sin alcance real, aunque el estado de emergencia posibilito que se tomaran severas medidas contra los especuladores, lo que rebajo, en cierta medida el costo de la vida y rebajo las necesidades básicas en el país. Indira Gandhi convoco elecciones para marzo de 1977 y dijo mas tarde:
“La razón de que se impusiera el estado de emergencia y el aplazo de las elecciones fueron la inestabilidad y la indisciplina en el país (…) En ningún modo estaba segura de que venceríamos (…) Pensaba que no habíamos tenido elecciones por ciertos motivos, y ahora, cuando no existía ese motivo, debíamos tenerlas. Esa fue una acción puramente democrática”. Y
, así, Indira puso por delante la democracia a sus propios intereses y el CNI perdió ante la oposición unida del “Jana Sang”, “Bharatiya Lok Dal”y el Partido Socialista de Narayan y grupos de excongresistas, quienes se unificaron en el partido “Janata”, encabezado por el viejo adversario de Indira, el nacionalista conservador, Morarji Desai.
Después de la derrota de las elecciones de 1977 creció el dramatismo en la vida de Indira Gandhi. Fue detenida dos veces, e inculpada de corrupción, la expulsaron del Parlamento, al que volvió en 1978, al volver a presentarse por un nuevo partido el Congreso Nacional Indio (I) y una vez más, reagrupando a militantes e ideales, refundar el viejo partido de Nerhu y vencer en algunas regiones meridionales de la India, que la eligieron de nuevo diputada. Demostró así su determinación, perseverancia, convicción y capacidad para persuadir a las masas, a la vez que puso al descubierto la incapacidad de sus opositores, con un programa más conservador, demagógico y nacionalista, de dar soluciones a los indios.
Se puso en cuestión también la política de no alineación, que se sustituyó por el de “equidistancia” entre ambos bloques. Ante esa falta de alternativa real para los problemas reales de la población hindú, en 1980, en las elecciones el partido de Indira Gandhi obtuvo dos tercios de los puestos en el Parlamento hindú, e Indira Gandhi volvió a ser primera ministra.
Indira Gandhi fue asesinada en 1984 por un fanático como luego lo sería su hijo Rajiv.
Su legado, la lucha frente al fanatismo y frente al imperialismo (que ahora llamamos globalización)
Después de su asesinato su hijo Rajiv Gandhi pasó a ser primer ministro de la India. Aunque algunos interpretan esto como una política dinástica promovida por Indira Gandhi, como hemos visto en la familia de los Nerhu-Gandhi cada uno de ellos lograron su papel dirigente a través de la lucha personal. Primero el abuelo Motilal Nerhu, posteriormente su padre Jawaharlal Nerhu, quien no logro su alto prestigio por herencia. Y el tampoco dio paso a su hija quien fue elegida sin que el lo propusiera, e incluso se manifestó opuesto a ello.
A sus críticos —y a quienes terminaron por asesinarla— no les gustaban las medidas de Indira Gandhi ni que fuera una mujer (como tampoco Benazir Butto, su homóloga pakistani, a la que tambien asesinaron años más tarde); su política de independencia internacional, la nacionalización de los bancos, la abolición de los privilegios de los príncipes o las ayudas al pequeño campesinado y el desarrollo del sector público. Y la acusaban de prosoviética. Indira respondía que ella era proindia.
Pero para ella —igual que para Nerhu—, para Indira Gandhi el verdadero nacionalismo era el de los pobres e inseparable del internacionalismo y del antiimperialismo. Se manifestaba en el Movimiento de los No Alineados por la paz y frente a la explotación imperialista (hoy diríamos anti-globalización). Por el apoyo a los pueblos de América Latina, Oriente Medio, Asia y África en la lucha frente al imperialismo.
Fuente: Rebelión