Hay máxima privacidad. Total hermetismo –como es habitual–. Dos ausencias de peso y muy poco tiempo para buscar soluciones. La Selección Colombia ha tenido dos días para trabajar en el campo, en soledad, lejos de la prensa. En ese corto tiempo, José Pékerman ha mirado las posibles modificaciones que tendrá el equipo frente a Argentina, este viernes en los cuartos de final, solo que ahora los cambios no son una probabilidad, son obligatorios.
Colombia no solo sufrió para clasificar a esta instancia, gracias al triunfo infartante de Brasil sobre Venezuela, sino que perdió a dos de sus mejores guerreros, los dos volantes de marca, los titulares: Carlos Sánchez, que acumuló amarillas, y Edwin Valencia, quien sufrió una lesión de ligamentos que lo sacó de la Copa.
¿Qué puede hacer ahora? Por más de que el técnico mantenga bajo llave sus fórmulas y no dé muestras, ni pistas ni señales, en el equipo tiene soluciones lógicas para hacerle frente a Argentina e intentar mitigar el peso de sus ausencias.
Como debe encontrar marca, se da por hecho que Alexánder Mejía, el único volante de recuperación que le queda, va a jugar. Eso es lo más lógico. Lo coherente. La gran incertidumbre pasa por el esquema táctico y por el otro volante, el que acompañaría a Mejía.
Se presume que Colombia va a mantener sus cuatro defensores, los que jugaron frente a Perú (Santiago Arias, Cristian Zapata, Jeison Murillo y Pablo Armero) y dos volantes de marca, como es habitual en su esquema. Por eso tiene una posibilidad muy coherente, Camilo Zúñiga.
El habitual lateral derecho ya ha jugado de volante de primera línea, y lo hizo con Pékerman. Fue en el partido amistoso que jugó Colombia frente a Brasil, en Estados Unidos el año pasado, el primer juego luego del campeonato Mundial.
Zúñiga fue el gran ausente del partido frente a Perú; luego del juego aseguró que no estaba lesionado, que las molestias habían quedado en el pasado –estuvo más de seis meses sin jugar–, y que su ausencia se dio por un desgaste físico, una fatiga muscular. Pues Zúñiga no jugó ese día, y quizá Pékerman, consciente de que no estaba al ciento por ciento y, además, que Sánchez podía quedar suspendido, le dio descanso al lateral. Tal vez el DT proyectaba las eventualidades. Así que Zúñiga tuvo días suficientes para recuperar sus músculos, trabajar en lo táctico y esperar.
De ser así, lo cual no está confirmado y solo se conocerá una hora antes del partido de este viernes, Colombia podría mantener el bloque defensivo con cuatro defensas y dos volantes de marca. De ahí en adelante, se estima que jueguen los mismos de los últimos dos juegos: Cuadrado, James, Teo y Falcao García.
Claro, Pékerman es el que decide y quien mejor conoce el nivel físico y táctico de sus futbolistas. Si por ahí considerara que Zúñiga no sea el volante, podría pensar en Pedro Franco, quien ya ha jugado en esa zona, pero no sería lo más conveniente. Hay que mitigar la improvisación. Y como Pékerman no es de improvisar, su titular, la que guarda con recelo, podría ser pura lógica.
PABLO ROMERO
ENVIADO ESPECIAL
Santiago
@PabloromeroET