Por Enrique Valdés Machín
A Fidel le debemos la unidad de la nación cubana, la de los muertos y los vivos, afirmó este miércoles Eusebio Leal al abordar el tema Nación, Derecho y Fidel, durante la inauguración del VIII Congreso de la Unión de Juristas de Cuba.
A lo largo de todo este tiempo dijo, hubo desencuentros, enfrentamientos, duelos aplazados, y sería un grave error ocultarlos en aras de una visión épica y casi ruin de la historia.
La unidad de la nación, subrayó, fue entonces la perla más preciosa y Fidel en su magistral discurso del 10 de octubre de 1968 puso fin a la polémica entre laboratoristas e historiadores al afirmar que nosotros entonces habríamos sido como ellos, ellos hoy como nosotros.
Explicó, además, que era necesario conocer el discurso de Fidel en conmemoración al centenario de esa fecha para entender por dónde andaba el análisis en aquel momento de los acontecimientos.
En tal sentido recordó que quienes lideraron inicialmente la primera guerra de independencia eran personas pudientes que llegaron en medio de una sociedad llena de esclavos a renunciar a su posición por la convicción de que esa etapa de la historia debía ser derrotada.
Eso, ponderó Leal, nos llevó a la vanguardia del pensamiento de aquella época.
Durante su intervención el también historiador de la ciudad consideró que la Revolución es la fuente del Derecho porque no se detiene en el tiempo como la evolución misma de la naturaleza humana.
Al referirse a la estrecha relación entre las dos grandes figuras de la historia nacional, expresó que en Martí y en Fidel está presente la noción del bien, al primero, se lamentó, por razones obvias no pudo conocerlo, pero Fidel encarnó sus ideas y en nombre de ellas desarrolló básicamente su formación política y moral.
Señaló, además, que el día que aparezca una biografía muy bien fundamentada sobre Fidel seremos capaces de comprender el sentido de ese poderoso resumen, que en el supremo momento de su madurez política desliza el concepto de Revolución.
Concepto, afirmó, que no debe dogmatizarse ni convertirse en letra muerta sino desglosarlo línea por línea para encontrar en cada una de ella una fuente de pensamiento y una línea de acción para hoy y para mañana.
Cuando se ha vivido una gran época, expresó emocionado Leal, uno vive para siempre, y nosotros que la hemos vivido intensamente hoy somos prisioneros de nuestra memoria.
El VIII Congreso de la Unión Nacional de Juristas de Cuba que se desarrolla en el Palacio de Convenciones de La Habana acoge a más de 240 profesionales de las distintas ramas del Derecho de todo el país.