En su intervención, el representante de la nación caribeña, Pablo Berti Oliva, afirmó que 'la gobernanza de la migración no es una cuestión de cerrar las fronteras y evitar la entrada de las personas, sino de regular la movilidad abriendo canales de migración accesibles, regulares, seguros y asequibles y promoviendo y celebrando la diversidad'.
En este sentido, manifestó el acuerdo con los criterios expresados por el Relator Especial para el tema de las migraciones, y estimó necesario analizar con los estados la propuesta de elaborar una agenda 2035 para facilitar la movilidad humana en el marco de las Naciones Unidas, en paralelo a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
'Dicho análisis debe dirigirse a evaluar su viabilidad de cara a las negociaciones en curso para la adopción del pacto mundial para la migración segura, ordenada y regular', señaló.
Berti Oliva también intervino en el Grupo de Trabajo sobre la cuestión de los derechos humanos y las empresas transnacionales.
El diplomático consideró interesantes las propuestas de 'propiciar mecanismos que garanticen que aquellas empresas responsables de haber cometido violaciones clásicas de los derechos humanos y delitos internacionales, sean investigadas y enjuiciadas por los daños transfronterizos causados'.
Asimismo, mencionó la posibilidad de coordinar y fortalecer 'estos esfuerzos nacionales para constituir un marco internacional de protección que permita consolidar los mecanismos de protección a las víctimas contra dichas violaciones y asegurar la reparación'.
Cuba mantiene una amplia participación en las diversas actividades del 35 periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, que comenzó el 6 de junio y se extenderá hasta el día 23.