El presidente de Brasil, Michel Temer, dijo este miércoles ser víctima de una “infamia”. Arremetió duramente contra el fiscal general, Rodrigo Janot, quien presentó una denuncia contra él por supuesto delito de corrupción. Arropado por ministros y parlamentarios, Temer volvió a aferrarse al poder y aseguró que tiene una “preocupación mínima” con la denuncia.