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“EL DOCTOR ESTA ACÁ EN EL BAÑO TIRADO, LLAMA A PREFECTURA Y LLAMA A LOS JEFES NUESTROS Y A SAME”
Los custodios del fiscal Alberto Nisman: Armando Niz, suboficial superior de Policía Federal, y Luis Ismael Miño, sargento de la misma fuerza, prestaron declaración el 21 de enero a las 14.45 en dependencias judiciales como es sabido. Deposiciones a las cuales Relaciones Internacionales tuvo acceso. Ambos trabajan para la División Seguridad y Custodia del Ministerio Público y Fiscal y Defensa de la Nación y se encontraban afectados a la seguridad del fiscal. En el caso del sargento Miño desde 2007. El sargento Niz desde hace cuatro años, según consta de su propia declaración. La seguridad del fiscal se efectuaba con dos móviles. La otra “pareja” encargada de la seguridad de Nisman estaba conformada por los oficiales Marcelo de Ferrari y Gustavo Méndez. El día de la muerte del fiscal, los afectados a su seguridad eran Niz y Miño. Seguridad es un decir, ya que surge de la declaración de ambos profesionales, que en realidad la tarea de los policías se circunscribía en la práctica a hacer de chofer y cadetes de los recados encomendados por el fiscal. De frente a un escenario que requería procedimientos profesionales dignos de una custodia de personalidades, no sólo no supieron qué hacer, como se verá, sino que hasta parecieron faltar de sentido común. Y surge entonces una inquietud: si no es incompetencia: ¿Qué es? Y, ¿ si es incompetencia, quien se hace cargo ?
Nisman no quería que los custodios entren al inmueble
Un dato que resalta de la declaración de los policías es el aparente déficit de confianza, tal vez premonitorio, entre el fiscal, hoy muerto, y su custodia. El sargento Miño declara al ser preguntado donde permanecía durante su estadía en el inmueble del funcionario, “que desde el 2007 a la fecha sólo ingresó al inmueble una sola vez, el Fiscal no quería que ingresen al domicilio.” Asimismo, la custodia debía permanecer, según Miño, en la zona de estacionamiento de cortesía: “o bien dentro de la torre del edificio, o en la zona, porque el Fiscal no quería que se queden allí mucho tiempo desconociendo los motivos, y cuando los necesitaba los llamaba al celular o nextel para que estén en apresto cuando bajaba, y allí una vez que bajaba se retiraban”. Niz, al final de su declaración quiso por su parte, dejar asentado que: el personal policial que proveía a la cobertura del Dr. Nisman, “jamás ingresaba al departamento que éste habitaba, sino que solamente podían concurrir hasta la puerta de ingreso al inmueble y por expreso pedido de él, para recibir directivas en relación a alguna comisión que deseaba que le hicieran. “ Es verdad que las deposiciones suelen ser documentos factuales redactados en una prosa administrativa. Pero siempre algo filtra de las emociones del deponente. De los textos firmados por los dos policías no surge ninguna empatía hacía el fiscal. Tal vez debido a esa desconfianza u otros motivos sobre los cuales no se puede sino hacer conjeturas.
El último en comunicarse con el doctor Nisman es el sargento Miño, el sábado 17, previo a la tragedia. Éste llama al fiscal Nisman a su teléfono Nextel, y le pregunta qué novedades tenía para el día siguiente (domingo), a lo que éste le responde “un auto Luis para las 11 en mi casa y el otro auto que se quede en guardia pasiva”. De la cronología de los hechos surgen versiones distintas sobre puntos que, sin ser fundamentales, llaman la atención por lo que, mínimamente, traducen de confusión y de irresponsabilidad.
En la versión de Miño, hasta las 17.00 no habrían subido al departamento de Nisman, y hasta las 12.30 estuvieron estacionados en el subsuelo, donde no había señal telefónica. En la versión de Niz, subieron por la puerta de servicio a las 14.30, y estuvieron aparcados en el área de estacionamiento de cortesía, donde sí se podían recibir y realizar llamados. En lo que sí hay convergencia es que de las 11 horas, hora a la cual se debería haber desatado una alerta, hasta las 22:05, no se penetró en el departamento del fiscal.
Versiones sobre la cronología de los hechos
Versión de Miño:
“Ante ello horas 10.30, junto con Niz ingresan ambos a la Fiscalía a buscar el auto, de allí se dirigen directamente a la casa del Fiscal, llegando a las horas 11.00 aproximadamente, no llamándolo para comunicarle el arribo, ya que a éste no le gustaba que lo llamaran innecesariamente porque decía que ya sabían que estaban abajo esperándolo, porque los miraba desde la ventana. Debido a la lluvia, y acorde al protocolo que él mismo había impuesto, que se trataba de que cuando lloviera debían esperarlo en el subsuelo donde no había señal de telefonía móvil; horas 12.30 aproximadamente el deponente lo llama a su teléfono para avisarle donde lo esperaría, no contestando Nisman el llamado. Luego reitera los llamados cada una hora o 45 minutos aproximadamente. Horas 17.00 y al no poder entablar comunicación con el Fiscal, el deponente llama a la Secretaria Privada del mismo la Sra. Marina, a quien le informó que si bien el Fiscal los había citado para que estuvieran en su domicilio horas 11.00, para el momento del llamado aún no les había contestado sus llamados, y que las ventanas estaban todas cerradas, y le pide a ésta que lo llame al teléfono fijo de la casa y a cualquier otro que tuviera de contacto. Posteriormente, veinte minutos después Marina lo llama al deponente y le refiere que le toque timbre al Fiscal, pero directamente desde el piso mismo, no desde el portero. Ante ello, se dirigen Niz y el exponente al Piso 13 dpto. 2 donde residía Nisman y le tocan timbre reiteradas veces sin ser atendidos, y a su vez observan en el porche el diario del día, llamándoles la atención a éstos que no lo había retirado y a su vez no se escuchaban los sonidos habituales tales como la radio, la televisión o la voz del mismo. Allí bajan y vuelven al móvil, llamando a Marina nuevamente refiriéndole que llame a la Sra. Sara (madre del Fiscal) que ella tenía un juego de llaves para ingresar a la casa. Luego de un tiempo prudencial de espera Marina los vuelve a llamar refiriéndoles que vayan a buscar a Sara que ya la había llamado partiendo horas 18.10 aproximadamente a la calle Roosevelt 750 de esta ciudad (domicilio de Sara, donde deben esperarla por unos veinte a veinticinco minutos) y la llevan a la misma a las torres Le Parc, pero antes por pedido de Sara, pasan a buscar a una amiga de ésta a quien no conoce en Luis María Campos y Dorrego C.A.B.A., y luego allí sí se dirigen al domicilio de Nisman, arribando aproximadamente horas 19.30, subiendo Sara, Niz y el deponente por el ascensor de servicio, mientras que la otra mujer permaneció en el palier. Al llegar al piso 13, la Sra. Sara abre con su llave personal, la cerradura superior, y luego al intentar abrir la cerradura de abajo, no lo logra, debido a que se hallaba trabada. Luego bajan los tres juntos a la sala de estar de adelante, y Sara le pregunta si podía llevarla nuevamente a su casa, para buscar su agenda donde tenía los números de clave de la puerta principal del departamento. A los pocos minutos los cuatro vuelven al domicilio de la Sra. Sara, tomando allí la agenda y regresando los cuatro a las torres Le Parc alrededor de las horas 20:45. Allí entonces por pedido expreso de la Sra. Sara, el deponente permaneció en el móvil, mientras que ella, su amiga y Niz subieron por el ascensor principal. Minutos después, los ve bajar nuevamente a lo que éste desciende del móvil y se dirige al palier entrevistándose con Niz quien le informa que no se pudo ingresar y que Sara estaba llamando a un cerrajero. En este momento siendo aproximadamente las 21.00 horas, nota que en el exterior del edificio, se encontraba la Sra. Soledad (que es la Secretaria de la Fiscalía Amia) quien no se acercó al dicente, desconociendo los motivos de su presencia. Ante ello, el dicente le dice a la madre de Nisman que le iba a avisar al bombero retirado de Prefectura que se domicilia en la parte trasera de las torre Le Parc, donde hace tareas de mantenimiento, a lo cual éste accede, concurriendo allí el deponente y entrevistando al bombero de apellido Campos, le refiere lo que estaba sucediendo y pidiéndole discreción por la personalidad, a lo que éste le refiere que iría a ayudar a ver que podía hacer. Luego Niz, y el Bombero suben al piso 13, bajando a los pocos minutos refiriendo que no habían podido abrir la puerta, y allí Sara llama a un cerrajero, que no se puede comunicar, ante lo cual el bombero le llama a un cerrajero. Entonces siendo las 21.45 horas aproximadamente llega el cerrajero, y sube con Niz, Sara y el bombero. Siendo las 22.05 aproximadamente, el deponente, que estaba en el palier, lo llama a Niz y le pregunta que novedades había, a lo cual éste le responde que estaba ingresando, y le corta la comunicación. Segundos después, lo vuelve a llamar, y al preguntarle nuevamente a NIZ, éste le responde “EL DOCTOR ESTA ACA EN EL BAÑO TIRADO, LLAMA A PREFECTURA Y LLAMA A LOS JEFES NUESTROS Y A SAME” (sic). “
Aparentemente, para el oficial, la discreción figura al tope de las prioridades, mucho antes de la eficiencia en atender la vida de su custodiado. Es la secretaria Marina la que dispone de las medidas a tomar, como si la especialista en gestión de crisis fuese ella.
Versión de Niz:
“Como era habitual, el Magistrado se comunicó el día anterior (17/01/2015) al aparato Nextel del Sargento 1º Luis Miño, solicitándole que al día siguiente (domingo 18/01/2015), se hicieran presentes en su domicilio particular a las 11:00 horas. Por tal motivo, el dicente y el Sargento 1º Miño, alrededor de las 10:00 horas, se encontraron en la Fiscalía donde trabajaba el Dr. Nisman, desde donde partieron hacia el inmueble que habitaba el Magistrado; en donde al llegar (horas 11:00), ingresaron con la unidad al predio del edificio, y permanecieron en el estacionamiento de cortesía, a la espera que el Magistrado se comunicara vía Nextel con ellos. Alrededor de las 12:30 horas, y debido a que no habían recibido ninguna comunicación, Miño hizo dos o tres llamados –con su aparato Nextel- no recibiendo respuesta alguna, motivo por el cual le pide al deponente que hiciera lo mismo con su aparato celular, cosa que también hizo, no recibiendo ninguna respuesta; tras lo cual decidieron aguardar un tiempo más, creyendo que el Dr. Nisman se encontraba descansando. Pasadas las 14:00 horas, ambos efectivos descienden de la unidad, y se dirigen hacia el departamento del Magistrado, utilizando para ellos el ascensor de servicio; siendo que al encontrarse frente a la puerta de servicio del departamento, tocaron timbre en reiteradas oportunidades, no recibiendo respuesta alguna, observando en ese momento que había sobre el piso un periódico, que era el que recibía habitualmente el Magistrado en su domicilio; situación ésta que le llamó la atención al deponente y a Miño. Siendo alrededor de las 15:00 horas, ambos efectivos se dirigen a la planta baja, en donde Miño se comunica telefónicamente con la Secretaria del Dr. Nisman (de quien sólo sabe que se llama Marina), a quien le comenta que estuvieron llamando a la puerta del departamento del Magistrado y no atendía, solicitándole que se comunicara ella con el teléfono de línea. Pasados unos breves instantes, la Secretaria se comunica telefónicamente con el Sargento 1º Miño, comentándole que había llamado al teléfono de línea y tampoco había recibido respuesta, pidiéndole ésta que subieran al departamento y llamaran nuevamente, cosa que así hicieron, aclarando que para ese momento ya eran aproximadamente las 16:00 horas. Al no recibir contestación de parte del Magistrado, el Sargento 1º Miño se comunicó nuevamente con Marina, pidiéndole que llamara a la madre del Dr. Nisman, dado que tenían conocimiento que ésta poseía llaves del departamento; por lo que el deponente y el nombrado Suboficial Superior decidieron aguardar la respuesta de Marina, para saber si se había comunicado con la madre del Magistrado. A eso de las 18:10 horas, Miño recibe llamado de parte de Marina, donde ésta le dice que fueran a buscar a la madre del Magistrado, cosa que hicieron, recordando que el llegar al domicilio de ésta, les hizo un comentario relacionado con que también había querido comunicarse con su hijo (por el Magistrado), con resultado negativo; en ese sentido, también recuerda que luego de recoger a la madre del Magistrado (de nombre Sara), y previo a constituirse en el inmueble de éste, pasaron a buscar a una amiga de esa señora (de quien no puede precisar nombre ni algún otro dato), para de allí dirigirse rápidamente al departamento del Magistrado. Al llegar al lugar –alrededor de las 19:45 horas- ambos efectivos y Sara, suben al departamento en cuestión, utilizando el ascensor de servicio, a la vez que la amiga de Sara permaneció en la planta baja. Una vez frente a la puerta de ingreso denominada “puerta de servicio”, Sara intentó abrir la puerta utilizando sus llaves, recordando el deponente en ese sentido, que primeramente destrabó una especie de pasador o traba que la puerta poseía en la parte superior, pero al intentar ingresar la llave en la cerradura propiamente dicha, notó que había colocada –del lado de adentro- otra llave, con lo cual no podía abrir la puerta. Ante tal circunstancia, el personal policial y la nombrada descienden a la planta baja, y se dirigen al otro ascensor que posee el edificio, con el objeto de trasladarse hacia el otro ingreso que poseía el departamento del Magistrado, más precisamente la puerta de ingreso principal. En este punto aclara que el motivo por el cual el personal policial, primeramente se dirigió a la puerta de servicio y tocó el timbre de la misma, fue por que para poder utilizar el ascensor privado (que los llevaría hasta la puerta principal), debían poseer una clave numérica de seguridad que éste posee, la cual no tenían. Al intentar utilizar el ascensor privado, juntamente con la madre, ésa intentó colocar una clave numérica, la cual resultó errónea, por lo que debieron trasladarla nuevamente al domicilio de ésta para buscar una agenda, donde ella recordaba que tenía la clave. Al retornar nuevamente al edificio que habitaba el Dr. Nisman, siendo ello alrededor de las 21:05 horas, la Sra. Sara intentó accionar el ascensor nuevamente, colocando varias veces un número de clave, no logrando su cometido, por lo que ambos efectivos policiales, deciden ubicar a un empleado de mantenimiento edilicio, de quien luego tomaron conocimiento por dichos de él, que también era Bombero (no pudiendo precisar otro dato al respecto). El citado personal de mantenimiento, de apellido Campos, llevó una llave maestra con la cual pudo accionar el ascensor privado, dirigiéndose el exponente, la Sra. Sara y Campos, a la puerta principal del departamento en cuestión, permaneciendo abajo el Sargento 1º Miño; en donde al llegar frente al ingreso, la madre del Magistrado intentó abrirla, consiguiendo solamente destrabar la cerradura, pero no pudiendo ingresar, dado que la puerta poseía en la parte superior una especie de pasador o traba ciega, que -por lo que se veía- tenía que ser corrido, del lado de adentro. Ante esto, las tres personas que habían subido –entre ellos quien declara- deciden dirigirse a la planta baja con el objeto de poder ubicar a un cerrajero; recordando que una vez en la planta baja, la Sra. Sara intentó ubicarlo a través de su aparato celular, no pudiendo conseguirlo, motivo por el cual el Sr. Campos hizo lo propio (cree el dicente telefónicamente) logrando ubicar a un cerrajero, el cual se hizo presente en el lugar alrededor de las aproximadamente a las 21:45 horas. Seguidamente, el cerrajero, el exponente, Campos, la Sra. Sara y la amiga de ésta, se dirigieron a la puerta de servicio (dado que la puerta principal, como antes dijera, poseía un pasador ciego), utilizando para ello el ascensor de servicio; donde una vez frente a la puerta de ingreso, el cerrajero logró quitar las llaves que estaban colocadas del lado de adentro, solicitándole a Sara sus llaves con las que abrió la puerta, ingresando en primer lugar la madre del Magistrado (quien encendió las luces), luego su amiga, y en tercer lugar el deponente; en ese sentido, recuerda que la primera habitación a la ingresaron era la cocina, la cual al final –conforme se ingresaba- poseía un pasillo que comunicaba con las distintas habitaciones del inmueble. La primera en recorrer el pasillo, fue la Sra. Sara junto con la amiga, siendo que la nombrada en primer término, le solicita al exponente que mirara en el interior del dormitorio de su hijo, dado que le daba temor, cosa que hizo, notando en ese momento que en el interior del mismo, había un televisor encendido, una cama destendida y otro mobiliario más de la pieza, pero no observó al Dr. Nisman, haciendo lo mismo con una habitación continúa (que parecía un dormitorio de chicos), en donde tampoco observó la presencia del Magistrado ni de otra persona, siendo precisamente en dicho instante en que la Sara lo llama, y le dice que veía luz en el interior del baño y que se fijara en su interior. Ante ese pedido, el declarante se dirige hacia la puerta de ingreso al baño, notando que la puerta estaba un poco entreabierta, motivo por el cual intenta ingresar, no logrando hacerlo dado que había algo que impedía abrir la puerta, pero si observó desde donde se hallaba, que en el piso había como un charco de sangre, y por la luz que dejaba la puerta del lado de la bisagra, también pudo ver el cuerpo del Magistrado tendido en el piso, en posición de cúbito dorsal, con la cabeza hacia un costado, notando en ese momento, que la cabeza del Dr. era la que impedía abrir la puerta completamente. Inmediatamente comunicó esa situación a Sara, quien se asoma y ve también el cuerpo, pero no ingresa; seguido a lo cual ella misma se comunicó telefónicamente con una ambulancia de su obra social –Swiss Medical. A los breves instantes, siendo para ello las 22:10 horas aproximadamente, se comunica con el deponente el Sargento 1º Miño, a quien le comunica todo lo acontecido hasta ese momento, recordando que el nombrado le preguntó si había llamado al SAME, explicándole que la madre del Magistrado había preferido llamar a su obra social. En el marco del dialogo entablado con Miño, el dicente le solicitó que diera parte de lo sucedido a Prefectura Naval Argentina, y a su vez comunicara ello a la Superioridad de la División. Arribado el personal de la ambulancia, ingresaron al departamento un médico y dos acompañantes, de los cuales el facultativo ingresó al baño, asomando solamente la cabeza, sin abrir la puerta, para luego decir algo parecido a que se había pegado un tiro y que el arma estaba allí, agregando que había que llamar al SAME y solicitar personal policial, recordando el deponente que en ese momento se encontraba brindado contención a la madre del Magistrado, dado que había sufrido una descompensación.”
Es realmente notable que el custodio, miembro de una fuerza de seguridad, debiendo intuir que se encuentra en una situación insólita, probablemente un escenario de crimen, aun así deje entrar a la madre y a la amiga de ésta las primeras, según surge de sus dichos. Básicamente, viene siendo custodiado por la progenitora del fallecido.
Sobre las fuerzas de seguridad que acuden, Miño ve llegar primero al comisario general Roque Luna. También menciona al jefe de la Policía Federal Argentina, comisario general Román Argentino Di Santo; el subjefe de la institución, comisario general Héctor Eduardo Tebes; el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni; el comisario Soto y el subcomisario Fariña (jefe y 2do jefe de la dependencia donde revista) y demás funcionarios del Poder Judicial y Ministerio Público que Miño no puede identificar en su declaración. Miño no volverá a entrar en el inmueble, según declara.
Niz, por su parte, declara haber visto entrar miembros de la Prefectura Naval Argentina y nota la presencia del superintendente de Interior y Delitos Complejos.