A continuación transcribo y traduzco la primera columna de Damián Patcher desde Tel Aviv para el periódico Haaretz, se que muchos en inglés no pudieron leerlo porque requiere sucripción.
Asique aquí están, las 48 horas mas locas de mi vida. Cuando mi fuente me dio la primicia de la muerte del fiscal Alberto Nisman, Yo estaba escribiendo un artículo acerca de la denuncia del fiscal contra la presidenta de la nación Cristina Fernández de Kirchner, su Canciller judío Héctor Timmerman, dos activistas sociales pro iraníes y el congresista Andres Larroque. Ahí supe que Nisman había sido baleado y estaba muerto en su hogar.
El proceso de verificación no fue demasiado largo debido a la increíble atención de mi fuente a los detalles. Su nombre jamás será revelado.
Dos cosas aparecieron en mi mente, la seguridad física de mi fuente, y el derecho de la gente a saber lo que había ocurrido aquel día, no necesariamente en ese orden.
Por supuesto para lograr velocidad y efecto contagio, Twitter era la forma elegida. La información era tan solida que nunca dude de mi fuente, a pesar de que uno o dos colegas dudaban de mi porque en ese momento yo solo tenía 420 seguidores en twitter, un número que ahora sobrepasa los 10.000
Mientras la noche transcurría, varios periodistas me contactaron para estar al tanto de las noticias de forma mas directa. El primero en hacerlo fue Gabriel Bracesco.
Una vez que tweetee la muerte de Nisman, cientos de personas rápidamente retweetearon la noticia, y empezaron a seguirme, esa fue la primera de varias noches sin dormir.
“Acabas de destapar la mejor primicia en décadas”, varios colegas decían, “Estas completamente loco” decían otros. De cualquiera de las dos maneras, nadie cuestionaba que la situación era muy grave.
Los días siguientes fueron marcados por el gobierno tratando de construir una historia oficial, Primero, la cabeza de estado sugirió que era un suicidio, luego un asesinato misterioso. Ellos por supuesto no tenían la culpa, de absolutamente nada.
Aquella semana recibí varios mensajes de una de mis mas antiguas y mejores fuentes. El me rogaba que lo visitara, pero en aquel momento subestime su propuesta.
El Viernes estaba trabajando en la redacción del Buenos Aires Herald cuando un colega de la BBC me pidió que echara un vistazo a la nota de la agencia oficial de noticias (TELAM) acerca de la muerte de Nisman. En la nota había varios errores ortográficos, pero además había algo aún mas extraño, la agencia citaba un supuesto Tweet mío que en realidad NUNCA EXISTIO.
Un Micro a la nada.
Maldije enojado, agregando varios insultos y pensé “voy a twettear esto y van a ver”. Pero espere unos minutos a que todo se calmara y me di cuenta de que este supuesto tweet era una suerte de mensaje cifrado.
Asique le pregunte a mi amigo que me dijo “andate ya para Retiro” la estación de buses de Buenos Aires, y veni a visitarme, tenes que dejar la ciudad. Eran aproximadamente ya las 8pm.
Tuve suerte, cuando llegue había un bus que estaba por salir en solo dos minutos. Hacia donde se dirigía es otro detalle que jamás revelaré.
Después de varias horas en la ruta, llegue a la estación terminal de destino, adonde permanecí por un par de horas. Aparentemente este fue el gran error, creo que ahí fue el lugar adonde empezaron a observarme. Pero no me di cuenta en ese momento.
No me quería quedar demasiado tiempo quieto en un lugar, asique camine hasta una estación de servicio cercana, mi amigo me contacto y me dijo “voy a estar ahí en 20 minutos”.
Estuve sentado ahí por 2 horas cuando una persona muy extraña entro, vestía jeans, campera de jeans y anteojos Ray Ban. Me di cuenta de que me observaba de inmediato pero permanecí en donde estaba, estaba a dos mesas de distancia.
De pronto sentí un dedo en mi cuello y salte como nunca lo hice en mi vida.
“Sos un poco miedoso boludo!!!”, era mi amigo haciéndome una de sus bromas. “Te están observando, no te diste cuenta del tipo de inteligencia que esta allá detrás?. “Cual, el de los Ray Ban”.
“Si, Ese mismo.”
“Que se supone que busca?”
“Quedate tranquilo y mirá a la cámara”, mi amigo dijo eso mientras me tomaba una fotografía, bueno en realidad tomó una fotografía del tipo que estaba detrás mío observándome, que luego de 5 minutos se retiró del lugar y hoy tengo esa fotografía conmigo.
Entonces tuve que pensar cual era el mejor curso de acción a seguir, porque cuando un agente de inteligencia argentino esta sobre tu rastro, nunca son buenas noticias. El seguramente no quería solo tomar un café conmigo, eso es seguro.
Montevideo y Madrid
En cualquier caso la decisión llegó rápido, tenía que dejar el país de inmediato. Asique contacte a uno de mis mejores amigos, que estaba asustado pero entendía la situación. Teníamos que hacerlo rápido y estoy seguro de que esa eficiencia salvo mi vida. Estaré por siempre agradecido a el por eso.
Asique lo hice, compre un pasaje de Montevideo a Madrid y de ahí a Tel Aviv.
Tuve que mantener un bajo perfil para poder pasar por los controles de seguridad, asique fui de nuevo a la terminal de retiro, tal vez el lugar mas aterrador de todo aquel día. Yo estaba seguro de que si pasaba algo, podía pasar en la estación de trenes, un lugar muy peligroso por la noche.
Tenía el sentimiento de que alguien estaba detrás mío o de que podría recibir un disparo en cualquier momento desde algún ángulo extraño, pero después sospeche de la conducta del taxista que me llevaba, supuse que se desviaría y me llevaría a cualquier lado.
Mientras tanto me iban entrando mensajes de texto de mis dos mejores colegas, un amigo y su madre. Les habían dicho adonde nos encontraríamos, el aeropuerto de Buenos Aires. No podía perder mas tiempo en el teléfono porque mi teléfono estaba pinchado.
Cuando llegó mi madre estaba por supuesto llorando, pero se mantuvo calma. Discutimos un par de cosas y le dije que se fuera. Luego mis amigos periodistas llegaron e hicimos esa nota que ya fue un éxito en Argentina. Estaba volando de regreso a Israel, como siempre quise.
No tengo idea de cuando regresaré a Argentina, no se siquiera si alguna vez lo haré. Lo que sé es que el país adonde nací no es el lugar feliz que mis abuelos Judíos me describían en sus historias.
Luego que deje Argentina descubrí que el gobierno SEGUIA publicando información equivocada acerca mío en las redes sociales. La cuenta oficial de Casa Rosada, posteo una captura de pantalla del sistema de reservas del boleto que compré, y decía que yo volvería el 2 de febrero, en otras palabras, no me había ido en realidad. De hecho mi fecha de regreso es en diciembre.
Argentina se ha convertido en un lugar oscuro liderado por un sistema político muy corrupto. Todavía no he podido procesar todo lo que ha pasado en las pasadas 48hs. Nunca imaginé mi regreso a Israel de esta manera.
Del blog de Matías Reggiardo (nieto recuperado) A continuación transcribo y traduzco la primera columna de Damián Patcher desde Tel Aviv para el periódico Haaretz, se que muchos en inglés no pudieron leerlo porque requiere sucripción.
Asique aquí están, las 48 horas mas locas de mi vida. Cuando mi fuente me dio la primicia de la muerte del fiscal Alberto Nisman, Yo estaba escribiendo un artículo acerca de la denuncia del fiscal contra la presidenta de la nación Cristina Fernández de Kirchner, su Canciller judío Héctor Timmerman, dos activistas sociales pro iraníes y el congresista Andres Larroque. Ahí supe que Nisman había sido baleado y estaba muerto en su hogar.
El proceso de verificación no fue demasiado largo debido a la increíble atención de mi fuente a los detalles. Su nombre jamás será revelado.
Dos cosas aparecieron en mi mente, la seguridad física de mi fuente, y el derecho de la gente a saber lo que había ocurrido aquel día, no necesariamente en ese orden.
Por supuesto para lograr velocidad y efecto contagio, Twitter era la forma elegida. La información era tan solida que nunca dude de mi fuente, a pesar de que uno o dos colegas dudaban de mi porque en ese momento yo solo tenía 420 seguidores en twitter, un número que ahora sobrepasa los 10.000
Mientras la noche transcurría, varios periodistas me contactaron para estar al tanto de las noticias de forma mas directa. El primero en hacerlo fue Gabriel Bracesco.
Una vez que tweetee la muerte de Nisman, cientos de personas rápidamente retweetearon la noticia, y empezaron a seguirme, esa fue la primera de varias noches sin dormir.
“Acabas de destapar la mejor primicia en décadas”, varios colegas decían, “Estas completamente loco” decían otros. De cualquiera de las dos maneras, nadie cuestionaba que la situación era muy grave.
Los días siguientes fueron marcados por el gobierno tratando de construir una historia oficial, Primero, la cabeza de estado sugirió que era un suicidio, luego un asesinato misterioso. Ellos por supuesto no tenían la culpa, de absolutamente nada.
Aquella semana recibí varios mensajes de una de mis mas antiguas y mejores fuentes. El me rogaba que lo visitara, pero en aquel momento subestime su propuesta.
El Viernes estaba trabajando en la redacción del Buenos Aires Herald cuando un colega de la BBC me pidió que echara un vistazo a la nota de la agencia oficial de noticias (TELAM) acerca de la muerte de Nisman. En la nota había varios errores ortográficos, pero además había algo aún mas extraño, la agencia citaba un supuesto Tweet mío que en realidad NUNCA EXISTIO.
Un Micro a la nada.
Maldije enojado, agregando varios insultos y pensé “voy a twettear esto y van a ver”. Pero espere unos minutos a que todo se calmara y me di cuenta de que este supuesto tweet era una suerte de mensaje cifrado.
Asique le pregunte a mi amigo que me dijo “andate ya para Retiro” la estación de buses de Buenos Aires, y veni a visitarme, tenes que dejar la ciudad. Eran aproximadamente ya las 8pm.
Tuve suerte, cuando llegue había un bus que estaba por salir en solo dos minutos. Hacia donde se dirigía es otro detalle que jamás revelaré.
Después de varias horas en la ruta, llegue a la estación terminal de destino, adonde permanecí por un par de horas. Aparentemente este fue el gran error, creo que ahí fue el lugar adonde empezaron a observarme. Pero no me di cuenta en ese momento.
No me quería quedar demasiado tiempo quieto en un lugar, asique camine hasta una estación de servicio cercana, mi amigo me contacto y me dijo “voy a estar ahí en 20 minutos”.
Damián Pachter: 'No es lógico que el fiscal Nisman se suicidara'
Damian Patcher habla desde Israel sobre la muerte de Nisman.EM
Domingo 18 de enero. 23:35 horas. El periodista argentino Damián Pachter (de 31 años) lanza un tuit que ilumina de sospechas la noche de Buenos Aires: «Me informan sobre un incidente en la casa del Fiscal Alberto Nisman».
Tras 33 inciertos minutos, 25 nuevas palabras desatan una tormenta que revoluciona la red, sacude el Gobierno argentino y obliga huir del país a Pachter: «Encontraron al fiscal Alberto Nisman en el baño de su casa de Puerto Madero sobre un charco de sangre. No respiraba. Los médicos están allí».
De esta forma, Pachter fue el primero en revelar la muerte del fiscal horas antes de que éste compareciera en el Congreso para detallar la denuncia contra la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y sus allegados por encubrir a sospechosos iraníes en el atentado terrorista de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Cinco meses después y desde su exilio en Israel, el periodista reafirma su teoría: «Nisman no se suicidó. Su asesinato está relacionado con la investigación de AMIA y la denuncia contra la presidenta».
¿Qué pruebas tiene para concluir que fue un asesinato?, le preguntamos en Tel Aviv. «Porque no tenía pólvora en las manos y por el contexto. Cuatro días después de presentar la causa contra Kirchner es encontrado con un tiro en la cabeza. No es lógico que se suicidara un día antes de presentar un trabajo de 10 años. Nadie lo ve lógico excepto el Gobierno y quien lleva la investigación, Viviana Fein», responde.
El Caso Nisman no empieza el 18 de enero ni tampoco el 14 de enero, cuando presentó 300 folios pidiendo la imputación de la presidenta. Hay que irse al 18 de julio de 1994 cuando un coche bomba explotó en el centro judío asesinando a 85 personas. Ese día, empezó la cuenta atrás del asesinato o suicido de Nisman. La víctima 86.
«Yo tenía 10 años. La directora del colegio nos reunió para explicarnos el atentado. Recuerdo el shock de mi madre y el clima de solidaridad y de querer ayudar para hacer justicia», recuerda Pachter.
Un enigmático puzzle
Ese alumno judío no imaginaba que 21 años después sería pieza importante del enigmático puzzle político, policial y de espionaje. Si la muerte de Nisman provocó un terremoto en Argentina, el anuncio de su muerte cambió la vida del anunciante.
Localizado por EL MUNDO, cuenta que su exclusiva-tuit surgió de una «fuente muy segura». «Arruiné el plan del Gobierno que pretendía presentarlo como un suicidio. Sentí que las fuerzas de seguridad me querían matar», denuncia.
Tras esa noche, nada sería igual. «Cuando vi en un teletipo de la agencia nacional modificaciones de mis tuits, entendí que algo pasaba». «Sal ahora mismo de la redacción y ven a visitarme», le aconsejó su confidente. Así hizo. Preparó una mochila para tres días y se fue a la Estación Retiro.
El periodista recuerda al detalle la cita lejos de Buenos Aires: «Llegué muy temprano a la cafetería en una gasolinera y enseguida me llamó la atención una persona con gafas negras Ray-Ban y chaqueta tejana. Se sentó a mi derecha durante hora y media sin pedir nada. Luego se sentó detrás mío. Mi fuente llegó por la puerta trasera y me tocó en el cuello. Pegué un salto a lo que me dijo: '¿Qué te pasa? ¿Estás nervioso? No te des la vuelta pero tienes un agente de Inteligencia a tu espalda. Mira a la cámara y sonríe'».
Persecución de espías
Sonrió al móvil aunque el objetivo era el supuesto espía que se dio cuenta y se fue. «Mi fuente le conocía personalmente. Sabía su nombre, apellido y unidad de operación. Me dije: no me quedo en Argentina si un agente secreto me está siguiendo».
Las amenazas y el miedo no tardaron en llegar. Pachter vio cómo la Casa Rosada tuiteó su billete e itinerario. La elección de Israel como refugio -tiene también ciudadanía israelí e hizo el servicio militar- alimentó las acusaciones de ser un espía del Mosad: «Es una pelotudez, aunque esperada en el clima general creado para desacreditarme. Concuerda con las teorías conspirativas de la presidenta», responde.
El Gobierno niega relación con la muerte de Nisman y rechaza haber «fabricado la inocencia iraní» en el atentado a cambio del memorándum. «Lo que investigó Nisman fue correcto. Irán, a través de Hizbulá, fue el responsable de la voladura de AMIA. Recomiendo leer su dictamen en 2006. Son 700 páginas que explican todo, como la autoría de Ibrahim Hussein Berro, un libanés de Hizbulá», señala Pachter.
Causa desestimada
Promete seguir el caso aunque sea a miles de kilómetros de distancia. «La causa contra la presidenta ha sido desestimada porque el juez dice que no hay suficientes pruebas. La investigación de la muerte de Nisman está a punto de ser cerrada como suicidio. Pero vea el vídeo del peritaje en el lugar del crimen... cómo se contaminó».
Pachter aclara: «Nunca dije que la presidenta mató a Nisman aunque no lo descarto pero sí creo que el Gobierno estuvo involucrado de alguna forma. Respecto a AMIA, es prácticamente un hecho el encubrimiento de la investigación».
De momento, no piensa en volver a Argentina. «Si el Gobierno no fue capaz de proteger al fiscal, ¿será capaz de hacerlo con este periodista?», pregunta en la despedida.
La bizarra investigación de la muerte del fiscal se lleva en secreto
El show Nisman y la laptop
Después de tanto anuncio insinuado pero no cumplido, la investigación manipulada busca “evidencias” en la computadora del técnico Lagomarsino. Es que si se quiere forzar que Nisman fue asesinado, hace falta un asesino...
La pseudo-investigación de la muerte de Alberto Nisman continúa realizándose a escondidas. De vez en cuando se publican dudas o conclusiones que va elaborando Gendarmería –bajo la responsabilidad política de Patricia Bullrich– o la fiscalía de Eduardo Taiano. Según el cronograma adelantado por el diario Clarín, en la semana que pasó debería haberse dado a conocer una pericia, hecha por Gendarmería de manera oculta, con la conclusión de que a Nisman lo mataron, contradiciendo así todas las pericias anteriores. No sólo no se publicó sino que las partes fueron convocadas el 10 de julio para hacer un estudio balístico y el 2 de agosto para hacer el análisis toxicológico. Además se le formuló a las partes cien preguntas vastas, como por ejemplo “cuándo fue la data de muerte”. Es decir, que al menos oficialmente, las cosas van para largo. Esto no quita, por supuesto, que se esté trabajando clandestinamente, a espaldas de la causa judicial. Clarín también adelantó que a principios de junio, con la presencia de las partes, se haría una reconstrucción de lo ocurrido en el departamento de Nisman. Se estaba construyendo –afirmaron– una maqueta a tamaño real del piso 13 de Le Parc. Por ahora, no hubo ni construcción ni reconstrucción.
Durante el fin de semana pasado se hicieron trascender dudas sobre el informático Diego Lagomarsino, a quien apuntan para involucrar de alguna manera. Como preparan todo para establecer que hubo homicidio, necesitan un homicida. Como nueva prueba, Clarín dijo que que no se encontró la computadora desde la cual el informático Lagomarsino, de manera remota, hacía el mantenimiento de las computadoras del fiscal. La lógica es que Lagomarsino mintió sobre su trabajo y por lo tanto es sospechoso. La explicación de la defensa es simple. Todos esos trabajos los hizo siempre el informático desde una laptop que lleva en su mochila y usando el programa TeamViewer licenciado a nombre del propio Lagomarsino. Cuando allanaron la vivienda del técnico –un domingo–, éste estaba con sus hijos en casa de un amiguito de ellos, y por lo tanto no se llevaron la laptop. Tan sencillo como eso.
Rebobinando
La guerra de guerrillas mediático-judicial-política, en la que cada tanto disparan con un aparente nuevo elemento o una supuesta prueba, tiene como objetivo instalar la hipótesis del homicidio, rechazada por las tres pericias que se hicieron en la causa bajo la conducción de la fiscal Viviana Fein y la jueza Fabiana Palmaghini. La junta médica concluyó que “no hay certeza pericial de homicidio”. La junta criminalística sostuvo que “no se encontró ningún rastro que indique el desplazamiento de personas por el interior del baño”, es decir que Nisman estaba solo en el momento del disparo. Finalmente, el estudio del laboratorio químico y forense del Cuerpo de Investigaciones Fiscales de Salta dictaminó que “sobre (las manos del fiscal) se hallaron partículas consistentes con residuos de disparo”.
Todo ese curso adverso de los estudios científicos llevó al fiscal Taiano, que instruye la causa, y al gobierno nacional, que conduce la Gendarmería, a realizar de nuevo todas las pericias, pero al principio marginando a las partes, entre ellas a la defensa de Lagomarsino. También quedaron a un costado los forenses designados por la Corte Suprema y los peritos criminalísticos de la Policía Federal. En la versión de Clarín de fines de mayo se anunció que Gendarmería dictaminaría en 30 días, o sea en la semana que pasó, que lo de Nisman fue homicidio. Además, adelantaron la realización de una reconstrucción, una semana más tarde, a principios de junio, en que podrían participar los peritos de parte. Desde entonces no hubo novedades ni se hizo la reconstrucción.
Calendario
Ahora se notificó a los peritos que el 10 de julio se hará la pericia balística, es decir se volverá a determinar la distancia y el ángulo del disparo; se reiterará que el proyectil salió de la pistola calibre 22 y otros elementos que se trabajaron desde un principio. El 2 de agosto están convocados los especialistas para hacer el análisis toxicológico, una medida llamativa, tal vez orientada a tratar de introducir en el caso que Nisman murió el sábado 17 y no el domingo 18 de enero de 2015. Esto último fue lo establecido por trece de los quince forenses, en su gran mayoría designados por la Corte Suprema. Entre ellos intervino Fernando Trezza, una autoridad mundial en materia de establecer la data de una muerte. Todos coincidieron en que Nisman murió el domingo al mediodía. La querella que encabeza Sandra Arroyo Salgado –ex pareja de Nisman– insiste en que el deceso del fiscal se produjo el sábado al atardecer, porque ese día estuvo Lagomarsino en el departamento del fiscal. Pero hay constancias muy claras de que Nisman habló por teléfono o chateó con tres personas después que el técnico abandonó el edificio Le Parc: habló con el custodio Néstor Durán, chateó con el periodista de Infobae Laureano Pérez Izquierdo y con la periodista de Clarín Natasha Niebieskikwiat. Con ésta última intercambió un último mensaje a las 21.17, mientras que las cámaras de seguridad verificaron que Lagomarsino salió de Le Parc a las 20.34 y las cámaras del complejo en Martínez donde vive el informático lo muestran ingresando en el garage a las 21.04.
En el equipo de Arroyo Salgado se produjo un cambio de importancia. El principal perito, el ex titular de la Bonaerense Daniel Salcedo, se fue a trabajar a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). O sea que revista ahora en el Poder Ejecutivo, algo que también revela su alineamiento anterior. En su lugar ingresó el ex comandante de Gendarmería, Eduardo Frigerio.
Técnico
De los nuevos trabajos, hechos a escondidas, la entente judicial-mediática-política va haciendo trascender supuestos resultados. El principal: que Gendarmería va a dictaminar que hubo homicidio. Pero el complemento de esa hipótesis es que Lagomarsino fue parte del plan criminal, algo poco entendible porque en el baño quedó la pistola registrada a su nombre. Por un lado se dice que intervino un comando ultra-sofisticado iraní-venezolano-kirchnerista y por el otro lado uno de los supuestos integrantes del comando cometió la super-torpeza de dejar un arma propia en la escena. Nada cierra.
Aún así, para instalar la sospecha se señala que no está claro cómo hacía Lagomarsino para concretar el mantenimiento, a distancia, de las computadoras de Nisman. En los aparatos del fiscal están las entradas del técnico para hacer los trabajos. Incluso figuran a nombre de Lagomarsino. Pero trataron de sembrar dudas sobre cómo lo realizaba el técnico porque en la computadora de mesa de su casa no se encontraron rastros de esos trabajos de mantenimiento. La defensa del técnico, a cargo de Gabriel Palmeiro y Martín Chasco, explicó que el juzgado allanó el domicilio de Lagomarsino en un momento en que el técnico no estaba en su casa. En el procedimiento se llevaron todo, pero la computadora con la que trabaja Lagomarsino –una Dell Latitude– no estaba allí ya que la lleva siempre encima, en la mochila.
El programa para trabajar de manera remota en las computadoras de Nisman, el TeamViewer, estaba a nombre de Lagomarsino para darle más seguridad a la operación: no era ni una copia ni una versión gratuita. El técnico hacía el mantenimiento desde su laptop Dell y, por supuesto, se requirió la autorización de Nisman para instalar la aplicación inicial y operar de manera remota.
También se mencionó como sospechoso que en el allanamiento se encontró un CD con los dos comunicados, uno más largo y uno más corto, con el que Nisman difundió la denuncia que realizó contra Cristina Fernández de Kirchner cuatro días antes de morir. El tema central de la denuncia era el memorandum de entendimiento con Irán. Ese CD era de “sólo lectura”, o sea que no podía ser modificado, y fue como todos los que se entregaron a los medios. Las modificaciones que tiene se hicieron antes de grabarlos y por lo tanto antes de la entrega a los medios y a Lagomarsino. En su último encuentro, Nisman le dió el CD y un impreso de los comunicados y le dijo que los leyera. Era material público.
Finalmente se insiste como si fuera otro elemento de sospecha, con que en la casa del informático había un CD con escuchas del caso en el que fue denunciado Mauricio Macri, por el armado de una red de espionaje ilegal. Quien impulsó la causa contra el ahora presidente fue el propio Nisman y lo que le entregó a Lagomarsino no fue un CD con escuchas sino un CD con entrecruzamiento de llamadas, es decir listado de llamadas en los que se verificaba con quién se había comunicado cada uno de los protagonistas del espionaje: Macri, el Fino Palacios, el espía Ciro James y otros funcionarios del gobierno porteño imputados en la causa. Uno de los espiados era el cuñado de Macri, Daniel Leonardo, pero Mauricio dice que la operación la hizo Franco Macri, no él.
Nisman designó a Lagomarsino en 2007, o sea que estuvo años trabajando con cargo en la Unidad AMIA, aunque Lagomarsino ya trabajaba con él desde antes. Está el contrato de trabajo pedido al entonces procurador Esteban Riggi, con la firma de Nisman, y según declaró Lagomarsino, el fiscal se quedaba con la mitad de su sueldo todos los meses. El técnico debía devolverle el 50 por ciento de lo cobrado, en efectivo. Tras la muerte del fiscal, hubo varias investigaciones para tratar de establecer si Lagomarsino tenía vinculación con algún servicio de inteligencia. Por ahora no se le encontró nada. Lagomarsino jura y perjura que no tiene relación con ningún servicio y ni siquiera el macrismo que gobierna desde hace un año y medio, le detectó ningún vínculo extraño.
Mañana
Mientras a escondidas parece que Gendarmería hace su pericia, en la superficie están convocados mañana los peritos informáticos: Marcelo Torok por la defensa de Lagomarsino y Gustavo Presman por la querella de Arroyo Salgado. El tema es siempre el mismo: el ingreso a la computadora de Nisman el domingo 18 a las 7.30. En forma desesperada, la querella que encabeza la ex pareja de Nisman trata de plantar que esos movimientos en la computadora fueron hechos de forma remota porque si los hizo Nisman mismo, el domingo tempranito, se le cae su hipótesis de que la muerte fue el sábado 17. Las pruebas indican que fue Nisman el que hizo las operaciones desde su departamento, en Le Parc. A las 7.32 entró a ver a la nota escrita por este cronista en PáginaI12; después leyó Clarín, La Nación, Perfil –está probado que el diarero dejó los diarios de papel recién después de las 9–luego consultó los mails en su cuenta de Yahoo; chequeó en Instagram las fotos de una modelo con la que había dormido tres días antes, entró a un posteo en Infobae de Claudio María Domínguez sobre el regreso de la muerte, pasó el programa borrador CCleaner como lo hacía habitualmente y dejó la computadora en reposo. Todo está registrado y no hay registro de que alguien haya usado la computadora de manera remota.
A simple vista parece haber una investigación y una pericia clandestina, urdida entre Gendarmería, el gobierno y Arroyo Salgado. Nadie conoce su cronograma y lo cierto es que hasta ahora no se cumplió el calendario anunciado por Clarín. En la investigación oficial, la que se pretende que sea legal, mañana arrancan los informáticos, después la balística y la toxicológica. Quedan unas 100 preguntas a responder en el camino o sea que no habrá resultados a corto plazo. El temor y la sospecha es que lo oficial es una especie de show, mientras se cocina a escondidas la que querrán hacer valer política y mediáticamente.