La ecuación es simple: para continuar en el gobierno, Michel Temer necesita del respaldo de 172 de los 513 integrantes de la Cámara de Diputados, y si 214 están envueltos en actos de corrupción. "Hay en curso un juego de apariencias para instalar la percepción de que la Cámara va a entregar la cabeza de Temer", sentenció el analista político Francisco das Chagas Leite Filho.