Erigido en uno de los referentes políticos del sandinismo y de la teología de la liberación, D´Escoto falleció este jueves a los 84 años tras una larga enfermedad, aunque de manera inesperada.
Al repasar su trayectoria revolucionaria, Ortega manifestó que D´Escoto siempre estuvo sembrando la esperanza en Nicaragua, primero como sacerdote, cuando el terrible terremoto de 1972 sacudió Managua, y luego como diplomático cuando se erigió en un defensor de la paz.
El padre Miguel fue un multiplicador de ideas que siempre apoyó la cultura, y toda esa cultura la entregó a la lucha por la paz, como canciller de nuestro pueblo y en la presidencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas (2008-2009), señaló el mandatario.
'Cuando Nicaragua presentó su candidatura para ese puesto en las Naciones Unidas, enseguida vino el respaldo del Movimiento de Países No Alineados, que lo conocían bien, porque conocían sus ideas', precisó.
'Y ahí estuvo dando la batalla en la ONU, con los líderes de los continentes', agregó.
Por tal motivo, expresó Ortega, hoy más que nunca está claro que hace falta una refundación de las Naciones Unidas para que todos los países tengan iguales deberes e iguales derechos
'Miguel nos seguirá acompañando, porque sus ideas, su luz, no se apagarán fácilmente en la batalla que seguiremos librando por la solidaridad, por la justicia y por la paz de nuestros pueblos', enfatizó Ortega.
'A Miguel le decimos: ῾Aquí estamos´. Y Le decimos lo mismo que al Che: ῾Hasta siempre´', concluyó.