El jefe de operaciones especiales de EE.UU., el general del Ejército Raymond Thomas, confirmó que Washington ha decidido poner fin al programa de la CIA para equipar y entrenar a ciertos grupos rebeldes que luchan contra el Gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad.
El alto cargo añadió que esta decisión no se tomó como una concesión al presidente sirio, respaldado por Moscú.
"Por lo que sé sobre este programa, la decisión de ponerle fin [al programa] no fue de ninguna manera una concesión a los rusos", dijo el general en el Foro de Seguridad de Aspen que tuvo lugar en Colorado este viernes.
EE.UU. mantendrá su presencia en Siria
Thomas explicó que la medida fue dictada por la evaluación de la efectividad del programa. El alto cargo calificó de "difícil" la decisión de poner fin al mismo.
El general ha señalado que la única razón para que el Ejército de EE.UU. permanezca en Siria es la lucha contra el terrorismo. En este sentido, Washington se niega a detener sus operaciones en ese país, a pesar de la desaprobación por parte de las autoridades sirias.
La Casa Blanca decidió cancelar el programa de capacitación y armamento de la oposición 'moderada' siria a cargo de la cual estuvo la CIA. La decisión fue adoptada tras una consulta del presidente de EE.UU., Donald Trump, con el director de la CIA, Mike Pompeo, y el asesor en Seguridad Nacional, Herbert McMaster.
Según el experto en asuntos de Oriente Medio Abu Faisal Sergio Tapia, la decisión de poner fin al apoyo a la oposición siria muestra "el fracaso de la intervención de EE.UU." "Es una derrota contundente de la Casa Blanca", afirmó el analista.