El presidente de facto de Brasil, Michel Temer, firmó el decreto que oficializa el aumento de los impuestos a la gasolina, el diésel y el etanol para recaudar unos 10 mil 400 millones de reales (3 mil 300 millones de dólares) adicionales a la renta de 2017, y anunció además un nuevo recorte en los gastos previstos en el presupuesto del año.