Moscú ha condenado este martes la decisión de las autoridades interinas de Ucrania de emplear a mercenarios occidentales a fin de garantizar la seguridad en su país, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
La nota ha criticado la decisión de Kiev de usar a los mercenarios extranjeros de la empresa militar privada norteamericana Greystone Limited, una filial de la antigua Blackwater, a fin de reprimir las manifestaciones civiles. Una medida que evidencia la incapacidad de las autoridades ucranianas para proporcionar el mínimo orden en el país.
Tras reiterar que esta práctica viola las leyes de Ucrania, el Departamento ruso ha subrayado que esta medida muestra la ausencia del apoyo de la población ucraniana al gobierno interino de este país, caso que ha llevado a sus autoridades a recurrir a sus patrocinadores extranjeros y sus mercenarios para mantenerse en el poder.
"Es evidente que esta práctica, si realmente se va a aplicar, viola las leyes de Ucrania, que prohíbe a los extranjeros a participar en la labor de incluso las empresas privadas de seguridad de Ucrania", insiste el texto.
El Servicio Nacional de Seguridad de Ucrania (SBU, por sus siglas en ucraniano) ha anunciado que misiones de “policía política” y de “seguridad nacional” serían asignadas a Greystone Limited, cuyo personal, según la Cancillería rusa, en repetidas ocasiones ha sido acusado de violaciones brutales y sistemáticas de los derechos humanos en diversos puntos del mundo.
De este modo, los manifestantes en las regiones orientales de Ucrania ahora serán castigados por la empresa Greystone Limited, anunció el SBU.
Después de que el 16 de marzo, cuando unos 97 por ciento de los crimeos votó en un referéndum a favor de la anexión de su región a Rusia, las ciudades orientales de Ucrania son escenario de las manifestaciones que buscan como objetivo un destino igual a Crimea.