Irma se ensañó con Esmeralda, el territorio de la provincia más afectado. Los fuertes vientos de más de 200 kilómetros por hora devastaron importantes sectores del fondo habitacional del municipio. Por ejemplo, en la comunidad Moscú, antes de llegar al coloso azucarero Brasil, los estragos fueron severos. De las más de 200 viviendas de este lugar, en su mayoría rústicas, solo diez resistieron los embates del fenómenos atmosférico.