Claves del misterio del Caso Nisman: las contradicciones en el departamento
08/02/2015 18:51 hs
Para la fiscal Viviana Fein, los puntos más confusos se encuentran en la escena en donde se produjo la muerte.
El misterio que envuelve a la muerte de Alberto Nisman resulta abrumador hasta para la fiscal Viviana Fein, quien se encuentra al mando de la investigación. Según su parecer, numerosos puntos inconclusos se encontraron en el departamento del fiscal fallecido. Para Fein, el misterio comienza en la escena donde se encontró el cuerpo.
En principio, según la reconstrucción de los hechos, la posición de cuerpo despierta dudas. El fiscal fue encontrado sin vida por su madre en el baño. La cabeza de Nisman apuntaba hacia la puerta; sus pies, hacia el lavatorio. Vestía una remera blanca con detalles en color negro y una deportiva de color oscura. Su ropa y toda la escena desbordaban de sangre.
Para la fiscal Fein, según publica el diario La Nación, los datos llamativos se encuentran fuera del baño. Al momento en que las autoridades llegaron al departamento, la mayoría de los electrodomésticos de la vivienda se encontraban funcionando. Había víveres recientemente utilizados. La hipótesis del suicido no encajaría entre aquellos detalles.
La Policía encontró diversos elementos llamativos en el piso del edificio Le Parc de Puerto Madero. La computadora en la que Nisman había estado trabajando se encontraba encendida, aunque hibernando, debido al largo período que estuvo sin actividad. Según se estableció, la muerte del fiscal se produjo cerca del mediodía. Por la noche, su madre halló el cuerpo.
El aire acondicionado del departamento estaba encendido. De igual manera se encontró el televisor. Un dato extraño: el fiscal, según Diego Lagomarsino, apagaba su celular para "concentrarse". La televisión no resultaría de mayor ayuda en esta tarea. ¿Por qué estaba funcionando en ese momento?, ¿para opacar el ruido del disparo?
A su vez, las puertas sin trabas en fueron un verdadero indicio de que algo inexplicable sucedió aquel fatídico domingo. La mujer que realizaba la limpieza en el departamento explicó que su jefe "siempre cerraba la puerta". Por otro lado, se encontraron huellas digitales en un pasadizo de los aires acondicionados.
Un borrador de la denuncia de Nisman, encontrado en un tacho de basura del living, fue otro de los elementos a resalar. El fiscal ya había presentado la denuncia contra la presidente Cristina Kirchner en los medios de comunicación y luego ante el Congreso. ¿Por qué se hallaba ese documento, en el que se exigía la detención de la Presiente, entre los desechos, tantos días después?
El misterio de la muerte no quedó encerrado en la escena donde se produjo. Las dudas se expandieron por toda la sociedad y en todas las esferas de la política. La fiscal Viviana Fein no quedó exenta de esta situación y, a pesar de conocer los detalles del caso, lejos se encuentra de encontrar una respuesta a los hechos.
Decenas de manifestantes se reunieron esta semana en Buenos Aires para pedir claridad sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman.
“Dos meses con Nisman”. Si la actualidad Argentina necesitara un título, ese sería el más apropiado. Son dos meses sin el fiscal Alberto Nisman, pero es que cuando el hombre que se encargaba de investigar el atentado a la Amia y que terminó denunciando a la presidenta Cristina Kirchner gozaba de su vida, estaba tan presente en la vida de los argentinos como en estos dos meses.
De eso se encargan las telarañas de impunidad que tanto el poder político como el policial se afanan por tejer; su familia, que lleva adelante una investigación paralela y el periodismo, que se niega a retirarlo de sus portadas por la cantidad de pistas, incongruencias y obstáculos que aparecen en la investigación. (Lea también: Gobierno argentino trata de enlodar a Alberto Nisman)
En estos dos meses, la fiscal del caso, Viviana Fein, no logró dilucidar si se trató de un suicidio, de un magnicidio o de un suicidio inducido. Las pericias oficiales son cuestionadas por la jueza Sandra Arroyo Salgado, exesposa y madre de las hijas del fiscal que contrató a sus propios peritos.
Para ellos, Nisman estaba de rodillas a la hora de recibir el disparo. No le quedan dudas de que “no se trató de un suicidio sino de un asesinato”, según el informe que la propia Arroyo Salgado leyó ante la prensa, hace 10 días.
Desde el Gobierno, todos los dardos apuntan en una sola dirección. Se dirigen al exespía Antonio ‘Jaime’ Stiuso, el hombre que desde la secretaría de Inteligencia trabajaba codo a codo con Nisman y también con Arroyo Salgado; contra Diego Lagomarsino, el experto informático que un día antes de ser encontrado el cuerpo del fiscal había estado en su departamento para prestarle el arma calibre 22, y contra la fiscal Fein. (Lea: La modelo argentina que terminó involucrada en el caso Nisman)
Es precisamente en la animadversión a Fein donde Arroyo Salgado coincide con el Gobierno. Incluso llegó a pedir que sea separada de la investigación, pero la Cámara Federal la confirmó en sus labores.
Cada vez más comprometido en la causa, Lagomarsino llegó a denunciar el martes que compartía con Nisman, y con la madre y la hermana de este, la titularidad de una cuenta bancaria en Estados Unidos.
En esa cuenta, según su abogado, Maximiliano Rusconi, su defendido está listo para declarar “que allí depositaba la mitad del salario que percibía en la fiscalía”, como una contribución ilegal a cambio del trabajo. Eso llevó el jueves al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, a reiterar lo que más y mejor sabe hacer en pos de la verdad de los hechos: atacar a un muerto: “Nisman era un sinvergüenza que usaba el dinero de la Amia para salir con minas (mujeres) y pagar ñoquis (los que ocupan un cargo en el Estado sin cumplir funciones)”, afirmó.
Las contradicciones
Lo que intenta el Gobierno ahora es sostener que Nisman incurría “en cohecho y malversación de fondos”, según el propio Fernández.
“Hay un esquema para tratar de estropear la investigación desde el mismo momento en que se halló a Nisman sin vida en su departamento. Solo basta con leer las pericias de la querella para darse cuenta de que las diferencias con las oficiales son rotundas”, explicó el médico forense Alberto Iglesias.
Según Osvaldo Raffo, el forense más reputado del país que trabaja con Arroyo Salgado, para que el cadáver quede como fue encontrado “debió haber sido girado asistidamente”.
“Hay abundante sangre en el lugar del hecho. Esto significa que el corazón siguió latiendo después del disparo de arma de fuego… No ocurrió una muerte súbita ni rápida ni inmediata al recibir el disparo”. Y aquí es donde aparecen las mayores diferencias con las pericias oficiales, que aseguran que murió de inmediato.
En otro punto, la querella sostiene en su informe que se modificó la escena del crimen, en virtud de la prueba de luminol. “Dio positiva cuando fue arrojado sobre la canilla (llave del agua) y alrededor de la misma”, lo que equivale a que “hubo una mancha de sangre en ese preciso lugar y que ha sido lavada”.
Pero hay más en ese informe. El análisis del disparo. Mientras para los peritos oficiales se habría tratado de un suicidio, para los que acompañan a Arroyo Salgado “los disparos en el temporal por encima del pabellón auricular suelen observarse en las ejecuciones y no en los suicidios”.
Contradicciones, ataques, sospechas y declaraciones altisonantes que se meten de lleno en la campaña política de cara a las elecciones presidenciales de octubre y en las que los argentinos no tendrán otra alternativa que acudir a votar con Nisman.
Lo que más inquieta al Gobierno es su responsabilidad como máximo responsable de la seguridad del fiscal, que un día después de su deceso iba a presentar las pruebas contra la presidenta y otros funcionarios.
Por eso busca desesperadamente que de una vez el país siga recordando los meses que está “sin” Nisman.
JOSÉ VALES Corresponsal de EL TIEMPO Buenos Aires.
En tres oportunidades el fiscal se mostró de acuerdo con la idea
Cuando Nisman estaba a favor de un memorándum con Irán
“La recibe con beneplácito y la encuentra altamente positiva”, respondía Nisman sobre la idea de un acuerdo cuando lo proponía Interpol. Después, pese a que fue aprobado por el Congreso, pasó a considerarlo un delito.
Nisman después denunció a CFK y a Timerman por el memorándum. Imagen: Arnaldo Pampillon
La secretaría general de Interpol propuso en 2008 la formación de una Comité Jurídico Mixto argentino-iraní “que pudiera resolver las ambigüedades y malos entendidos que rodean la instrucción de la causa. Tal Comité podría trazar una hoja de ruta o acordar un Memorándum de Entendimiento para avanzar en la resolución del caso”. La propuesta fue trasladada al fiscal Alberto Nisman quien contestó tres veces “que toda medida que implique cooperación que tenga por finalidad materializar y dar respuesta eficaz a los requerimientos, la recibe esta Unidad Fiscal con beneplácito y la encuentra altamente positiva”. La documentación demuestra que lo que para Nisman era altamente positivo no sólo se convirtió después en negativo sino incluso en un delito, pese a que el Memorandum del que se hablaba en ese diálogo con Irán y con Interpol se convirtió después en una ley votada por las dos cámaras del Congreso. El fiscal Gerardo Pollicita prepara a las apuradas y para meterlo en tiempos electorales el pedido de indagatoria para la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ex canciller Héctor Timerman porque lo que Nisman vio como altamente positivo es calificado ahora como un encubrimiento y hasta un acto de traición a la patria.
La secuencia documental empezó en febrero de 2008 cuando la Policía Federal, que es la sección argentina de Interpol, le informó al ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, de la existencia de una comunicación de Interpol. El 8 de febrero de 2008, con la firma del comisario Néstor Valleca, la Federal le señaló al ministro que la secretaría general de Interpol recibió una propuesta de Irán para iniciar un diálogo en el marco de la organización internacional de policía sobre la causa AMIA. En concreto lo que se propone es “discutir la cooperación de ambos países” en el expediente del atentado.
A lo largo de los años, desde que la justicia argentina imputó a los ciudadanos iraníes por el atentado, Interpol buscó algún tipo de acercamiento. Es que se trata de un caso atípico. Interpol normalmente busca prófugos en causas de narcotráfico o de organización criminal. En esos casos los Estados no respaldan a los prófugos. En la causa AMIA existe –según Interpol– un conflicto entre dos Estados que son miembros y por eso la actitud siempre fue buscarle una solución negociada.
Después que Aníbal Fernández recibió aquella primera nota de la Policía Federal, le trasladó la cuestión a quien estaba encargado de la investigación, el fiscal Nisman. La nota del entonces ministro tiene fecha del 20 de febrero de 2008. Nisman contestó a la notificación de Aníbal Fernández señalando que “que toda medida que implique futura cooperación la recibe la fiscalía con beneplácito y la encuentra altamente constructiva”. Firman la respuesta el propio Nisman y su secretario Fernando Scorpaniti.
El 1º de abril de 2008 la gestión sale de la órbita policial y se afina la propuesta a través de una carta que el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino le envía a Nisman. La Cancillería transmite las precisiones a partir de un diálogo mantenido en Irán por la representación diplomática argentina en Teherán.
En concreto lo que se propone es lo siguiente:
Irán pregunta por la disponibilidad argentina para constituir “un Comité Mixto” de juristas.
Ese Comité podría trazar una hoja de ruta o “acordar la firma de un Memorandum de Entendimiento” que podría avanzar concretamente en la resolución del caso.
La nota está firmada por la directora de asistencia jurídica de la Cancillería, María Seoane de Chiodi. Además, se acompaña un texto del Encargado de Negocios de Argentina en Irán, Mario Quinteros, quien además detalla que las autoridades de Teherán proponen la visita del juez Rodolfo Canicoba Corral, el fiscal Nisman y la defensora oficial para que se avance en las tratativas. Quinteros menciona la idea de que Irán incluso estaría dispuesto a redactar un texto–borrador del eventual acuerdo.
Nisman vuelve a contestar el 8 de abril de 2008 con un oficio muy similar al anterior. Toda iniciativa de cooperación es “recibida con beneplácito y resulta altamente constructiva”. No es que el fiscal pusiera alguna condición o sugiriera que no se puede negociar nada que no sea la presencia en la Argentina de los sospechosos o que no corresponde ninguna comisión mixta. Nisman y su secretario vuelven a contestar, por segunda vez, que es positiva la búsqueda de cooperación con Irán, aún cuando ya está claro que se habla de Memorándum y de Comisión Jurídica Mixta. El texto se adjunta a la causa y, además, se realiza una transcripción en forma de respuesta a la Cancillería. O sea, hay tres aceptaciones de Nisman respecto de avanzar en la cooperación con Irán para buscar algún camino e incluso firmar un Memorándum.
Es público y notorio que los sucesivos cancilleres argentinos, por instrucciones de Néstor y Cristina Kirchner, siempre buscaron alternativas. La idea de hacer un juicio en un tercer país se barajó varias veces, incluso se mencionó a Marruecos como posible sede. La intención fue pública y replicaba lo ocurrido con el atentado de Lockerbie cuando el Reino Unido y Libia acordaron hacer el juicio a los dos supuestos terroristas en una base norteamericana en Holanda. En aquella oportunidad el mediador fue nada menos que Nelson Mandela.
Después de firmado el Memorandum, en enero de 2013, el texto pasó por el juez, luego por la Cámara Federal, por el Congreso, después nuevamente por el juez Daniel Rafecas, otra vez la Cámara y luego la Casación lo declaró inconstitucional. En todo el proceso, ni siquiera los que se opusieron, los que votaron en contra ni los que declararon la inconstitucionalidad sostuvieron que podría tratarse de un delito. Y como se ve, hasta Nisman dio su visto bueno en 2008.
Nueve años después, lo que prima es la alianza mediática-política-judicial, con sede en Comodoro Py, que no sólo tiene un eje electoral y, más allá de los comicios, busca desesperadamente una condena a la ex presidenta y al ex canciller. Sólo eso explica el pedido de indagatoria que prepara el fiscal.
Diego Lagomarsino, eje de la embestida de Arroyo Salgado. Fue quien le prestó el arma a Nisman. Para la jueza, esconde información. Foto: Cedoc
Luego de que el miércoles pasado, la Corte Suprema de Justicia rechazara el último pedido de la defensa de Diego Lagomarsino para frenar la conformación de una junta interdisciplinaria que investigue la muerte de Alberto Nisman, la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal publicó todos los recursos que el ex empleado de Nisman utilizó para cuestionar y demorar la realización de dicha junta, a los miembros encargados de hacerla y a los jueces federales de las distintas instancias que deben intervenir en la causa.
Integrada por los jueces Gustavo M. Hornos (presidente) y Mariano Hernán Borinsky, la Sala resolvió:
1) Con fecha 29 de marzo de 2017, la Sala IV resolvió no hacer lugar a la queja interpuesta por la defensa de Lagomarsino contra la decisión de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal que confirmó el rechazo del planteo de nulidad deducido por la defensacontra el dictamen del Fiscal Federal Taiano (en quién se encuentra delegada la investigación) que dispuso la convocatoria de la junta interdisciplinaria a cargo de la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de la Gendarmería Nacional Argentina, para establecer las causas de la muerte de Nisman.
3) Con fecha 31 de julio de 2017, la Sala IV resolvió no hacer lugar a la queja interpuesta por la defensa de Lagomarsino contra la decisión de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal que confirmó el rechazo del pedido de recusación del perito tecnológico, Ingeniero Presman, propuesto por las hijas del fiscal Nisman.
4) Con fecha 13 de septiembre de 2017, la Sala IV resolvió denegar la vía extraordinaria a la Corte Suprema de Justicia de la Nación solicitada por la defensa de Diego Ángel Lagomarsino.
5) Con fecha 24 de agosto de 2017, la Sala IV resolvió no hacer lugar a la queja interpuesta por la defensa de Lagomarsino contra la decisión de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal que rechazó un recurso de queja, por apelación denegada, contra la decisión del juez federal que no hizo lugar al pedido de recusación de los peritos de Gendarmería Nacional designados para intervenir en la pericia.
6) Con fecha 24 de agosto de 2017, la Sala IV resolvió no hacer lugar a la queja interpuesta por la defensa de Lagomarsino contra la decisión de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal que confirmó el rechazo del pedido de nulidad solicitado por esa parte contra un punto del dictamen fiscal que no convocó a declaración testimonial de los peritos que realizaron la pericia psicológica.
7) Con fecha 13 de septiembre de 2017, la Sala IV resolvió no hacer lugar a la queja interpuesta por la defensa de Diego Lagomarsino contra la decisión de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal que había confirmado el rechazo “in limine” de la recusación solicitada por esa parte respecto del juez federal Ercolini.
15|09|17
17:51