No es fácil deshacerse de los estereotipos y los que trabajan en el sector de la moda en China lo saben bien. Años después de que el gigante asiático se haya convertido en el mayor productor y exportador de textil del planeta, un creciente número de marcas y diseñadores locales buscan consolidarse en el país y hacerse un hueco en el mercado internacional de la moda. Pero su esfuerzo choca con un cliché extendido dentro y fuera del gigante asiático: las prendas fabricadas en China son baratas, de mala calidad o simplemente son copias de lo que diseñan las más famosas enseñas occidentales.
China cuenta con grandes cadenas de moda rápida, como Heilan oMeters/bonwe; marcas medianas que han crecido considerablemente en los últimos años, como Zuczug o Icicle; y proyectos que despegan gracias al tirón del comercio electrónico en China, como Front Row Shop. Sin embargo, en los centros comerciales de las grandes ciudades del país las tiendas que siguen llevándose gran parte del pastel son Uniqlo, Zara o H&M.
"Es duro luchar contra este prejuicio", admite Zhou Bin, director general de Front Row Shop. La firma, que lanza nuevas colecciones cada dos semanas, presume de estar al día de las últimas tendencias de las pasarelas y de ofrecer estas prendas exclusivas a un precio más competitivo de lo que es habitual. "Un precio más bajo no significa necesariamente que la calidad del producto sea peor, sino que refleja cómo uno gestiona la producción", defiende Zhou. En su caso, además, el hecho de ser una tienda virtual les permite minimizar costes como alquileres, intermediarios o promoción. "Lo mejor que podemos hacer es vender buenos productos para ganar la confianza de nuestros clientes", explica.
Pero para que el 'Made in China' comience a ser percibido como algo con más clase, los primeros que tienen que creérselo son los propios chinos. Una de las más reconocidas expertas en moda del gigante asiático, Hung Huang, editora de la revista iLook Magazine, asegura que esto está empezando a suceder, especialmente entre los jóvenes. "Muchos han viajado fuera del país y ya no necesitan reafirmar su estatus a través de su vestimenta. Ahora están buscando algo que sea más local, más relevante para ellos, que puedan asociar a su entorno y cultura", asegura.
Hay otras variables estructurales, como el hecho de que la industria textil en China ha experimentado de notables mejoras en los últimos años; y coyunturales, como el resurgir de un sentimiento nacionalista impulsado por el presidente Xi Jinping, que también ayudan a las marcas locales. La primera dama china, Peng Liyuan, tiene preferencia por las prendas hechas en China y contribuye a este lavado de imagen luciéndolas mientras acompaña a su marido en sus viajes de Estado. Sus diseños favoritos son de Exception, una marca de alta gama con sede en Cantón, que ha visto disparada su popularidad desde que Peng viste sus ropas y lleva sus complementos.
El presidente de la empresa que produce las prendas de Exception, Mao Jihong, asume que la mala fama de la confección china no es en vano. "Nuestro buen trabajo en ropa se perdió durante las primeras tres décadas de reforma y apertura. Todo el mundo trabaja en marcas de gama baja porque estamos siguiendo los requisitos de calidad y estética establecidos por los occidentales", dijo en una entrevista al periódico hongkonés South China Morning Post. Las falsificaciones tampoco ayudan: poco después de que la primera dama china diera a conocer su predilección por la marca, decenas de pequeños productores empezaron a vender imitaciones a través de Internet. El gigante del comercio electrónico chino, Alibaba, se esfuerza para que sus plataformas estén libres de copias, pero aún está lejos de lograrlo.
Con el aparente empujón del mercado local, ¿están las marcas chinas más cerca de hacerse un hueco en el global? Hung considera que aún les queda un largo camino. "Una vez se hayan establecido en China y tengan una buena reputación, será más fácil. Al fin y al cabo lo que necesitan para cruzar la frontera es capital, y este no llegará si los inversores piensan que no tienen la experiencia y credibilidad suficiente en su propio país". Otro de los factores que retrasa su expansión internacional es que simplemente no es una prioridad porque en China queda aún mucha parte del pastel por repartir. Según un informe de la consultora PwC, en 2018 el gigante asiático representará un tercio de la demanda de ropa en Asia, una región en la que la industria de la moda crece a tasas anuales de alrededor del 10%.
China presenta un motor que rompe las reglas de la física (Video)
Publicado: 12 sep 2017 04:46 GMT
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Aseguran los científicos que la fuerza generada por una central eléctrica con un motor de este tipo permitiría al hombre llegar al borde del sistema solar en tan sólo meses.
El audaz plan de China para socavar al 'omnipotente' dólar estadounidense
Publicado: 20 sep 2017 11:28 GMT
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La medida elevará de forma acusada el precio del petróleo y del oro, afirman expertos.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, con el presidente de China, Xi Jinping, en una cumbre del G20
POOL New / Reuters
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China planea lanzar en breve la emisión de futuros de crudo en yuanes, lo que podría asestar un golpe a la economía de EE.UU., informa el periódico saudita 'Al Eqtisadiya'. Según la publicación, la medida tendrá un gran impacto en los precios del petróleo, que podrían alcanzar hasta 70 dólares por barril desde el comienzo de la emisión, así como en los precios mundiales del oro, debido a que la moneda china —a diferencia de la estadounidense— está ligada a los registros de este metal precioso.
Los expertos sostienen que este paso abrirá la puerta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a Estados que no forman parte de la entidad, ya que sus contratos suelen requerir la compra de petróleo en dólares. Además, los nuevos futuros chinos permitirán la adquisición del metal precioso, por ejemplo, en la Bolsa de Oro de Shanghái o en la de Budapest para aquellos países que no deseen comerciar en yuanes.
Reducir el atractivo del dólar
"La posible consecuencia de la compra en yuanes de petróleo garantizado por oro por parte de China es el debilitamiento del dólar frente a las divisas principales. Pero esto puede afectar positivamente al aumento de las exportaciones estadounidenses y causar una disminución de las importaciones, lo que reducirá el déficit comercial en EE.UU.", asegura Ammar Al-Mufti, asesor económico y gestor de fondos de inversión saudita.
"Este paso supone un cambio radical en las reglas de la economía mundial, que afectará al dólar y reducirá su atractivo de inversión, como resultado de lo cual en EE.UU. aumentarán las tasas de interés bancarias. Esto puede tener algunas consecuencias negativas en los préstamos públicos y privados en EE.UU., lo que afectará negativamente a varios sectores de la economía, por ejemplo el de los servicios", añade Al-Mufti.
El experto también destaca que tanto el sector público o el privado de EE.UU. tendrán que reducir el consumo y aumentar la inversión, lo cual es bueno para la economía nacional a largo plazo. Aunque, a su juicio, las consecuencias pueden ser muy negativas a corto y medio plazo.
En este sentido, el experto en el sector del oro Mohammed Al-Hashid vaticina que el precio del petróleo desde el comienzo de la venta de los futuros subirá hasta los 70 dólares por barril, lo que también conducirá a un aumento de los precios de oro hasta los 1.850 dólares por onza. Ello supone un incremento de 500 dólares respecto al precio actual, 1.350 dólares, una cifra "injustificada" a juicio de Al-Hashid porque perjudica a los mercados globales y provoca pérdidas económicas a los países que realizan inversiones en este metal.
EE.UU. desea 'cerrar sus cielos' a los inspectores militares de Rusia
Publicado: 26 sep 2017 20:09 GMT
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El Kremlin insta a resolver cualquier diferencia a través de los mecanismos estipulados por el Tratado de Cielos Abiertos.
Maksim Blinov / Sputnik
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Estados Unidos planea restringir los vuelos sobre su territorio que tendrían que realizar expertos militares rusos como parte del Tratado de Cielos Abiertos y podría anunciar esa medida este martes, durante la reunión que la comisión consultiva de ese acuerdo celebrará en Viena (Austria), informa 'The Wall Street Journal'.
El Tratado de Cielos Abiertos, firmado en 1992 y en vigor desde 2002, permite a sus 34 adscritos realizar vuelos de inspección sobre otros países firmantes para promover la transparencia de las actividades militares, fortalecer la seguridad y desarrollar la confianza entre estados.
La postura estadounidense sobre el tratado ha sido clarificada este martes por el presidente del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Joseph Dunford, quien ha declarado que su país desea mantener su vigencia, pero los suspendería si Rusia no se atenía a las normas.
Ese medio de comunicación espera que la delegación norteamericana acuse a Rusia de violar acuerdo debido a sus restricciones de 500 kilómetros por encima de Kaliningrado, su enclave báltico. A cambio EE.UU. podría limitar los vuelos de inspección rusos sobre Alaska y Hawái.
Al respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha recordado que los países miembros "deben seguir estrictamente las condiciones y presentar quejas a través de los mecanismos del tratado".
La mayoría de los participantes del Tratado de Cielos Abiertos son países miembros de la OTAN, que acordaron no inspeccionarse los unos a los otros, algo que el Ministerio de Exteriores de Rusia estima que "crea desequilibrio de información y […] viola el espíritu" del acuerdo.
Ese pacto obtuvo repercusión en agosto, cuando un avión de observación ruso sobrevoló la Casa Blanca, el Pentágono, la sede de la CIA y una base militar en Maryland. Coincidiendo con un periodo de altas tensiones en EE.UU. sobre la presunta injerencia rusa en las presidenciales de 2016, el vuelo desencadenó una histeria mediáticaen ese país.