Tras la firma del acuerdo entre Rusia y Ucrania para la Flota del Mar Negro de 2010, Kiev obstaculizó año tras año, con una u otra excusa, la entrada a Crimea de nuevos buques, submarinos, aviones de guerra, sistemas de defensas antiaérea o defensa costera. Ahora la situación ha cambiado.

Los buques más jóvenes de la Flota del Mar Negro son los buques de misiles aerodeslizadores Sivuch del proyecto 1239 Bora y Samum, armados con misiles antibuque Moskit (3M80), que fueron botados en los años 80 y hace tiempo que necesitan, si no una reparación a fondo, por lo menos un remozado. El buque insignia de la flota, el crucero de misiles de la clase Atlan del proyecto 1123 de la clase Moskva que fue bautizado como Slava al ser botado y que está armado con el complejo de misiles antibuque Vulkan (P-1000) entró en funcionamiento en 1983.

El resto de los barcos antibuques, de desembarco y de misiles de la Flota del Mar Negro son muchos más viejos. También lo es el único submarino diésel de la Flota del Mar Negro. Algunos de ellos tienen más de 50 años, una edad límite para las unidades de marina militar.

El gobierno del país hace tiempo que tiene planeado renovar los buques de la flota. En breve deberían sumarse seis fragatas del proyecto 11356 Talwar que se están construyendo en el astillero Yantar de Kaliningrado.

La primera de ellas, Almirante Grigorovich, fue botada el 14 de marzo y se está terminando junto al astillero. Para finales de año debería llegar a Sebastopol. Las otras no deberían tardar demasiado en terminarse y pasar las pruebas, ya que hace tiempo que el proyecto 11356 se fabrica en los astilleros de Kaliningrado. Hace poco que en el astillero se construyeron varios de estos buques para India.

Más o menos por esas fechas la Flota del Mar Negro debería completarse con seis submarinos diesel-eléctricos del proyecto 636,3 Varshavianka, o Improved Kilo, a los que en la OTAN llaman el agujero negro en el océano, por el poco ruido que hacen. El primero de ellos, el Novorossisk, debería entrar en funcionamiento en verano de 2015.

En Novorrosisk se ha construido una nueva base militar protegida de los vientos del Mar Negro para estos buques y submarinos que Kiev había prohibido desplegar en Sebastopol. La primera fase está casi terminada. Pero de momento el nuevo reemplazo de la Flota del Mar Negro se registrará en Sebastopol.

No se descarta que parte de los submarinos se alojen en Balaklava, donde hay unas galerías de submarinos abandonadas, aunque recuperables, donde pueden tener los buques. Estas galerías están protegidas de los ataques aéreos y de misiles.

Por supuesto que la aviación de la Flota del Mar Negro también debería renovarse. En sus aeródromos, que también necesitan ser renovados y equipados con material de control, hay aviones de asalto Su-24 Fencer. Estos también necesitan una modernización. Pero la flota necesita aún con más urgencia bombarderos de misiles de largo alcance Tu-22M3 Backfire.

Lo más probable es que se refuercen las unidades de defensa costera y de defensas antiaérea con los ZRK S-350 y S-400.

También es probable que en el programa de desarrollo de la Flota del Mar Negro se plantee la cuestión de la ampliación y modernización de los astilleros de la empresa Krim, así como de la Fabrica marina de Sebastopol, la fábrica de Kerchenski Zaliv y la de Feodosisk More, que en los últimos tiempos han fabricado buques aerodeslizables para China.  A partir de ahora no se descarta que pueda recibir un encargo del gobierno y del Ministerio de Defensa de Rusia.

La Flota del Mar Negro renovada y reforzada, que no solo cubrirá la región en la que está ubicada sino también el Mediterráneo, reforzará significativamente la seguridad de nuestro país en su frontera sur.

Víctor Litovkin, comentarista militar de la agencia de noticias ITAR-TASS.