En diálogo con Página/12, el intendente de La Matanza ratifica que tiene el aval presidencial para pelear por la candidatura del kirchnerismo, en la que están anotados Julián Domínguez, Aníbal Fernández y Sergio Berni.
Por Nicolás Lantos
Fernando Espinoza se niega a darse un “baño de humildad”: de la docena de precandidatos a gobernador bonaerense que había hace un mes sólo quedan cuatro, y el intendente de La Matanza es uno de ellos. Cabeza del municipio más grande del país, con más de dos millones de habitantes, y clave para cualquier armado electoral bonaerense, habló con Página/12 sobre sus aspiraciones y el futuro político del país y aseguró: “Tengo el aval de Cristina para ser precandidato”.
–A dos semanas del cierre de listas, quedan cuatro precandidaturas en pie, ¿cree que van a llegar los tres o habrá novedades?
–Nosotros trabajamos por la unidad del peronismo. A través de los acuerdos y consensos llegamos a dos fórmulas presidenciales, la de Florencio y la de Daniel. En la provincia podemos terminar en tres fórmulas o quizás en dos. La conductora y mi jefa política es Cristina, y hasta ahora somos Julián Domínguez, Aníbal Fernández y yo los que tenemos el aval de la Presidenta.
–Entonces si ella le dice que lo necesita en otro lugar...
–Eso no va a pasar.
–¿No es necesaria su candidatura en La Matanza para garantizar una cantidad de votos en un distrito clave?
–Ese debate quedó saldado cuando demostramos en varias encuestas que si yo voy como candidato a gobernador voy a sacar diez, quince puntos más, cien mil votos más que como candidato a intendente. Es lo mismo que pasó con Néstor cuando fue gobernador de Santa Cruz y la gente lo quería como presidente de la Nación. El pueblo de La Matanza está hoy muy movilizado por mi candidatura a gobernador.
–La Presidenta pidió a los candidatos que hagan explícito su programa de gobierno. ¿Cuáles son sus planes para la provincia?
–Nosotros vamos a generar un plan de desarrollo estratégico para la provincia, un plan quinquenal, generando en primer lugar la creación de diez minigobernaciones en las distintas regiones. Quiero ser un coordinador de intendentes, que son los que saben cuáles son los problemas en los municipios y a veces las soluciones no dependen de ellos sino de la provincia o de la Nación. Vamos a crear un instituto provincial del primer empleo para los jóvenes, vamos a fortalecer las economías regionales para que los jóvenes vuelvan a sus ciudades y generen su propio destino en sus hogares, creando nuevos polos productivos, trabajando muy fuerte con la infraestructura vial. Vamos a recuperar los ocho puntos de coparticipación que Alfonsín le sacó a la provincia...
–¿Cómo van a hacer para cambiar la coparticipación?
–Sabemos que es difícil pero estamos en otra Argentina, no en el país en llamas que recibió Néstor, por lo tanto que la provincia fuera solidaria en estos años en los que estábamos económicamente en el subsuelo está bien, pero ahora que tenemos un país desendeudado es hora de que esa solidaridad sea saldada haciendo que la provincia recupere esos recursos que le corresponden. Si bien es cierto que modificar la ley de coparticipación puede ser una traba, lo mismo se puede hacer por canales alternativos, como una ley que otorgue recursos extra a los grandes centros urbanos.
–Según las encuestas, el tema que más preocupa a los bonaerenses es la inseguridad, asunto que además es fuente de algunos conflictos o debates hacia el interior del Frente para la Victoria. ¿Qué propone en ese sentido?
–En seguridad, podemos mostrar lo que hicimos en La Matanza respecto de los programas de inclusión social. Tenemos 21 mil chicos en programas de reinserción al sistema escolar a través de un sistema de becas. Además, fuimos muy fuerte con la urbanización de villas y barrios emergentes. Lo que era el barrio de emergencia más grande de La Matanza está urbanizado en un 95 por ciento, con chalets, calles abiertas, servicios públicos. Hoy los chicos de esos barrios terminan el secundario, algunos van a la universidad o aprenden artes u oficios. Eso mismo queremos llevar a la provincia. Como decía Pitágoras: “Para no castigar a un grande hay que educar a un chico”.
–Como presidente del PJ bonaerense, ¿qué lectura hace de que los dos precandidatos presidenciales del espacio sean de la provincia de Buenos Aires?
–Creo que tiene que ver nada más que con una circunstancia, no por una cuestión de fortaleza política del peronismo de la provincia respecto del resto del país. Por supuesto que el peronismo bonaerense está fuerte: decían que se fragmentaba, que iba a haber un éxodo de intendentes y dirigentes hacia el Delta, pero yo como presidente del partido me juramenté lograr la unidad del peronismo nuevamente y la verdad es que trabajamos mucho a lo largo y ancho de la provincia y hoy podemos decir con orgullo que el peronismo, el Frente para la Victoria, está unido y es la fuerza política más grande de la Argentina, la más sólida, la única previsible y la única que puede dar garantía a los argentinos de ir generando independencia política, soberanía económica y justicia social.
–¿Cómo analiza la situación actual del Frente Renovador?
–Creo que tiene que ver justamente con esto de interpretar el futuro de la Argentina que viene. Los dirigentes que se habían ido interpretaron que estuvieron equivocados y vuelven al cauce natural del peronsimo, del Frente para la Victoria, y reivindican a Cristina como única conductora.
–Usted manifestó su preferencia por la precandidatura presidencial de Daniel Scioli...
–Yo, como presidente del partido, la gran responsabilidad que tengo es tratar de unir, ser un puente entre los distintos sectores del Frente para la Victoria y del peronismo. El presidente va a ser el que elija el pueblo. Si las elecciones fueran la semana que viene, todas las encuestas dicen que sería Daniel, pero falta.
–La semana pasada hubo una polémica por declaraciones de asesores de Scioli respecto de la negociación con los buitres. ¿Cómo lo ve al gobernador plantándose en un escenario así?
–De la misma forma que Daniel defendió los intereses de los bonaerenses estos años, de la misma forma va a defender los intereses de los 40 millones de argentinos si le toca. Pero además de un presidente, va a haber gobernadores, intendentes, legisladores, que van a resguardar que la Argentina siga este rumbo, sea Daniel o Florencio el presidente. A partir del 11 de diciembre, la jefa política de nuestro espacio seguirá siendo Cristina.
Fernando Espinoza, intendente de La Matanza y titular del PJ bonaerense.
Cristina Kirchner visitó a los despedidos de Atucha
La primera candidata a senadora por Unidad Ciudadana viajó hasta la ciudad de Zárate para participar del acampe que los trabajadores despedidos de la Central Nuclear mantienen allí desde el viernes pasado y que cuenta con el respaldo de la UOCRA y del Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas.
Imagen: Twitter
La ex presidenta, Cristina Kirchner, dialogó con los trabajadores de la construcción, que reclaman que el Ministerio de Trabajo dicte una conciliación obligatoria que suspenda los 1000 despidos anticipados por las tres empresas tercerizadas que se repartían la obra civil del proyecto Carem-25, hoy paralizado.
A dichos despidos se sumaron los del sector químico y petroquímico, con el reciente cierre de las empresas Lanxess, que dejó sin trabajo a 170 personas, y Carboclor, que dejó en la calle a 200 empleados. Frente a esta situación, el Concejo Deliberante de Zárate, cuyo intendente se puso al frente de los reclamos, decretó la emergencia laboral en el municipio, donde según la delegación local de la CGT los despidos llegan a 5 mil.
Durante el encuentro, CFK, quien estuvo acompañada por el precandidato a senador nacional por Unidad Ciudadana Jorge Taiana y el intendente de Zárate, Osvaldo Cáffaro, afirmó que la energía nuclear será indispensable para "construir nuestra segunda independencia”. Tras manifestar su solidaridad con los trabajadores en conflicto, la ex mandataria se comprometió a brindarles todo su apoyo.
Mariano Pinedo cuenta cómo fue el encuentro de CFK con productores rurales
“Un diálogo muy crítico sobre lo que pasa”
Pinedo, candidato a diputado, habla de la campaña de Unidad Ciudadana en “la provincia profunda” y de la visita de CFK.
Cristina Kirchner junto a Mariano Pinedo y Francisco Durañona.
“En la medida que podamos aportar para comprender mejor los problemas de la gente y buscar soluciones, lo seguiremos haciendo”, dice a PáginaI12 Mariano Pinedo, concejal en San Antonio de Areco y candidato a diputado provincial de Unidad Ciudadana en la segunda sección electoral, un día después de que Cristina Fernández de Kirchner visitara a una serie de productores rurales en la localidad de Lincoln, en el marco de la campaña electoral. “La campaña de Unidad Ciudadana se define por la necesidad de escuchar a los sectores afectados y plantear soluciones desde esa escucha”, agrega Pinedo, hermano del dirigente PRO que ocupa el tercer lugar en la cadena de sucesión presidencial, Federico Pinedo.
La ex presidenta y precandidata a senadora eligió esta semana la ruralidad bonaerense, donde su gobierno tuvo dificultades para restablecer vínculos con el electorado después del conflicto con la Mesa de Enlace en 2008, como una señal de los nuevos rumbos políticos. Sin grandes actos ni presencia de la prensa, sin militantes con banderas ni cantitos, sino cara a cara, dialogando con los sectores productivos, ayer fue el turno de un lechero que planteó los problemas de su industria y dialogó con CFK sobre posibles soluciones.
“El problema del tambero es más que nada el intermediario, que 300 por ciento más caro vende en la góndola”, plantea Agustín, el encargado del establecimiento, en el video difundido por el equipo de CFK. “Si de repente ustedes pudieran hacer una cooperativa, varios tambos, y vender el fluido en forma directa en el pueblo, vos podés estar vendiéndolo en 10 pesos, o 12 pesos o 15 pesos también. Si no hay una intervención inteligente del Estado ni va a mejorar el precio para los productores ni va a mejorar para los consumidores. No hay magia”, propone ella.
La industria lechera “es una actividad que involucra a muchas personas y familias” y que “tiene problemas estructurales pero también otros coyunturales que se agravaron en el último año y medio, como por ejemplo los efectos del tarifazo, la quita de retenciones que afecta el costo de los alimentos para el ganado y los precios al productor, que siguen muy cerca de lo que eran en 2015 a pesar de lo que aumentaron en góndola”, explica Pinedo, que junto al intendente de San Antonio de Areco, Francisco Durañona, forma parte del Movimiento Arraigo, que apunta a la problemática productiva en “la provincia profunda”.
Según describió el concejal, la ex presidenta fue recibida “muy bien” por los productores. “Lo que querían eran hablar sobre los problemas que tienen, ninguno fue muy elogioso con el gobierno pasado, no hubo un ambiente de celebración como cuando se reúne con militantes, sino un diálogo muy crítico sobre lo que está pasando ahora, pero con muy buena disposición de ellos para que se los escuche y de ella para escucharlos”, agregó Pinedo, que explicó que CFK también les dejó pautas para continuar con el trabajo proselitista en ese sector.
Cristina Kirchner reiteró su propuesta de unir a la oposición para frenar el nuevo ajuste
“Voy a insistir hasta el último minuto”
En una recorrida por Ituzaingó, la ex presidenta insistió con los argumentos que expuso el lunes en una carta abierta. Florencio Randazzo le respondió con otra carta en la que la responsabilizó por la división de la oposición.
Cristina Kirchner recorrió ayer Ituzaingó junto a Jorge Taiana y al intendente Alberto Descalzo. Imagen: DyN
En un recorrida por Ituzaingó, Cristina Kirchner reiteró ayer su propuesta de construir un gran eje opositor en la provincia de Buenos Aires para que “no gane el ajuste” y adelantó que va a “insistir con el pedido de unidad hasta el último minuto del proceso electoral”. De esa manera, la ex presidenta y candidata a senadora de Unidad Ciudadana insistió con el argumento de la carta abierta que subió el lunes a las redes sociales, que fue desechada por las demás listas opositoras. Incluso, el candidato de Cumplir Florencio Randazzo le contestó ayer con otra carta en la que acusa a la ex presidenta de haber sido la responsable de la fragmentación opositora.
“Es necesario lograr la unidad del voto opositor, no para que gane Cristina o pierda (Mauricio) Macri, o gane Macri. El tema no es Cristina ni Macri. El tema es que no gane el ajuste”, resumió CFK durante la recorrida de ayer, que ahora suele incluir un momento de contacto con la prensa. “Creo que se ha demostrado que Unidad Ciudadana es el instrumento que la sociedad ha elegido como más apto para decirle no al ajuste”, argumentó, en referencia a su triunfo en las PASO del 13 de agosto en la que, de acuerdo a su lectura que ayer repitió, dos de cada tres bonaerenses se expresaron en contra de las políticas del macrismo.
Como ya había desarrollado en su carta, añadió que “si gana el ajuste empeorará la situación no sólo de los trabajadores asalariados sino del conjunto de la sociedad, que también tendrá el impacto del aumento de las tarifas que están postergando para después de las elecciones”.
CFK caminó Ituzaingó junto a su compañero de fórmula Jorge Taiana y al intendente Alberto Descalzo. Dialogaron con los trabajadores de la fábrica Adox SA, dedicada al desarrollo e innovación de nuevas tecnologías orientadas a la agroindustria. También estuvieron en el Hospital de Ituzaingó, cuya construcción se inició durante su mandato, pero la obra quedó paralizada en diciembre de 2015. Tras reunirse con empresarios pymes y comerciantes locales, la ex presidenta le reconoció al intendente haber decretado la emergencia económica en Ituzaingó, y además señaló que “los empresarios están soportando la apertura indiscriminada de importaciones, la caída brutal del consumo popular, tarifazos y, además, no acceden al crédito porque las tasas de interés son inaccesibles”.
La carta abierta de CFK no fue bien recibida por las otras listas opositoras que rápidamente expresaron su rechazo. El candidato de 1País, Sergio Massa, tercero en las primarias, consideró que “el diálogo con quienes nos dividieron no es posible”. Anoche, además sacó su propia carta (ver recuadro). Antes, quien salió a plantear su posición fue Randazzo en una carta de respuesta a la ex presidenta. En el mensaje la tutea y por momentos utiliza un tono muy enojado. Planteó como “una trampa” la polarización “que proponen Macri y vos”. También la responsabilizó por la estrategia electoral que permitió que Cambiemos llegara a la presidencia en 2015 y recordó su deseo frustrado de competir contra ella en las PASO. “Pero como dijo alguien muy cercano a vos, ‘Cristina no puede competir contra su empleado’, que vendría a ser yo. Y por eso te fuiste del peronismo, creaste un partido llamado Unidad Ciudadana, y evitaste las Primarias. Entonces pregunto: ¿Quién fragmentó a la oposición?”, continuó el ex ministro, a quien luego de las primarias abandonaron varios intendentes que salieron a expresar su apoyo a Unidad Ciudadana.
Randazzo sostuvo que más de medio millón de bonaerenses habían depositado su confianza en él en las primarias y que ahora no los podía estafar. Subrayó que las elecciones de octubre son legislativas por lo que “no hay necesidad de elegir entre dos opciones”. Pasó el aviso de su lista: “Tenemos a muchos dirigentes jóvenes que tienen grandes capacidades, enormes convicciones y ninguna soberbia. Y que van a defender a los argentinos de las políticas de ajuste pero sin creerse dueños de la verdad”. Y concluyó expresando su deseo de debatir con ella. “También nos gustaría discutirlo con los candidatos de Macri, porque coincidimos con vos en que estamos frente a un Gobierno que no tomó una sola decisión a favor de las mayorías. Pero sobre todo porque somos opositores. Tanto que hicimos lo imposible para que el peronismo llegue unido y legitimado por la elección Primaria a octubre. Pero hubo alguien que lo impidió y terminó siendo funcional a Macri. Y no fuimos nosotros”, cerró.
Otro que se mostró contra la propuesta fue el senador Fernando “Pino” Solanas, quien no superó las PASO. “No es necesario amontonarse” detrás de CFK para rechazar el ajuste. Si bien aseguró que no votará a Cambiemos tampoco quiere “confundir” expresando su respaldo a Unidad Ciudadana.
Héctor Daer y Antonio Caló adelantaron su apoyo a Unidad Ciudadana
Las preferencias sindicales
Ambos sindicalistas, que pesan fuerte dentro de la CGT, habían apoyado a Randazzo en las primarias. Ahora expresaron su decisión de respaldar a la ex presidenta porque es quien tiene posibilidades de derrotar al macrismo.
El triunviro Héctor Daer y el metalúrgico Antonio Caló, a favor de Unidad Ciudadana. Imagen: Kala Moreno Parra/Carolina Camps
La CGT no está exenta a la disputa electoral de octubre, al resultado y mucho menos a sus posibles consecuencias. Tal vez por eso, y de a poco, los principales dirigentes de la central obrera van deslizando sus preferencias. El domingo pasado fue el triunviro, Héctor Daer, quien dijo que respaldará a quien le haga fuerza al gobierno nacional. Ayer fue el turno del histórico dirigente metalúrgico, Antonio Caló, que reconoció que quiere que “(el candidato de Unidad Ciudadana, Jorge) Taiana sea senador”.
En agosto pasado, tanto Daer como Caló apostaron sus fichas a Florencio Randazzo en las PASO. Pero el deslucido resultado del ex ministro del Interior y Transporte los llevó a recalcular sus opciones y sin jugarse abiertamente por Unidad Ciudadana en general y por Cristina Kirchner en particular, comenzaron a plantear la necesidad de votar en la provincia de Buenos Aires a la oferta electoral que encabeza la ex presidenta.
Consultado por lo que puede ocurrir en los comicios del 22 de octubre, el líder de la UOM dijo que “los compañeros peronistas tienen libertad de acción para elegir a quién más le guste, en el caso nuestro quién nos representó fue Florencio Randazzo. Ahora si los compañeros ven que el voto útil está en otro lado, lo pueden hacer”.
Allí no terminaron las declaraciones de Caló, quien de inmediato renovó públicamente el cariño que siente por Randazzo (“lo quiero mucho al flaco) para luego afirmar que “quiero que Taiana sea senador, porque no sería un senador más...Yo quiero que sea Taiana”, indicó. Tal vez pensando que su frase podía dejar lugar a alguna duda remarcó: “No es lo mismo para mí que Taiana sea Senador que haya otro senador que no sea del Partido Justicialista”.
Cuando la CGT se dividió en oficialista (kirchnerista) y la opositora que conducía Hugo Moyano, Caló fue el secretario general de la primera. Sin embargo, finalizado el mandato de CFK el metalúrgico tomó distancia e incluso en abril pasado, cuando la candidatura de la ex mandataria era una posibilidad, llegó a decir que iba a votar a un candidato varón. Luego aclaró que usó esa fórmula para no nombrar a Cristina. Ya con las primarias el dirigente optó por Randazzo ya que era el candidato que se había quedado con el sello del PJ. Sin duda que el devenir político electoral, y el pragmatismo, lo hizo cambiar de opinión aunque mantiene su decisión de no nombrar a CFK ya que insistió en repetir que prefiere que Taiana sea senador electo pero para ello antes la fórmula de UC debe triunfar.
Algo similar ocurrió con Daer quien luego integrarse al Frente Renovador de Sergio Massa y ocupar una banca de diputado, a fines del año pasado comenzó un proceso de distanciamiento que se tradujo en la conformación de un bloque unipersonal. Luego se acercó a Randazzo pero semanas antes de las PASO sus colaboradores reconocían que en agosto votaría al líder de Cumplir pero que en octubre lo haría por Unidad Ciudadana. Ahora el titular del gremio de la Sanidad dijo este domingo que “en octubre voy a hinchar por el peronismo y por el que le haga más fuerza al Gobierno”. Una forma elíptica de confirmar lo que decían sus asesores.
Héctor Daer y Antonio Caló adelantaron su apoyo a Unidad Ciudadana
Las preferencias sindicales
Ambos sindicalistas, que pesan fuerte dentro de la CGT, habían apoyado a Randazzo en las primarias. Ahora expresaron su decisión de respaldar a la ex presidenta porque es quien tiene posibilidades de derrotar al macrismo.
El triunviro Héctor Daer y el metalúrgico Antonio Caló, a favor de Unidad Ciudadana. Imagen: Kala Moreno Parra/Carolina Camps
La CGT no está exenta a la disputa electoral de octubre, al resultado y mucho menos a sus posibles consecuencias. Tal vez por eso, y de a poco, los principales dirigentes de la central obrera van deslizando sus preferencias. El domingo pasado fue el triunviro, Héctor Daer, quien dijo que respaldará a quien le haga fuerza al gobierno nacional. Ayer fue el turno del histórico dirigente metalúrgico, Antonio Caló, que reconoció que quiere que “(el candidato de Unidad Ciudadana, Jorge) Taiana sea senador”.
En agosto pasado, tanto Daer como Caló apostaron sus fichas a Florencio Randazzo en las PASO. Pero el deslucido resultado del ex ministro del Interior y Transporte los llevó a recalcular sus opciones y sin jugarse abiertamente por Unidad Ciudadana en general y por Cristina Kirchner en particular, comenzaron a plantear la necesidad de votar en la provincia de Buenos Aires a la oferta electoral que encabeza la ex presidenta.
Consultado por lo que puede ocurrir en los comicios del 22 de octubre, el líder de la UOM dijo que “los compañeros peronistas tienen libertad de acción para elegir a quién más le guste, en el caso nuestro quién nos representó fue Florencio Randazzo. Ahora si los compañeros ven que el voto útil está en otro lado, lo pueden hacer”.
Allí no terminaron las declaraciones de Caló, quien de inmediato renovó públicamente el cariño que siente por Randazzo (“lo quiero mucho al flaco) para luego afirmar que “quiero que Taiana sea senador, porque no sería un senador más...Yo quiero que sea Taiana”, indicó. Tal vez pensando que su frase podía dejar lugar a alguna duda remarcó: “No es lo mismo para mí que Taiana sea Senador que haya otro senador que no sea del Partido Justicialista”.
Cuando la CGT se dividió en oficialista (kirchnerista) y la opositora que conducía Hugo Moyano, Caló fue el secretario general de la primera. Sin embargo, finalizado el mandato de CFK el metalúrgico tomó distancia e incluso en abril pasado, cuando la candidatura de la ex mandataria era una posibilidad, llegó a decir que iba a votar a un candidato varón. Luego aclaró que usó esa fórmula para no nombrar a Cristina. Ya con las primarias el dirigente optó por Randazzo ya que era el candidato que se había quedado con el sello del PJ. Sin duda que el devenir político electoral, y el pragmatismo, lo hizo cambiar de opinión aunque mantiene su decisión de no nombrar a CFK ya que insistió en repetir que prefiere que Taiana sea senador electo pero para ello antes la fórmula de UC debe triunfar.
Algo similar ocurrió con Daer quien luego integrarse al Frente Renovador de Sergio Massa y ocupar una banca de diputado, a fines del año pasado comenzó un proceso de distanciamiento que se tradujo en la conformación de un bloque unipersonal. Luego se acercó a Randazzo pero semanas antes de las PASO sus colaboradores reconocían que en agosto votaría al líder de Cumplir pero que en octubre lo haría por Unidad Ciudadana. Ahora el titular del gremio de la Sanidad dijo este domingo que “en octubre voy a hinchar por el peronismo y por el que le haga más fuerza al Gobierno”. Una forma elíptica de confirmar lo que decían sus asesores.
Cristina Kirchner relanza su campaña en Florencio Varela, y le da un guiño a los jefes territoriales
La candidata a senadora nacional por Unidad Ciudadana arrancará oficialmente el domingo próximo el segundo tramo de su campaña, con un acto en Florencio Varela, bastión desde hace 25 años del intendente Julio Pereyra.
Por Jorgelina Vidal
La candidata a senadora nacional por Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner, arrancará oficialmente el domingo próximo el segundo tramo de su campaña con miras a las legislativas de octubre, con un acto en Florencio Varela, bastión desde hace 25 años del intendente Julio Pereyra, en un nuevo cambio de actitud por parte de la ex mandataria, que le hace así un guiño a los jefes territoriales.
"Está definido que será un acto multitudinario, con características similares al que se hizo en Arsenal, pero no está confirmado el lugar. El viernes vamos a tener una reunión con Pereyra en el municipio, para terminar de cerrar todo lo que hace a la logística del lanzamiento", dijeron a Télam desde el comité de campaña de Cristina Kirchner.
Si bien hay dos o tres opciones, los más avezados en el territorio aseguran que la cancha del club Defensa y Justicia, ubicado sobre Humahuaca y Calle 244, sería la más adecuada para el lanzamiento.
Más allá del lugar que finalmente dispongan, el sólo hecho de haber elegido relanzar su campaña en Florencio Varela es un gesto elocuente del cambio de actitud que Cristina Kirchner tomó tras las PASO con los jefes territoriales que adhirieron a su espacio.
Para entender la jugada hay que recordar que Florencio Varela fue el único municipio que visitó Máximo Kirchner durante la campaña de las PASO, para apuntalar la lista de candidatos locales, pero justamente no la que impulsaba Pereyra, que fue la que finalmente triunfó, con el 61,59% de los votos, sino la que lo enfrentaba y que llevaba como cabeza de lista a Héctor Salatino.
Las campañas, en medio del interregno electoral. El reportaje a Cristina, miradas y debates. Otras tácticas en el repertorio de Unidad Ciudadana. A cuidar el escrutinio. Cambiemos apuesta a la gestión y a su activismo. Los terceros, en un brete. Los votantes en disputa. El Presupuesto, alianzas y pugnas entre gobernadores.
Las tácticas se reacomodan cuando ya estamos a mitad de camino entre las Primarias Obligatorias (PASO) y las elecciones generales. Hay 24 campañas provinciales, Cambiemos interviene en todas y le superpone una nacional, la única.
La votación del 13 de agosto funcionó como una variante de primera vuelta en las elecciones de senadores. Las que quedaron afuera y, en varias de las ocho provincias que los eligen, hasta parece echada la suerte de quién se alzará con las dos bancas por la mayoría y quién con la restante. Buenos Aires hace excepción por su paridad aunque allí también, la opción por un tercero en discordia equivale a un pronunciamiento testimonial, sin impacto en la integración futura del Congreso.
Para la Cámara Baja, por imperio del sistema proporcional, cada voto puede contar y mover la aguja. Por eso, por conformismo o pertenencia, la mayoría de los ciudadanos repetirán el 22 de octubre las preferencias que expresaron el mes pasado.
Atraer a los desencantados por la performance de sus listas, imantar vía polarización o desalentarla son objetivos perseguidos por variados candidatos. Otro filón a explorar son las personas que se abstuvieron. En las generales precedentes participó más gente que en las PASO. El presentismo fue muy elevado en Buenos Aires, acaso tentado por la dimensión de la disputa: más del 77 por ciento. Tomando en cuenta que el padrón incluye personas muy añosas, enfermas, alejadas de sus domicilios por n razones y otros etcéteras cuesta imaginar que se agreguen muchas. Sin caer en la adivinación ni confiar en las encuestas (reglas que rigen para toda esta columna) cuesta pensar que más de un dos o tres por ciento “nuevo” se movilice en “la Provincia”. No es poco, sobre todo para la competencia por el tercer curul senatorial que se definió por el canto de una uña.
Esos ciudadanos pueden-deben ser buscados de a uno, con el solo punteo del padrón y una ardua labor militante. Aunque la misión se ejercitará sobre el total, la lógica indica que sería mejor centrarse en los colectivos más afines: los jóvenes, los pobladores de barrios o ciudades humildes, el Conurbano profundo para Unidad Ciudadana (UC). Sus contracaras para Cambiemos.
Otro núcleo a seducir son quienes sí participaron pero inclinándose por partidos que quedaron eliminados al no superar el umbral del 1,5 por ciento de los votos. Imposible detectarlos a priori. Son contados en la mayoría de las provincias: apenas superan los 705.000 sumando a todas. En Buenos Aires trepan al apetecible 4,5 por ciento de los sufragios emitidos: 359.300 electores en tránsito, algo más que la mitad del total nacional.
Cada provincia tiene sus tradiciones, su sistema político “vivo”. En dos se renuevan gobernadores: Corrientes, que desdobla las votaciones, Santiago del Estero que las celebrará juntas el 22 de octubre. El ex gobernador Gerardo Zamora es amplio favorito en Santiago. En Corrientes, el delfín del gobernador Ricardo Colombí tal vez esté en pole position pero se avizora una pugna más reñida.
Los oficialismos cuentan con ventaja inicial en cualquier territorio. Disponen de recursos superiores a sus rivales. Hay quien se rasga las vestiduras cuando los gobernantes “hacen obra” (pública, a menudo) en vísperas electorales. Denuncian demagogia, malas artes… too much. En puridad, es un incentivo democrático clásico, beneficiar a sectores mayoritarios para procurar su apoyo. Cambiemos confía en esa prerrogativa, de la que también gozan los 18 mandatarios provinciales y los intendentes de otro signo..
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La segunda estrategia: Aqueja a las campañas un síndrome típico de la comunicación actual: saturan–aturden sin informar y, en buena medida sin llamar la atención. El reportaje que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner concedió al periodista Luis Novaresio quebró la inercia. Audiencia record para un horario inusual, propagación en directo en canales de cable, amplia repercusión, trending topic.
La entrevista tradicional, más allá de detalles que dejamos de lado, es una caricia al público en la era del panelismo: una turbamulta de personas que gritan, interrumpen y se explayan sobre temas que ignoran o bastardean o las dos cosas.
La repercusión electoral es imposible de cuantificar y acaso importa menos que el ejercicio democrático.
Cristina siempre polemiza, es elocuente y habla con contenido. Expresó posiciones, afrontó preguntas difíciles, se emocionó, no alzó la voz. Salió airosa, se hizo escuchar: una pregunta de cajón es por qué no se expuso antes. Se “dejó decir” por otros demasiado tiempo, cediendo un espacio que solo podría recuperar si repite la experiencia, lo que le habilitará más soltura e inducirá a los cronistas a enriquecer el repertorio de interrogantes.
Tal vez la afirmación política más saliente (título principal en este diario y en otros) fue que está dispuesta a no ser candidata en 2019 si eso obstaculiza la unidad. La frase debe (re)leerse de modo más complejo. En principio, está dispuesta a seguir en el ruedo. Queda abierto el enigma sobre quién, quiénes cómo resolverán si es ese obstáculo.
CFK estuvo sólida y coherente en la revista y defensa de la obra de los gobiernos kirchneristas, casi colada en los intersticios que dejaban las preguntas sobre otro temario.
Los tramos autocríticos incorporan una novedad, acaso también demorada de más. Un ejemplo fue revisar la extensión y el tono de los discursos en cadena oficial, el abuso de modos confrontativos.
Las caracterizaciones del macrismo superaron la caricatura que propone el oficialismo. Cero golpismo, cero mensaje destituyente. El presidente Mauricio Macri, subrayó, terminará su mandato, como debe ser. El macrismo no es una dictadura pero tampoco un estado de derecho. Hasta admitió la pregunta machacona sobre Venezuela y la respondió con una reprobación.
Los dos contertulios se esmeraron en mostrarse respetuosos. El cronista lo consiguió en buena proporción. Derrapó en un vicio característico cuando transformó el reportaje en una variante de una declaración indagatoria. En ese menester cometió errores, algunos señalados por Cristina. Dio por presentada la pericia de Gendarmería sobre la muerte violenta del fiscal Alberto Nisman cuando no pasa de ser un trascendido que Clarín viene propagando desde hace casi cuatro meses, antes de que se realizaran los estudios. Decidió que una cantidad de denuncias equivalen a condenas penales, una desmesura, falla esperable en energúmenos flojitos de formación pero no en un abogado que hace gala de serlo. Obstinado en ese rol erró al repetir que Cristina es o fue socia de Lázaro Báez porque firmó con él contratos de locación. La palabra “sociedad” apunta al cargo de “asociación ilícita”, predilecto de los inquisidores de tribunales. Novaresio pareció rumbear para ese lado, incurrió en un error difícilmente excusable… imposible saber por qué lo hizo sin conversar con su almohada.
Se vio un diálogo “profesional”, mérito compartido de los dos interlocutores. Este cronista entiende que el mayor desliz de Cristina se produjo en el final. Le agradeció a “Luis” (dos recursos clásicos a los que apeló varias veces) dejando constancia de que “pensamos distinto en todo”. Novaresio replicó que hay cosas que piensan parecido. CFK insistió: nos diferenciamos en todo. Había probado su identidad y convicciones, tal vez era superfluo o contraproducente un cierre tan binario. No solo porque, posiblemente, no sea exacto sino porque además refuerza la hipótesis de que no hay alternativa ni matiz más allá de la consabida “grieta”. Dicho sea de paso, Cristina la rebautizó con garbo “brecha”.
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Otras tareas: La campaña para el segundo tramo se ramificará en otras entrevistas, en un trabajo territorial cara a cara que desafiará a la militancia kirchnerista acunada en el confort de ser oficialista, en actos masivos “de local” como el de hoy en Florencio Varela. Los reportajes, casi siempre, se jugarán de visitante con la cancha inclinada.
Prepararse para el día del comicio constituye otro desafío ya que UC se dejó “dormir” por Cambiemos en el escrutinio provisorio. Las denuncias valen alguito… pero lo más premioso es cuidarse de reincidir. Se está instruyendo a los fiscales señalando los errores o distracciones en que pudieron incurrir y en las “picardías” del adversario. Se exigió acceso igualitario al software y, en una sobreactuación ineficaz, que Gendarmería no interviniera en el acto electoral.
Vaya a saber uno si ese haz de tácticas agrega votos. De cualquier manera, tienen lógica y coherencia que, ay, no garantizan eficacia. En cambio, cuesta entender el objetivo de la carta pública difundida por la ex presidenta. “Pedir el voto” es de manual pero la oferta suena incompleta si no se promueve algo más concreto para el espacio opositor. Un listado mínimo de acciones comunes, otro de propuestas, por ejemplo. Caería en saco roto, todo lo indica, pero la interpelación cobraría sentido.
La convocatoria, además, contradijo una de las jugadas más discutibles de Cristina que fue rehusarse a competir en las Primarias contra el ex ministro Florencio Randazzo. Rehusó formar una lista única, que ahora ronda por otro camino. Hubo quien auguró un éxito pragmático de la jugada: en las generales todos los votos de Randazzo fluirían hacia UC. Si sucede, Cristina rondaría o excedería el 40 por ciento cifra que, verosímilmente, sellaría la victoria y, aún con otro desenlace, constituiría un caudal notable. Es un hecho pendiente de corroboración, que se verificará pronto. Hasta entonces la polémica es especulativa… lo habitual en la previa de las competencias.
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La coalición Cambiemos: Cambiemos construyó una ola nacional, de magnitudes diferentes según los territorios, alta en el promedio. Sacó tajada de la fragmentación del peronismo, acunada en octubre de 2015 e irresuelta desde ese entonces. Es una fuerza activa en campaña, simula timbreos pero también los realiza.
Un puñado de dirigentes peronistas que gobiernan, consultados de modo informal y exprés, confiesa en que se dejaron estar en la instancia electoral anterior. Aseguran que escarmentaron, se pusieron las pilas y mejorarán en octubre. El diagnóstico de los macristas, más vale, es polarmente diferente.
La narrativa M se encarniza con el kirchnerismo, Cristina y las mafias categorías que unifica velozmente. Sus candidatxs son el proyecto, esa base ya se edificó.
Cambiemos apuesta a la campaña y a la gestión. El accionar estatal se intensifica, en especial la obra pública. Pudo hacerlo desde su primer día, el interrogante es por qué demoró tanto. En la coyuntura, la pregunta devino abstracta.
La obra pública aminora la reducción del trabajo formal, activa la economía real y visibiliza a un gobierno “presente”. Les mejora la vida a personas del común, no es una minucia. Con el tonel (aparentemente) sin fondo del endeudamiento externo, el presidente Mauricio Macri cuenta con muchos recursos (ver nota aparte).
El ala judicial de la Coalición oficialista milita y aguanta los trapos amarillos. Aporta la cuota de escándalos, causas pegadas con alfileres, cargos altisonantes. El escándalo es sesgado al máximo.
Los medios hegemónicos están en guerra, como franqueó uno de sus editores más francos.
El tridente de Cambiemos se implica a fondo, como el chancho en la fábula copiada por el ex ministro Esteban Bullrich.
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Tribulaciones de los terceros: “¿Conservarán los votos?” chusmea el cronista con aliados de Randazzo o del diputado Sergio Massa. Palabra más o ironía menos, convergen en las contestaciones: “la pregunta no es si bajaremos, sino cuánto”. Esas fugas, se presume, engordarán los capitales de Cambiemos o de UC. El tercero y el cuarto sumaron algo más del 20 por ciento, si se les evapora un tercio (un toco aunque se especule con números más altos) habrá cerca de 7 puntos para añadir a los grupos de ausentes o de votantes sin partido. El Frente de Izquierda y los Trabajadores calcula que capitalizará una parte.
Ese acumulado variopinto, acaso un quince por ciento del padrón estimado a ojímetro, descompensará la balanza.
Con el oficialismo en pole position, los peronismos locales tratando de fortificarse o de achicar distancias, Cristina en el centro de la escena comienza la segunda mitad del interregno.
Las variables fundamentales, da la impresión, están a la vista. Es dudoso que las campañas formales influyan algo, quizá un debate televisivo de los principales candidatos bonaerenses le ponga más pimienta al tramo final.
Rossi y Kicillof juntos en un masivo acto en el Parque España
"A poner todo el esfuerzo y la energía militante"
Es la convocatoria que lanzó el candidato a diputado nacional en Santa Fe Agustín Rossi que junto al diputado Kicillof pidieron unidad "para enfrentar al modelo neoliberal" y también convocaron a un frente bien amplio que "pueda ser alternativa a Cambiemos".
Kicillof y Rossi estuvieron junto a los candidatos a diputados nacionales y a concejales de Unidad Ciudadana. Imagen: Andres Macera
El candidato a Diputado Nacional del Frente Justicialista Agustín Rossi junto al Diputado Nacional Axel Kicillof convocaron ayer a "estar más unidos que nunca para decirle no al modelo neoliberal y a las políticas de hambre", al protagonizar un multitudinario acto en las escalinatas de Parque España. Acto seguido convocaron a conformar un "amplio frente opositor a Cambiemos en la provincia". A su turno Kicillof apuntó al gobierno de Mauricio Macri al asegurar que "usan el marketing que es el instrumento de la mentira para confundir a la gente". Pero fue más duro aún al afirmar que "no resolvieron ningún problema, lo que andaba bien lo rompieron. Tenemos un gran desempleo creciente, caída de los salarios, de las jubilaciones y encima tenemos miedo a perder el trabajo, pero lo que viene es peor porque el gobierno tampoco ha conseguido respaldo".
Con banderas argentinas y la foto de Santiago Maldonado, una multitud copó las escaleras y acompañó a los referentes del Frente Justicialista para debatir sobre "la coyuntura nacional, política, la situación económica actual y lo que se espera para después de las elecciones", según habían lanzado sus organizadores.
"Hay localidades santafesinas que están muy angustiadas porque sientes cómo les pega el desempleo", destacó Rossi.
Sin embargo más allá de la foto actual de desconsuelo para Rossi "hay santafesinos que siguen teniendo esperanza y que sienten que entre todos podemos reconstruir la Argentina"."Son muchos los ciudadanos que siguen viendo en Cristina Fernández de Kirchner la esperanza de volver a estar mejor", reivindico el candidato.
En este sentido remarcó que "la provincia de Santa Fe no está para nada exenta de este modelo económico y por su diversidad productiva es de las más afectadas". "Todo se ve complejizado, la clase media se ha empobrecido, las industrias han quedado desprotegidas ante la competencia extranjera en todos los sectores, hay localidades muy angustiadas porque sienten cómo les pega muy de cerca el desempleo", destacó.
En esa línea llamó a "poner todo el esfuerzo y energía militante" para que el próximo 22 de octubre "el Frente Justicialista vuelva a ganar en la provincia a Santa Fe" y así "tener representantes en el Congreso Nacional que defiendan los derechos de los santafesinos".
Previo a subirse al escenario Kicillof habló con medios locales, donde confesó que las medidas a tomar por el gobierno nacional "dan miedo". "Conociendo el presupuesto 2018 y conociendo en detalle lo que piensan hacer con la reforma tanto del sistema tributario como del sistema jubilatorio, como la reforma laboral, y la precarización del trabajo, da miedo pensar en lo que se viene en el futuro", señaló.
Por otro lado, el diputado nacional pidió "darle contundente respaldo a aquellos espacios que están dispuesto a oponerse fuertemente a las medidas de este gobierno, que perjudican a gran parte de esta sociedad".
"Queremos mostrar a los santafesinos que hay alternativas, que necesitamos llenar el congreso de candidatos que puedan expresar lo que la gente pida y sobre todo que estén dispuestos a soportar las presiones de este gobierno sobre los que piensan distinto en un gobierno donde la democracia esta más frágil que nunca", aseguró.
El diputado Kicillof analizó la realidad económica del país y afirmó que "le están reventando el bolsillo a la gente".
Kicillof también analizó la realidad económica del país al afirmar "le están reventando el bolsillo a la gente y hay cada vez menos consumo", producto de las medidas que vienen llevando adelante. Además, expresó preocupación porque "están destrozando al mercado interno" y ahora van por "bajar el salario de los trabajadores y deteriorar las condiciones de trabajo de los argentinos", al referirse a las medidas de reforma que Cambiemos planea llevar adelante después de octubre.
El ex ministro de Economía ya había cuestionado el gobierno nacional en una charla en la reinaugurada sala del viejo cine Atlas. "El presidente Mauricio Macri está aplicando punto por punto el Consenso de Washington", había apuntado el diputado nacional, quien recordó que "se trató de aquel decálogo de medidas liberales impulsado en los noventa, para los gobiernos amigos del Fondo Monetario Internacional".
En la actividad del Parque España estuvieron presentes otos miembros de la lista como Josefina González, Iván Pérez, Graciela Capisano y Julio Castellanos. También los diputados nacionales Marcos Cleri y Eduardo Seminara; el diputado Provincial Germán Bacarella; los concejales de Rosario Roberto Sukerman y Norma López junto con los candidatos Andrés Giménez, Alejandra Gómez y Gastón Seguetti. También fueron de la partida los ex candidatos a Diputados Nacionales por Unidad Ciudadana Esteban Bogdanich, Roxana Andruetto, Antonio Cerdera.
La expresidenta Cristina Kirchner realizó una recorrida de campaña por Esteban Etcheverría, donde visitó a los trabajadores y despedidos de la avícola Cresta Roja, y reclamó que los "viejos y viejas vuelvan a tener plata para comprar sus medicamentos" y que "los pibes vuelvan a tener trabajo". "La Argentina necesita continuidad, no puede ser que tengamos 12 años de medidas populares y democráticas, y luego, otra vez sopa...". La primera candidata a senadora aseguro ante cientos de personas que se acercaron a respaldarla que será "un voz que vuelva a representarlos" en el Congreso.
La primera actividad de la postulante de Unidad Ciudadana fue reunirse con los trabajadores y despedidos de Cresta Roja, que mantienen abierto un conflicto laboral desde el inicio del gobierno de Cambiemos, a pesar de que el propio presidente prometió en un acto en la planta avícola que se recuperarían los puestos de trabajo. "
"Cuando Néstor (Kirchner) llegó a la presidencia era bastante difícil hasta comer un pollo; la industria avícola estaba prácticamente en extinción, los productores entrerrianos le largaron miles de pollitos en Plaza de Mayo y él se dio por notificado. Siempre se daba por notificado de las demandas populares. Siempre nos hicimos cargo de todo, también de la deuda y de levantar las fábricas que habían cerrado", recordó la exmandataria en el sur del Conurbano.
En ese tono, la candidata apuntó contra el gobierno de Mauricio Macri al señalar que luego de sus dos mandatos había "dejado un país en marcha". "La gente tenía trabajo y acceso a la educación. Había dificultades, claro que las había, pero por qué razón por seguir tirando todo abajo, endeudando a nuestros hijos, a nuestros nietos", criticó.
La primera candidata a senadora también dijo que tomó la decisión de presentarse a elecciones porque "se necesita una voz que no tenga miedo" y prometió que su voz será la "que vuelva a representar" a las bases populares.
"Estoy para unirme a las voces que reclaman que nuestros viejos y viejas necesitan volver a tener plata para comprar los medicamentos; para unirme a las voces que piden que los pibes necesitan volver a tener trabajo", enumeró la líder de Unidad Ciudadana algunas demandas sociales al gobierno de Cambiemos y agregó: "No puede ser posible que el gas, el agua y la luz se conviertan en servicios de lujo, si son servicios públicos".
"Argentina necesita una continuidad, no puede ser que haya 10 o 12 años de políticas populares democráticas y después otra vez sopa", lamentó la candidata y volvió a destacar que durante su gestión "podía decirle cualquier cosa" y señaló que volvería a permitirlo para "vivir en un país libre". "No tenemos que vivir en una sociedad con miedo, la gente tiene que tener la libertad de expresarse", sostuvo.
En el cierre del acto, Cristina reclamó: "Estamos esta tarde en Esteban Etchverría y quiero preguntar junto a ustedes: ¿Dónde está Santiago Maldonado?" y aseguró que deben responder "todas las instituciones de la república".