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General: Cristina : " El acuerdo con el Club de Paris desarmó a los fondos buitre "
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 02/06/2014 21:52 |
14:09 › CFK EN RIO GALLEGOS
"El acuerdo con el Club de París desarticuló el argumento de los fondos buitre"
La presidenta Cristina Kirchner volvió a elogiar la negociación del equipo económico en Francia y criticó a quienes pusieron en tela de juicio la gestión del ministro Axel Kicillof: "Cuestionaron su juventud, pero lo que les molesta es la convicción y las ideas con las que se defiende al pueblo". Por otro lado apeló a "la responsabilidad de las autoridades" bonaerenses para "hacerse cargo" del conflicto en la autopartista Gestamp y pidió a los trabajadores que "sueñan con la toma del Palacio de Invierno" que "no le hagan el juego a los que quieren cerrar las fábricas".
Durante su discurso desde el gimnasio municipal "Lucho Fernández", de Río Gallegos, la mandataria se refirió al acuerdo alcanzado por el gobierno argentino con el Club de París el miércoles pasado y contó que mientras aguardaba en Olivos el resultado de la larga negociación, "se escuachaba que Argentina ganó por cansancio". "Seguramente Kicillof estuvo aguantando como los militantes: horas y horas por el bien de la Nación", dijo para destacar la gestión del titular del Palacio de hacienda. "Cuando se empezó a contraer la deuda con el Club, Axel no había nacido y yo tenía sólo tres años, por eso ahora escuchar reclamos para que la pagemos toda, parece un chiste", añadió.
Por otra parte se refirió a la toma de la autopartista del partido bonaerense de Escobar, cuyo conflicto amenaza con paralizar las líneas de montaje de varias automotrices, y pidió "madurez" a la dirigencia sindical. "Las fuentes de trabajo no se defienden tomando fabricas", y criticó a los dirigentes sindicales de izquierda que siguen sosteniendo la idea de "cuanto peor mejor".
"Apelo a la buena voluntad de todos, a la responsabilidad institucional y hacerse cargo. Es lindo sonreír y decir a todo que sí, pero llega un momento que tenés que decir a todos que 'no' porque no podés hacer frente a las obligaciones", dijo CFK.
El conflicto de la autopartista Gestamp afecta a terminales automotrices que dan trabajo a unos 9 mil empleados y que, al quedar desabastecidas por la firma en conflicto con sus trabajadores tuvieron que interrumpir sus líneas de producción. Ayer, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, mantuvo una reunión en la Casa Rosada con el gobernador Daniel Scioli para analizar la situación de esa empresa cuyos trabajadores mantienen desde el martes pasado una medida de fuerza, con un grupo apostado adentro de la planta, en protesta por suspensiones y despidos de casi 70 obreros.
Previo al discurso, Cristina firmó convenios para la pavimentación de 100 cuadras y construcción de sistema cloacal, para la construcción del acceso a la localidad de Río Turbio desde la ruta nacional n 40 y para la segunda etapa de ampliación y remodelación del hospital de Comandante Luis Piedra Buena.
La mandataria aseguró que "cuando no había ni un sólo kilómetro de la Ruta 40, quien empezó a construir los primeros tramos fue Néstor Kirchner y la siguió construyendo en todo el país como presidente de todos los argentinos". "Hicimos una obra muy importante para el acceso a Río Turbio desde la Ruta Nacional 40, que posiblemente en 2015 esté terminada en su totalidad y si no se finaliza, al que venga le quedarán pocos kilómetros por hacer", destacó.
También, mediante tres videoconferencias, se comunicó con la localidad bonaerense de Capitán Sarmiento por la inauguración de una red de gas natural, con Lanús donde se habilita el centro cultural Leonardo Favio y por último con la ciudad capital de Córdoba, en la que será informada del reequipamiento de aparatología médica en el hospital Nacional de Clínicas.
La mandataria encabezó un acto en el gimnasio municipal "Lucho Fernández", desde donde anunció obras de infraestructura para Santa Cruz, Córdoba y las localidades bonaerenses de Capitán Sarmiento.
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EL PAIS › EL MINISTRO DE ECONOMIA, AXEL KICILLOF, RESALTO EL ACUERDO
“No habrá condicionamientos”
El funcionario aseguró que la tasa de interés acordada es muy baja y también destacó, como un elemento novedoso, el hecho de que el Fondo Monetario Internacional no va a participar del monitoreo del repago de la deuda.
“No habrá ningún tipo de condicionamientos para la política económica del país a partir del acuerdo alcanzado con el Club de París”, aseguró ayer el ministro de Economía, Axel Kicillof. En declaraciones radiales, el jefe de la negociación en la capital francesa aseguró que la tasa de interés acordada es muy baja y también destacó, como un elemento novedoso, el hecho de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no va a participar del monitoreo del repago de la deuda. “A los argentinos nos quieren hacer creer que no podemos hacer nada, y una vez más queda demostrado que esto no es así. Me siento orgulloso por la decisión de la presidenta, Cristina Fernández, de seguir regularizando las deudas que estaban defaulteadas, tal como lo hizo desde 2003 el ex presidente Néstor Kirchner”, señaló. Tanto Kicillof como CFK advirtieron que el dinero que podría ingresar en concepto de financiamiento externo “no será usado para la timba”.
Kicillof hizo un repaso de la reciente historia entre el Gobierno y los acreedores del Club de París. “Ya se había decidido pagar en efectivo en 2008, pero el escenario cambió porque vino la caída de Lehman Brothers con la explosión de la crisis de las hipotecas subprime en los Estados Unidos y luego con la crisis mundial, y vimos que no tenía sentido que la Argentina pagara en esas condiciones. De todas maneras, continuamos los contactos informales. A principios de este año viajé a París y expuse los condicionamientos de la Argentina. Propusimos pagar en cinco años con opción a dos años más y un esquema que plantea un esfuerzo compartido, es decir, pagos mínimos y una forma de cálculo donde estamos de acuerdo en pagar más si llegan nuevas inversiones”, relató el ministro.
Con relación al acuerdo alcanzado luego de la maratónica negociación entre varios miembros del equipo económico y las autoridades del Club de París, Kicillof destacó una serie de elementos. “Uno de los resultados interesantes de la negociación es la tasa de interés acordada. La Argentina pagaba el 7 por ciento, y ahora, en el peor de los casos, pagará el 3,8 por ciento. Es una tasa muy buena, teniendo en cuenta que otros países que salen de esta situación lo hacen con tasas que rondan el 5 por ciento. Además establecimos pagos mínimos y una forma de cálculo donde estamos dispuestos a pagar más en la medida en que lleguen nuevas inversiones provenientes de los países integrantes del Club de París”, explicó.
El funcionario también subrayó el hecho de que en el proceso de repago de la deuda no participará el FMI. “Siempre que se otorgaban créditos venían de la mano de programas de monitoreo por parte del Fondo, por lo que los países se iban con ciertas cadenas, con condicionamientos. En cambio, en este caso llegamos a un acuerdo respetando los principios que permitieron al país crecer al 6 por ciento anual los últimos diez años. No nos íbamos a comprometer a hacer pagos que presionen a la economía y no nos dejen crecer. Por eso no hay condicionamientos para nuestra política económica. Y la no participación del FMI no tiene mucho precedente. Me dijeron en el Club de París que una de las pocas veces que se negoció sin el Fondo Monetario fue con el tsunami de Indonesia”, manifestó.
Para analizar el escenario que se abre con el acuerdo, Kicillof planteó que “la expectativa es que aparezcan nuevos interesados en invertir en la Argentina. Al no pagar al Club de París, muchas agencias de crédito internacionales que querían invertir en la Argentina no lo hacían, y eso va a cambiar también. Lo que hemos hecho es honrar nuestras deudas, honrar nuestros compromisos sin poner en jaque el futuro de los argentinos. Salimos del paradigma de sobreendeudarse para la timba financiera. Nosotros al financiamiento lo queremos para el desarrollo, no para la timba”.
“Hemos estado trabajando en un camino de regularización de deudas heredadas en la fase neoliberal, firmadas en buena medida por gobiernos democráticos. La Argentina sigue en el camino de regularizar y de pagar los platos rotos que dejaron 40 años de neoliberalismo. Los gobiernos se sobreendeudaban para nada, no pretendían impulsar el desarrollo. En ese sentido, el acuerdo tiene otro aspecto novedoso: se están pagando deudas de gobiernos anteriores, cuyos autores hoy incluso critican las negociaciones basadas en no tener condicionamientos externos. Lo que hemos hecho es reducir el peso de la deuda sobre la producción nacional. Esto da grados de libertad no al Gobierno, ni a un partido político, sino a la sociedad para un proyecto de crecimiento distinto”, concluyó Kicillof.
Kicillof aseguró que no se verá alterada la política económica.
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La ñata contra el vidrio
Por Alfredo Zaiat
El Club de París ha pactado 59 reestructuraciones de deudas de países en default incorporando en cada uno de esos acuerdos al Fondo Monetario Internacional. Ese grupo informal de países acreedores tiene la función de coordinar formas de pago y renegociar deudas externas soberanas. Se conformó en 1956 por una deuda argentina. Casi sesenta años después, el caso argentino también alteró el esquema del Club: pese a la presión externa e interna, el FMI no participó con un programa financiero para el deudor. Lo mira de afuera. Argentina definió la salida del default con 16 de los 19 países miembros del Club de París sin la supervisión del FMI. No es una cuestión menor en un mundo donde las finanzas globales van dictando las normas en materia económica a los gobiernos. Para grupos conservadores puede parecer un tema menor defender la soberanía de la política económica, pues consideran que Argentina debe tener una integración pasiva a la economía global. Esta implica resignar el desarrollo industrial para subordinarse a ser proveedor mundial de materias primas, receptor de bienes industriales y someterse al casino financiero global como endeudador serial.
Los hombres de negocios dedicados a la comercialización de información económica volvieron a fallar. Afirmaban con soberbia, debido a que ellos conocen muy bien la actividad financiera y a los banqueros, que las tratativas de la deuda en default con el Club de París no avanzarían sin la auditoría del FMI. La promoción de la ignorancia que exponen en el turno mañana, tarde y noche por los medios tuvo otro capítulo con el proceso de reestructuración de ese pasivo. Desde 2003 no han sabido o querido entender la concepción kirchnerista sobre la deuda. No es una carencia singular de la ortodoxia. Otros han mostrado esa misma debilidad con escaso rigor analítico, incluso alimentando la confusión con comparaciones falaces con el caso ecuatoriano.
La estrategia oficial con la deuda se implementó sin subordinarse a las pautas tradicionales del mundo financiero. Así fue con el canje de bonos en default, la defensa presentada en los tribunales parciales conformados en el Ciadi a favor de las multinacionales, la resistencia inicial a pagar los cinco juicios perdidos en ese ámbito como la posterior cancelación con una quita de capital del 25 por ciento y con bonos con vencimiento en el 2015 y 2017, la persistente defensa en tribunales de Nueva York ante la pretensión de fondos buitre de cobrar más que el 93 por ciento restante de los acreedores que aceptaron en dos rondas el canje de deuda en default. A principios de 2006 canceló el total de la deuda con el FMI, desplazando a ese organismo multilateral de sus clásicas intervenciones en la definición de la política doméstica.
En ese recorrido estaba pendiente la controvertida deuda en default con el Club de París, con intentos fallidos en 2008 cuando CFK anunció el pago en efectivo con reservas, iniciativa luego suspendida por la crisis internacional, y en 2010 y 2011 porque Alemania y Japón (países que concentran el 60 por ciento de las acreencias) exigían como condición la intervención del FMI. Pese al coro que dice que Argentina es responsable de no haber cerrado antes este acuerdo, las potencias fueron las que impidieron avanzar, primero porque la debacle financiera puso al borde del abismo sus economías y luego por insistir con la demanda colonial de la auditoría del Fondo.
A lo largo de la historia los acuerdos del Club de París han significado para los países deudores la renuncia a su soberanía de la política económica por el papel del Fondo. La misión del FMI siempre ha sido la misma: garantizar mediante planes de ajuste el repago de pasivos sin importar el crecimiento del país deudor. Finalmente, con las potencias en crisis y la firmeza de la posición argentina, se abrieron las puertas para renegociar ese pasivo sin el FMI que quedó con la ñata contra el vidrio. Es una instancia notable en ese mundo de las finanzas globales que muestra que no es necesario subordinarse para alcanzar el objetivo.
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EL PAIS › CRISTINA KIRCHNER CELEBRO EL ACUERDO CON EL CLUB DE PARIS Y LA INVITACION DE LOS BRICS
Es la primera negociación sin el FMI
La Presidenta habló del acuerdo en un acto en Berazategui. Destacó que se hubiera hecho sin la intervención del Fondo Monetario y que se hubiera podido adecuar los pagos a las necesidades argentinas. También le dedicó varios tuits al tema.
La presidenta Cristina Kirchner encabezó ayer la inauguración de una planta depuradora de AySA en Berazategui.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner reivindicó ayer el acuerdo alcanzado en la madrugada de ayer en la capital francesa para que la Argentina salde su deuda con el Club de París y destacó que es “la primera vez en la historia” de ese foro internacional que “un país negocia sin la intervención del FMI y sin restringir la autonomía que debe tener como país soberano”. Al inaugurar una planta depuradora de la empresa estatal AySA en Berazategui, la mandataria anunció que el ministro de Economía, Axel Kicillof, quien encabezó las negociaciones, dará hoy una conferencia de prensa en la que brindará precisiones sobre el arreglo, luego de arribar al país.
“Estuve levantada hasta la una y media de la mañana y ya eran las 6.30 en Francia, de una reunión que había empezado a las 10 de la mañana y culminó a esa hora, cuando pudimos arribar a ese acuerdo”, celebró CFK, que detalló algunas precisiones sobre lo negociado. Según informó, el plazo de cancelación de la deuda será de entre 5 y 7 años con una tasa de interés del 3 por ciento y que el primer pago se realizará este julio. También especificó que “los pagos más chicos” al Club de París “se harán el año que viene y en 2017” porque son los años en los que la Argentina tiene “un perfil de vencimiento de deuda más alto”.
Fernández de Kirchner insistió en un concepto que ya había desarrollado con anterioridad: “No somos, como dicen los buitres, deudores seriales”, manifestó. Por el contrario, “son ellos, el capital financiero, depredadores seriales no sólo de nuestra economía, sino de varias economías del mundo”, agregó. En el Gobierno confían que el acuerdo alcanzado en París repercutirá en la causa que tramita la Justicia de los Estados Unidos respecto de los tenedores de deuda que no ingresaron en el canje, de forma beneficiosa para el país.
Más temprano, a través de su cuenta de Twitter, la Presidenta había resaltado que el miércoles fue “un día muy importante para la Argentina, con el acuerdo por la deuda del Club de París y la invitación a la cumbre Brics en Brasil”. Respecto de la negociación por la deuda, CFK recordó que el pasivo “se originó en 1956, después del derrocamiento de Perón, que dejó al país sin deuda externa” y que el arreglo saldará una deuda que en gran parte “se originó antes del año 1983 y se incorporó en el presupuesto público en 1986”.
A través de esa red social, la mandataria destacó que el financiamiento que se buscará en los mercados internacionales tras acordar con el Club de París “no será, como ya ha ocurrido en otras décadas, para el gran casino financiero”, sino para “financiamiento para infraestructura, para desarrollo, para tecnología y para el futuro de todos los argentinos”. En ese sentido, en la Casa Rosada confían en que “pronto” podrá percibirse “una mejora” en el flujo de divisas destinadas a la actividad productiva y que el acuerdo incluye un compromiso de los países miembros de intensificar sus inversiones en la Argentina.
Por otra parte, destacó que los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) “invitaron a nuestro país a la cumbre que tendrán en julio”, y destacó: “La invitación fue a nuestro país, bien digo, no a esta Presidenta, y no a tomar el té con masas, como parecería por algunos titulares muy, muy, muy chiquititos”, en referencia a la cobertura que hicieron del tema los medios opositores. CFK recordó que los miembros de los Brics incluyen “país de mayor superficie del mundo, Rusia; el de mayor población, China; y nuestro principal socio comercial, Brasil”, por lo que es natural el acercamiento con la Argentina.
Durante el acto que encabezó en Berazategui, Fernández de Kirchner calificó como “inédita” y de una “importancia fenomenal y estructural” en materia de saneamiento y medio ambiente la inauguración de las plantas depuradoras y potabilizadoras de la empresa estatal AySA en los partidos bonaerenses de Berazategui y Tigre, que beneficiará a más de cuatro millones de habitantes del conurbano bonaerense. La obra significó una inversión de casi 6 mil millones de pesos, que se financiaron con aportes del gobierno nacional y del banco brasileño de desarrollo Bandes.
A través de una videoconferencia, la Presidenta inauguró también la expansión de redes de desagües cloacales en los municipios de Quilmes e Ituzaingó y mantuvo un contacto con la Central Atucha II Néstor Kirchner, donde el ministro de Planificación, Julio De Vido, encabezó el acto de puesta en marcha de la planta de generación de electricidad. La Presidenta estuvo acompañada por el gobernador bonaerense Daniel Scioli; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el intendente de Berazategui, Patricio Mussi, y el presidente de AySA, Carlos Ben.
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En el medio del camino
Las campañas, en medio del interregno electoral. El reportaje a Cristina, miradas y debates. Otras tácticas en el repertorio de Unidad Ciudadana. A cuidar el escrutinio. Cambiemos apuesta a la gestión y a su activismo. Los terceros, en un brete. Los votantes en disputa. El Presupuesto, alianzas y pugnas entre gobernadores.
Las tácticas se reacomodan cuando ya estamos a mitad de camino entre las Primarias Obligatorias (PASO) y las elecciones generales. Hay 24 campañas provinciales, Cambiemos interviene en todas y le superpone una nacional, la única.
La votación del 13 de agosto funcionó como una variante de primera vuelta en las elecciones de senadores. Las que quedaron afuera y, en varias de las ocho provincias que los eligen, hasta parece echada la suerte de quién se alzará con las dos bancas por la mayoría y quién con la restante. Buenos Aires hace excepción por su paridad aunque allí también, la opción por un tercero en discordia equivale a un pronunciamiento testimonial, sin impacto en la integración futura del Congreso.
Para la Cámara Baja, por imperio del sistema proporcional, cada voto puede contar y mover la aguja. Por eso, por conformismo o pertenencia, la mayoría de los ciudadanos repetirán el 22 de octubre las preferencias que expresaron el mes pasado.
Atraer a los desencantados por la performance de sus listas, imantar vía polarización o desalentarla son objetivos perseguidos por variados candidatos. Otro filón a explorar son las personas que se abstuvieron. En las generales precedentes participó más gente que en las PASO. El presentismo fue muy elevado en Buenos Aires, acaso tentado por la dimensión de la disputa: más del 77 por ciento. Tomando en cuenta que el padrón incluye personas muy añosas, enfermas, alejadas de sus domicilios por n razones y otros etcéteras cuesta imaginar que se agreguen muchas. Sin caer en la adivinación ni confiar en las encuestas (reglas que rigen para toda esta columna) cuesta pensar que más de un dos o tres por ciento “nuevo” se movilice en “la Provincia”. No es poco, sobre todo para la competencia por el tercer curul senatorial que se definió por el canto de una uña.
Esos ciudadanos pueden-deben ser buscados de a uno, con el solo punteo del padrón y una ardua labor militante. Aunque la misión se ejercitará sobre el total, la lógica indica que sería mejor centrarse en los colectivos más afines: los jóvenes, los pobladores de barrios o ciudades humildes, el Conurbano profundo para Unidad Ciudadana (UC). Sus contracaras para Cambiemos.
Otro núcleo a seducir son quienes sí participaron pero inclinándose por partidos que quedaron eliminados al no superar el umbral del 1,5 por ciento de los votos. Imposible detectarlos a priori. Son contados en la mayoría de las provincias: apenas superan los 705.000 sumando a todas. En Buenos Aires trepan al apetecible 4,5 por ciento de los sufragios emitidos: 359.300 electores en tránsito, algo más que la mitad del total nacional.
Cada provincia tiene sus tradiciones, su sistema político “vivo”. En dos se renuevan gobernadores: Corrientes, que desdobla las votaciones, Santiago del Estero que las celebrará juntas el 22 de octubre. El ex gobernador Gerardo Zamora es amplio favorito en Santiago. En Corrientes, el delfín del gobernador Ricardo Colombí tal vez esté en pole position pero se avizora una pugna más reñida.
Los oficialismos cuentan con ventaja inicial en cualquier territorio. Disponen de recursos superiores a sus rivales. Hay quien se rasga las vestiduras cuando los gobernantes “hacen obra” (pública, a menudo) en vísperas electorales. Denuncian demagogia, malas artes… too much. En puridad, es un incentivo democrático clásico, beneficiar a sectores mayoritarios para procurar su apoyo. Cambiemos confía en esa prerrogativa, de la que también gozan los 18 mandatarios provinciales y los intendentes de otro signo..
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La segunda estrategia: Aqueja a las campañas un síndrome típico de la comunicación actual: saturan–aturden sin informar y, en buena medida sin llamar la atención. El reportaje que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner concedió al periodista Luis Novaresio quebró la inercia. Audiencia record para un horario inusual, propagación en directo en canales de cable, amplia repercusión, trending topic.
La entrevista tradicional, más allá de detalles que dejamos de lado, es una caricia al público en la era del panelismo: una turbamulta de personas que gritan, interrumpen y se explayan sobre temas que ignoran o bastardean o las dos cosas.
La repercusión electoral es imposible de cuantificar y acaso importa menos que el ejercicio democrático.
Cristina siempre polemiza, es elocuente y habla con contenido. Expresó posiciones, afrontó preguntas difíciles, se emocionó, no alzó la voz. Salió airosa, se hizo escuchar: una pregunta de cajón es por qué no se expuso antes. Se “dejó decir” por otros demasiado tiempo, cediendo un espacio que solo podría recuperar si repite la experiencia, lo que le habilitará más soltura e inducirá a los cronistas a enriquecer el repertorio de interrogantes.
Tal vez la afirmación política más saliente (título principal en este diario y en otros) fue que está dispuesta a no ser candidata en 2019 si eso obstaculiza la unidad. La frase debe (re)leerse de modo más complejo. En principio, está dispuesta a seguir en el ruedo. Queda abierto el enigma sobre quién, quiénes cómo resolverán si es ese obstáculo.
CFK estuvo sólida y coherente en la revista y defensa de la obra de los gobiernos kirchneristas, casi colada en los intersticios que dejaban las preguntas sobre otro temario.
Los tramos autocríticos incorporan una novedad, acaso también demorada de más. Un ejemplo fue revisar la extensión y el tono de los discursos en cadena oficial, el abuso de modos confrontativos.
Las caracterizaciones del macrismo superaron la caricatura que propone el oficialismo. Cero golpismo, cero mensaje destituyente. El presidente Mauricio Macri, subrayó, terminará su mandato, como debe ser. El macrismo no es una dictadura pero tampoco un estado de derecho. Hasta admitió la pregunta machacona sobre Venezuela y la respondió con una reprobación.
Los dos contertulios se esmeraron en mostrarse respetuosos. El cronista lo consiguió en buena proporción. Derrapó en un vicio característico cuando transformó el reportaje en una variante de una declaración indagatoria. En ese menester cometió errores, algunos señalados por Cristina. Dio por presentada la pericia de Gendarmería sobre la muerte violenta del fiscal Alberto Nisman cuando no pasa de ser un trascendido que Clarín viene propagando desde hace casi cuatro meses, antes de que se realizaran los estudios. Decidió que una cantidad de denuncias equivalen a condenas penales, una desmesura, falla esperable en energúmenos flojitos de formación pero no en un abogado que hace gala de serlo. Obstinado en ese rol erró al repetir que Cristina es o fue socia de Lázaro Báez porque firmó con él contratos de locación. La palabra “sociedad” apunta al cargo de “asociación ilícita”, predilecto de los inquisidores de tribunales. Novaresio pareció rumbear para ese lado, incurrió en un error difícilmente excusable… imposible saber por qué lo hizo sin conversar con su almohada.
Se vio un diálogo “profesional”, mérito compartido de los dos interlocutores. Este cronista entiende que el mayor desliz de Cristina se produjo en el final. Le agradeció a “Luis” (dos recursos clásicos a los que apeló varias veces) dejando constancia de que “pensamos distinto en todo”. Novaresio replicó que hay cosas que piensan parecido. CFK insistió: nos diferenciamos en todo. Había probado su identidad y convicciones, tal vez era superfluo o contraproducente un cierre tan binario. No solo porque, posiblemente, no sea exacto sino porque además refuerza la hipótesis de que no hay alternativa ni matiz más allá de la consabida “grieta”. Dicho sea de paso, Cristina la rebautizó con garbo “brecha”.
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Otras tareas: La campaña para el segundo tramo se ramificará en otras entrevistas, en un trabajo territorial cara a cara que desafiará a la militancia kirchnerista acunada en el confort de ser oficialista, en actos masivos “de local” como el de hoy en Florencio Varela. Los reportajes, casi siempre, se jugarán de visitante con la cancha inclinada.
Prepararse para el día del comicio constituye otro desafío ya que UC se dejó “dormir” por Cambiemos en el escrutinio provisorio. Las denuncias valen alguito… pero lo más premioso es cuidarse de reincidir. Se está instruyendo a los fiscales señalando los errores o distracciones en que pudieron incurrir y en las “picardías” del adversario. Se exigió acceso igualitario al software y, en una sobreactuación ineficaz, que Gendarmería no interviniera en el acto electoral.
Vaya a saber uno si ese haz de tácticas agrega votos. De cualquier manera, tienen lógica y coherencia que, ay, no garantizan eficacia. En cambio, cuesta entender el objetivo de la carta pública difundida por la ex presidenta. “Pedir el voto” es de manual pero la oferta suena incompleta si no se promueve algo más concreto para el espacio opositor. Un listado mínimo de acciones comunes, otro de propuestas, por ejemplo. Caería en saco roto, todo lo indica, pero la interpelación cobraría sentido.
La convocatoria, además, contradijo una de las jugadas más discutibles de Cristina que fue rehusarse a competir en las Primarias contra el ex ministro Florencio Randazzo. Rehusó formar una lista única, que ahora ronda por otro camino. Hubo quien auguró un éxito pragmático de la jugada: en las generales todos los votos de Randazzo fluirían hacia UC. Si sucede, Cristina rondaría o excedería el 40 por ciento cifra que, verosímilmente, sellaría la victoria y, aún con otro desenlace, constituiría un caudal notable. Es un hecho pendiente de corroboración, que se verificará pronto. Hasta entonces la polémica es especulativa… lo habitual en la previa de las competencias.
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La coalición Cambiemos: Cambiemos construyó una ola nacional, de magnitudes diferentes según los territorios, alta en el promedio. Sacó tajada de la fragmentación del peronismo, acunada en octubre de 2015 e irresuelta desde ese entonces. Es una fuerza activa en campaña, simula timbreos pero también los realiza.
Un puñado de dirigentes peronistas que gobiernan, consultados de modo informal y exprés, confiesa en que se dejaron estar en la instancia electoral anterior. Aseguran que escarmentaron, se pusieron las pilas y mejorarán en octubre. El diagnóstico de los macristas, más vale, es polarmente diferente.
La narrativa M se encarniza con el kirchnerismo, Cristina y las mafias categorías que unifica velozmente. Sus candidatxs son el proyecto, esa base ya se edificó.
Cambiemos apuesta a la campaña y a la gestión. El accionar estatal se intensifica, en especial la obra pública. Pudo hacerlo desde su primer día, el interrogante es por qué demoró tanto. En la coyuntura, la pregunta devino abstracta.
La obra pública aminora la reducción del trabajo formal, activa la economía real y visibiliza a un gobierno “presente”. Les mejora la vida a personas del común, no es una minucia. Con el tonel (aparentemente) sin fondo del endeudamiento externo, el presidente Mauricio Macri cuenta con muchos recursos (ver nota aparte).
El ala judicial de la Coalición oficialista milita y aguanta los trapos amarillos. Aporta la cuota de escándalos, causas pegadas con alfileres, cargos altisonantes. El escándalo es sesgado al máximo.
Los medios hegemónicos están en guerra, como franqueó uno de sus editores más francos.
El tridente de Cambiemos se implica a fondo, como el chancho en la fábula copiada por el ex ministro Esteban Bullrich.
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Tribulaciones de los terceros: “¿Conservarán los votos?” chusmea el cronista con aliados de Randazzo o del diputado Sergio Massa. Palabra más o ironía menos, convergen en las contestaciones: “la pregunta no es si bajaremos, sino cuánto”. Esas fugas, se presume, engordarán los capitales de Cambiemos o de UC. El tercero y el cuarto sumaron algo más del 20 por ciento, si se les evapora un tercio (un toco aunque se especule con números más altos) habrá cerca de 7 puntos para añadir a los grupos de ausentes o de votantes sin partido. El Frente de Izquierda y los Trabajadores calcula que capitalizará una parte.
Ese acumulado variopinto, acaso un quince por ciento del padrón estimado a ojímetro, descompensará la balanza.
Con el oficialismo en pole position, los peronismos locales tratando de fortificarse o de achicar distancias, Cristina en el centro de la escena comienza la segunda mitad del interregno.
Las variables fundamentales, da la impresión, están a la vista. Es dudoso que las campañas formales influyan algo, quizá un debate televisivo de los principales candidatos bonaerenses le ponga más pimienta al tramo final.
mwainfeld@pagina12.com.ar
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Cristina Kirchner en Lomas de Zamora
"Quiero que quienes gobiernen no me hablen del futuro sino que se ocupen del presente"
Imagen: Gentileza Unidad Ciudadana
"Nuestro pueblo no puede vivir con la promesa de que el futuro va a llegar.Nosotros no prometíamos futuro sino construir presente. Si no tenés laburo, si tu pibe no consigue laburo ¿de qué futuro nos están hablando? señaló la candidata a senadora nacional Cristina Fernández de Kirchner. Luego de la presentación del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, la ex Presidenta insittió con el eje de la nueva etapa de campaña rumbo a octubre: "Quiero que quienes gobiernen este país no me hablen del futuro sino que se ocupen del presente".
Desplazándose en el centro de un escenario rodeada de jubilados y jubiladas en su día, acompañados por jóvenes, CFK remarcó que "Necesitamos tener trabajo, tener recursos. Hoy son los intendentes los que acá en el conurbano están bancando a la gente todos los días, en los centros de jubilados, con las ayudas alimentaria".
"Me disculpan una disgresión", señaló y detalló: "Vi una fotografía el otro día en el diario que mostraba como se paraban todos al lado de Juan, un parrillero de Escobar, como un ejemplo, que puso una parrilla en la puerta de su casa porque se quedó sin trabajo, en lugar de sacarse una foto, a ese hombre le tenían que ofrecer un trabajo". "No hay que sacarse fotos con los pobres sino cuando les dimos el lugar que tienen que tener, el del trabajo, el de la dignidad", destacó.
En la misma línea criticó que se exhiba como un logro la apertura de un comedor o de un merendero cuando el logro es que los padres tengan trabajo y todos puedan comer en sus casas.
La ex Presidenta señaló que podría hablar de los medicamentos del PAMI que se encarecieron o faltan, de las jubilaciones que pierden poder adquisitivo pero advirtió que quería hace hincapié en el peso de la deuda, en el peligro de la magnitud de deuda que está contrayendo el Gobierno. "Primero manotearon la guita de los jubilados y después vino la explosión de la economía", dijo y advirtió "Yo no quiero que mis nietos y los de ustedes se tengan que ir del país como en el 2001 porque la Argentina era inviable".
--Quién podrá detener esto-- preguntó retóricamente y a coro le respondieron:
--Vos.
--Yo sola no. Son todos ustedes. Por eso en este día del jubilado y de las jubiladas además de cantar cumbias, de ser felices, me encanta la síntesis que se da acá de los grandes que construyeron un país y los pibes que necesitamos, a los que además les quieren marcar la cancha hoy diciéndoles que no pueden participar en política ni en los planes de estudios ¿pero cómo no? Los pibes van a participar porque eso es democracia.Los pibes tienen la insolencia de la juventud. No tienen compromiso con el pasado sino con el presente y el futuro.
Antes de despedirse arengo: "Este 22 de octubre vamos a votar por el presente, por el hoy. Vamos a votar por los derechos que tenemos, por no dejarnos sacar lo que tenemos. Sin ilusiones y sin sueños no vale la pena vivir. Un país necesita que sus hombres y mujeres vivan con la esperanza de que el día de mañana sea mejor que ayer".
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CFK, en Esteban Echeverría
"Una voz que vuelva a representarlos"
La expresidenta Cristina Kirchner realizó una recorrida de campaña por Esteban Etcheverría, donde visitó a los trabajadores y despedidos de la avícola Cresta Roja, y reclamó que los "viejos y viejas vuelvan a tener plata para comprar sus medicamentos" y que "los pibes vuelvan a tener trabajo". "La Argentina necesita continuidad, no puede ser que tengamos 12 años de medidas populares y democráticas, y luego, otra vez sopa...". La primera candidata a senadora aseguro ante cientos de personas que se acercaron a respaldarla que será "un voz que vuelva a representarlos" en el Congreso.
La primera actividad de la postulante de Unidad Ciudadana fue reunirse con los trabajadores y despedidos de Cresta Roja, que mantienen abierto un conflicto laboral desde el inicio del gobierno de Cambiemos, a pesar de que el propio presidente prometió en un acto en la planta avícola que se recuperarían los puestos de trabajo. "
"Cuando Néstor (Kirchner) llegó a la presidencia era bastante difícil hasta comer un pollo; la industria avícola estaba prácticamente en extinción, los productores entrerrianos le largaron miles de pollitos en Plaza de Mayo y él se dio por notificado. Siempre se daba por notificado de las demandas populares. Siempre nos hicimos cargo de todo, también de la deuda y de levantar las fábricas que habían cerrado", recordó la exmandataria en el sur del Conurbano.
En ese tono, la candidata apuntó contra el gobierno de Mauricio Macri al señalar que luego de sus dos mandatos había "dejado un país en marcha". "La gente tenía trabajo y acceso a la educación. Había dificultades, claro que las había, pero por qué razón por seguir tirando todo abajo, endeudando a nuestros hijos, a nuestros nietos", criticó.
La primera candidata a senadora también dijo que tomó la decisión de presentarse a elecciones porque "se necesita una voz que no tenga miedo" y prometió que su voz será la "que vuelva a representar" a las bases populares.
"Estoy para unirme a las voces que reclaman que nuestros viejos y viejas necesitan volver a tener plata para comprar los medicamentos; para unirme a las voces que piden que los pibes necesitan volver a tener trabajo", enumeró la líder de Unidad Ciudadana algunas demandas sociales al gobierno de Cambiemos y agregó: "No puede ser posible que el gas, el agua y la luz se conviertan en servicios de lujo, si son servicios públicos".
"Argentina necesita una continuidad, no puede ser que haya 10 o 12 años de políticas populares democráticas y después otra vez sopa", lamentó la candidata y volvió a destacar que durante su gestión "podía decirle cualquier cosa" y señaló que volvería a permitirlo para "vivir en un país libre". "No tenemos que vivir en una sociedad con miedo, la gente tiene que tener la libertad de expresarse", sostuvo.
En el cierre del acto, Cristina reclamó: "Estamos esta tarde en Esteban Etchverría y quiero preguntar junto a ustedes: ¿Dónde está Santiago Maldonado?" y aseguró que deben responder "todas las instituciones de la república".
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