En 1987 la informática no atravesaba cada esfera de la vida diaria del modo en que lo hace hoy, y Cuba no era la excepción. Sin embargo, en el país comenzaba un ambicioso proyecto social que pretendía enseñar computación a la mayor cantidad posible de niños y jóvenes. Así, el 8 de septiembre de ese año surgieron los Joven Club de Computación y Electrónica, una idea que llega a sus 30 años y que desde entonces se renueva de acuerdo a los tiempos.