El político y activista Gabriel Rufián, portavoz del partido Izquierda Republicana de Cataluña (ERC, por sus siglas en catalán) en el Congreso de España, comentó en entrevista con RT el panorama del proceso independentista catalán de cara al referéndum programado para el próximo 1 de octubre.

Guerra sucia

Rufián afirma que Cataluña lleva 4 o 5 años enfrentando la "violencia judicial e institucional" por parte del Estado español, en medio de la cual "nosotros esperamos sentencias, inhabilitaciones, amenazas". Pero lo que más le preocupa al político de ERC es una "guerra sucia a nivel mediático", porque ese partido la ha estudiado de cerca y ha determinado que está vigente actualmente.

"Nos hubiera encantado tener un diálogo con el Gobierno para pactar un referéndum [...] pero lo que hemos encontrado es represión", asevera, opinando que Madrid debería responder de otra manera. "Creo que España será la principal interesada en que a Cataluña le vaya bien, más que nada porque España debe el 114% de su PIB", señala.

Legalidad

Creo que España será la principal interesada en que a Cataluña le vaya bien, más que nada porque España debe el 114% de su PIB

En vez de profundizar en el debate acerca de la legalidad del referéndum independentista, Rufián cita a catedráticos cuando afirma que "la Constitución da cabida a un referéndum como este", y opina que si el 80% de la población de un territorio quiere votar su estatus político, el Estado no debería apelar a la legalidad para impedirlo. "Una cosa es legalidad, y otra cosa es legitimidad", señala el portavoz del partido catalán.

Por otra parte, el activista tampoco aborda el respaldo constitucional (o la falta de este) a las acciones que ha tomado el Gobierno en vísperas del referéndum. Pero condena que, independientemente de lo que esté escrito, varias personas "fueron detenidas delante de sus hijos a causa de sus ideas políticas", situación que califica como una "regresión democrática dramática".

Legitimidad

Este tipo de situaciones lamentables no ha hecho más que convencer a muchas personas que no iban a votar a que se acerquen a las urnas el próximo 1 de octubre, asegura Rufián, afirmando que esta afluencia de votantes es lo que determinará la validez de la consulta. "La legitimidad de este referéndum la va a dar la gente con colas frente a los colegios electorales", asevera.

El portavoz pone como ejemplo la consulta popular del 9 de noviembre de 2014, donde se votó de forma no vinculante la posibilidad de independencia para Cataluña, para afirmar que la participación de los catalanes en el presente referéndum será "masiva". Rufián cree que por lo menos la misma cantidad de gente que votó hace tres años acudirá en octubre, al menos dos millones y medio de personas.

Adicionalmente, el político asegura que el proceso contará con observadores internacionales imparciales, y aclara que mucha gente que acudirá a votar no es independentista. "Ese mantra de que es una votación hecha por independentistas para independentistas es erróneo", señala.

Después del referéndum

"Si gana el 'sí', se iniciará un proceso constituyente en pos de una república independiente, y si gana el 'no' respetaremos el resultado", asegura Rufián. Esa última posibilidad no implica la disolución de ninguna agrupación política catalana, sostiene el vocero, tal y como perder elecciones de Gobierno no implica la disolución de los partidos perdedores.

La actual crisis catalana se debe al "inmovilismo del Partido Popular, la dejación de las tareas políticas", cree el diputado socialista Marc Lamuà. Con todo, el parlamentario asegura que "la desatención del Gobierno no justifica la vía unilateral" por la que han optado las autoridades catalanas.

"Cuando la política no hace lo que tiene que hacer, cuando el entorno político no encuentra los espacios (...) necesarios para resolver y encauzar los problemas que son políticos, el Estado actúa por los cauces jurídicos", destaca el diputado.

La sociedad se está tensionando hasta límites que nunca habíamos tenido

"En democracia todo es posible por los cauces adecuados, lo que no es posible es saltarse las leyes", enfatiza.

Según Lamuà, "la empatía" para entender posiciones diferentes convierte al grupo socialista en el único puente entre dos puntos de vista sobre el futuro de Cataluña. "Es el único puente tendido entre los dos frentes que no se tocan", afirma el político.

"Hay solo una solución, que es el diálogo", cree Lamuà. El diputado en el Congreso llama a encontrar "cauces sosegados" para resolver la situación, ya que la "sociedad se está tensionando hasta límites que nunca habíamos tenido".

El diputado del Grupo Socialista en el Parlamento lamenta que "hay una parte en la sociedad catalana (...) que se siente muy desapegada del proyecto del Estado" a causa de "la inacción (...) de un Gobierno español totalmente incapaz". El político explica que las ideas independentistas "nacen de la protesta en contra de las políticas" del Gobierno. 

Escenario impredecible

Lamuà estima que la incertidumbre con la cual el país se enfrenta en este momento es "la demostración del fallo político catalán y español para gestionar toda esta situación". Según sus palabras, nadie puede predecir qué puede ocurrir este 1 de octubre, día del referéndum catalán.

Las fuerzas de orden de Cataluña, los Mossos d'Esquadra, se encuentran en una situación complicada, porque les han puesto "en la tesitura de no saber a quién tienen que obedecer", explica Lamuà. "Es la irresponsabilidad máxima de un político poner las fuerzas de seguridad entre espada y la pared", señala el diputado.