¿Qué es la deuda estatal de EE.UU.? ¿En qué consiste y cómo ha evolucionado durante los mandatos de los últimos presidentes norteamericanos? Aquí tiene todas las claves.
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El pasado 12 de septiembre la deuda pública de EE.UU. alcanzó una cifra récord, superando los 20 billones de dólares por primera vez en la historia. Una nueva autorización de la Casa Blanca permite que el Departamento del Tesoro de EE.UU. supere el límite de 19,94 billones fijado en 2016. El pasado 8 de septiembre el presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó una ley que suspendía esa barrera hasta el próximo 8 de diciembre.
El endeudamiento del Gobierno federal de EE.UU. se puede dividir en dos grandes bloques: la deuda pública y la deuda doméstica. El primer grupo consta de valores comprados por inversores, corporaciones, órganos de Gobierno de los Estados, el Sistema de la Reserva Federal de EE.UU. y por Gobiernos extranjeros. En cuanto a la deuda doméstica se compone de valores adquiridos por otros órganos federales.
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Entre los mayores poseedores extranjeros de obligaciones de deuda pública de EE.UU. figuran China(1.146,5 millones de dólares), Japón (1.090,8), Irlanda (302,5) y Brasil (269,7), según estimaciones de junio de 2017.
Sin embargo, la deuda norteamericana nunca deja de crecer. El último drástico crecimiento de la deuda pública de EE.UU. tuvo lugar durante el mandato de Barack Obama, el predecesor de Trump. Durante los 17 años anteriores a la llegada al poder de Obama la deuda creció en 5 billones de dólares, lo mismo que aumentó en los tres primeros años de su mandato.
Al final de su mandato, en enero de 2017, Obama dejó el país con una deuda de 19,9 billones, o sea, que durante su mandato la deuda pública de EE.UU. casi se duplicó. También el límite del endeudamiento del Estado se elevó varias veces. En octubre de 2013 esta situación incluso condujo al así llamado 'cierre' del Gobierno, la suspensión de la prestación de todos los servicios públicos no esenciales.
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Ello ocurrió porque la ley de presupuestos no se llegó a aprobar a tiempo debido a un desacuerdo sobre la financiación de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (también conocida como PPACA o Obamacare).
En aquel momento el Gobierno fue obligado a mandar a casa sin sueldo a la mayoría de sus funcionarios, 800.000 empleados federales, y a más de un millón de trabajadores sin una fecha concreta para el pago de sus sueldos. El cierre duró 16 días.
Este crecimiento drástico de la deuda pública durante el mandato de Obama tuvo su causa, entre otras cosas, en la necesidad de combatir las consecuencias de la crisis de 2008, en los gastos en la campaña militar en Afganistán y en la reforma de sanidad Obamacare.
Las reformas y medidas que podría promover Trump, entre las que figura el muro fronterizo con México, podrían aumentar aún más la deuda. Según las estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso de EE.UU. (CBO, por sus siglas en inglés), la deuda federal actual se encuentra en su nivel máximo desde la Segunda Guerra Mundial y aumentará en los próximos 30 años, hasta alcanzar el 150% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2047.
“La deuda pública se convierte en una de las más poderosas palancas de la acumulación originaria”[1]
“Desde el momento mismo de nacer, los grandes bancos, adornados con títulos nacionales, no fueron nunca más que sociedades de especuladores privados que cooperaban con los gobiernos y que, gracias a los privilegios que éstos les otorgaban, estaban en condiciones de adelantarles dinero”.[2]
Introducción
En Venezuela a diferencia de otros países de la región; como por ejemplo Argentina, la palabra deuda no representa un tema que sea de lucha cotidiana del movimiento revolucionario, como tampoco lo es para el común de la población. Sin embargo, sabemos que, desde el siglo XIX[3], gran parte de la gestión pública ha estado financiada por los compromisos de pago futuro en los cuales se ha comprometido a la república, gestiones en las cuales han incurrido muchos gobiernos utilizando como mecanismos legales la promulgación anual, a través del poder legislativo, de las leyes de presupuesto que le han servido de sustento legal a las diversas acciones de endeudamiento público en los cuales se ha comprometido financieramente al país.
Visto así, la deuda externa es totalmente ajena a la población porque, entre otras razones, se ha hecho creer que por ser Venezuela un país petrolero y que, además por poseer una de las reservas petroleras más grandes del planeta, el país siempre contará con recursos, por lo tanto un gobierno que se aprecie de servir al pueblo debe entonces centrar su gestión en generar un “reparto equitativo” de esa “enorme” renta petrolera. De este modo, tanto en el pasado reciente como en el presente, se sigue cometiendo el pecado capital de seguir fortaleciendo la cultura rentística expresada en el argot popular que dice: “dame mi chorrito de petróleo” y creer que este siempre cuan balancín petrolero, estará generando recursos de forma permanente, aunque para ello se tenga que comprometer el futuro del país.
En este trabajo, nos hubiese gustado realizar un recuento histórico sobre lo que ha sido la deuda venezolana a lo largo de los últimos treinta años, es decir, concretamente desde los inicios de los años ochenta del siglo pasado, cuando estalla la crisis estructural de la economía que revela, entre otros aspectos, que el modelo de Industrialización Sustitutiva de Importaciones no fue más que un proceso de industrialización espuria y que era perentorio cambiar la estructura económica, caracterizada por un capitalismo rentístico centrado en el petróleo como motor principal de la dinámica de la economía venezolana. Sin embargo, por razones de tiempo trataremos de hacer un esfuerzo para encontrar las diversas interrelaciones existentes entre el carácter de la actual deuda externa venezolana y la fuga delictiva de recursos financieros como mecanismo de captura de la renta petrolera. Mecanismo este tan presente ayer como hoy.
Sabemos que la fuga de capitales, es un fenómeno que no es solamente atinente a los países de América Latina, donde Venezuela no es ni será la excepción, sino que involucra, en mayor o menor medida, a todos los países del planeta, ya que, en esta era del internet de las cosas el capital financiero no solo se ha incrementado y concentrado en cada vez menos manos, sino que se ha convertido en un fenómeno que en tiempo real, busca permanentemente revalorizar su valor y, en esta vorágine, el tema deuda cobra una importancia suprema porque se convierte en un mecanismo “legal” para comprar países, ejercer un control social y apropiarse de las riquezas naturales y obviamente garantizar la reproducción histórica del capital.
Pero antes de abordar concretamente el tema deuda, demos un paseo rasante sobre la situación actual de la economía venezolana.
Es innegable que la economía venezolana se encuentra, hoy en día, con una realidad que, lejos de generar unas bases sólidas que le permitan construir una independencia de la renta petrolera y consecuentemente soportar con cierto grado de autonomía y soberanía la actual crisis de carácter societal por la que está atravesando el país, la disminución a nivel internacional del precio del petróleo y sus consecuentes efectos negativos sobre la dinámica económica, está demostrando, una vez más, que en muy poco ha cambiado la estructura económica de Venezuela y que lamentablemente, en algunos aspectos, se han profundizado los problemas estructurales que han estado presentes desde hace más de tres décadas.
En este sentido, tenemos como corolario una mayor dependencia de la renta petrolera y por ende de las relaciones de poder que se configuran en la geopolítica mundial, a pesar de haber contado durante el período 1998 – 2013 con la mayor entrada de ingresos petroleros, estimados en USD 1.746.957[5] MM, que como nunca antes Venezuela había tenido en sus casi cien años de extracción petrolera. Pero también, debemos decir, que durante igual período de extraordinarios ingresos petroleros, se ha producido en el país una de las mayores fugas de capitales que ha tenido en toda su historia, a pesar de tener un sistema de administración de divisas (control cambiario) que se inició a fines del 2002 y que hoy continua. En este mismo sentido, cabe mencionar que el actual ministro de Comercio Exterior e Inversiones Extranjeras, Jesús Faria declaro en fecha 10 de octubre del año pasado, que el gobierno trabaja para “traer USD 300.000 millones de capitales fugados” cifras estas, según el propio ministro, muy moderadas reconociendo que el monto pudiera estar por el orden de los USD 500.000 millones[6]. A este monto, habría que realizar la salvedad de que existe una cantidad igualmente vergonzosa que forma parte de la fuga delictiva de capitales, estimada durante igual periodo en aproximadamente en USD 259.234 millones[7].
Lo que se quiere significar de todo esto, es que es evidente que durante este último boom petrolero y como parte del modelo económico que pervive en Venezuela, se continuó profundizando el patrón mafioso de acumulación de capital que parasita sobre los recursos que provienen de la renta petrolera y que de alguna manera han ido configurando, en cada proceso de auge del mercado petrolero, a las élites de poder que administran el Estado y los grupos económicos tradicionales y emergentes que son funcionales al capital transnacional.
Seguidamente, se presenta de forma descriptiva (con el acceso limitado que se tiene de fuentes oficiales) el comportamiento del conjunto de variables macroeconómicas que permiten hacer una rápida caracterización de la economía venezolana.
Sector Real
Tomando como datos, las últimas cifras oficiales disponibles para el tercer trimestre del año 2015, el PIB mostró un decrecimiento de 7.41%, expresando este el octavo trimestre consecutivo de caída de este importante indicador, esto sin considerar el cierre del 2016 que por falta de cifras oficiales no se incorpora aunque, según el FMI[8] para el cierre del 2016 el PIB tuvo una caída cercana al 10% y estima, este mismo Organismo, que para el presente año tendrá una contracción 4,5%. El comportamiento del PIB, como se puede observar en el Cuadro 1, obedece a la importante caída en los precios internacionales del petróleo, situación que impacta negativamente no solo a la actividad petrolera que se evidencia a partir del año 2013, sino que también a las reservas internacionales, las exportaciones e importaciones, generando un efecto multiplicador negativo en todas las principales variables macroeconómicas del país.
En cuanto a las importaciones, las mismas iniciaron un progresivo descenso a partir del año 2013, llegando a alcanzar una variación negativa interanual por encima del 20% para el cierre del último trimestre del 2015. Por su parte, igual comportamiento experimentaron las exportaciones aunque en menor porcentaje de variación, al mostrar una caída para fines del 2015 con respecto al periodo anterior de 10.42%.
En este mismo sentido, las importaciones de bienes de capital, según cifras del BCV, durante el año 2006 (ver Gráfico 1) eran mayores o equivalentes a las importaciones de bienes finales, después de ese año las importaciones de este tipo de bienes, pasaron a ser las de menor preferencia, coincidentes con un significativo incremento de la cesta petrolera venezolana (Ver Cuadro 2), al pasar de USD 45,39 el barril de petróleo a USD 103,42 durante el período 2006 – 2012.
Grafico 1: Importación de bienes (FOB) según actividad económica 1997-2015 (trimestral) (Millones de dólares)[10]
Por su parte, para el período 1997 – 2015 las importaciones de bienes de consumo intermedio, con respecto al total de importaciones, han sido las de mayor proporción. En el tercer trimestre del año 2015 estás representaban el 60.69% de las importaciones totales, cuya variación en comparación al tercer trimestre del 2014 fue de -27.82%; en el caso de la importación de bienes finales, en ese trimestre estas representaban con respecto a las importaciones totales el 23.57% con una tasa de variación porcentual con respecto al mismo trimestre del año 2015 de -20.20%; y en lo que se refiere a la importación de bienes de capital para el tercer trimestre del 2015 sobre el total de importaciones, estas fueron de 15.74%, con una tasa de variación porcentual respecto al tercer trimestre del 2014 de -34.24%, es decir, estas representan el decrecimiento más alto de los tres tipos de importaciones analizados.
En este mismo orden de ideas, al determinar la participación en las importaciones tanto del sector público como privado, tenemos los siguientes resultados: en el caso del sector público desde el período 1997 hasta 2013 su participación en el total de las importaciones era inferior al del sector privado (Ver Gráfico 2), se puede apreciar igualmente que para los últimos años (últimos trimestres del 2015), esta relación se invierte hasta el punto en que las importaciones del sector público representaron en respecto al total de importaciones un 51.66% mientras que las importaciones del sector privado representaron un 48.34%.
Grafico 2: Importaciones Trimestrales de bienes (FOB) sector público vs sector privado 1997-2015 (Expresado en Millones de USD)
Es indudable que el comportamiento de estas variables son indicativas de que en momentos de auge del precio del petróleo se fortalecen las importaciones de bienes finales y de consumo intermedio, beneficiándose al sector importador (tradicional y emergente), en detrimento de la producción nacional, lo que de alguna manera, ante un control cambiario con una brecha importante entre este y el paralelo, la dinámica de las importaciones se convierte en un mecanismo de captura de renta petrolera a través del acceso a dólares preferenciales.
Reservas Internacionales:
Las reservas internacionales del país mostraron una importante disminución a partir del año 2013, al pasar de un máximo en diciembre 2009 de 35.000 millones de dólares, a 12.101 millones de dólares en junio 2016. Actualmente (17/04/17) según BCV las mismas se ubican en 10.264 millones de dólares. La merma en el nivel de reservas internacionales obedece a la menor entrada de divisas como producto del bajo nivel de los ingresos petroleros al pasar de un precio promedio en torno a 87 dólares el barril durante 2009 – 2014 a un promedio de alrededor de 40 dólares el barril durante 2015.
Grafico 3: Reservas Internacionales (Expresada en Millones de USD) y Cesta Petrolera Venezolana (Expresada en USD)[12].
Es innegable que la caída en las reservas internacionales, entre otros aspectos, ha tenido su influencia en la crisis que vive actualmente Venezuela, ya que como hemos demostrado, tanto ayer como hoy, la economía venezolana sigue dependiendo del comportamiento internacional del precio del petróleo y por ende, de las importaciones que sustentan en gran parte el consumo, lo que se ha traducido en una importante escasez de bienes y servicios, hasta tal punto que, según Datanalisis[13], para abril del 2016 el índice de escasez en Caracas llegó a estar en promedio por el orden del 82,8%. Como dato relevante para abril del presente año, según el Ministerio del Poder Popular del Petróleo, la cesta de petróleo venezolano se ubicó en USD 43,57, es decir, en un valor cercano al del año 2005.
Ante esta compleja realidad que pareciera no cambiar en el muy corto plazo, se suma como parte de la crisis de carácter societal los compromisos derivados de una deuda externa e interna externalizada, que han llevado al Gobierno del Presidente Nicolás Maduro a tener que decidir si preservar las conquistas sociales logradas por el pueblo venezolano durante el periodo de la revolución bolivariana durante el lapso 1998 – 2013, lo que implicaría tener que reorientar un conjunto de políticas, reconociendo en parte los errores o debilidades cometidas al no haber sentado las bases para promover la creación de “otra economía posible” que le de al traste al modelo centrado en el capitalismo rentístico como elemento central del patrón mafioso de acumulación, o profundizar, como bien lo está haciendo, este patrón de acumulación mediante el diseño y puesta en marcha del extractivismo minero -eje transversal a los 14 motores económicos[14] anunciados por el Ejecutivo el año pasado- lo que garantiza, en detrimento de las condiciones de vida de la población venezolana, la funcionalidad del Gobierno al capital transnacional y como es obvio al pago de los compromisos de la deuda en general.
Situación Actual de la Deuda Venezolana desde lo Fenoménico
Deuda Publica:
A continuación, presentamos un conjunto de cuadros donde nos proponemos describir la deuda pública interna y externa[15]. Dicha información no contempla la deuda financiera de PDVSA.
Como se puede observar, la deuda pública total (tipificada como interna y externa) para el cierre del año 2016, se ubicó en un monto total de USD 137.287 millones, representando la deuda interna un 69.4% y la deuda externa un 30.6% del total general.
Por otra parte, cabe destacar que durante el cuarto trimestre del año 2016, se canceló por concepto de servicio de la deuda interna y externa la cantidad de USD 10.646 MM[17], correspondiendo USD 1.459 MM para el pago de la deuda externa y USD 9.187 MM deuda interna.
No obstante, de acuerdo con cifras de la ONCP los pagos que por concepto de servicio de la deuda tiene que realizar la república tanto para el presente año, como para el año 2018 y 2019 se ubican en 20.677,50, 18.883,60 y 18.415, 30 millones de dólares respectivamente, cancelando por concepto de intereses la mitad del total a pagar por año.
De igual modo, en el siguiente Cuadro 5, se puede apreciar como a lo largo de estos últimos dieciséis años (1998-2014) se ha ido incrementando la deuda pública total.
En cuanto a su Distribución y Composición (Ver Cuadro 6 y 7) un porcentaje importante de esa deuda está organizada en Bonos y un porcentaje pequeño (2014) en prestamos.
B- Deuda Financiera de PDVSA
De acuerdo con el Balance Consolidado de la Deuda Financiera de PDVSA de diciembre del 2015, la deuda consolidada de esta empresa, para fines de ese año, ascendió a la cantidad de 43.751 millones de USD, de los cuales la deuda en bonos representa un 69%, con un monto total de 30.153 millones de USD, los referidos Bonos fueron emitidos para su compra en bolívares equivalentes en dólares al tipo de cambio oficial vigente para el momento de su adquisición a través del sistema financiero bancario venezolano.
El Ejecutivo Nacional, ante la inminente cancelación (capital + intereses) que se estimaba tenía que realizar la industria para el presente año, por el vencimiento del Bono Pdvsa 2017 (abril y noviembre) que equivalía, solamente en cancelación del capital principal, a un monto total de aproximadamente 9.150 millones de USD, realizó una convocatoria pública de canje de bonos ofreciendo beneficios adicionales a los bonistas, que consistió en canje de los bonos Pdvsa2017 por el bono Pdvsa2020 donde por cada USD 1000 del monto del capital por pagar, se entregaran USD 1000 de los nuevos bonos Pdvsa2020, así como estarán respaldados por 50,1 por ciento de las acciones de su filial en Estados Unidos, Citgo Holding Inc.
Cabe mencionar que el porcentaje de bonistas que aceptó la oferta de canje fue el 39.41% y aunque Pdvsa, con esta ingeniería financiera, no logro obtener un canje que representara un 50% como era lo esperado, varios analistas opinan que indudablemente obtuvo un respiro financiero en el muy corto plazo.
En este mismo orden de ideas, habría que mencionar que durante el mes de octubre del año pasado, según fuentes periodísticas[20], Pdvsa aceptó un financiamiento por el orden de los USD 1.500 millones a la empresa rusa petrolera estatal denominada Rosneft[21], dando como garantía de dicho préstamo el 49,9% restante de las acciones que tiene en Citgo Holding Inc.
.Algunos Aspectos Importantes de la actual deuda como expresión del patrón mafioso de extracción de renta petrolera.
♦ Al consolidar la deuda pública con la deuda financiera de la empresa más importante del país como lo es Pdvsa, tenemos que la deuda total asciende aproximadamente a la cantidad de 181.038 millones de USD. Si partimos de la cifra del PIB a precios constantes para el año 2015 que, según la Cepal[22], se ubicó en 242.169 millones de USD y dada la considerable contracción económica que tuvo Venezuela durante el año precedente con una caída del PIB estimada, por el FMI, en 10%, la deuda total actual del país representa un porcentaje que se pudiera estimar por encima del 80% del PIB.
♦ Una de las características importantes y distintivas en cuanto a la composición de la deuda venezolana es que la deuda que se denomina Interna, no es tal, ya que la misma compuesta en su mayoría por bonos de la república, prácticamente desde que se crea el actual control cambiario, se comienzan a emitir bonos en dólares comprados en bolívares a la tasa oficial del tipo de cambio vigente para la fecha de su emisión, lo que por la vía práctica ha significado la compra de dólares a un precio sobrevalorado del bolívar, situación que se torna cada vez más crítica, en la medida en que la brecha entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio paralelo (Dolartoday y Dólar Cúcuta) se ha ido tornando cada vez más amplia. Veamos el Grafico 4 que nos refleja esta realidad.
Cabe señalar que esta brecha se ha ido ampliando en la medida en que se han ido profundizando los conflictos políticos en el país, obsérvese como durante el lapso agosto – noviembre del 2016 se produce una diferencia abismal entre el dólar oficial y el dólar paralelo, esta situación ocurre a raíz de la liberación de precios cuando el Gobierno le permite a los empresarios colombianos y brasileros vender productos al dólar libre (agosto)[24] y cuando se produce la sentencia de los tribunales subalternos (20 de octubre) que colocándose por encima de un poder nacional como lo es el Consejo Nacional Electoral[25], declaran la suspensión indefinida del proceso de recolección de huellas para convocar el referéndum presidencial. Toda esta situación ha sido un permanente enfrentamiento entre poderes que ha llevado a profundizar cada vez más la crisis general y por ende el diferencial cambiario entre el dólar oficial (SIMADI/DICOM) ubicado al 20 de abril en Bs/USD 714,97 y el paralelo (Dólartoday) en Bs/USD 4.708,77[26].
Otro aspecto que corrobora la tesis de que la deuda interna externalizada por su doble denominación, está en el hecho de que en las diversas Leyes de Presupuesto Anual o de endeudamiento anual (inclusive la del año 2016) aparece como coletilla que se: autoriza el monto determinado en bolívares o su equivalente en divisas al tipo de cambio oficial, esto le ha permitido al Ejecutivo la base legal para emitir deuda en divisas y como según la metodología usada por la Oficina Nacional de Crédito Publico, solo se tipifica como deuda interna la que adquieren los residentes independientemente de que la denominación de la misma sea en divisas. Divisas estas, que por cierto no le entraron al país cuando emitió los bonos con doble denominación.
Por otra parte, llama poderosamente la atención que la actual deuda total del país (Soberana y Pdvsa), se produce durante el período de Administración de Divisas (control cambiario) y de mayores ingresos petroleros, es decir, durante el período de 2003 al 2014. Durante este periodo los precios del barril pasan de 25.65 USD a 93.73 USD, por su parte la deuda total Soberana pasa de 38.814 millones de USD en el 2003 a 131.040 millones de USD en el 2014, mientras que en el caso de Pdvsa esta comienza a emitir deuda en dólares a partir del 2007 hasta la fecha. Es importante resaltar que dicha deuda se ha generado a través del sistema financiero tanto nacional como internacional, quienes han sido, conjuntamente con actores políticos, los encargados de gestionar tanto en el mercado nacional como internacional las emisiones y colocaciones de bonos. En este sentido debemos reflejar como caso emblemático de este hecho, el que está vinculado al militar en situación de retiro Rafel Isea[27] (en junio 2013 fue designado como presidente del Banco del Alba, actualmente vive en EEUU y es protegido por la DEA) quien ha sido denunciado públicamente por haber estafado a la nación, con los instrumentos financieros denominados Notas Estructuradas y que fueron objeto de un mecanismo delictivo por parte de sectores económicos que compraron bancos pequeños (regionales) que durante el año 2009 fueron el epicentro de lo que se denominó como una minicrisis financiera.
Por otra parte, muchos de los bonos emitidos por la republica fueron “justificados” para financiar, en parte, tanto gastos corrientes del Estado como a las Grandes Misiones Sociales como por ejemplo tenemos el caso de los bonos: Vebono062026 y el Vebono032031, emitido en el año 2011, por un monto total de 3.000 millones de USD y 4.200 millones de USD para financiar a la Misión Gran Vivienda Venezuela y a la Gran Misión Agrovenezuela.
De igual modo, tenemos el caso de los dólares que fueron otorgados por CADIVI y que representan un drenaje importante de fuga de capitales, inclusive de forma delictiva como lo fue denunciado en su oportunidad por los Ministros del presidente Chávez, Jorge Giordani y Edmée Betancourt cuando en fecha 2013 denunciaron que empresas de maletín se habían llevado solamente en un año la cantidad de 20.000 millones de USD[28], sin que hasta los momentos exista una investigación clara y definida por parte de los entes del Estado encargados de hacer tal investigación.
Finalmente, tenemos que el actual Gobierno ha venido de forma reiterada y además pública, vanagloriándose de su voluntad y disposición para garantizar, como en efecto lo ha hecho, la cancelación eficiente y oportuna del servicio de la deuda, aunque para ello tenga que someter, como efectivamente lo viene haciendo, al pueblo venezolano a una situación de emergencia humanitaria, caracterizada por una precarización y un empobrecimiento de las condiciones de vida de la población, caracterizada por las ingentes limitaciones a tener acceso a bienes y servicios tan esenciales para la vida como lo es la alimentación y los insumos médicos. En este sentido, el Gobierno como política para garantizar dichos compromisos con el capital, ha venido profundizando el modelo extractivista a través de lo que se ha denominado como Motor Minero[29] al entregarle al capital transnacional 112.000 Km2 del territorio venezolano para la explotación de las mayores fuentes de riquezas minerales y de biodiversidad que tiene el país.
Por otro lado, se han realizado operaciones financieras con fondos buitres, vendiendo deuda a futuro para obtener, bajo unas condiciones muy leoninas para la república, recursos financieros en el corto plazo. Como caso emblemático de este hecho, fue la reciente operación (abril 2017, convocada por el BCV mediante circular de repo que realizó el BCV con el fondo buitre Fintech Advisory por 1.300 millones de USD[30] recibiendo la República en dicha operación la cantidad aproximada de 300 millones de USD.
Propuestas
Es necesario reiterar la propuesta que desde hace aproximadamente dos años venimos planteando quienes formamos parte de la Plataforma por la Auditoria Publica y Ciudadana, en cuanto a la necesidad, cada vez más urgente, de declarar la moratoria unilateral de la deuda y, abrir, con el apoyo internacional del Comité para la Abolición de las Deudas Ilegitimas (CADTM), una auditoria publica y ciudadana, con la participación de los movimientos sociales y pueblo organizado, para determinar que parte de esa deuda es odiosa e ilegítima (y por tanto sujeta a “quita” antes de cualquier eventual reestructuración), y así, ante el pago del servicio de la deuda, tal como lo viene haciendo el Gobierno, darle respuesta a los múltiples problemas de salud y alimentación por los que está atravesando el pueblo venezolano.
Padrino López: Gran Misión Abastecimiento Soberano ha derrotado la guerra económica
22 septiembre, 2017
22 septiembre, 2017
El titular de la cartera de defensa denunció que “desde los medios internacionales se vende una imagen falsa de Venezuela y para colmo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dedica parte de su discurso ante la ONU para hablar mal de nuestro país”
El Gobierno revolucionario le ha salido al paso a la guerra económica con la implementación de la Gran Misión Abastecimiento Soberano y la activación de la Agenda Económica Bolivariana, así lo aseguró el ministro de la Defensa, Vladímir Padrino López.
Padrino López, durante la jornada de bienestar social dirigida a los militares del país, como parte de las actividades organizadas por el XII Aniversario del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb), puntualizó Gracias a las medidas implementadas por el presidente Nicolás Maduro, hemos salido victoriosos ante cada uno de esos problemas”.
El titular de la cartera de defensa denunció que “desde los medios internacionales se vende una imagen falsa de Venezuela y para colmo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dedica parte de su discurso ante la ONU para hablar mal de nuestro país, pero aquí estamos nosotros de pie y cada día me siento más orgulloso de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”.
Durante la jornada, el ministro para la Defensa, G/J Padrino López, destacó que este tipo de actividades demuestran que la Revolución Bolivariana se preocupa por las necesidades familiares de los hombres y mujeres que defienden con sus vidas cada rincón del territorio nacional.
El titular de la cartera castrense destacó además, la necesidad de reforzar el despliegue de los “Punto y Círculo”, programa basado en que alrededor de cada punto de control creado por la FANB en las comunidades como parte de su accionar de seguridad y protección, también se haga un despliegue social e integral para conocer las inquietudes y necesidades de sus habitantes en áreas como salud, educación, alimentación y atención social, con el objeto de dar una mejor respuesta al pueblo como servidores públicos.
Destacó que el Gobierno de Eficiencia Militar en la Calle, recorrerá el país para interactuar, compartir y resolver los problemas de la población militar y sus familiares directos. Se trata de una iniciativa que busca profundizar el contacto directo con el pueblo uniformado llevando la mayor suma de felicidad posible como legado del Comandante Supremo Hugo Chávez.
ATENCIÓN INTEGRAL A LA FANB
En aras de seguir fortaleciendo la política de bienestar social promovida por el Ejecutivo Nacional, el Ministerio del Poder Popular para la Defensa, realizó una jornada de atención integral en el Fuerte Tiuna para integrantes de de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Esta actividad estuvo dirigida al personal militar y no uniformado adscrito a la ZODI Capital con el firme propósito de concretar acciones en pro de garantizar la mayor suma de felicidad posible de estos efectivos en consistencia con los principios de igualdad y justicia social de la patria en el marco de la Gran Misión Negro Primero.
Ayudas tanto médicas, económicas, sociales y donaciones fueron entregadas de manos del general en Jefe Vladímir Padrino López, ministro del Poder Popular para la Defensa y comandante estratégico operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, al personal beneficiado gracias al apoyo del Ipsfa, Seguros Horizonte, Cavim; Fundasmin, Gestión Humana del MPPD, Fondo de Inversión Negro Primero y Banfanb.
También con la articulación de otros entes nacionales y regionales permitió la atención integral a través del Saime, Saren, INTT, Tribunal Móvil, entre otras. La jornada permitió el expendio toneladas de alimentos de la red Mercal, Pdval, Lácteos Los Andes, entre otros rubros.
EE.UU. desea 'cerrar sus cielos' a los inspectores militares de Rusia
Publicado: 26 sep 2017 20:09 GMT
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El Kremlin insta a resolver cualquier diferencia a través de los mecanismos estipulados por el Tratado de Cielos Abiertos.
Maksim Blinov / Sputnik
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Estados Unidos planea restringir los vuelos sobre su territorio que tendrían que realizar expertos militares rusos como parte del Tratado de Cielos Abiertos y podría anunciar esa medida este martes, durante la reunión que la comisión consultiva de ese acuerdo celebrará en Viena (Austria), informa 'The Wall Street Journal'.
El Tratado de Cielos Abiertos, firmado en 1992 y en vigor desde 2002, permite a sus 34 adscritos realizar vuelos de inspección sobre otros países firmantes para promover la transparencia de las actividades militares, fortalecer la seguridad y desarrollar la confianza entre estados.
La postura estadounidense sobre el tratado ha sido clarificada este martes por el presidente del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Joseph Dunford, quien ha declarado que su país desea mantener su vigencia, pero los suspendería si Rusia no se atenía a las normas.
Ese medio de comunicación espera que la delegación norteamericana acuse a Rusia de violar acuerdo debido a sus restricciones de 500 kilómetros por encima de Kaliningrado, su enclave báltico. A cambio EE.UU. podría limitar los vuelos de inspección rusos sobre Alaska y Hawái.
Al respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha recordado que los países miembros "deben seguir estrictamente las condiciones y presentar quejas a través de los mecanismos del tratado".
La mayoría de los participantes del Tratado de Cielos Abiertos son países miembros de la OTAN, que acordaron no inspeccionarse los unos a los otros, algo que el Ministerio de Exteriores de Rusia estima que "crea desequilibrio de información y […] viola el espíritu" del acuerdo.
Ese pacto obtuvo repercusión en agosto, cuando un avión de observación ruso sobrevoló la Casa Blanca, el Pentágono, la sede de la CIA y una base militar en Maryland. Coincidiendo con un periodo de altas tensiones en EE.UU. sobre la presunta injerencia rusa en las presidenciales de 2016, el vuelo desencadenó una histeria mediáticaen ese país.