“El socialismo y el hombre en Cuba” es un opúsculo, un manifiesto; está repleto de ideas que se enuncian, breves y muy fuertes, organizadas por un fino hilo de acero. El aire del texto llama al lector a no quedarse pasivo, a actuar. Pero no fue producto de un rapto: esta es una obra de madurez. En cuanto a fijar su posición y lanzar sus ideas principales al ruedo, cumple la función de ser su manifiesto comunista, y la proclama de una revolución.