Las ciudades australianas de Sídney y Melbourne alcanzarán los 50 grados celsius (centígrados) dentro de varios años a pesar de los esfuerzos del Acuerdo de París para limitar el incremento de la temperatura global causada por el cambio climático, según un estudio publicado este miércoles.
Así lo establece un estudio de la Universidad Nacional Australiana liderado por Sophie Lewis en el que se analizan las temperaturas extremas en el país oceánico en los escenarios establecidos por el Acuerdo de París.
Este pacto busca mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2°C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento en 1,5 grados.
El modelo proyecta que las temperaturas diarias subirán en 3,8 grados Celcius por encima de los récords alcanzados en los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur, cuyas capitales son Melbourne y Sídney, respectivamente, a pesar de los esfuerzos en el marco del Acuerdo de París para mitigar los efectos del cambio climático.
"El aumento de las temperaturas en el verano australiano indica que otras principales ciudades deberían prepararse para un futuro de calor sin precedentes", enfatizó Lewis en un comunicado de la Universidad Nacional Australiana (ANU, siglas en inglés).
Urgen medidas
La científica instó a que se tomen medidas urgentes contra el cambio climático al subrayar que los récords de calor registrados en el verano australiano de los años 2012 y 2013 estaban vinculados al calentamiento por acción de los gases de efecto invernadero producidos por el ser humano.
"El 2015 fue uno de los años más calurosos que se registraron en el mundo y esto puede convertirse en la media para el 2025", acotó la experta de la ANU, cuyo estudio que fue publicado en la revista científica 'Geophysical Research Letters'.