El Huracán María me dejó una amiga a su paso por Puerto Rico. Desesperada por acompañar a mi familia, encontré a esta joven en pánico, a quien seguí en las redes para darle lo que tenía: apoyo y consejo. Estaba sola con sus tres perritos. Compartimos serenidad y la foto de su madre, que la resguardaba en espíritu. Un día nos conoceremos y será el momento de sonreír.