Esta es la historia del 5 de septiembre de 1957 narrada por un sobreviviente, un cubano, un héroe. Ostenta el grado de Comandante del Ejército Rebelde, y aún con sus 93 años, Julio Camacho Aguilera debe ser uno de los hombres más altos que he conocido. De mirada noble y palabra certera. Su espléndida memoria recrea los detalles con precisión admirable: "Todo el mundo estaba armado. Nosotros repartimos como trescientas armas al pueblo. Y seguía la gente pidiendo más. Querían combatir. Y combatieron." »