Me mueve a escribir el hecho de que muy pronto ocurrirán acontecimientos graves. No transcurren en nuestra época diez o quince años sin que nuestra especie corra peligros reales de extinción. Ni Obama ni nadie podría garantizar otra cosa; lo digo por realismo, ya que solo la verdad nos podría ofrecer un poco más de bienestar y un soplo de esperanza. Hemos llegado en materia de conocimientos a la mayoría de edad. No tenemos derecho a engañar ni a engañarnos.
En su inmensa mayoría la opinión pública conoce bastante sobre el nuevo riesgo que está a sus puertas.
No se trata simplemente de que los cohetes cruceros apunten hacia objetivos militares de Siria, sino que ese valiente país árabe, situado en el corazón de más de mil millones de musulmanes, cuyo espíritu de lucha es proverbial, ha declarado que resistirá hasta el último aliento cualquier ataque a su país.
Todos conocen que Bashar al Assad no era político. Estudió medicina. Se graduó en 1988 y se especializó en oftalmología. Asumió un papel político al morir su padre Hafez al Assad en el año 2000 y tras la muerte accidental de un hermano antes de asumir aquella tarea.
Todos los miembros de la OTAN, aliados incondicionales de Estados Unidos y unos pocos países petroleros aliados al imperio en aquella zona del Medio Oriente, garantizan el abastecimiento mundial de combustibles de origen vegetal, acumulados a lo largo de más de mil millones de años. La disponibilidad de energía procedente, en cambio, de la fusión nuclear de partículas de hidrógeno, tardará por lo menos 60 años. La acumulación de los gases de efecto invernadero continuará así creciendo a elevados ritmos y tras colosales inversiones en tecnologías y equipos.
Por otro lado se afirma que en el 2040, en apenas 27 años, muchas tareas que hoy realiza la policía como imponer multas y otras tareas, serían realizadas por robots. ¿Se imaginan los lectores cuán difícil será discutir con un robot capaz de hacer millones de cálculos por minuto? En realidad era algo inimaginable años atrás.
Hace apenas unas horas, el lunes 26 de agosto, despachos de agencias clásicas bien conocidas por sus servicios sofisticados a Estados Unidos, se dedicaron a difundir la noticia de que Edward Snowden se había tenido que establecer en Rusia porque Cuba había accedido a las presiones de Estados Unidos.
Ignoro si alguien en algún lugar le dijo algo o no a Snowden, porque esa no es mi tarea. Leo lo que puedo sobre noticias, opiniones y libros que se publican en el mundo. Admiro lo valiente y justo de las declaraciones de Snowden, con lo que a mi juicio prestó un servicio al mundo al revelar la política repugnantemente deshonesta del poderoso imperio que miente y engaña al mundo. Con lo que no estaría de acuerdo es que alguien, cualesquiera que fuesen sus méritos, pueda hablar en nombre de Cuba.
La mentira tarifada. ¿Quién la afirma? El diario ruso “Kommersant” ¿Qué es este libelo? Según explica la propia agencia Reuters el diario cita a fuentes próximas al Departamento de Estado norteamericano: “el motivo de ello fue que en el último minuto Cuba informó a las autoridades que impidieran que Snowden tomara el vuelo de la aerolínea Aeroflot.
“Según el rotativo, […] Snowden pasó un par de días en el consulado ruso de Hong Kong para manifestar su intención de volar a Latinoamérica vía Moscú.” Si yo quisiera podría hablar de estos temas sobre los que conozco ampliamente.
Hoy observé con especial interés las imágenes del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, durante su visita al buque insignia del destacamento ruso que visita a Venezuela después de su anterior escala en los puertos de La Habana y Nicaragua.
Durante la visita del Presidente venezolano a la nave me impresionaron varias imágenes gráficas. Una de ellas fue la amplitud de los movimientos de sus numerosos radares capaces de controlar las actividades operativas de la nave en cualquier situación que se presente.
Por otra parte, indagamos sobre las actividades del mercenario rotativo “Kommersant”. En su época fue uno de los más perversos medios al servicio de la extrema derecha contrarrevolucionaria, la cual disfruta que el gobierno conservador y lacayo de Londres envíe sus bombarderos a la Base Aérea en Chipre, listos para lanzar sus bombas sobre las fuerzas patrióticas de la heroica Siria, mientras en Egipto, calificado como el corazón del mundo árabe, miles de personas son asesinadas por los autores de un grosero golpe de Estado.
En esa atmósfera se preparan los medios navales y aéreos del imperio y sus aliados para iniciar un genocidio contra los pueblos árabes.
Es absolutamente claro que Estados Unidos tratará siempre de presionar a Cuba como hace con la ONU o cualquier institución pública o privada del mundo, una de las características de los gobiernos de ese país y no sería posible esperar de sus gobiernos otra cosa, pero no en balde se resisten 54 años defendiendo sin tregua —y el tiempo adicional que fuera necesario—, enfrentando el criminal bloqueo económico del poderoso imperio.
Nuestro mayor error es no haber sido capaz de aprender mucho más en mucho menos tiempo.
El 28 de marzo, hace menos de dos meses, cuando Bush, después de una reunión con los principales fabricantes norteamericanos de automóviles, proclamó su diabólica idea de producir combustible a partir de los alimentos, escribí la primera reflexión.
El jefe del imperio se jactó de que Estados Unidos, usando el maíz como materia prima, era ya el primer productor mundial de etanol. Cientos de fábricas se construían o ampliaban en su territorio con tal propósito.
Por esos días los países industrializados y ricos estaban acariciando ya la misma idea, mediante el empleo de todo tipo de cereales y semillas oleaginosas, incluidas las de girasol y soya, fuentes de excelentes proteínas y aceites.
Por ello escogí el título de aquella reflexión: “Condenados a muerte prematura por hambre y sed más de 3 mil millones de personas en el mundo.”
Los peligros para el medio ambiente y la especie humana eran un tema en el que venía meditando durante años. Lo que no imaginé nunca era la inminencia del riesgo. No se conocían todavía los nuevos datos de la ciencia sobre la celeridad de los cambios climáticos y sus consecuencias inmediatas.
El 3 de abril, después de la visita de Bush a Brasil, escribí mis reflexiones sobre “La internacionalización del genocidio.”
Advertí, al mismo tiempo, que las mortíferas y sofisticadas armas que se estaban produciendo en Estados Unidos y otros países podían poner fin a la vida de la especie humana en cuestión de días.
Si se fuera a buscar un respiro para la humanidad y darles una oportunidad a la ciencia y a la dudosa cordura de los que toman decisiones, no era necesario privar de alimentos a las dos terceras partes de los habitantes del planeta.
Hemos suministrado datos sobre el ahorro que significa la simple sustitución de bombillos incandescentes por bombillos fluorescentes a partir de cálculos aproximados. Son cifras seguidas por 11 y 12 ceros. La primera se corresponde con cientos de miles de millones de dólares en ahorro de combustible cada año, y la segunda con millones de millones de dólares en la inversión necesaria para producir esa electricidad simplemente cambiando bombillos, lo que significa menos del 10 por ciento del conjunto de gastos y considerable ahorro de tiempo.
Con toda claridad hemos expresado que las emanaciones de CO2, aparte de otros gases contaminantes, conducían aceleradamente a un cambio climático rápido e inexorable.
No eran temas fáciles de abordar, por su contenido dramático y casi fatal.
La cuarta reflexión se tituló: “Lo que se impone de inmediato es una revolución energética.” Una prueba del derroche de energía en Estados Unidos y de la desigualdad de su distribución en el mundo es que en el año 2005 en China había menos de 15 automóviles por cada mil habitantes, en Europa 514 y en Estados Unidos 940.
Este último país, uno de los territorios más ricos en hidrocarburos, hoy sufre un gran déficit de petróleo y gas. Estos combustibles, decidió Bush, hay que extraerlos de los alimentos que se necesitan para los estómagos cada vez más hambrientos de los pobres de la Tierra.
El Primero de Mayo del 2006 finalicé mi discurso ante el pueblo con las siguientes palabras:
“Si los esfuerzos que hoy Cuba realiza los llevaran a cabo todos los demás países del mundo, ocurriría lo siguiente:
“1º Las reservas probadas y probables de hidrocarburos durarían el doble.
“2º Los elementos contaminantes que hoy lanzan estos a la atmósfera se reducirían a la mitad.
“3º La economía mundial recibiría un respiro, ya que un enorme volumen de medios de transporte y equipos eléctricos deben ser reciclados.
“4º Una moratoria de 15 años sin iniciar la construcción de nuevas plantas electronucleares podría ser proclamada.”
El cambio de bombillos fue lo primero que hicimos en Cuba, y hemos cooperado con varios países del Caribe para llevarlo a cabo. En Venezuela, el Gobierno ha cambiado 53 millones de bombillos incandescentes por fluorescentes en más del 95% de los hogares que reciben electricidad. Las demás medidas de ahorro de energía se llevan a cabo resueltamente.
Todo lo que expreso ha sido probado.
¿Por qué se escuchan nada más que rumores sin que las direcciones de los países industrializados se comprometan abiertamente con una revolución energética, que implica cambios de conceptos e ilusiones sobre crecimiento y consumismo que han contagiado a no pocos países pobres?
¿Existe acaso alguna otra forma de enfrentar los gravísimos peligros que amenazan a todos?
Los cables traen la noticia. Es de la clase Astute, el primero de su tipo en construirse en Gran Bretaña desde hace más de dos décadas.
“Un reactor nuclear le permitirá navegar sin necesidad de recargar combustible en sus 25 años de vida útil. Produce agua potable y oxígeno propios, por lo que puede circunnavegar el globo sin necesidad de salir a la superficie, dijo Nigel Ward, encargado de los astilleros, a la BBC.”
“Parece una bestia de aspecto malvado”, afirma uno.
“Sobre nosotros se yergue amenazante un galpón de 12 pisos de alto; dentro se encuentran tres submarinos en diferentes etapas de construcción”, asegura otro.
Alguien expresa que “puede observar desde el Canal de la Mancha el movimiento de cruceros en la bahía de Nueva York, acercarse a las costas sin ser detectado y escuchar conversaciones por celulares”. “Puede, además, transportar a fuerzas especiales en mini-sumergibles que, a su vez, podrán disparar los letales misiles Tomahawk a distancias de 1 400 millas”, afirma un cuarto.
El Mercurio, de Chile, despliega con énfasis la noticia.
La Marina Real británica declara que será uno de los más avanzados del mundo. El primero de ellos será lanzado al mar el 8 de junio y entrará en servicio en enero de 2009.
Puede transportar hasta 38 misiles crucero Tomahawk y torpedos Spearfish, capaces de destruir un buque de guerra de gran tamaño. Contará con una tripulación estable de 98 marinos, quienes hasta podrán ver películas en pantallas gigantes de plasma.
El nuevo Astute llevará la última generación de torpedos Block 4 Tomahawk, que pueden ser reprogramados en pleno curso de ataque. Será el primero que no cuente con sistema de periscopios convencionales y, en cambio, utilizará fibra óptica, rayos ultrarrojos y escaneo térmico de imágenes.
“La compañía armamentística BAE Systems construirá otros dos submarinos de la misma clase”, informó AP. El costo total de los tres sumergibles, según cálculos que seguramente quedarán por debajo, se eleva a 7 500 millones de dólares.
¡Bella proeza británica! El pueblo de ese país, inteligente y tenaz, no sentirá seguramente orgullo alguno. Lo que más asombra es que con tal suma se podrían formar 75 mil médicos y atender 150 millones de personas, suponiendo que el costo de formar un médico fuera la tercera parte de lo que cuesta formar un médico en Estados Unidos. Si se desea, podrían construirse 3 mil policlínicos sofisticadamente equipados, diez veces los que posee nuestro país.
Cuba actualmente está formando como médicos a decenas de miles de jóvenes de otros países.
En cualquier apartada aldea de África, un médico cubano puede recibir a un joven de la propia aldea o del municipio, con enseñanza equivalente a doce grados escolares, e impartirle los conocimientos de su profesión utilizando videos y computadoras que reciban energía de un pequeño panel solar, sin que el joven tenga que salir de su región natal, ni contaminarse con los hábitos de consumismo de las grandes ciudades.
Lo importante son los pacientes, que padecen malaria u otras muchas enfermedades típicas e inconfundibles, que el alumno verá junto al médico.
El método ha sido probado con resultados sorprendentes. Los conocimientos y la práctica acumulada durante años, no tienen comparación posible.
El ejercicio no lucrativo de la medicina es capaz de ganar a todo corazón noble.
Cuba, preocupada desde el triunfo de la Revolución por la formación de médicos, maestros y otras profesiones, con menos de 12 millones de habitantes, cuenta hoy con más especialistas en Medicina General Integral que los médicos que dispone toda el África subsahariana, con más de 700 millones de habitantes.
Hay que inclinarse conmovidos ante las noticias que llegan del submarino inglés. Nos ilustran, entre otras cosas, sobre las sofisticadas armas con que se pretende mantener el orden insostenible desarrollado por el sistema imperial de Estados Unidos.
No hay que olvidarse que Inglaterra fue durante siglos, hasta hace muy poco, la Reina de los Mares. Hoy lo que queda de aquella privilegiada posición es apenas una fracción del poder hegemónico de su aliado y líder, Estados Unidos.
Churchill dijo: ¡Hundid el Bismarck! Hoy Blair dice: ¡Hundid lo que queda del prestigio de Gran Bretaña!
Para eso, o para el holocausto de la especie, es para lo que serviría su “maravilloso submarino”.
En el VI Encuentro Hemisférico de La Habana, cuando se discutió el tema de la producción de biocombustibles a partir de alimentos, que son cada vez más caros, la inmensa mayoría se opuso con indignación. Pero era indiscutible que algunas personalidades de prestigio, autoridad y buena fe habían sido ganadas por la idea de que la biomasa del planeta alcanzaba para ambas cosas en un tiempo relativamente breve, sin pensar en la urgencia de producir los alimentos que, ya escasos de por sí, servirían de materia prima para el etanol y el agrodiésel.
Cuando, en cambio, se abrió a debate el tema de los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, participaron varias decenas de personas, y todas condenaron unánimemente tanto las formas bilaterales como multilaterales de tales acuerdos con la potencia imperial.
Tomando en cuenta la necesidad de espacio, vuelvo a utilizar el método de la síntesis para exponer tres intervenciones elocuentes de personalidades latinoamericanas que expresaron conceptos de enorme interés y lo hicieron con gran claridad y peculiaridad. Se respetan, como en todas las síntesis de las Reflexiones anteriores, las formas exactas de exposición de los autores.
ALBERTO ARROYO (México, Red mexicana de Acción contra el Libre Comercio).
Yo quisiera compartir con ustedes los nuevos planes del imperio y tratar de alertar al resto del continente de algo nuevo que está surgiendo o que está avanzando como una nueva estrategia a una nueva etapa de la ofensiva de Estados Unidos. El NAFTA o el TLC de América del Norte fue simplemente el primer paso de algo que quiere para todo el continente.
El nuevo intento parece no tomar en cuenta la derrota que ha significado el no poder lograr el ALCA, el que, incluso, en su Plan “B” reconoce que no puede sacar lo que él llama el ALCA integral simultáneamente con todos los países del continente; va a intentar ir, por pedazos, negociando bilateralmente Acuerdos de Libre Comercio.
Con Centroamérica logró firmarlo, pero Costa Rica no lo ha ratificado. En el caso de la zona andina, no logra ni siquiera sentar a la mesa al conjunto de los países, sino solo a dos, y con esos dos no ha podido terminar las negociaciones.
¿Qué es lo nuevo del ASPAN (Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte)? Tres cosas que me parecen fundamentales:
Primera: Fortalecer los esquemas militares y de seguridad para enfrentar la resistencia de los pueblos es precisamente su reacción ante el triunfo del movimiento que le detiene sus planes.
No es solamente ubicar bases militares en las zonas de peligro o en las zonas con altos recursos naturales estratégicos, sino tratar de crear una coordinación estrecha, con planes concertados con los países, para mejorar los esquemas de seguridad que son una forma de enfrentar, como si fueran criminales, a los movimientos sociales.
Este es el primer aspecto novedoso.
Segundo elemento, que me parece también una novedad: los grandes actores de todo este esquema neoliberal siempre lo fueron directamente las transnacionales. Los gobiernos, particularmente el gobierno de Estados Unidos, eran los voceros, los que llevaban formalmente las negociaciones, pero realmente los intereses que estaban defendiendo eran directamente los de las corporaciones. Eran los grandes actores ocultos detrás de los TLC y detrás del proyecto del ALCA.
La novedad en el nuevo esquema del ASPAN es que estos actores salen de la oscuridad, pasan al primer plano y se invierte esta relación: los grupos empresariales directamente hablando entre sí, con presencia de los gobiernos, que luego van a tratar de traducir en políticas, en cambios de reglamentos, en cambios de leyes, etcétera, sus acuerdos. Ya no les bastó con privatizar las empresas públicas; están privatizando la política como tal. Los empresarios nunca habían sido directamente los que definían la política económica.
El ASPAN comienza en una reunión, llamada, digamos, “Un encuentro para la prosperidad de América del Norte”, que eran encuentros trinacionales de empresarios.
De los acuerdos operativos que están tomando en el ASPAN, uno es crear comités trinacionales, de lo que ellos llaman “los capitanes de la industria”, por sectores, para que definan un plan estratégico de desarrollo del sector en la región de América del Norte. Es decir, la Ford se multiplica o se divide entre tres: la Ford directamente corporativa en Estados Unidos, subgerente de la Ford en México, subgerente de la Ford en Canadá, y deciden cuál es la estrategia para el sector automotriz en América del Norte. Es la corporación Ford hablando con un espejo, con sus empleados, con los directores de las automotrices en Canadá y en México, para acordar el plan estratégico que les presentan a los gobiernos para que lo traduzcan y lo implementen en políticas económicas concretas.
Hay un esquema de incorporar el aspecto de seguridad; segundo punto, privatizar directamente las negociaciones; y el tercer aspecto novedoso de este esquema es quizás, para recordar una frase de nuestros abuelos clásicos, aquella frase de Engels en que planteaba que cuando con los mecanismos de la democracia formal el pueblo puede estar a punto de tomar el poder, como el cero en el termómetro o el 100, cambian las reglas del juego: el agua, o se congela o entra en ebullición, y a pesar de estar hablando de las democracias burguesas, los primeros que van a romper con las reglas son ellos.
Los Tratados de Libre Comercio tienen que pasar por los congresos, y el hecho es que cada vez tienen más dificultades para ser ratificados por los congresos, incluido el Congreso del imperio, el Congreso de Estados Unidos.
Están hablando de que esto no es un tratado internacional, por tanto, no tiene que pasar por los congresos. Como sí tocan temas que trastocan el marco legal en nuestros países, van a ir presentando pedacitos; deciden una modificación a una legislación en un momento, en otro momento a otra; se implementan decretos del ejecutivo, cambios de normas operativas, normas de funcionamiento, estándares, nunca el paquete entero.
Los Tratados de Libre Comercio, a pesar de que se negociaron a espaldas de nosotros y a espaldas en general de todos los pueblos, tarde o temprano se traducen en un texto escrito que va a los congresos y sabemos qué pactaron. Pretenden que nunca sepamos qué pactaron, no vamos a ir viendo más que pedacitos de la estrategia, porque nunca se va a traducir en un texto integrado.
Voy a terminar con una anécdota, para que nos demos cuenta, en el aspecto de seguridad, a qué grado de sofisticación han llegado los acuerdos y los mecanismos operativos de integración de los aparatos de seguridad.
Hace un tiempo sale un avión de Toronto hacia México con turistas que van a Puerto Vallarta de vacaciones. Cuando estaba el avión en la pista, revisando un poco más minuciosamente la lista de pasajeros, descubren que está alguien de la lista de terroristas de Bush.
Apenas entra el avión al espacio aéreo norteamericano -que de Toronto al espacio aéreo norteamericano no tiene más que pasar los Grandes Lagos, no es más, y en un jet esto es unos cuantos minutos-, y ya estaban dos F-16 al lado del avión. Lo sacan del espacio aéreo norteamericano, escoltan el avión hasta territorio mexicano, lo hacen aterrizar en la parte militar del aeropuerto y apresan al señor este, y a su familia la regresan.
Ustedes imaginen la sensación de los pobres 200 turistas que estaban allí, ver al lado del avión a dos F-16 armados que lo sacan de ruta.
Luego resulta que no era el terrorista que ellos esperaban, y le dicen: “Usted perdone, puede seguir de vacaciones, y llame a su familia para que venga a acompañarlo.”
JORGE CORONADO (Costa Rica, Alianza Social Continental)
La lucha contra el libre comercio en la región tiene diversos aspectos. Uno de los proyectos más avasalladores que se han planteado de infraestructura, de apropiación de nuestra biodiversidad, es el Plan Puebla-Panamá, una estrategia que no es solo de apropiación de nuestros recursos, sino parte de una estrategia militar del imperio que va desde el sur de México hasta Colombia, pasando por Centroamérica.
En la lucha contra las represas hidroeléctricas, que desplaza y violenta los territorios indígenas y campesinos, hemos tenido casos en los que, a punta de represión militar, han desplazado diversas comunidades indígenas y campesinas de la región.
Tenemos el componente de la lucha contra la minería. Transnacionales canadienses, europeas, estadounidenses han seguido esta estrategia de apropiación.
Hemos venido enfrentando la privatización de los servicios públicos: energía eléctrica, agua, telecomunicaciones; la lucha en el sector campesino por la defensa de las semillas, contra el patentamiento de seres vivos y contra la pérdida de la soberanía frente a los transgénicos.
Hemos venido luchando contra la flexibilidad laboral, uno de los ejes orientados al sector y, obviamente, contra todo el desmantelamiento de nuestra pequeña producción campesina.
También, la lucha contra el tema de la propiedad intelectual, que priva a nuestra seguridad del uso de medicinas genéricas, que son el principal eje de distribución que tienen nuestros institutos de seguridad social en la región.
Un factor central en esta lucha contra el libre comercio ha sido contra los Tratados de Libre Comercio y, particularmente, contra los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, aprobados en Guatemala, en Honduras, El Salvador y Nicaragua a sangre y fuego. Y eso no es una frase retórica.
En Guatemala, compañeros luchadores han caído asesinados enfrentándose a la aprobación del mismo. Esa lucha nos ha permitido garantizar un eje articulador y movilizador de la más vasta unidad del movimiento popular en la región.
En el caso del Parlamento hondureño, los diputados se fueron del Parlamento, rompiendo el marco mínimo de la legalidad institucional.
Hemos dicho, dentro del seno del movimiento popular, que no significa una derrota. Hemos perdido una batalla, pero esto ha permitido un salto cualitativo en organización, en unidad y en experiencia de lucha contra el libre comercio.
El Movimiento Social Popular y el pueblo de Costa Rica, que han impedido hasta el día de hoy la aprobación del TLC en Costa Rica, forjando una unidad con diversos sectores académicos, políticos y hasta empresariales, para crear un gran frente nacional de lucha diverso y heterogéneo, hasta hoy han logrado parar al gobierno costarricense, a la derecha neoliberal, que no ha podido aprobar el TLC. Hoy se está planteando la posibilidad de que el tema del TLC en Costa Rica se defina en un referendo.
Estamos a las puertas de una jornada fundamental en Costa Rica en términos de poder impedir el avance de la agenda neoliberal; una derrota de este tratado significaría, simbólicamente, seguir sumando victorias, como ha sido estancar y detener el ALCA.
Hoy requerimos de la solidaridad del movimiento popular, hoy les solicitamos a las organizaciones sociales y populares que lleguen a Costa Rica como observadores internacionales. La derecha se prepara para estimular, si es posible, un fraude que le garantice ganar una pelea que la tiene perdida, y el tener observadores internacionales desde el movimiento popular, va a ser un aporte importante de solidaridad activa y militante con nuestra lucha.
Hoy, después de un año, en ningún país de Centroamérica el TLC ha traído ni más empleo, ni más inversión, ni mejores condiciones de la balanza comercial.
Hoy lanzamos la consigna, en toda la región, de reforma agraria, de soberanía y seguridad alimentaria, como un eje central para nuestros países eminentemente agrícolas.
Hoy quieren, ya no solo Estados Unidos, sino los europeos, apropiarse de una de las regiones más ricas en biodiversidad y más ricas en recursos naturales.
Hoy más que nunca el eje articulador de nuestros diversos movimientos en la región centroamericana es enfrentar al libre comercio en sus múltiples manifestaciones, y este encuentro ojalá ayude a darnos elementos de articulación, ejes de lucha, ejes de acción conjunta, que nos permitan en todo el hemisferio avanzar como una sola fuerza popular.
No cejaremos en nuestros esfuerzos de organización y de lucha hasta alcanzar un nuevo mundo.
JAIME ESTAY (Chile, coordinador de la Red de Estudios de Economía Mundial, REDEM, y actualmente profesor de la Universidad de Puebla en México)
Esta crisis tiene que ver, en definitiva, con un incumplimiento manifiesto de las promesas que acompañaron al conjunto de reformas que se empezaron a aplicar en América Latina desde los años ochenta.
Bajo la bandera del libre comercio se nos dijo que íbamos a lograr que nuestras economías crecieran, que íbamos a lograr disminuir los niveles de desigualdad dentro de nuestros países, las distancias entre nuestros países y el mundo avanzado, y, en definitiva, que íbamos a lograr los saltos hacia el desarrollo. En algunos países se llegó a hablar de los saltos hacia el Primer Mundo.
En lo que respecta a la nueva integración o a este regionalismo abierto que echó a andar hace ya más de 15 años, lo que se planteó era poner la integración latinoamericana, o aquello que hemos calificado como integración latinoamericana, al servicio de la apertura.
Se desarrolló todo un discurso en el sentido de que había que hacer una integración para abrir, una integración que ya no fuera la vieja integración proteccionista, sino una integración a través de la cual lográramos las mejores condiciones para insertarnos en esta economía global, en estos mercados que, supuestamente, al funcionar de manera libre, iban a arrojar los mejores resultados posibles para nuestros países.
Esa relación entre integración y apertura, esa idea de que el objetivo supremo de la integración tenía que ser la apertura de nuestros países, efectivamente se cumplió, efectivamente nuestros países se abrieron, y efectiva y desgraciadamente lo central de la integración latinoamericana consistió en ponerla al servicio de esa apertura.
Algunos funcionarios hablaron de lo que llamaban la “etapa pragmática de la integración”. Avancemos como podamos, era un poco la consigna. Si lo que queremos es comerciar más, centrémonos en comerciar más; si lo que queremos es firmar una multitud de pequeños acuerdos entre países, acuerdos bilaterales o entre tres o cuatro países, avancemos por ese lado, y en algún momento a todo eso le podremos llamar integración latinoamericana.
El balance es claramente negativo. Creo que hay un reconocimiento, cada vez mayor en distintos niveles, de que lo que hemos llamado integración latinoamericana no es integración, es comercio; y no es latinoamericano, sino que más bien es una maraña de acuerdos firmados entre distintos países de la región, que de ninguna manera han dado lugar a un proceso que tenga un carácter efectivamente latinoamericano. La apertura, a cuyo servicio se supone que debíamos poner la integración, no ha arrojado ninguno de los resultados que se nos anunciaban en términos de crecimiento económico, de disminución de desigualdades y de logros del tan ansiado desarrollo que se decía que tenía que hacerse presente.
Lo que habría que destacar es que estamos asistiendo a un deterioro extremo de un estilo de integración que tenía muy claramente definido para qué, cómo y para quién se integraba.
En suma, de lo que estoy hablando es de una integración pensada desde los fundamentos del neoliberalismo, que ha fracasado, tanto en términos de sus propios objetivos como en términos de los objetivos que todos tenemos derecho a exigir y a esperar de un verdadero proceso de integración.
La nueva integración latinoamericana se apoyó fuertemente en las políticas y las propuestas que venían desde Washington. En buena medida, esas propuestas estadounidenses se han transformado en algo que termina comiéndose a su propia criatura. El solo hecho de firmar los Tratados de Libre Comercio pone en crisis tanto a la comunidad andina como también al Mercado Común Centroamericano.
Parte importante de la crisis de la actual integración latinoamericana tiene que ver con el avance del proyecto hemisférico estadounidense, no por la vía del ALCA, que logró ser frenado, sino por la vía de firmar distintos Tratados de Libre Comercio.
Se destaca más claramente en el actual panorama de la integración la aparición de alternativas. En muchos sentidos, el ALBA se sustenta en principios que son radicalmente distintos a los de esa integración que está en crisis.
Hay muchas funciones por definir y fronteras que delimitar: el significado que tienen conceptos tales como “libre comercio”, “desarrollo nacional”, “libertad de mercado”, “seguridad y soberanía alimentaria”, etcétera.
Lo que puede afirmarse es que estamos asistiendo, en el escenario hemisférico y latinoamericano, a una creciente insurgencia respecto al predominio del neoliberalismo.
Hasta aquí las opiniones expresadas por estas tres personalidades, que sintetizan las de los que participaron en el debate sobre los Tratados de Libre Comercio. Son puntos de vista muy sólidos a partir de una amarga realidad, que han enriquecido mis ideas.
Recomiendo a los lectores prestar atención a las complejidades de la actividad humana. Es la única forma de ver más lejos.
El espacio se agotó. No debo añadir hoy una palabra más.
Atilio Borón, un prestigioso pensador de izquierda que hasta hace poco dirigió el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), escribió un artículo para el VI Encuentro Hemisférico de Lucha contra los TLC y por la Integración de los Pueblos, recién concluido en La Habana, que tuvo la amabilidad de enviarme acompañado de una carta.
La esencia de lo que escribió y he sintetizado a partir de párrafos y frases textuales de su propio artículo, fue lo siguiente:
Sociedades precapitalistas ya conocían el petróleo que afloraba en depósitos superficiales y lo utilizaban para fines no comerciales, como la impermeabilización de los cascos de madera de las embarcaciones o de productos textiles, o para la iluminación mediante antorchas. De ahí su nombre primitivo: “aceite de piedra”.
A finales del siglo XIX – luego de los descubrimientos de grandes yacimientos en Pennsylvania, Estados Unidos, y de los desarrollos tecnológicos impulsados por la generalización del motor de combustión interna – el petróleo se transformó en el paradigma energético del siglo XX.
La energía es concebida como una mercancía más. Tal como lo advirtiera Marx, esto no ocurre debido a la perversidad o insensibilidad de este o aquel capitalista individual, sino que es consecuencia de la lógica del proceso de acumulación, que tiende a la incesante “mercantilización” de todos los componentes, materiales y simbólicos, de la vida social. El proceso de mercantilización no se detuvo en los humanos y simultáneamente se extendió a la naturaleza: la tierra y sus productos, los ríos y las montañas, las selvas y los bosques fueron objeto de su incontenible rapiña. Los alimentos, por supuesto, no escaparon de esta infernal dinámica. El capitalismo convierte en mercancía todo lo que se pone a su alcance.
Los alimentos son convertidos en energéticos para viabilizar la irracionalidad de una civilización que, para sostener la riqueza y los privilegios de unos pocos, incurre en un brutal ataque al medio ambiente y a las condiciones ecológicas que posibilitaron la aparición de vida en la Tierra.
La transformación de los alimentos en energéticos constituye un acto monstruoso.
El capitalismo se dispone a practicar una masiva eutanasia de los pobres, y muy especialmente de los pobres del Sur, pues es allí donde se encuentran las mayores reservas de la biomasa del planeta requerida para la fabricación de los biocombustibles. Por más que los discursos oficiales aseguren que no se trata de optar entre alimentos y combustibles, la realidad demuestra que esa y no otra es precisamente la alternativa: o la tierra se destina a la producción de alimentos o a la fabricación de biocombustibles.
Las principales enseñanzas que dejan los datos que aporta la FAO sobre el tema de la superficie agrícola y el consumo de fertilizantes son las siguientes:
La superficie agrícola per cápita en el capitalismo desarrollado es casi el doble de la que existe en la periferia subdesarrollada: 1,36 hectáreas por persona en el Norte contra 0,67 en el Sur, lo que se explica por el simple hecho de que la periferia subdesarrollada cuenta con cerca del 80 por ciento de la población mundial.
Brasil se encuentra muy levemente por encima de la tierra agrícola per cápita de los países desarrollados. Resulta evidente que este país deberá destinar ingentes extensiones de su enorme superficie para poder cumplir con las exigencias del nuevo paradigma energético.
China y la India cuentan con 0,44 y 0,18 hectáreas por persona respectivamente.
Las pequeñas naciones antillanas, tradicionalmente dedicadas al monocultivo de la caña de azúcar, muestran con elocuencia los efectos erosionantes de la misma, ejemplificados en el extraordinario consumo por hectárea de fertilizantes que se requiere para sostener la producción. Si en los países de la periferia la cifra promedio es de 109 kilogramos de fertilizantes por hectárea (contra 84 en los capitalistas desarrollados), en Barbados es de 187,5, en Dominica 600, en Guadalupe 1,016, en Santa Lucía 1,325 y en Martinica 1,609. Quien dice fertilizantes dice consumo intensivo de petróleo, de modo que la tan mentada ventaja de los agroenergéticos para reducir el consumo de hidrocarburos parece ser más ilusoria que real.
La totalidad de la superficie agrícola de la Unión Europea apenas alcanzaría a cubrir el 30 por ciento de las necesidades actuales -no las futuras, previsiblemente mayores- de combustibles. En Estados Unidos, para satisfacer la demanda actual de combustibles fósiles sería necesario destinar a la producción de agroenergéticos el 121 por ciento de toda la superficie agrícola de ese país.
En consecuencia, la oferta de agrocombustibles tendrá que proceder del Sur, de la periferia pobre y neocolonial del capitalismo. Las matemáticas no mienten: ni Estados Unidos ni la Unión Europea tienen tierras disponibles para sostener al mismo tiempo un aumento de la producción de alimentos y una expansión en la producción de agroenergéticos.
La deforestación del planeta podría ampliar (aunque sólo por un tiempo) la superficie apta para el cultivo. Pero eso sería tan sólo por unas pocas décadas, a lo sumo. Esas tierras luego se desertificarían y la situación quedaría peor que antes, exacerbando aún más el dilema que opone la producción de alimentos a la de etanol o biodiésel.
La lucha contra el hambre – y hay unos 2 mil millones de personas que padecen hambre en el mundo – se verá seriamente perjudicada por la expansión de la superficie sembrada para la producción de agroenergéticos. Los países en donde el hambre es un flagelo universal atestiguarán la rápida reconversión de la agricultura tendiente a abastecer la insaciable demanda de energéticos que reclama una civilización montada sobre el uso irracional de los mismos. El resultado no puede ser otro que el encarecimiento de los alimentos y, por lo tanto, el agravamiento de la situación social de los países del Sur.
Además, cada año se agregan 76 millones de personas a la población mundial, y como es obvio demandarán alimentos, que serán cada vez más caros y estarán fuera de su alcance.
Lester Brown, en The Globalist Perspective, pronosticaba hace menos de un año que los automóviles absorberían la mayor parte del incremento en la producción mundial de granos en el 2006. De los 20 millones de toneladas sumadas a las existentes en el 2005, 14 millones se destinaron a la producción de combustibles, y solo 6 millones de toneladas para satisfacer la necesidad de los hambrientos. Este autor asegura que el apetito mundial por combustible para los automóviles es insaciable. Se prepara, concluía Brown, un escenario en el cual deberá necesariamente producirse un choque frontal entre los 800 millones de prósperos propietarios de automóviles y los consumidores de alimentos.
El demoledor impacto del encarecimiento de los alimentos, que se producirá inexorablemente en la medida en que la tierra pueda ser utilizada para producirlos o para producir carburante, fue demostrado en la obra de C. Ford Runge y Benjamin Senauer, dos distinguidos académicos de la Universidad de Minnesota, en un artículo publicado en la edición en lengua inglesa de la revista Foreign Affairs, cuyo título lo dice todo: “El modo en que los biocombustibles podrían matar por inanición a los pobres”. Los autores sostienen que en Estados Unidos el crecimiento de la industria del agrocombustible ha dado lugar a incrementos no solo en los precios del maíz, las semillas oleaginosas y otros granos, sino también en los precios de los cultivos y productos que al parecer no guardan relación. El uso de la tierra para cultivar el maíz que alimente las fauces del etanol está reduciendo el área destinada a otros cultivos. Los procesadores de alimentos que utilizan cultivos como los guisantes y el maíz tierno se han visto obligados a pagar precios más altos para mantener los suministros seguros, costo que a la larga pasará a los consumidores. El aumento de los precios de los alimentos también está golpeando las industrias ganaderas y avícolas. Los costos más altos han provocado la caída abrupta de los ingresos, en especial en los sectores avícola y porcino. Si los ingresos continúan disminuyendo, la producción también lo hará y aumentarán los precios del pollo, pavo, cerdo, leche y huevos. Advierten que los efectos más devastadores de la subida del precio de los alimentos se sentirán especialmente en los países del Tercer Mundo.
Un estudio de la Oficina Belga de Asuntos Científicos demuestra que el biodiésel provoca más problemas de salud y de medio ambiente porque crea una polución más pulverizada y libera más contaminantes que destruyen la capa de ozono.
En relación con el argumento de la supuesta benignidad de los agrocombustibles, Víctor Bronstein, profesor de la Universidad de Buenos Aires, ha demostrado que:
No es verdad que los biocombustibles sean una fuente de energía renovable y perenne, dado que el factor crucial en el crecimiento de las plantas no es la luz solar sino la disponibilidad de agua y las condiciones apropiadas del suelo. Si no fuera así, podría producirse maíz o caña de azúcar en el desierto de Sahara. Los efectos de la producción a gran escala de los biocombustibles serán devastadores.
No es cierto que no contaminan. Si bien el etanol produce menos emisiones de carbono, el proceso de su obtención contamina la superficie y el agua con nitratos, herbicidas, pesticidas y desechos, y el aire, con aldehídos y alcoholes que son cancerígenos. El supuesto de un combustible “verde y limpio” es una falacia.
La propuesta de los agrocombustibles es inviable y, además, inaceptable ética y políticamente. Pero no basta con rechazarla. Estamos convocados a implementar una nueva revolución energética, pero al servicio de los pueblos y no de los monopolios y del imperialismo. Ese es, tal vez, el desafío más importante de la hora actual, concluye Atilio Borón.
Como pueden apreciar, la síntesis llevó espacio. Hace falta espacio y tiempo. Prácticamente un libro. Se afirma que la obra cumbre que hizo famoso al escritor Gabriel García Márquez, Cien Años de Soledad, exigió de él cincuenta cuartillas por cada cuartilla enviada a la imprenta. ¿Cuánto tiempo necesitaría mi pobre pluma para refutar a los defensores de la idea siniestra por interés material, por ignorancia, por indiferencia, o a veces por las tres cosas a la vez, y divulgar los sólidos y honestos argumentos de los que luchan por la vida de la especie?
Hay opiniones y puntos de vista muy importantes que se vertieron en el Encuentro Hemisférico de La Habana. Habrá que hablar de los que trajeron la imagen real del corte manual de caña en un documental que parece reflejar el infierno de Dante. Un número creciente de opiniones se vierten todos los días por todos los medios en todas partes del mundo, desde instituciones como Naciones Unidas hasta las sociedades nacionales de científicos. Veo simplemente que se intensifica el debate. El hecho de que se discuta sobre el tema es ya un importante avance.
No puedo hablar como economista o como científico. Lo hago simplemente como político que desea desentrañar los argumentos de los economistas y los científicos en un sentido u otro. También trato de intuir las motivaciones de cada uno de los que se pronuncian sobre estos temas. Hace solo veintidós años sostuvimos en Ciudad de La Habana gran número de reuniones con líderes políticos, sindicales, campesinos, estudiantiles, invitados a nuestro país como representantes de los sectores mencionados. A juicio de todos, el problema más importante en aquel momento era la enorme deuda externa acumulada por los países de América Latina en 1985. Esa deuda ascendía a 350 mil millones de dólares. Entonces los dólares tenían un poder adquisitivo muy superior al dólar de hoy.
De los resultados de aquellas reuniones enviamos copia a todos los gobiernos del mundo, con algunas excepciones como es lógico, porque habrían parecido insultantes. En aquel período los petrodólares habían inundado el mercado y las grandes transnacionales bancarias prácticamente exigían a los países la aceptación de elevados préstamos. De más está decir que los responsables de la economía aceptaron tales compromisos sin consultar con nadie. Esa época coincidió con la presencia de los gobiernos más represivos y sangrientos que ha sufrido el continente, impuestos por el imperialismo. No pocas sumas se gastaron en armas, lujos y bienes de consumo. El endeudamiento posterior creció hasta 800 mil millones de dólares mientras se engendraban los catastróficos peligros actuales, que pesan sobre una población que en apenas dos décadas y media se ha duplicado y con ella el número de los condenados a vivir en extrema pobreza. En la región de América Latina la diferencia entre los sectores de la población más favorecida y los de menos ingresos es hoy la mayor del mundo.
Mucho antes que lo que ahora se debate, las luchas del Tercer Mundo se centraban en problemas igualmente angustiosos como el intercambio desigual. Año tras año se fue descubriendo que las exportaciones de los países industrializados, elaboradas generalmente con nuestras materias primas, se elevaban unilateralmente de precio mientras el de nuestras exportaciones básicas se mantenía inalterable. El café y el cacao – para citar dos ejemplos – alcanzaban aproximadamente 2 mil dólares por tonelada. Una taza de café, un batido de chocolate, se podían consumir en ciudades como Nueva York por unos centavos; hoy se cobra por ellos varios dólares, quizás 30 o 40 veces lo que costaba entonces. Un tractor, un camión, un equipo médico, requieren hoy para su adquisición varias veces el volumen de productos que se necesitaba entonces para importarlos; parecida suerte corrían el yute, el henequén y otras fibras producidas en el Tercer Mundo y sustituidas por las de carácter sintético. Mientras, los cueros curtidos, el caucho y las fibras naturales que se usaban en muchos tejidos eran sustituidos por material sintético de sofisticadas industrias petroquímicas. Los precios del azúcar rodaban por el suelo, aplastados por los grandes subsidios de los países industrializados a su agricultura.
Las antiguas colonias o neocolonias, a quienes se les prometió un porvenir maravilloso después de la Segunda Guerra Mundial, no despertaban todavía de las ilusiones de Bretton Woods. El sistema estaba diseñado de pies a cabeza para la explotación y el saqueo.
Al inicio de esta toma de conciencia no habían aparecido todavía otros factores sumamente adversos, como el insospechado derroche de energía en que caerían los países industrializados. Estos pagaban el petróleo a menos de dos dólares el barril. La fuente de combustible, con excepción de Estados Unidos donde era muy abundante, estaba fundamentalmente en países del Tercer Mundo, principalmente en el Oriente Medio, además de México, Venezuela y ulteriormente en África. Pero no todos los países calificados en virtud de otra mentira piadosa como “países en desarrollo” eran petroleros, 82 de ellos son los más pobres y como norma necesitan importar petróleo. Les espera por tanto una situación terrible si los alimentos se transforman en biocombustibles, o agrocombustibles como prefieren llamarlos los movimientos campesinos e indígenas de nuestra región.
La idea del calentamiento global como terrible espada de Damocles que pende sobre la vida de la especie, hace apenas 30 años ni siquiera era conocida por la inmensa mayoría de los habitantes del planeta; aún hoy existe gran ignorancia y confusión sobre estos temas. Si se escucha a los voceros de las transnacionales y su aparato de divulgación, vivimos en el mejor de los mundos: una economía regida por el mercado, más capital transnacional, más tecnología sofisticada, igual a crecimiento constante de la productividad, del PIB, del nivel de vida y todos los sueños del mundo para la especie humana; el Estado no debe interponerse en nada, no debiera incluso existir, excepto como instrumento del gran capital financiero.
Pero las realidades son tercas. Uno de los países más industrializados del mundo, Alemania, pierde el sueño ante el hecho de que un 10 por ciento de la población está desempleada. Los trabajos más duros y menos atractivos son desempeñados por los inmigrantes que, desesperados en su creciente pobreza, penetran en la Europa industrializada por todos los agujeros posibles. Nadie saca al parecer la cuenta del número de habitantes del planeta, que crece precisamente en los países no desarrollados.
Más de 700 representantes de organizaciones sociales se acaban de reunir en La Habana para discutir sobre varios de los temas que en esta reflexión se abordan. Muchos de ellos expusieron sus puntos de vista y dejaron entre nosotros imborrables impresiones. Hay material abundante sobre el cual reflexionar, además de los nuevos sucesos que ocurren cada día.
Ahora mismo, como consecuencia de la puesta en libertad de un monstruo del terror, dos personas jóvenes que cumplían un deber legal en el Servicio Militar Activo, aspirando a disfrutar del consumismo en Estados Unidos, asaltaron un ómnibus, forzaron con su impacto una de las puertas de entrada de la terminal de vuelos nacionales del aeropuerto, llegaron hasta un avión civil y penetraron en él con los rehenes, exigiendo el traslado al territorio norteamericano. Días antes habían asesinado a un soldado que estaba de posta, para robar dos fusiles automáticos, y en el propio avión privaron de la vida con cuatro disparos a un valiente oficial que, desarmado y capturado como rehén en el ómnibus, intentó evitar el secuestro de la nave aérea. La impunidad y los beneficios materiales con que se premia desde hace casi medio siglo toda acción violenta contra Cuba, estimula tales hechos. Hacía muchos meses no ocurría nada parecido. Bastó la insólita liberación del conocido terrorista, y de nuevo la muerte visitó nuestros hogares. Los autores no han sido juzgados todavía, porque en el transcurso de los hechos ambos resultaron heridos, uno de ellos por los disparos que hizo el otro dentro del avión, mientras luchaban contra el heroico oficial de las fuerzas armadas. Ahora muchas personas en el exterior esperan la reacción de los Tribunales y el Consejo de Estado ante un pueblo profundamente indignado con los acontecimientos. Hace falta una gran dosis de serenidad y sangre fría para enfrentar tales problemas.
El apocalíptico jefe del imperio declaró hace más de cinco años que las fuerzas de Estados Unidos debían estar listas para atacar preventiva y sorpresivamente 60 o más países del mundo. Nada menos que un tercio de la comunidad internacional. No le bastan, al parecer, la muerte, las torturas y el destierro de millones de personas para apoderarse de los recursos naturales y los frutos del sudor de otros pueblos.
Mientras tanto el impresionante encuentro internacional que acaba de tener lugar en La Habana reafirmó en mí una convicción personal: toda idea siniestra debe ser sometida a críticas demoledoras sin concesión alguna.
Nada me anima contra Brasil. Para no pocos brasileños, sobre los que no cesan de martillar argumentos en un sentido u otro, capaces de confundir a personas tradicionalmente amigas de Cuba, pareceríamos aguafiestas a los que no les importa perjudicar el ingreso neto de moneda exterior de ese país. Guardar silencio sería para mí optar entre la idea de una tragedia mundial y un supuesto beneficio para el pueblo de esa gran nación.
No voy a culpar a Lula y a los brasileños de las leyes objetivas que han regido la historia de nuestra especie. Apenas han transcurrido siete mil años desde que el ser humano dejó huellas palpables de lo que llegó a ser una civilización inmensamente rica en cultura y conocimientos técnicos. Sus avances no se lograron al mismo tiempo ni en el mismo lugar de la geografía. Puede afirmarse, que debido a la inmensidad aparente de nuestro planeta, en muchos casos se desconocía la existencia de una u otra civilización. Jamás durante miles de años el ser humano vivió en ciudades de veinte millones de habitantes como Sao Paulo o Ciudad México, o en comunidades urbanas como París, Madrid, Berlín y otras que ven transitar trenes sobre rieles y colchones de aire, a velocidades de más de 400 kilómetros por hora.
En la época de Cristóbal Colón, hace apenas 500 años, algunas de esas ciudades no existían o no sobrepasaba su población la cifra de varias decenas de miles de habitantes. Ninguna gastaba un kiloWatt para iluminar sus hogares. Posiblemente la población del mundo no rebasaba entonces los 500 millones de habitantes. Se conoce que en 1830 alcanzó los primeros 1 000 millones, ciento treinta años después se multiplicó por tres, y cuarenta y seis años más tarde la suma de los habitantes del planeta se elevó a 6 500 millones, en su inmensa mayoría pobres, que deben compartir los productos alimenticios con los animales domésticos y de ahora en adelante con los biocombustibles.
La humanidad no contaba entonces con los avances de la computación y los medios de comunicación alcanzados en la actualidad, aunque sí habían estallado ya las primeras bombas atómicas sobre dos grandes comunidades humanas, en lo que constituyó un brutal acto de terrorismo contra población civil indefensa, por razones estrictamente políticas.
Hoy el mundo cuenta con decenas de miles de bombas nucleares cincuenta veces más poderosas, con portadores varias veces más veloces que el sonido y de una precisión absoluta, con las cuales nuestra sofisticada especie puede autodestruirse. A finales de la Segunda Guerra Mundial, que libraron los pueblos contra el fascismo, surgió un nuevo poder que se adueñó del mundo e impuso el actual orden absolutista y cruel.
Antes de viajar Bush a Brasil, el jefe del imperio estableció que el maíz y otros alimentos serían la materia prima adecuada para producir biocombustible. Lula por su parte declaró que, a partir de la caña de azúcar, Brasil podía suministrar el que fuese necesario; veía en esta fórmula un porvenir para el Tercer Mundo, y el único problema pendiente de solución sería mejorar las condiciones de vida de los trabajadores cañeros. Bien consciente estaba, y así lo declaró, que Estados Unidos por su parte debía suspender las barreras arancelarias y los subsidios que afectan la exportación del etanol a Estados Unidos.
Bush respondió que las tarifas y los subsidios a los agricultores eran intocables en un país como Estados Unidos, primer productor mundial de etanol a base de maíz.
Las grandes transnacionales norteamericanas productoras de ese biocombustible, que invierten aceleradamente decenas de miles de millones de dólares, le habían exigido al jefe del imperio la distribución en el mercado norteamericano de no menos de treinta y cinco mil millones (35 000 000 000) de galones de ese combustible cada año. Entre tarifas protectoras y subsidios reales la cifra por año ascenderá a casi cien mil millones de dólares.
Insaciable en su demanda, el imperio había lanzado al mundo la consigna de producir biocombustibles para liberar a Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de energía, de cualquier dependencia exterior en materia de hidrocarburos.
La historia demuestra que el monocultivo cañero estuvo asociado estrechamente a la esclavitud de los africanos, arrancados por la fuerza de sus comunidades naturales y trasladados a Cuba, Haití y otras islas del Caribe. En Brasil ocurrió exactamente igual con el cultivo de la caña.
Hoy en ese país, casi el 80% de la caña se corta manualmente. Fuentes y estudios aportados por investigadores brasileños afirman que un cortador de caña, trabajador a destajo, debe producir no menos de doce toneladas para satisfacer necesidades elementales. Ese trabajador necesita efectuar 36 630 flexiones de piernas, recorrer pequeños trayectos 800 veces cargando 15 kilos de caña en los brazos y caminar en su faena 8 800 metros. Pierde un promedio de 8 litros de agua cada día. Solo en caña quemada se puede alcanzar esa productividad por hombre. La caña de corte manual o mecanizado se suele quemar para proteger al personal de mordidas o picadas dañinas y sobre todo para elevar la productividad. Aunque exista una norma establecida de 8 de la mañana a 5 de la tarde para realizar su tarea, ese corte a destajo no escapa de las 12 horas de trabajo. La temperatura en ocasiones alcanza los 45 grados centígrados al mediodía.
Yo personalmente he cortado caña no pocas veces por deber moral, igual que otros muchos compañeros dirigentes del país. Recuerdo el mes de agosto de 1969. Escogí un lugar próximo a la Capital. Me movía bien temprano cada mañana hacia allí. La caña no quemada era verde, de variedad temprana y alto rendimiento agrícola e industrial. No cesaba de cortar un minuto durante cuatro horas consecutivas. Alguien se encargaba de afilar el machete. Ni una vez dejé de producir un mínimo de 3,4 toneladas diarias. Luego me bañaba, almorzaba sosegadamente y descansaba en un lugar muy próximo. Gané varios bonos por la famosa zafra del 70. Tenía entonces 43 años recién cumplidos. El resto del tiempo, hasta la hora de dormir, lo dedicaba a mis deberes revolucionarios. Detuve aquel esfuerzo personal cuando me ocasioné una herida en el pie izquierdo. El afilado machete había penetrado en la bota protectora. La meta nacional era de 10 millones de toneladas de azúcar y 4 millones de toneladas de melaza aproximadamente, como subproducto. Nunca se alcanzó, aunque nos acercamos a ella.
La URSS no había desaparecido, parecía algo imposible. El período especial, que nos llevó a una lucha por la supervivencia y a las desigualdades económicas con sus elementos de corrupción inherentes, no había surgido. El imperialismo creyó que había llegado la hora de rematar a la Revolución. También es honesto reconocer que en los años de bonanza aprendimos a derrochar y no fue poco el grado de idealismo y de sueños que acompañaron a nuestro heroico proceso.
Los grandes rendimientos agrícolas de Estados Unidos se lograron mediante la rotación de las gramíneas (maíz, trigo, avena, mijo y otros granos similares) con las leguminosas (soja, alfalfa, frijoles, etcétera). Estas incorporan nitrógeno y materia orgánica a los suelos. El rendimiento del maíz en Estados Unidos en el año 2005, según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), alcanzó 9.3 toneladas por hectárea.
En Brasil solo se logran 3 toneladas de ese grano en la misma área de tierra. La producción total contabilizada de ese hermano país fue ese año treinta y cuatro millones seiscientas mil toneladas, consumido internamente como alimento. No puede aportar maíz al mercado mundial.
Los precios de ese grano, alimento principal de numerosos países del área, casi se han duplicado. ¿Qué ocurrirá cuando cientos de millones de toneladas de maíz se dediquen a la producción de biocombustible? Y no voy a mencionar las cantidades de trigo, mijo, avena, cebada, sorgo y otros cereales que los países industrializados utilizarán como fuente de combustible para sus motores.
A esto se añade que es muy difícil para Brasil llevar a cabo la rotación del maíz con leguminosas. De los estados brasileños que tradicionalmente lo producen, ocho de ellos son responsables del noventa por ciento de la producción: Paraná, Minas Gerais, Sao Paulo, Goiás, Mato Grosso, Río Grande do Sul, Santa Catarina y Mato Grosso do Sul. Por otro lado, el 60% de la producción de caña de azúcar, una gramínea que no puede rotarse con otros cultivos, se lleva a cabo en el estado de Sao Paulo y se produce además en los estados de Paraná, Pernambuco y Alagoas.
Los motores de tractores, máquinas cosechadoras y los medios pesados de transporte para mecanizar la cosecha, gastarían hidrocarburos en cantidades crecientes. El incremento de la mecanización nada ayudaría a evitar el calentamiento del planeta, algo que está probado por los especialistas que miden la temperatura anual desde hace más de 150 años.
Brasil sí produce un excelente alimento especialmente rico en proteína, la soja: cincuenta millones ciento quince mil (50 115 000) toneladas. Consume casi 23 millones de toneladas y exporta veintisiete millones trescientos mil (27 300 000). ¿Es que acaso una parte importante de esa soja se va a convertir en biocombustible?
En lo inmediato los productores de carne bovina comienzan a quejarse de que los terrenos sembrados de pastos se están transformando en cañaverales.
El antiguo Ministro de Agricultura de Brasil, Roberto Rodrigues, importante defensor de la actual línea gubernamental y hoy co-presidente del Consejo Interamericano de Etanol, creado en el 2006 a partir de un acuerdo con el Estado de Florida y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para promover el uso de biocombustible en el continente americano, declaró que el programa de mecanización de la cosecha cañera no genera más empleo, sino que por el contrario se produciría un excedente de personal no calificado.
Se conoce que los trabajadores más pobres procedentes de diversos estados son los que acuden al corte de la caña por imperiosa necesidad. En ocasiones, son personas que tienen que separarse muchos meses de sus familiares. Es lo que ocurría en Cuba hasta el triunfo de la Revolución, cuando el corte y alza de la caña era a mano y apenas existía el cultivo y transporte mecanizado. Al desaparecer el brutal sistema impuesto a nuestra sociedad, los cortadores, alfabetizados masivamente, abandonaron su peregrinar en muy pocos años y fue necesario sustituirlos con cientos de miles de trabajadores voluntarios.
A esto se añade el último informe de Naciones Unidas sobre el cambio climático, al afirmar lo que ocurrirá en Suramérica con el agua de los glaciares y la cuenca acuífera del Amazonas a medida que la temperatura de la atmósfera siga aumentando.
Nada impide que el capital norteamericano y europeo financie la producción de biocombustibles. Podrían incluso regalarles los fondos a Brasil y América Latina. Estados Unidos, Europa y demás países industrializados se ahorrarían más de ciento cuarenta mil millones de dólares cada año, sin preocuparse de las consecuencias climáticas y de hambre, que afectarían en primer lugar a los países del Tercer Mundo. Siempre les quedaría dinero para el biocombustible y adquirir a cualquier precio los pocos alimentos disponibles en el mercado mundial.
Lo que se impone de inmediato es una revolución energética que consiste no solo en la sustitución de todas las luminarias incandescentes, sino también en el reciclaje masivo de todos los equipos domésticos, comerciales, industriales, transporte y de uso social, que con las tecnologías anteriores requieren dos y tres veces más energía.
Duele pensar que se consumen anualmente 10 mil millones de toneladas de combustibles fósiles, lo cual significa que cada año se derrocha lo que la naturaleza tardó un millón de años en crear. Las industrias nacionales tienen por delante enormes tareas que realizar y con ello incrementar el empleo. Así podría ganarse un poco de tiempo.
Otro riesgo de carácter diferente que el mundo corre es el de una recesión económica en Estados Unidos. En los últimos días los dólares han roto récord de pérdida de valor. Con esa moneda de papel y los bonos norteamericanos están constituidas la mayor parte de las reservas en divisas convertibles de todos los países.
Mañana Primero de Mayo es un buen día para hacer llegar estas reflexiones a los trabajadores y a todos los pobres del mundo, junto a la protesta contra algo también increíble y humillante que ha ocurrido: la liberación de un monstruo del terrorismo, precisamente al cumplirse el 46 Aniversario de la Victoria Revolucionaria de Playa Girón.
¡Prisión para el verdugo! ¡Libertad para los Cinco Héroes!
La reunión de Camp David acaba de concluir. Todos escuchamos con interés la conferencia de prensa de los Presidentes de los Estados Unidos y Brasil, así como las noticias en torno a la reunión y las opiniones vertidas.
Enfrentado Bush a las demandas de su visitante brasileño sobre tarifas arancelarias y subsidios, que protegen y apoyan la producción norteamericana de etanol, no hizo en Camp David la más mínima concesión.
El presidente Lula atribuyó a esto el encarecimiento del maíz, que de acuerdo con sus palabras se había elevado en más de un 85 por ciento.
Ya antes, el periódico The Washington Post publicó el artículo de la máxima autoridad de Brasil, donde expuso la idea de convertir los alimentos en combustible.
No es mi intención lastimar a Brasil, ni mezclarme en asuntos relacionados con la política interna de ese gran país. Fue precisamente en Río de Janeiro, sede de la Reunión Internacional sobre el Medio Ambiente, hace exactamente 15 años, donde denuncié con vehemencia, en un discurso de 7 minutos los peligros medioambientales que amenazaban la existencia de nuestra especie. En aquella reunión estaba presente Bush padre como presidente de Estados Unidos, que en gesto de cortesía aplaudió aquellas palabras, igual que todos los demás presidentes.
Nadie en Camp David ha respondido a la cuestión fundamental. ¿Dónde y quiénes van a suministrar los más de 500 millones de toneladas de maíz y otros cereales que Estados Unidos, Europa y los países ricos necesitan para producir la cantidad de galones de etanol que las grandes empresas norteamericanas y de otros países exigen como contrapartida de sus cuantiosas inversiones? ¿Dónde y quiénes van a producir la soya, las semillas de girasol y colza, cuyos aceites esenciales esos mismos países ricos van a convertir en combustible?
Un número de países producen y exportan sus excedentes de alimentos. El balance entre exportadores y consumidores era ya tenso, disparando los precios de los mismos. En aras de la brevedad, no me queda otra alternativa que limitarme a señalar lo siguiente:
Los cinco principales productores de maíz, cebada, sorgo, centeno, mijo y avena que Bush quiere convertir en materia prima para producir etanol, suministran al mercado mundial, según datos recientes, 679 millones de toneladas. A su vez, los cinco principales consumidores, algunos de los cuales son también productores de estos granos, necesitan actualmente 604 millones de toneladas anuales. El excedente disponible se reduce a menos de 80 millones de toneladas.
Este colosal derroche de cereales para producir combustible, sin incluir las semillas oleaginosas, sólo serviría para ahorrarles a los países ricos menos del 15 por ciento del consumo anual de sus voraces automóviles.
Bush en Camp David ha declarado su intención de aplicar esta fórmula a nivel mundial, lo cual no significa otra cosa que la internacionalización del genocidio.
El Presidente de Brasil, en su mensaje publicado por The Washington Post, víspera del encuentro en Camp David, afirmó que menos del uno por ciento de la tierra cultivable brasileña se dedica a la caña para producir etanol. Esa superficie es casi el triple que la que se empleaba en Cuba cuando se producían casi 10 millones de toneladas de azúcar, antes de la crisis de la URSS y del cambio climático.
Nuestro país lleva más tiempo produciendo y exportando azúcar, primero a base del trabajo de los esclavos, que llegaron a sumar más de 300 mil en los primeros años del siglo XIX y convirtieron la colonia española en el primer exportador del mundo. Casi cien años después, a principios del siglo XX, en la república mediatizada, cuya independencia plena frustró la intervención norteamericana, sólo inmigrantes antillanos y cubanos analfabetos cargaban el peso del cultivo y el corte de la caña. La tragedia de nuestro pueblo era el llamado tiempo muerto, por el carácter cíclico de este cultivo. Las tierras cañeras eran propiedad de empresas norteamericanas o de grandes terratenientes de origen cubano. Hemos acumulado, por tanto, más experiencia que nadie sobre el efecto social de ese cultivo.
El pasado domingo primero de abril, la CNN informaba la opinión de especialistas brasileños, quienes afirman que muchas de las tierras dedicadas al cultivo de la caña han sido adquiridas por norteamericanos y europeos ricos.
En mis reflexiones publicadas el 29 de marzo expliqué los efectos del cambio climático en Cuba, a lo que se añaden otras características tradicionales de nuestro clima.
En nuestra isla, pobre y lejos del consumismo, no habría siquiera personal suficiente para soportar los duros rigores del cultivo y la atención a los cañaverales en medio del calor, las lluvias, o las sequías crecientes. Cuando azotan los ciclones, ni siquiera las máquinas más perfectas pueden cosechar las cañas acostadas y retorcidas. Durante siglos no se acostumbraba a quemarlas, ni el suelo se compactaba bajo el peso de complejas máquinas y enormes camiones; los fertilizantes nitrogenados, potásicos y fosfóricos, hoy costosísimos, ni siquiera existían, y los meses secos y húmedos se alternaban regularmente. En la agricultura moderna no hay rendimientos elevados posibles sin rotación de cultivos.
La Agencia Francesa de Prensa transmitió el domingo primero de abril informaciones preocupantes sobre el cambio climático, que expertos reunidos por Naciones Unidas consideran algo ya inevitable y de graves consecuencias en las próximas décadas.
“El cambio climático afectará al continente americano de forma importante, al generar más tormentas violentas y olas de calor, que en Latinoamérica provocarán sequías, con extinción de especies e incluso hambre, según el informe de la ONU que debe aprobarse la próxima semana en Bruselas.
“Al final del actual siglo, cada hemisferio sufrirá problemas de agua y, si los gobiernos no toman medidas, el aumento de temperaturas podría incrementar los riesgos de ‘mortalidad, contaminación, catástrofes naturales y enfermedades infecciosas’, advierte el Grupo Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC).
“En Latinoamérica, el calentamiento ya está derritiendo los glaciares de los Andes y amenaza al bosque del Amazonas, cuyo perímetro se puede ir convirtiendo en una sabana”, continúa afirmando el cable.
“A causa de la gran cantidad de población que vive cerca de las costas, Estados Unidos también se expone a fenómenos naturales extremos, como demostró el huracán Katrina el año 2005.”
“Este es el segundo informe del IPCC de una serie de tres, que se abrió el pasado febrero con una primera diagnosis científica donde se establecía la certeza del cambio climático.”
“En esta segunda entrega de 1.400 páginas, en la que se analiza el cambio por sectores y regiones y del que la AFP ha obtenido una copia, se considera que, aunque se tomen medidas radicales para reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, el aumento de temperaturas en todo el planeta en las próximas décadas ya es seguro”, concluye la información de la agencia francesa de noticias.
Como era de esperar, Dan Fisk, asesor de Seguridad Nacional para la región, declaró el propio día de la reunión de Camp David que “en la discusión de asuntos regionales, el tema de Cuba sería uno de ellos y no precisamente para abordar el tema del etanol ?sobre el cual el Presidente convaleciente Fidel Castro escribió un artículo el jueves? sino sobre el hambre que ha creado en el pueblo cubano”.
Por la necesidad de dar respuesta a este caballero, me veo en el deber de recordarle que el índice de mortalidad infantil en Cuba es menor que el de Estados Unidos. Puede asegurarse que no existe ciudadano alguno sin asistencia médica gratuita. Todo el mundo estudia y nadie carece de oferta de trabajo útil, a pesar de casi medio siglo de bloqueo económico y el intento de los gobiernos de los Estados Unidos de rendir por hambre y asfixia económica al pueblo cubano.
China jamás emplearía una sola tonelada de cereales o de leguminosas para producir etanol. Se trata de una nación de economía próspera que bate récords de crecimiento, donde ningún ciudadano deja de recibir los ingresos necesarios para bienes esenciales de consumo, a pesar de que un 48 por ciento de su población, que supera los 1.300 millones de habitantes, trabaja en la agricultura. Por el contrario, se ha propuesto hacer considerables ahorros de energía eliminando miles de fábricas que consumen cifras inaceptables de electricidad e hidrocarburos. Muchos de los alimentos mencionados los importa desde cualquier rincón del mundo después de transportarlos miles de kilómetros.
Decenas y decenas de países no producen hidrocarburos y no pueden producir maíz y otros granos, ni semillas oleaginosas, porque el agua no les alcanza ni para cubrir sus necesidades más elementales.
En una reunión convocada en Buenos Aires por la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores sobre la producción de etanol, el holandés Loek Boonekamp, director de Mercados y Comercio Agrícola de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), declaró a la prensa que:
“Los gobiernos se entusiasmaron mucho; deberían tener una mirada fría acerca de si debe haber apoyo tan robusto al etanol.
“La producción de etanol sólo es viable en Estados Unidos; en ningún otro país, salvo que se apliquen subsidios.
“Esto no es maná del cielo y no nos tenemos que comprometer ciegamente”, prosigue el cable.
“Hoy los países desarrollados impulsan que los combustibles fósiles sean mezclados con biocombustibles en cerca del 5 por ciento y eso ya presiona los precios agrícolas. Si ese corte se elevara a 10 por ciento, se necesitaría 30 por ciento de la superficie sembrada en Estados Unidos y 50 por ciento de la de Europa. Por eso pregunto si esto es sustentable. El aumento de la demanda de cultivos para etanol producirá precios más altos e inestables.”
Las medidas proteccionistas se elevan hoy a 54 centavos por galón y los subsidios reales alcanzan cifras mucho más altas.
Aplicando la sencilla aritmética que aprendimos en el preuniversitario, se comprobaría que el simple cambio de los bombillos incandescentes por fluorescentes, como expresé en mi reflexión anterior, aportaría un ahorro de inversión y de recursos energéticos equivalente a millones de millones de dólares, sin utilizar una sola hectárea de tierra agrícola.
Mientras tanto, noticias públicas procedentes de Washington afirman textualmente a través de la AP:
“La misteriosa desaparición de millones de abejas en todo Estados Unidos tiene a los apicultores al borde del ataque de nervios y preocupa incluso al Congreso, que debatirá este jueves la crítica situación de un insecto clave para el sector agrícola.
“Las primeras señales serias de este enigma surgieron poco después de las Navidades en el estado de la Florida, cuando los apicultores se encontraron con que las abejas se habían esfumado.
“Desde entonces, el síndrome que los expertos han bautizado como Problema del Colapso de las Colonias (CCD, por sus siglas en inglés), ha mermado en un 25 por ciento los enjambres del país.
“Hemos perdido más de medio millón de colonias, con una población de alrededor de 50 mil abejas cada una, dijo Daniel Weaver, presidente de la Federación Estadounidense de Apicultores, quien apuntó que el mal afecta a unos 30 de los 50 estados del país. Lo curioso del fenómeno es que en muchos casos no se encuentran restos mortales.
“Los laboriosos insectos polinizan cultivos valorados entre 12 mil y 14 mil millones de dólares, según un estudio de la Universidad de Cornell.
“Los científicos barajan todo tipo de hipótesis, entre ellas la de que algún pesticida haya provocado daños neurológicos a las abejas y alterado su sentido de la orientación. Otros culpan a la sequía, e incluso a las ondas de los teléfonos móviles, pero lo cierto es que nadie sabe a ciencia cierta cuál es el verdadero desencadenante.”
Lo peor puede estar por venir: una nueva guerra para asegurar los suministros de gas y petróleo, que coloque la especie humana al borde del holocausto total.
Hay órganos de prensa rusos que, invocando fuentes de inteligencia, han informado que la guerra contra Irán viene siendo preparada en todos sus detalles desde hace más de tres años, el día en que el gobierno de Estados Unidos decidió ocupar totalmente Iraq, desatando una interminable y odiosa guerra civil.
Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos destina cientos de miles de millones al desarrollo de armas de tecnología altamente sofisticada, como las que utilizan sistemas microelectrónicos, o nuevas armas nucleares que podrían estar sobre los objetivos una hora después de recibir la orden.
Estados Unidos ignora olímpicamente que la opinión mundial está contra todo tipo de armas nucleares.
Demoler hasta la última fábrica iraní es una tarea técnica relativamente fácil para un poder como el de Estados Unidos. Lo difícil puede venir después, si una nueva guerra se desata contra otra creencia musulmana que merece todo nuestro respeto, al igual que las demás religiones de los pueblos del Cercano, Mediano o Lejano Oriente, anteriores o posteriores al cristianismo.
El arresto de los soldados ingleses en aguas jurisdiccionales de Irán parece una provocación exactamente igual a la de los llamados “Hermanos al Rescate”, cuando violando las órdenes del presidente Clinton avanzaban sobre las aguas de nuestra jurisdicción y la acción defensiva de Cuba, absolutamente legítima, sirvió de pretexto al gobierno de Estados Unidos para promulgar la famosa Ley Helms-Burton, que viola la soberanía de otros países. Poderosos medios masivos de publicidad han sepultado en el olvido aquel episodio. No son pocos los que atribuyen el precio del petróleo de casi 70 dólares por barril, alcanzado el lunes, a los temores de un ataque a Irán.
¿De dónde sacarán los países pobres del Tercer Mundo los recursos mínimos para sobrevivir?
No exagero ni uso palabras desmesuradas, me atengo a los hechos.
Como puede observarse, son muchas las caras oscuras del poliedro.
No se trata de una cifra exagerada; es más bien cautelosa. En eso he meditado bastante después de la reunión del presidente Bush con los fabricantes norteamericanos de automóviles.
La idea siniestra de convertir los alimentos en combustible quedó definitivamente establecida como línea económica de la política exterior de Estados Unidos el pasado lunes 26 de marzo.
Un cable de la AP, agencia de información norteamericana que llega a todos los rincones del mundo, dice textualmente:
“WASHINGTON, 26 de marzo (AP). El presidente George W. Bush elogió el lunes los beneficios de los automóviles que funcionan con etanol y biodiesel, durante una reunión con fabricantes de vehículos, en la que buscó dar impulso a sus planes de combustibles alternativos.”
“Bush dijo que un compromiso de los líderes de la industria automotriz nacional para duplicar su producción de vehículos a combustible alternativo ayudaría a que los automovilistas abandonen los motores que funcionan con gasolina y reduzcan la dependencia del país respecto del petróleo de importación.”
“Este es un gran avance tecnológico para el país, dijo Bush tras inspeccionar tres vehículos a combustible alternativo. Si la nación quiere reducir el consumo de gasolina, el consumidor debe estar en posibilidad de tomar una decisión racional.”
“El Presidente instó al Congreso a avanzar rápido en una legislación que el gobierno propuso recientemente para ordenar el uso de 132.000 millones de litros (35.000 millones de galones) de combustibles alternativos para el 2017 y para imponer estándares más exigentes de ahorro de combustible en los automóviles.”
“Bush se reunió con el presidente de consejo y director general de General Motors Corp, Rich Wagoner; el director general de Ford Motor Co., Alan Mulally y el director general del grupo Chrysler de Daimler Chrysler AG, Tom LaSorda.”
“Los participantes en el encuentro discutieron medidas para apoyar la producción de vehículos a combustible alternativo, intentos para desarrollar el etanol a partir de fuentes como el césped o el serrín, y una propuesta para reducir en un 20% el consumo de gasolina en 10 años.”
“Las discusiones se realizaron en un momento en que han subido los precios de la gasolina. El estudio más reciente de la organización Lundberg Survey señaló que el precio promedio nacional de la gasolina ha subido 6 centavos por galón (3,78 litros) en las últimas dos semanas, a 2,61 dólares.”
Pienso que reducir y además reciclar todos los motores que consumen electricidad y combustible es una necesidad elemental y urgente de toda la humanidad. La tragedia no consiste en reducir esos gastos de energía, sino en la idea de convertir los alimentos en combustible.
Hoy se conoce con toda precisión que una tonelada de maíz sólo puede producir 413 litros de etanol como promedio, de acuerdo con densidades, lo que equivale a 109 galones.
El precio promedio del maíz en los puertos de Estados Unidos se eleva a 167 dólares la tonelada. Se requieren por tanto 320 millones de toneladas de maíz para producir 35.000 millones de galones de etanol.
Según datos de la FAO, la cosecha de maíz de Estados Unidos en el año 2005 se elevó a 280,2 millones de toneladas.
Aunque el Presidente hable de producir combustible a partir de césped o virutas de madera, cualquiera comprende que son frases carentes en absoluto de realismo. Entiéndase bien: ¡35.000 millones de galones significan un 35 seguido de nueve ceros!
Vendrán después bellos ejemplos de lo que en la productividad por hombre y por hectárea alcanzan los experimentados y bien organizados agricultores de Estados Unidos: el maíz convertido en etanol; los residuos de ese maíz convertidos en alimento animal con 26% de proteína; el excremento del ganado utilizado como materia prima para la producción de gas. Desde luego, esto es después de cuantiosas inversiones al alcance sólo de las empresas más poderosas, en las que todo se tiene que mover sobre la base de consumo de electricidad y combustible. Aplíquese esta receta a los países del Tercer Mundo y verán cuántas personas dejarán de consumir maíz entre las masas hambrientas de nuestro planeta. O algo peor: présteseles financiamiento a los países pobres para producir etanol del maíz o de cualquier otro tipo de alimento y no quedará un árbol para defender la humanidad del cambio climático.
Otros países del mundo rico tienen programado usar no sólo maíz, sino también trigo, semillas de girasol, de colza y otros alimentos para dedicarlos a la producción de combustible. Para los europeos, por ejemplo, sería negocio importar toda la soya del mundo a fin de reducir el gasto en combustible de sus automóviles y alimentar a sus animales con los residuos de esa leguminosa, especialmente rica en todos los tipos de aminoácidos esenciales.
En Cuba, los alcoholes se producían como subproducto de la industria azucarera, después de hacerle tres extracciones de azúcar al jugo de caña. El cambio de clima está afectando ya nuestra producción azucarera. Grandes sequías se vienen alternando con lluvias récord, que apenas permiten producir azúcar durante cien días con rendimientos adecuados en los meses de nuestro muy moderado invierno, de modo que falta azúcar por tonelada de caña o falta caña por hectárea debido a las prolongadas sequías en los meses de siembra y cultivo.
En Venezuela, tengo entendido que usarían el alcohol no para exportar, sino para mejorar la calidad medioambiental de su propio combustible. Por ello, independientemente de la excelente tecnología brasileña para producir alcohol, en Cuba el empleo de tal tecnología para la producción directa de alcohol a partir del jugo de caña no constituye más que un sueño o un desvarío de los que se ilusionan con esa idea. En nuestro país, las tierras dedicadas a la producción directa de alcohol pueden ser mucho más útiles en la producción de alimentos para el pueblo y en la protección del medio ambiente.
Todos los países del mundo, ricos y pobres, sin excepción alguna, podrían ahorrarse millones de millones de dólares en inversión y combustible simplemente cambiando todos los bombillos incandescentes por bombillos fluorescentes, algo que Cuba ha llevado a cabo en todos los hogares del país. Eso significaría un respiro para resistir el cambio climático sin matar de hambre a las masas pobres del mundo.
Como puede observarse, no uso adjetivos para calificar al sistema y a los dueños del mundo. Esa tarea la saben hacer excelentemente bien los expertos en información y los hombres de ciencias socioeconómicas y políticas honestos que en el mundo abundan y que constantemente hurgan en el presente y el porvenir de nuestra especie. Basta una computadora y el creciente número de redes de Internet.
Hoy conocemos por primera vez una economía realmente globalizada y una potencia dominante en el terreno económico, político y militar, que en nada se parece a la Roma de los emperadores.
Algunos se preguntarán por qué hablo de hambre y sed. Respondo: no se trata de la otra cara de una moneda, sino de varias caras de otra pieza, como pueden ser un dado con seis caras, o un poliedro con muchas más caras.
Acudo en este caso a una agencia oficial de noticias, fundada en 1945 y generalmente bien informada sobre los problemas económicos y sociales del mundo: la TELAM. Textualmente, dijo:
“Cerca de 2 mil millones de personas habitarán dentro de apenas 18 años en países y regiones donde el agua sea un recuerdo lejano. Dos tercios de la población mundial podrían vivir en lugares donde esa escasez produzca tensiones sociales y económicas de tal magnitud que podrían llevar a los pueblos a guerras por el preciado ‘oro azul’.
“Durante los últimos 100 años, el uso del agua ha aumentado a un ritmo más de dos veces superior a la tasa de crecimiento de la población.
“Según las estadísticas del Consejo Mundial del Agua (WWC, por sus siglas en inglés), se estima que para el 2015 el número de habitantes afectados por esta grave situación se eleve a 3.500 millones de personas.
“La Organización de Naciones Unidas celebró el 23 de marzo el Día Mundial del Agua, llamando a enfrentar desde ese mismo día la escasez mundial del agua bajo la coordinación de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el objetivo de destacar la creciente importancia de la falta de agua a nivel mundial y la necesidad de una mayor integración y cooperación que permitan garantizar una gestión sostenida y eficiente de los recursos hídricos.
“Muchas regiones del planeta sufren una escasez severa de agua, viviendo con menos de 500 metros cúbicos por persona por año. Cada vez son más las regiones que padecen la falta crónica del vital elemento.
“Principales consecuencias de la escasez de agua son la insuficiente cantidad de ese precioso líquido para la producción de alimentos, la imposibilidad de desarrollo industrial, urbano y turístico y problemas de salud.”
Hasta aquí el cable de TELAM.
Dejo de mencionar en este caso otros importantes hechos, como los hielos que se derriten en Groenlandia y en la Antártica, los daños en la capa de ozono y la creciente cantidad de mercurio en muchas especies de peces de consumo habitual.
Hay otros temas que pueden abordarse, pero simplemente pretendo con estas líneas hacer un comentario sobre la reunión del presidente Bush con los ejecutivos principales de compañías automotrices norteamericanas.
Los servicios de inteligencia iraníes. Cárteles de la droga mexicanos. Un proyecto de atentado en el que se utilizarían explosivos C4. Objetivo: el embajador saudí en Washington. Posible número de víctimas: decenas de personas. Todo junto ya da para una secuela de ‘Syriana’. O una temporada entera de ’24′. Con razón dice el director del FBI que se parece a una trama de Hollywood, aunque también apunta que se trata de un peligro muy real.
Así es cómo describe la película trama el FBI:
La denuncia penal alega que, a partir de la primavera de 2011 y octubre de 2011, Arbabsiar y sus co-conspiradores en Irán, incluyendo a Shakuri de la Fuerza Al Quds, planearon el asesinato del embajador saudí en Estados Unidos. En cumplimiento de esta conspiración, Arbabsiar supuestamente se reunió en varias ocasiones en México con una fuente confidencial de la DEA (CS-1) que se presentó como miembro de un violento cartel de narcotráfico internacional. Según la denuncia, Arbabsiar estaba dispuestos a contratar al CS-1 y a sus cómplices para asesinar al embajador, y Shakuri y otros con co-conspiradores en Irán conocían y aprobaron el plan. Con la aprobación de Shakuri, Arbabsiar presuntamente trasladó 100.000 dólares a una cuenta bancaria en los Estados Unidos como pago inicial para CS-1 por la muerte del embajador, que iba a tener lugar en los Estados Unidos.
La Fuerza Al Quds, unidad de élite de los Guardianes de la Revolución, es lo más parecido a la CIA que tiene Irán y ha sido relacionada con multitud de acciones militares en el exterior. La eliminación de adversarios del régimen parece estar dentro de sus capacidades y de su historial. En palabras del ex agente de la CIA Bob Baer, casi puede matar a quien le plazca.
¿Y estos agentes secretos sin escrúpulos terminan contratando a un fracasado vendedor de coches de segunda mano para asesinar al embajador saudí en territorio norteamericano? ¿A una persona que viaja a México y recluta a un narco de Los Zetas que en realidad es confidente de la DEA? ¿Y que hace transferencias bancarias con cantidades fácilmente detectables por las autoridades?
La historia es tan absurda que no es extraño que algunos lo intenten explicar recurriendo a luchas internas dentro del sistema poder iraní, a una facción de la Fuerza Al Quds que pretende poner en evidencia a Ahmadineyad y otros complicados razonamientos. Julian Borger, corresponsal diplomático de The Guardian, no tiene empacho en dar salida a algunas de estas hipótesis, a pesar de que desafían lo que se sabe del funcionamiento interno del régimen iraní. Otros periódicos dan la versión oficial sin cuestionarla en absoluto.
Es el líder espiritual, el ayatolá Jamenei, el que controla a los Guardianes de la Revolución. Estos organismos militares y de espionaje están fuera del control de Ahmadineyad, y por tanto si cometen algún error dramático en el extranjero nadie puede en Teherán hacer responsable directo al presidente. Como ocurrió tras las elecciones presidenciales, los intereses de Jamenei y Ahmadineyad coinciden en muchas ocasiones, pero no siempre. Y eso no quiere decir que el presidente tenga poder suficiente como para poner en marcha una arriesgadísima y chapucera operación en el exterior contra el criterio de Jamenei.
No se puede decir, con independencia de que sea cierto o no, que un objetivo prioritario del régimen es la fabricación de armas nucleares, y luego creer que están dispuestos a eliminar al embajador saudí y crear una crisis internacional y quién sabe si una guerra, lo que pondría en peligro la consecución de ese objetivo.
Los hay que, al tener claro su destino final, ya saben cómo utilizar esta historia en su beneficio: lo suicida de esta operación revela que no se puede confiar en que el Gobierno iraní se comporte de la forma racional que se espera de los estados, la presunción del ‘actor racional’ que está en la base de la disuasión nuclear, como dice un periodista del conservador National Journal.
Eso ya empieza a estar más claro. La conspiración puede sonar ridícula pero sus consecuencias serían muy favorables para los que creen que la respuesta a la amenaza iraní no es la contención o las sanciones, sino medidas mucho más agresivas.
Qué raro que Tony Blair no haya aprovechado la situación para pedir la invasión de Irán.
En la tarde de este martes, durante dos horas, estuvieron con nosotros en la redacción de Cubadebate los compañeros Déborah Rivas, Directora General de Inversión Extranjera en el MINCEX y Armando Cuba, Director Jurídico de dicho organismo, quienes respondieron a los temas más repetidos entre los casi 200 comentarios recibidos en el Foro que convocamos sobre la Ley de Inversión Extranjera.
Para facilidad de nuestros lectores, les ofrecemos compiladas las respuestas de los compañeros del MINCEX, que contienen importantes elementos para concoer los alcances y principios de la nueva legislación.
Déborah Rivas, al centro, y Armando Cuba, a la izquierda, en el foro debate sobre la Ley de Inversión Extranjera. Foto: Ladyrene Pérez
SOBRE EL PAPEL DE LAS AGENCIAS EMPLEADORAS
El Estado se preocupa por preservar los derechos de los trabajadores, la aplicación de la legislación vigente en materia laboral y la selección del personal con el nivel de capacitación requerido para brindar sus servicios en el sector de la inversión extranjera, que como se ha identificado resulta de gran importancia para el desarrollo de nuestra economía. Las razones antes expuestas constituyen el sustento de la necesidad de mantener la entidad empleadora, la que se encargará del suministro de la fuerza de trabajo idónea a las modalidades de inversión extranjera y de la selección y la contratación del personal cubano o extranjero residente permanente en nuestro país.
Su objeto será prestar un servicio a los inversionistas extranjeros, por ello el personal que labore en las entidades empleadoras requerirá también de la debida preparación a los efectos del proceso de negociación de los pagos por la fuerza de trabajo.
Como parte del paquete normativo asociado a la Ley aprobada por el Parlamento el MTSS emitirá el Reglamento sobre el régimen laboral, que establece los procedimientos para la formalización de la relación de trabajo, la formación del salario que recibirá el trabajador, las funciones de la entidad empleadora y las relaciones entre ésta y las modalidades de inversión extranjera. Resulta novedoso la forma en que se fija el salario, que demuestra que la empleadora no tendrá fines recaudatorios sino de mero prestatario de un servicio, recibiendo como ingreso solamente los costos y gastos de su gestión.
El trabajador percibirá un salario en pesos cubanos adecuado a la complejidad y condiciones de trabajo, los pagos por rendimiento que se pacten. Se establecerá en el país un salario mínimo que es un concepto diferente a las escalas salariales que hoy se aplican y que no será el que se pague a estos trabajadores, sino uno que será siempre superior.
Se mantiene el fondo de estimulación económica actualmente reconocido.
Con relación a las entidades empleadoras se establece en el Reglamento a publicar por el MTSS que se negocie de forma directa entre la agencia empleadora y la modalidad de inversión extranjera la contratación de la fuerza de trabajo. Se evalúa racionalizar el número de entidades cubanas que actúan como empleadoras para hacer más eficiente este proceso, cuyos fines serán prestar un servicio de calidad a los inversionistas y que no que tengan un carácter recaudatorio. Se preparará y capacitará adecuadamente al personal que prestará sus servicios en esas entidades.
SOBRE LA SELECCIÓN DE PERSONAL POR LAS AGENCIAS EMPLEADORAS
Sobre cómo garantizar que exista un proceso de selección justo para entrar en las bolsas de empleo de las entidades empleadoras, primero requerirá de la preparación del personal que labore en estas entidades y luego exigir las condiciones de idoneidad que establece el MTSS para la contratación. Como cualquier otra entidad esta requerirá del control requerido para evitar cualquier acto de corrupción o favoritismo.
TRABAJADOR DEL SISTEMA EMPRESARIAL DEL MINCEX QUE DESEA TRABAJAR EN EMPRESA DE CAPITAL EXTRANJERO
No existe limitación alguna para que un funcionario del sistema empresarial del MINCEX que quiera pasar a una entidad de las empresas de capital extranjero pueda hacerlo, directamente no es posible, debe ser a través de la entidad empleadora. Todo ello implicará el cumplimiento de las formalidades que establece el contrato de trabajo que tienes suscrito actualmente.
PARTICIPACIÓN DE NACIONALES CUBANOS RESIDENTES EN EL PAÍS EN LA INVERSIÓN EXTRANJERA
La inversión extranjera responde precisamente a la necesidad de atraer capital del exterior. Ni las empresas estatales ni los cubanos que aquí residimos contamos con los recursos suficientes para lograr el crecimiento de la economía que se requiere para poder alcanzar el nivel de desarrollo que necesitamos y poder distribuir entre todos los beneficios y el bienestar deseados. Por ello, esta Ley se dirige a potenciales inversionistas extranjeros, para atraer al país financiamientos, tecnologías de avanzada, mercados para nuestros productos y generar nuevos ingresos, entre otros. Se han diseñado políticas sectoriales para generar desarrollo agrícola, en las industrias, biotecnología, turismo, entre otros que son de significativa importancia para el crecimiento económico.
Hemos comentado que la definición de inversionista nacional contempla a las personas jurídicas de nacionalidad cubana con domicilio en el territorio nacional. También las cooperativas, como forma de gestión no estatal que cuentan con personalidad jurídica, pueden ser inversionistas nacionales en un proyecto con capital extranjero. En la política aprobada para la inversión extranjera se fortalece, con la atracción de capital extranjero, el modelo económico socialista de nuestra economía, donde se ubican los medios fundamentales de producción que se encuentran en poder del Estado.
SOBRE LA POSIBILIDAD DE INVERTIR DE CUBANOS RESIDENTES EN EL EXTERIOR
La nueva Ley de Inversión Extranjera, como la vigente en la actualidad y las que existen en muchos países, se dirige a atraer capital extranjero; la nuestra no distingue la fuente de los capitales que se aporten para invertir en Cuba. Es objeto de la nueva norma dirigir esos capitales al desarrollo del país en un grupo de sectores priorizadas para garantizar el crecimiento de la economía y la distribución de esos beneficios para toda la sociedad, lo que constituye el principal objetivo de nuestro modelo económico socialista. La base fundamental para atraer a esos inversionistas son los diferentes proyectos que se identifiquen, por ejemplo en la agroindustria, la generación de energía, la transferencia de tecnología, entre otros, todo lo cual generaría las tasas de crecimiento y acumulación que necesita nuestro país para lograr el desarrollo próspero y sostenible que todos deseamos. Estas inversiones pueden ser realizadas por inversionistas extranjeros de conjunto con los inversionistas nacionales que, según define la Ley, son personas jurídicas cubanas con domicilio en Cuba.
La Ley no distingue el origen del capital extranjero a invertir. La Cartera de Oportunidades con Inversión Extranjera definirá los proyectos que se identifiquen con las prioridades y necesidades del país a promover con capital extranjero. En la selección del inversor prevalece la experiencia y prestigio de la entidad que representa en el negocio de que se trate, su posicionamiento a nivel internacional, requisitos generales para un inversionista extranjero que no guardan relación con su procedencia u origen. El Reglamento de la Ley detalla los documentos que tendrá que presentar el inversionista extranjero para acreditar aquellos aspectos que determinarán la aprobación de su solicitud.
Ni la Ley vigente ni la que se acaba de aprobar por el Parlamento limita la inversión de los cubanos que residen en el extranjero. En el caso de los que residen en EEUU la limitación no la establece Cuba, sino se las establecen a los allí residentes el férreo bloqueo impuesto por el Gobierno norteamericano.
INTERÉS DE TRABAJADOR DE ACOREC SOBRE REGLAMENTO QUE SE LES APLICA
A los trabajadores de las modalidades de inversión extranjera se le aplicará el Reglamento que a tales efectos se emitirá por el MTSS. Los trabajadores de ACOREC son empleados de esa Agencia que prestan servicios en entidades extranjeras que no califican como inversionistas extranjeros en Cuba. Esperamos haber dado respuesta a su inquietud.
INVERSIONES EN TELECOMUNICACIONES Y TRANSPORTE
Efectivamente, no están incluidas las comunicaciones en las políticas priorizadas para atraer la inversión extranjera en este momento; conoces que tenemos en el país empresas mixtas con capital extranjero que operan en este sector. Para el caso del transporte si existe una política aprobada, que debe generar proyectos para desarrollar ese sector con capital extranjero.
LA PROMOCIÓN DE LA LEY Y LAS OPORTUNIDADES DE NEGOCIO EN CUBA
Todas las ideas que coadyuven a la promoción de las oportunidades de negocios en Cuba bajo la nueva Ley de inversiones serán bienvenidas. La forma que adoptará la promoción la determinará la legislación de cada país. Agradecemos su participación.
CÓMO APLICARÁ LA NUEVA LEY A LAS INVERSIONES EXTRANJERAS YA PRESENTES EN EL PAÍS
La Ley establece que los beneficios otorgados por la Ley 77 e incluso el Decreto Ley 50 se mantendrán vigentes, salvo que las disposiciones contenidas en la Ley aprobada les resulten más favorables. El nuevo régimen tributario constituye un incentivo a aplicar también en la inversión extranjera establecida ya en el país.
TRÁMITES PARA LA INVERSIÓN Y SU APROBACIÓN
Sobre el tema de los trámites se publicará junto con la Ley su Reglamento, donde se explica de forma detallada el procedimiento para solicitar la aprobación del proyecto con inversión extranjera. En él se incluyen los documentos a ser aportados. El Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera es el organismo cubano encargado de recepcionar y tramitar con la instancia de Gobierno correspondiente, para su aprobación, la solicitud de establecimiento de negocios con inversión extranjera en el país.
El régimen de aprobación de la inversión extranjera se establece en la Ley y recae en los órganos siguientes: Consejo de Estado, de Ministros y los Ministros del MINCEX y del MINTUR.
NOVEDADES DE LA NUEVA LEGISLACIÓN RESPECTO A LA LEY 77
Algunas de las novedades de la Ley con respecto a la 77 son las siguientes: Se mantienen las tres modalidades de inversión extranjera establecidas en la Ley 77/95, pero se amplió el alcance del contrato de AEI (administración productiva y de servicios, administración hotelera y servicios profesionales). Se realizó una precisión a los sectores excluidos, para permitir la inversión extranjera en los sistemas empresariales de todas las instituciones armadas, así como de la salud y la educación. Se modifica el régimen de aprobación, se incorpora el Consejo de Estado: recursos naturales no renovables (excepto los a riesgo), gestión de servicios públicos y la realización de una obra pública o la explotación de un bien de dominio público. En materia de comercio exterior, se dispone otorgar preferencias a la compra de productos nacionales en condiciones de competitividad. Se introduce un capítulo que regula las acciones de control a las modalidades de inversión extranjera. Se amplía el capítulo referido a la protección del medio ambiente, incorporando los aspectos relativos a la tecnología e innovación. Sobre el régimen de solución de conflictos, se realizan precisiones referidas, en particular, a la intervención de los tribunales nacionales. Se prevé el tratamiento a la inversión extranjera en el momento de la unificación monetaria, entre otros.
RIESGOS Y OPORTUNIDADES
Los riesgos para el inversionista extranjero están fundamentalmente determinados por causas ajenas a nuestro país, el bloqueo de EEUU; a lo interno existe un clima favorable para el establecimiento del inversionista en Cuba, nuestra estabilidad política, preparación técnica de nuestro pueblo, las oportunidades de negocios que aporta nuestro mercado, las garantías reconocidas, entre otros.
SECTORES PARA INVERTIR Y CARTERA DE OPORTUNIDADES
Los sectores para la inversión extranjera fueron definidos en la política aprobada por nuestro Gobierno, la que será pública al momento en que se promulgue la Ley. Se han diseñado políticas sectoriales para generar desarrollo agrícola, en las industrias, biotecnología, turismo, entre otros que son de significativa importancia para el crecimiento económico.
La Cartera de Oportunidades con Inversión Extranjera será publicada anualmente y sus proyectos se actualizarán con igual periodicidad. El MINCEX informará anualmente al Consejo de Ministros de la marcha de la aplicación de las políticas aprobadas así como de la ejecución de los proyectos aprobados. Este procedimiento lo establece la propia Ley y su Reglamento. Tanto la Cámara de Comercio como el CEPEC son las entidades cubanas que se encargarán de promoverlos, así como directamente los inversionistas nacionales involucrados.
Se persigue con esta nueva Ley lograr un crecimiento de nuestra economía que repercuta en niveles de acumulación que aceleren el alcance de un desarrollo económico próspero y sostenible que permita distribuir esos recursos entre toda la población, objetivo esencial de nuestro modelo económico. De ahí que se prioricen negocios en los sectores como el agroindustrial, alimentario, la sustitución de importación de alimentos, etc., con un efecto directo en el beneficio de nuestro pueblo.
Lo más importante en estos momentos consideramos que es la amplia información que se está brindando por los diferentes medios a la población, lo que fue acordado en la Sesión Extraordinaria de la Asamblea Nacional en la que se aprobó la Ley.
POSIBILIDAD DE INVERSIÓN EN LA FÁBRICA DE LATAS DE CERVEZAS DE HOLGUÍN
Efectivamente, lo que se pretende con esta Ley es además propiciar encadenamientos productivos y la integración de la economía nacional, por lo que si en Holguín se encuentra la Cervecería Bucanero S.A. y a 1 km de se ubica la fábrica de latas de Holguín, seguramente el Ministerio de Industrias contemplará dentro de sus oportunidades de negocios, lo que Ud. propone.
Isabel: Coincidimos en cuanto a que lo que urge es la aplicación de la Ley y de las políticas aprobadas para alcanzar el crecimiento que con estas se propone el país. Una vez puesta en vigor, seguramente habrá que continuar esta divulgación, pero lo más importante es la capacitación que debemos recibir para poder concretar los negocios con capital extranjero y obtener los recursos y resultados necesarios para el país.
TRIBUTOS Y GANANCIAS PARA EL PAÍS
La ganancia que obtiene el país no se genera por vía de impuestos en una primera etapa, sino por el aporte el PIB de capital fresco, inversiones directas en industria y agricultura, tecnologías que ingresan al país, entre otros, que permitirán la obtención de ingresos a partir de la entrada en operación de cada una de esas inversiones. Los tributos serían un ingreso a obtener en un momento posterior. Debemos recordar que la exención de tributos constituye un incentivo para atraer esos capitales al país.
Está prevista en la Ley el pago de la contribución al desarrollo local, en la medida que la del Presupuesto así lo establezca.
POSIBILIDAD DE IMPORTACIÓN DIRECTA
Las modalidades de inversión extranjera que establece la Ley se acogen al régimen especial de comercio exterior que ella dispone, por lo que están autorizadas a realizar esa actividad directamente.
INVERSIÓN EXTRANJERA Y UNIFICACIÓN MONETARIA
La Ley prevé disposiciones para operar en CUP cuando se produzca la unificación monetaria. El tratamiento de esos negocios será el aplicable al resto de las empresas del país.
SOBRE INVERSIONES EN LA RADIO Y TV
Nuestra Constitución establece en su Artículo 53 que los medios de difusión masiva son de propiedad estatal social y en ningún caso de propiedad privada, lo que asegura su uso al servicio exclusivo del pueblo trabajador y del interés de la sociedad.
Estimados foristas: Ha sido un placer poder responder algunas de sus diversas interrogantes. Hemos tratado de responder aquellas fundamentales y que más se repiten. Las que no fueron respondidas, rogamos nos disculpen. Habrá nuevos espacios para seguir informando sobre esta importante Ley.
Página de .Página de . - El buque ruso de inteligencia Viktor Leonov arribó a La Habana en el marco de las visitas habituales que la marina rusa realiza a la isla.
Este sábado 5 de abril se despide la versión 2 de nuestro sitio y comenzamos a caminar, con cambios paulatinos en las próximas semanas, por la versión 3, optimizada y actualizada con las nuevas tendencias en el mundo digital. Un excelente trabajo de nuestro equipo técnico que ha estado trabajando duro en las últimas semanas.
Nos despedimos de nuestra querida versión 2 recordando algunos hitos de estos casi 5 años en que nos ha acompañado:
La versión 2 fue estrenada el 29 de junio de 2009
Funcionó durante 57 meses, poco menos de 5 años.
Se publicaron en esta nueva versión un total de 38.248 noticias. Se migraron de la versión anterior 5.221 artículos en su mayoría especiales y de opinión.
Recibió 44 millones de visitas. (2009 – 1 millones, 2010 – 5 millones, 2011 – 7,8 millones, 2012 – 11,7 millones, 2013 – 13,8 millones, en lo que va de 2014 – 4,5 millones)
Total de visitas (en millones) por mes a Cubadebate. El cierre de 2014 es parcial hasta el mes de marzo. Fuente: Cubadebate.cu
Desde 2012 se superan el millón de visitas cada mes y el 2014 han aumentado a cerca 1,5 millones por mes.
Hay 37.385 suscripciones al boletín diario de noticias.
La principal fuente de visitas es Google con 18 millones.
Desde facebook vinieron 5 millones de visitas, un millón desde twitter.
Desde Cuba 11 millones de visitas, Estados Unidos 5 millones, España y México 4 cada uno, Venezuela y Argentina 3 millones, Colombia y Chile 2 millones; Perú y Ecuador un millón.
Desde el 2009 Cubadebate ha recibido visitas de todos los países del mundo, se destacan: Cuba, Estados Unidos, España, México y Venezuela (Fuente: Cubadebate.cu)
Mi insistencia en la exhaustividad de los contextos se debe a que son imprescindibles para entender la originalidad de los métodos de Fidel. Fidel es un genio político latinoamericano, un líder mundial del siglo XX. Predominará la admiración por sus métodos. Justamente desde esa perspectiva quiero comentar Palabras a los intelectuales.