Los síntomas descritos por el State Department -“dolores de oído, pérdida de audición, mareos, dolor de cabeza, fatiga, problemas cognitivos y dificultad para dormir”- , primero en dos personas y que ya se dice llegan a 21, son tan comunes en cualquier grupo humano numeroso – el de los diplomáticos norteamericanos y sus familiares en Cuba lo es- al que se le estimule a estar alerta y reportar cualquier supuesto daño.