Lo político está centralmente en manos del chavismo. Esa es su fuerza. En cambio, la situación económica erosiona la ventaja, el acumulado histórico, el liderazgo del presidente, de la dirección, las posibilidades electorales, y el proyecto histórico. Los dos principales problemas populares, el aumento de precios y el desabastecimiento de medicinas, empeoran. No es casualidad, es producto de la estrategia de ataque sobre la economía, como parte de la guerra prolongada que tiene como lógica no dejar nunca momento de respiro. Se trata de hacer que una sociedad se asfixie hasta la explosión -violenta o electoral-.