Los teléfonos utilizados por los gendarmes que participaron de la represión que terminó con la desaparición forzada de Santiago Maldonado, pueden ser la clave para avanzar en las investigaciones, más ahora que se produjo el cambio de Juez. Varias incógnitas alrededor de los uniformados quedaron grabadas en las comunicaciones que mantuvieron.
Argentina: Hallan un cuerpo en la zona donde desapareció Santiago Maldonado
Publicado: 17 oct 2017 21:36 GMT | Última actualización: 18 oct 2017 02:51 GMT
Medios argentinos reportaron el hallazgo de un cadáver en el lecho del río Chubut. No se ha confirmado que pertenezca al joven Santiago Maldonado, quien desapareció el pasado mes de agosto tras participar en una protesta de la comunidad mapuche en la provincia de Chubut.
Junto con esta nota reproducimos la última fotografía de Santiago Maldonado. En otra se ve a tres gendarmes. Ambas fueron tomadas por la propia Gendarmería en el momento de la irrupción en la comunidad mapuche de Cushamen, el primero de agosto. La Gendarmería contó con ese material desde el mismo día en que ocurrió la agresión de un centenar de uniformados en armas contra ocho jóvenes desarmados que huyeron hacia el río.
Pese a la insistencia del Gobierno nacional en desacreditar el testimonio del joven mapuche Matías Santana a quién acusó desde sus medios de propaganda de sembrar pistas falsas, la fotografía comprueba que tal como él dijo Santiago Maldonado vestía una campera celeste que Santana le prestó. Ese material gráfico fue secuestrado durante uno de los allanamientos que casi una semana después de los hechos ordenó el primer juez de la causa, Guido Otranto. Pese al tiempo transcurrido y en señal de confianza sobre la impunidad de la que gozaban, esas imágenes permanecieron en uno de los discos rígidos de la fuerza de inseguridad.
Contra lo que trató de instalar anoche la gobernadora de Buenos Aires María Vidal (en cuanto le notificaron el hallazgo de un cuerpo en el río) de que el Gobierno y el propio presidente Maurizio Macrì habían hecho todo lo posible por contribuir a la búsqueda del joven artesano, estas son indicaciones de lo contrario .
Santiago Maldonado está semi agazapado a la izquierda de la imagen alejado de la cabaña de troncos. Frente a esa precaria edificación se ve a otro hombre con la cara cubierta. En la otra foto tres gendarmes se aproximan al alambrado de púas para descolgar una bandera en la que ampliando la imagen puede leerse libertad al weichafe (una palabra en mapudungun) y una tercera palabra que podría ser Huala, igual a uno de los apellidos del líder mapuche detenido por el acuerdo que Macrì alcanzó con la presidente de Chile, Michelle Bachelet, durante su última visita a ese país vecino. La secuencia fue registrada con pocos segundos de diferencia.
Ayer la líder oficialista Elisa Carrió insistió en que tendrían que pedirle perdón por las respuestas que cosechó cuando dijo que existía un 20 por ciento de probabilidades de que Maldonado estuviera en Chile con la RIM (sigla de Regimiento de Infantería de Montaña) que no se sabe si mencionó deliberada o erróneamente. En vez de llamarse a un prudente silencio anoche insistió en una verborrea atropellada e irrespetuosa.
El relato de los testigos del rastrillaje en el Río Chubut
“El cuerpo fue plantado”
El modo en que fue encontrado el cadáver genera sospechas. Ninguno de los dirigentes de organismos de derechos humanos y miembros de la comunidad mapuche de Cushamen presentes durante el procedimiento vio el momento del hallazgo. La familia Maldonado destacó en su comunicado que el cuerpo estaba en una zona que “ya había sido rastrillada en tres oportunidades”.
“Hemos vivido una jornada terrible y dolorosa. Fue plantado, una escenografía absoluta, pero al menos el perito de la familia pudo observar la escena del hallazgo y dirigió el levantamiento del cuerpo del río”. Al filo de la medianoche así relataba Mabel Sánchez, quien participó como veedora de los organismos de derechos humanos, el procedimiento de ayer cuando fue encontrado un cuerpo en el río Chubut, en el mismo sector donde desapareció Santiago Maldonado tras la represión de Gendarmería el 1 de agosto a una protesta por la libertad de Facundo Jones Huala. Por su parte, el vocero de la Pu Lof, Fernando Jones Huala, dijo a Página12 que “el cuerpo de Santiago apareció flotando pasado el mediodía, estaba boca abajo, la gente que lo vio el último día lo reconoció a simple vista porque apareció en un punto donde desde cualquier lugar se podía percibir que había un cuerpo, estaba muy visible”. El joven werken (vocero) refirió que los propios buzos de Prefectura dijeron ayer ‘esto es todo un circo porque ya revisamos todo las veces anteriores’”, y recordó el video del 3 de agosto cuando esos buzos explicaron ante cámara que habían revisado todo, que no había nada y que si Santiago se hubiera ahogado lo habrían encontrado. “De modo que no sé cómo van a sostener todo esto porque es insostenible”, apuntó.
Hace dos semanas el juez federal Gustavo Lleral sorprendía con una visita a la comunidad mapuche en Resistencia de Cushamen. Durante varias horas compartió mates con sus miembros y, bajo algunas gotas de lluvia que se colaban por el techo de chapa de la casilla de guardia, le tomó declaración a Ailinco Pilquiman, la joven que junto a su mamá había llevado a Santiago Maldonado el 31 de julio hasta ese lugar. El nuevo magistrado se mostró abierto al diálogo, y les manifestó su intención de volver a realizar un procedimiento en el río Chubut. La comunidad le respondió que si aún lo consideraba necesario era porque los anteriores dos operativos habían sido realizados en forma deficiente. Desde el mismo día en que desapareció Maldonado Mabel Sánchez y Julio Saquero, miembros de la APDH de Esquel e integrantes de la mesa nacional de ese organismo, estuvieron presentes en todos y cada uno de los operativos judiciales, a la mayoría de los cuales los funcionarios no asistieron.
Las partes querellantes del caso habían sido notificadas de la realización del rastrillaje de ayer, pero el juez Lleral les pidió que lo mantuvieran en absoluta reserva. Saquero y Sánchez estuvieron en el lugar del procedimiento desde las 8 hasta pasadas las 22. “Hemos presenciado todo y a nuestros ojos y los de Verónica Heredia, de Sergio Maldonado y su compañera Andrea, también de la gente de la comunidad, esto fue plantado totalmente, una escenografía, pero al menos Alejandro Incháurregui pudo llegar en un vuelo privado con las últimas horas de luz y verificó la escena y dirigió el levantamiento del cuerpo del río”, describió Sánchez.
“El cuerpo estaba ahí flotando a la altura de la casilla de vigilancia de la comunidad, en línea recta, un lugar que siempre es visitado y recorrido, no había corriente y estaba sobre unas ramas, no enmarañado sino muy a la vista. En línea recta era visible. Lo detectó un buzo que había recorrido unos 300 metros. Yo estaba del otro lado del río recorriendo con los perros entrenados y bomberos, cuando nos avisan que teníamos que cruzar de nuevo con el bote porque habían encontrado el cuerpo”, relató la referente del organismo de derechos humanos. “Desde la una y media hasta las nueve de la noche estuvimos vigilando la escena para que nada fuera alterado, cuando llegó Incháurregui se hace el levantamiento del cuerpo, se lo reconoce ya antes de subir a la camilla, era un cuerpo humano y estamos esperando que la familia lo confirme”, agregó.
Sánchez estaba en el momento en que envió su mensaje en su cabaña de El Hoyo, con Fernando Jones Huala y ya se habían comunicado a la Unidad 14 de Esquel donde está detenido su hermano Facundo, a la espera del juicio de extradición.
“Plantaron un cuerpo y lo hicieron mal, estaba a varios metros más arriba del lugar donde los testimonios marcaron que lo golpearon y lo subieron, sino también del punto donde el 5 de agosto la unidad canina determinó que fue detenido Santiago; es decir, que apareció mucho más arriba, en dirección norte, cuando el río desciende hacia el sur”, dijo el werken.
Al igual que sucedió durante el rastrillaje en el que encontraron un collar, que habría pertenecido a Maldonado, los veedores de los organismos de derechos humanos toman distancia porque tanto entonces como ayer ninguno vio el momento de los hallazgos con sus propios ojos. Es un hecho concreto, más allá de cualquier especulación. Tanto como que Saquero fue quien presenció el peritaje de las camionetas del Escuadrón de El Bolsón, que los gendarmes mostraron relucientes y luego justificaron haberlas lavado con una disposición de reglamento interno.
El relato de los testigos del rastrillaje en el Río Chubut
“El cuerpo fue plantado”
El modo en que fue encontrado el cadáver genera sospechas. Ninguno de los dirigentes de organismos de derechos humanos y miembros de la comunidad mapuche de Cushamen presentes durante el procedimiento vio el momento del hallazgo. La familia Maldonado destacó en su comunicado que el cuerpo estaba en una zona que “ya había sido rastrillada en tres oportunidades”.
“Hemos vivido una jornada terrible y dolorosa. Fue plantado, una escenografía absoluta, pero al menos el perito de la familia pudo observar la escena del hallazgo y dirigió el levantamiento del cuerpo del río”. Al filo de la medianoche así relataba Mabel Sánchez, quien participó como veedora de los organismos de derechos humanos, el procedimiento de ayer cuando fue encontrado un cuerpo en el río Chubut, en el mismo sector donde desapareció Santiago Maldonado tras la represión de Gendarmería el 1 de agosto a una protesta por la libertad de Facundo Jones Huala. Por su parte, el vocero de la Pu Lof, Fernando Jones Huala, dijo a Página12 que “el cuerpo de Santiago apareció flotando pasado el mediodía, estaba boca abajo, la gente que lo vio el último día lo reconoció a simple vista porque apareció en un punto donde desde cualquier lugar se podía percibir que había un cuerpo, estaba muy visible”. El joven werken (vocero) refirió que los propios buzos de Prefectura dijeron ayer ‘esto es todo un circo porque ya revisamos todo las veces anteriores’”, y recordó el video del 3 de agosto cuando esos buzos explicaron ante cámara que habían revisado todo, que no había nada y que si Santiago se hubiera ahogado lo habrían encontrado. “De modo que no sé cómo van a sostener todo esto porque es insostenible”, apuntó.
Hace dos semanas el juez federal Gustavo Lleral sorprendía con una visita a la comunidad mapuche en Resistencia de Cushamen. Durante varias horas compartió mates con sus miembros y, bajo algunas gotas de lluvia que se colaban por el techo de chapa de la casilla de guardia, le tomó declaración a Ailinco Pilquiman, la joven que junto a su mamá había llevado a Santiago Maldonado el 31 de julio hasta ese lugar. El nuevo magistrado se mostró abierto al diálogo, y les manifestó su intención de volver a realizar un procedimiento en el río Chubut. La comunidad le respondió que si aún lo consideraba necesario era porque los anteriores dos operativos habían sido realizados en forma deficiente. Desde el mismo día en que desapareció Maldonado Mabel Sánchez y Julio Saquero, miembros de la APDH de Esquel e integrantes de la mesa nacional de ese organismo, estuvieron presentes en todos y cada uno de los operativos judiciales, a la mayoría de los cuales los funcionarios no asistieron.
Las partes querellantes del caso habían sido notificadas de la realización del rastrillaje de ayer, pero el juez Lleral les pidió que lo mantuvieran en absoluta reserva. Saquero y Sánchez estuvieron en el lugar del procedimiento desde las 8 hasta pasadas las 22. “Hemos presenciado todo y a nuestros ojos y los de Verónica Heredia, de Sergio Maldonado y su compañera Andrea, también de la gente de la comunidad, esto fue plantado totalmente, una escenografía, pero al menos Alejandro Incháurregui pudo llegar en un vuelo privado con las últimas horas de luz y verificó la escena y dirigió el levantamiento del cuerpo del río”, describió Sánchez.
“El cuerpo estaba ahí flotando a la altura de la casilla de vigilancia de la comunidad, en línea recta, un lugar que siempre es visitado y recorrido, no había corriente y estaba sobre unas ramas, no enmarañado sino muy a la vista. En línea recta era visible. Lo detectó un buzo que había recorrido unos 300 metros. Yo estaba del otro lado del río recorriendo con los perros entrenados y bomberos, cuando nos avisan que teníamos que cruzar de nuevo con el bote porque habían encontrado el cuerpo”, relató la referente del organismo de derechos humanos. “Desde la una y media hasta las nueve de la noche estuvimos vigilando la escena para que nada fuera alterado, cuando llegó Incháurregui se hace el levantamiento del cuerpo, se lo reconoce ya antes de subir a la camilla, era un cuerpo humano y estamos esperando que la familia lo confirme”, agregó.
Sánchez estaba en el momento en que envió su mensaje en su cabaña de El Hoyo, con Fernando Jones Huala y ya se habían comunicado a la Unidad 14 de Esquel donde está detenido su hermano Facundo, a la espera del juicio de extradición.
“Plantaron un cuerpo y lo hicieron mal, estaba a varios metros más arriba del lugar donde los testimonios marcaron que lo golpearon y lo subieron, sino también del punto donde el 5 de agosto la unidad canina determinó que fue detenido Santiago; es decir, que apareció mucho más arriba, en dirección norte, cuando el río desciende hacia el sur”, dijo el werken.
Al igual que sucedió durante el rastrillaje en el que encontraron un collar, que habría pertenecido a Maldonado, los veedores de los organismos de derechos humanos toman distancia porque tanto entonces como ayer ninguno vio el momento de los hallazgos con sus propios ojos. Es un hecho concreto, más allá de cualquier especulación. Tanto como que Saquero fue quien presenció el peritaje de las camionetas del Escuadrón de El Bolsón, que los gendarmes mostraron relucientes y luego justificaron haberlas lavado con una disposición de reglamento interno.
Junto con esta nota reproducimos la última fotografía de Santiago Maldonado. En otra se ve a tres gendarmes. Ambas fueron tomadas por la propia Gendarmería en el momento de la irrupción en la comunidad mapuche de Cushamen, el primero de agosto. La Gendarmería contó con ese material desde el mismo día en que ocurrió la agresión de un centenar de uniformados en armas contra ocho jóvenes desarmados que huyeron hacia el río.
Pese a la insistencia del Gobierno nacional en desacreditar el testimonio del joven mapuche Matías Santana a quién acusó desde sus medios de propaganda de sembrar pistas falsas, la fotografía comprueba que tal como él dijo Santiago Maldonado vestía una campera celeste que Santana le prestó. Ese material gráfico fue secuestrado durante uno de los allanamientos que casi una semana después de los hechos ordenó el primer juez de la causa, Guido Otranto. Pese al tiempo transcurrido y en señal de confianza sobre la impunidad de la que gozaban, esas imágenes permanecieron en uno de los discos rígidos de la fuerza de inseguridad.
Contra lo que trató de instalar anoche la gobernadora de Buenos Aires María Vidal (en cuanto le notificaron el hallazgo de un cuerpo en el río) de que el Gobierno y el propio presidente Maurizio Macrì habían hecho todo lo posible por contribuir a la búsqueda del joven artesano, estas son indicaciones de lo contrario .
Santiago Maldonado está semi agazapado a la izquierda de la imagen alejado de la cabaña de troncos. Frente a esa precaria edificación se ve a otro hombre con la cara cubierta. En la otra foto tres gendarmes se aproximan al alambrado de púas para descolgar una bandera en la que ampliando la imagen puede leerse libertad al weichafe (una palabra en mapudungun) y una tercera palabra que podría ser Huala, igual a uno de los apellidos del líder mapuche detenido por el acuerdo que Macrì alcanzó con la presidente de Chile, Michelle Bachelet, durante su última visita a ese país vecino. La secuencia fue registrada con pocos segundos de diferencia.
Ayer la líder oficialista Elisa Carrió insistió en que tendrían que pedirle perdón por las respuestas que cosechó cuando dijo que existía un 20 por ciento de probabilidades de que Maldonado estuviera en Chile con la RIM (sigla de Regimiento de Infantería de Montaña) que no se sabe si mencionó deliberada o erróneamente. En vez de llamarse a un prudente silencio anoche insistió en una verborrea atropellada e irrespetuosa.
La ex presidenta y candidata a senadora por Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner, recibió ayer al Grupo de Curas en Opción por los Pobres, quienes le entregaron una Virgen de Luján para que la coloque en el Instituto Patria. En el único mensaje que difundió luego del hallazgo del cuerpo de Santiago Maldonado, CFK escribió el jueves por la noche en las redes sociales: “Respeto. Reflexión. Decisión. Por la Argentina que nos merecemos”.
La ex presidenta desarrolló una estrecha relación con los curas que trabajan en los barrios humildes, incluso compartieron alguna actividad durante la campaña. Por otro lado, algunos días atrás, el grupo de curas difundió un extenso mensaje en el que criticó a Cambiemos, convocó a “no darle el voto” al oficialismo y consideró que “un cristiano no puede votar a un Gobierno como éste”. Bajo el título “Ante las próximas elecciones legislativas”, la carta de los religiosos cuestionó al macrismo por “sus políticas de corte neoliberal conservador” y por su “perfil autoritario”. Ayer, ya en veda, los curas le acercaron una virgen a la ex presidenta.
En tanto, para seguir de cerca la organización de la jornada electoral por parte de Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner mantuvo comunicaciones telefónicas con diferentes dirigentes de su espacio para analizar la situación en cada distrito de la provincia de Buenos Aires. Además, la candidata a senadora se comunicó con Susana Hornos, la mujer del actor Federico Luppi, quien falleciera ayer, para brindarle su saludo.
El mapa dibujado por Matías Santana gana importancia tras la autopsia
Un testimonio que sigue siendo clave
El miembro de la comunidad Lof declaró el 5 de septiembre y dibujó un mapa con el lugar donde vieron por última vez a Maldonado, y la ubicación de los gendarmes que lo estaban persiguiendo a los tiros.
Echazú, ensangrentado. “No fue nada, no sé”, dijo en el momento.
Desde Esquel
El testimonio de Matías Santana sigue siendo clave para comprender la cacería iniciada por la Gendarmería el primero de agosto, que terminó con la muerte (y desaparición forzada por 80 días) de Santiago Maldonado. Es central en tanto logró ubicar en un croquis elaborado durante su declaración, realizada el 5 de septiembre, el lugar exacto donde fue visto con vida por última vez Santiago. También la ubicación de los gendarmes, la descripción que hicieron otros peñis de cómo Santiago ingresó al río y regresó, y al hacerlo se encontró con los uniformados que disparaban sus balas antitumulto hacia el Río Chubut. La cacería sobre la orilla incluyó los disparos realizados por Darío Zoilán, tal como reconoció el escopetero en su testimonial (sin decir que eran hacia Maldonado), como así también las piedras que lanzaban los gendarmes, como fue el caso de Neri Robledo. Santana también narró el momento exacto en que la Gendarmería rompió el candado de la tranquera de la comunidad mapuche con una tenaza. Este cronista describió en estas mismas páginas un video encontrado en el teléfono de Zoilán donde puede verse a un uniformado con la tenaza en cuestión.
“La Gendarmería baja de abajo (desde el cruce de El Maitén), en fila, ocupando la ruta y los costados. Los del costado venían tirando. Donde hay un cartel verde, la camioneta blanca rompe la fila (Ford Ranger). Los chicos corren y se meten dentro del campo. Entramos y ahí nos estábamos yendo para la guardia pero la Gendarmería no dejaba de tirar tiros. Estaban apostados en el alambre, seguían tirando para entrar. Seguimos haciendo ejercicios de autodefensa y ahí es donde entró el Unimog (que en realidad es un Eurocargo) que atraviesa la tranquera y los tiradores con escopeta, junto a un efectivo con escudo, entran corriendo. ‘Agarren, agarren’, gritan y ahí salimos corriendo”, narró Santana al inicio de su testimonial.
La descripción fue precisa, como pudo reconstruir PáginaI12 en ediciones anteriores. La camioneta blanca era la Ford Ranger OLW 237, conducida por Martín Ahumada, en la que luego se movieron Emmanuel Echazú y Pablo Escola. El Unimog fue en realidad un camión Eurocargo, conducido por Lucio Buch, que llegó bastante cerca del río. El escopetero y el uniformado con el escudo eran Orlando Yucra y Aníbal Cardozo.
En ese momento eran las 11.33 de la mañana. Toda la maniobra de avanzada hacia la comunidad Lof se había iniciado cerca de las 11.21. En la secuencia se lo ve a Echazú disparando hacia la casilla de guardia. A las 11.32 se lo ve a Santiago Maldonado, de campera celeste, salir corriendo por detrás de la casilla hacia el río.
Durante su testimonial, le pidieron a Santana describir en el pizarrón la secuencia de los hechos. Hay que aclarar que cada vez que se le pidió a los gendarmes hacer el mismo ejercicio, tanto los abogados de Gendarmería como Gonzalo Cané, secretario coordinador con los Poderes Judiciales, se opusieron a que lo hicieran.
Matías dibujó la ruta, la guardia vieja (que es donde observó una Unimog y la camioneta con un bulto negro, la Ford Ranger OLW 237 tal cual las imágenes que publicó PaginaI12), el camino interior que llega al río, la casilla de guardia, las vías, un camino interior que va hacia la guardia vieja, una tira de pinos, el río, la curva que hace antes de ingresar a la altura de la casilla de guardia, un cerro (que es la pendiente que conduce al cauce), la bajadita del lugar donde sacan agua, y la parte de monte.
El primero de agosto, Matías Santana bajó hacia el río, hasta una zona donde tenía un caballo, hacia la derecha de la casilla (en dirección a Esquel). Santiago Maldonado estaba más arriba. Cuando estaba subiéndose a su caballo, escuchó: “¡Quedate quieto!” Según narró el uniformado Daniel Gómez, un gendarme gritó “tenemos a uno”.
“Cuando me encuentro con los otros peñis del otro lado del río, me preguntan si habían agarrado a uno y digo que sí. Después se conversa con los otros chicos. El (Santiago Maldonado) se alcanza a tirar al rio, yo no lo veo. ‘Quédate quieto’, escuché, y ahí apreté las cinchas y subí en seguida. Santiago se tiró al agua pero llovían las piedras, los tiros, y se volvió para atrás, para la orilla. La última vez fue visto agarrado a una rama, agachado y los gendarmes atrás de él, tirándole”, describió Santana. En el dibujo que realizó en el pizarrón, Matías explicó que Maldonado bajó por un lugar más a la izquierda del camino que él había tomado para llegar al caballo. “El sector del río donde lo agarran es donde vamos a sacar agua porque ahí hay una huellita (y hace el gesto con manos y brazos de un camino hacia arriba), y ahí vamos a buscar agua, pescar”, sostuvo.
Su relato sobre los disparos que los gendarmes realizaron sobre el río en el momento en que Maldonado intentaba cruzarlo coincide con la propia declaración del escopetero Darío Zoilán. Este afirmó que “bajé al río y realicé disparos neutros. Habré tirado 19 o 20 cartuchos”. Zoilán reconoció además que disparó hacia la zona donde había alguien que estaba cruzando o intentando cruzar el río. El escopetero luego se cruzó con Echazú, le preguntó qué le había pasado en la cara, y éste le respondió “no nada, nada, no sé”.