En los comicios, que determinarán al mandatario de Rusia para los próximos seis años, se enfrentan ocho candidatos:
El aspirante del partido Unión Panpopular Rusa, Serguéi Baburin, es el сientífico jefe del Instituto de Investigación Sociopolítica de la Academia de Ciencias de Rusia.
Su carrera política empezó en 1990, cuando fue elegido diputado popular de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia y miembro del Consejo Supremo de la República.
Esta formación política proclama que su objetivo es el renacimiento de Rusia a base de la unión de los pueblos ruso, ucraniano y bielorruso, de la fe ortodoxa y de un espíritu de gran potencia.
En su programa, Baburin propone pasar a un nuevo modelo de desarrollo socioeconómico que garantice el avance económico, el bienestar del pueblo y la independencia del país. El candidato estima necesario modernizar el sistema político basándose en "las formas tradicionales de la soberanía del pueblo ruso y soviético, manteniendo los estándares modernos de los procedimientos democráticos".
Este investigador desea realizar una reforma constitucional para reforzar todas las ramas del poder, hace hincapié en el amplio desarrollo de las cooperativas y opina que la política social debe volver a las mejores experiencias soviéticas.
En cuanto a la política exterior, el candidato de la Unión Panpopular se concentraría en reforzar las posturas geopolíticas de Rusia en Eurasia y en desarrollar Crimea como una parte legítima del territorio ruso.
El candidato del Partido Comunista de la Federación Rusa, Pável Grudinin, es el director de la compañía agrícola rusa Sovjoz Ímeni Lénina (Sovjós Lenin, en ruso).
Comenzó su carrera política en 1997, cuando fue diputado de la Duma regional de Moscú, cargo para el que fue reelegido en 2002 y 2007. Hasta 2010, fue miembro del partido Rusia Unida pero, al año siguiente, se presentó por el Partido Comunista. En 2016, aspiró a entrar en la Duma Estatal, sin éxito.
Grudinin está convencido de que podría aplicar su experiencia como gestor de "un pequeño sovjós" a toda Rusia basándose en las ideas socialistas, principalmente.
Casi todo su programa electoral de "20 pasos" está dedicado a medidas económicas. Por ejemplo, propone que Rusia renuncie a participar en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y nacionalizar sectores industriales de importancia estratégica, así como los ferrocarriles, las energéticas y los bancos más importantes.
En cuanto a la política exterior, Pável Grudinin afirma que Rusia necesita una idea "fundamental" para que otros países quieran unirse a su proyecto, por analogía con la URSS.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ejerce su tercer mandato al frente del país desde mayo de 2012 y se presenta como independiente, como sucedió en 2004.
En 2000, fue nominado para la jefatura de Estado por un grupo de votantes y en 2012 como candidato del partido Rusia Unida.
El mandatario presentó las claves de su programa en su discurso ante la Asamblea Federal de Rusia el pasado 1 de marzo. Durante su intervención, hizo especial hincapié en las cuestiones sociales, el desarrollo de la economía a base de las nuevas tecnologías y la política interior.
Putin destacó que "en la base de todo está preservar al pueblo de Rusia y el bienestar de sus ciudadanos", un ámbito en el que hace falta "un decisivo avance". Su objetivo es reducir el nivel de pobreza a la mitad, construir un sistema de ayuda social justo y directo, aumentar la accesibilidad a la vivienda y aumentar la financiación de los programas del desarrollo demográfico hasta 3.400 millones de rublos, unos 60 millones de dólares.
En cuanto a la economía, el inquilino del Kremlin resaltó que Rusia debe aumentar el PIB per cápita en 1,5 veces con vistas a convertirse en una de las cinco economías principales del mundo, para lo cual tiene que "multiplicar la productividad" y aprovechar "la ola tecnológica".
El desarrollo de las ciudades y de la estrategia espacial, la ampliación de las infraestructuras, las mejoras ecológicas, la conversión en "uno de los centros de almacenamiento, tratamiento, transmisión y protección segura de la información" y la garantía de la seguridad de Rusia fueron otro puntos que abordó Vladímir Putin.
La periodista y presentadora de televisión Ksenia Sobchak será la representante del partido Iniciativa Civil.
Es hija del fallecido Anatoli Sobchak, el primer alcalde de San Petersburgo tras la caída de la URSS, bajo cuyas órdenes trabajaron tanto Vladímir Putin como el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev.
Se ha posicionado como "una candidata contra todos" porque "al darme cuenta de todos los riesgos y las enormes dificultades de esta tarea, he decidido que mi participación en las presidenciales puede ser, de hecho, un paso hacia los cambios tan necesarios en nuestro país".
En cuanto a su campaña electoral, ha generado gran resonancia al anunciar que estima que Crimea forma parte de Ucrania y define la situación como "un gran problema". Otras propuestas polémicas son enterrar el cuerpo de Lenin —que se exhibe en un mausoleo de la Plaza Roja de Moscú—e impedir que el presupuesto federal financie instituciones religiosas.
Sobchak resume sus ideas en un programa denominado '123 pasos difíciles', donde insiste en la necesidad de revisar leyes para que los ciudadanos expresen libremente su voluntad política y eliminar las restricciones para los medios de comunicación.
En el apartado económico, opta por la privatización de todas las grandes corporaciones estatales —con las debidas limitaciones antimonopolios— para "favorecer el desarrollo de la pequeña y mediana empresa", así como el desarrollo tecnológico de las compañías.