Después de dos meses de encierro y con visitas altamente restringidas, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva tendrá contacto diario con el pueblo brasileño al ser comentarista, desde la cárcel, del Mundial Rusia 2018 a partir de la próxima semana. “Lula escribirá en un papel el comentario de los partidos del mundial y aquí lo mostrarmos de puño y letra y un locutor los leerá. Será nuestro comentarista exclusivo”, anunció el periodista José Trajano en un video divulgado por las redes sociales vinculadas al Partido de los Trabajadores (PT). Trajano, un veterano y reconocido periodista, es famoso por haber sido fundador de la cadena ESPN Brasil. Actualmente, tiene un programa de deportes en el canal TVT, vinculado a los movimientos sindicales, y en la Radio Brasil Atual, los cuales puso a disposición de Lula. El ex presidente es famoso por ser un admirador del fútbol: una de sus últimas actividades vinculadas al deporte fue ponerse la camiseta del Corinthians en un partido en el que participaron figuras como Chico Buarque en una escuela del Movimiento campesino Sin Tierra.

Desde su reclusión, los anteriores contactos entre el ex mandatario y los brasileños se habían acotado a un manifiesto escrito por Lula y que fue leído en el lanzamiento de su precandidatura la semana pasada, y unos videos que comenzaron a circular el miércoles a modo de spot de campaña  que fue grabado horas antes de presentarse ante la justicia, el pasado 7 de abril. La semana pasada, el PT confirmó la precandidatura de Lula, la que inscribirán oficialmente el 15 de agosto.

Con la posibilidad de comentar el Mundial, el ex mandatario logrará mayor visibilidad de cara a las elecciones presidenciales de octubre. Lula podrá enviar mediante sus abogados una hoja escrita a mano con su comentario sobre el primer partido que jugará Brasil en el Mundial de Rusia, el domingo ante Suiza, por el grupo E, que también integran Costa Rica y Serbia. El ex presidente tiene un televisor en la sala que funciona como celda por su condena en la Operación Lava Jato, sentencia sin base en pruebas, dictada por el juez Sérgio Moro, por recibir supuestamente un apartamento por parte de la empresa constructora OAS.

A propósito de su sentencia, Lula aseguró que se trataba de un proceso político, una prisión política, en una entrevista concedida desde la cárcel y publicada ayer por el diario cubano Granma. “El proceso contra mí no logra apuntar un crimen, ni existen pruebas. Tuvieron que irrespetar la Constitución para arrestarme”, aseguró el ex mandatario. Y acerca de la relación entre su detención y las próximas elecciones, apuntó: “Lo que está quedando cada vez más transparente para la sociedad brasileña y para el mundo es que ellos quieren sacarme de las elecciones del 2018. El golpe dado en el 2016, con la retirada de una presidenta electa, indica que ellos no admiten que el pueblo vote a quien quiera votar.” Lula respondió a un cuestionario que el periódico le envió a través de lo que describieron como la mano amiga de un brasileño. En la entrevista, el ex presidente afirmó estar en paz con su conciencia y dudó de que sus opositores durmieran con la misma tranquilidad con la que el duerme. Aunque admitió que, obviamente, le gustaría gozar de su libertad, el líder petista también denunció que la injusticia que se está cometiendo contra él es también una injusticia contra el pueblo brasileño.

Para el ex gobernante, su vínculo con los brasileños es una relación de mucha confianza, algo que durante su trayectoria política se encargó de cuidar, explicó a través del medio cubano. “No traicionaría esa confianza por ningún dinero, por un apartamento, por nada. Era así antes de ser presidente, durante la presidencia y después de ella. Entonces, para mí, esa solidaridad (del pueblo de Brasil) es algo que me emociona y anima mucho a permanecer firme”, precisó Lula. El PT lanzó la semana pasada la precandidatura de su líder a las elecciones presidenciales. La formación de izquierda pretende presentar recursos ante el tribunal electoral y la Corte Suprema para intentar que permitan la inscripción de la candidatura del ex presidente, quien se mantiene activo públicamente desde su celda.

“Estoy leyendo y pensando mucho, es un momento de mucha reflexión sobre Brasil y sobre todo en lo que ha sucedido en los últimos tiempos”, señaló el ex jefe de Estado, uno de los aliados más fuertes de Cuba junto a su heredera política y ex presidenta Dilma Rousseff. Según el ex presidente, América Latina vivía en las últimas décadas su momento más fuerte de democracia y conquistas sociales, algo que ha cambiado ahora en la región, donde ve un aumento de la intolerancia y las persecuciones políticas y mencionó, además de a su país, a Argentina y a Ecuador como ejemplos.  Lula también agradeció a la solidaridad que le expresan por fuera de las fronteras brasileñas y agregó que es necesario, también, ser solidarios con el pueblo de Brasil. “Brasil venía en una trayectoria de décadas de avances democráticos, de participación política y junto con ellos avances sociales, que se aceleraron con los Gobiernos del PT, que ganaron cuatro elecciones seguidas”, advirtió. Además, aseguró que el golpe en su contra no es algo personal, sino que se hizo contra lo que llamó un modelo de desarrollo nacional e inclusión social y para, estimó, eliminar los derechos de los trabajadores y jubilados. “Vamos a necesitar mucha organización para volver a tener un gobierno popular, con soberanía, inclusión social y desarrollo económico en Brasil”, concluyó el ex presidente.