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General: EL IMPERIO NECESITA QUE GANE MACRI ...ATILIO BORÓN
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 14/11/2015 18:32 |
El imperio necesita que gane Macri
12.11.2015
Comparto una reflexión que espero sea de utilidad para la actual coyuntura política de la Argentina.
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“Yo pregunto a los presentes” -como dice Daniel Viglietti en “A desalambrar”- si son tan difíciles de entender las razones por las cuales es perentorio impedir la victoria de Mauricio Macri el 22-N. Veamos.
Macri es, sin dudas, “el candidato de la embajada”. A los gringos no les disgusta Scioli, pero su vinculación con el kirchnerismo, por contradictoria que sea, lo torna sospechoso y lo hace aparecer como poco confiable. Washington no se olvida que Néstor Kirchner, en calidad de anfitrión de la Cumbre de Presidentes de las Américas (Mar del Plata, Noviembre 2005) hizo posible que Hugo Chávez arremetiera contra el ALCA y derrotara el proyecto más importante que Estados Unidos tenía para América Latina en el siglo veintiuno. Sobre Scioli pesa la sospecha de una tambaleante lealtad para con el imperio o de una incurable debilidad a la hora de resistir las presiones de su base social que podrían empujarlo hacia posturas confrontativas. Macri, en cambio, ya declaró que propiciará una política exterior coherente con las orientaciones emadas desde Washington: “flexibilizará” el Mercosur, de consuno con la derecha brasileña, para hacer del mismo un área económica congruente con el neoliberalismo recargado que campea en Europa de la mano de la Troika (FMI, Banco Central Europeo y Comisión Europea); reducirá el involucramiento argentino con la UNASUR y la CELAC, atenuando considerablemente la gravitación de estas dos iniciativas que Estados Unidos ha combatido sin cesar desde sus orígenes; incorporará nuestro país a la Alianza del Pacífico, invento norteamericano para mediatizar la influencia de China en América Latina y para lograr, paso a paso, lo que no pudo con el ALCA; adherirá al Tratado TransPacífico que terminará por liberalizar por completo los flujos comerciales; por último, reducirá a un mínimo, o cortará, las relaciones con Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador, en línea con los planes imperiales de aislar y luego liquidar esas experiencias promoviendo un “cambio de régimen” en todas ellas. El programa de Cambiemos comenzará a ejecutarse avanzando por el área de menor resistencia: la política exterior. En materia doméstica la oposición con que tropezará será mucho más firme y resuelta, pero no imagino muchos cortes de ruta o bloqueos de puertos cuando se pongan en marcha los cambios mencionados más arriba.
Macri además cuenta con el apoyo de las fracciones hegemónicas de la clase dominante, cuya organización cupular es la AEA, la Asociación Empresaria Argentina. Los sectores más concentrados del capital extranjero también lo apoyan, si bien estos, al igual que los anteriores, hicieron muy buenos negocios durante los años del kirchnerismo. Las capas medias más conservadoras de la ciudad y del campo también respaldan su candidatura, al igual que los sectores más retrógrados de la Iglesia Católica. Los “fondos buitres” no han ocultado su predisposición a colaborar con el macrismo en caso de que triunfe en el balotaje. Apenas unos días atrás uno de sus voceros manifestó en París que con Macri en la Casa Rosada la actitud que seguirían esos tahúres del sistema financiero internacional sería la de facilitar el ingreso irrestricto de capitales para la “reconstrucción” de la Argentina. Macri cuenta también con el apoyo incondicional de la oligarquía mediática: los grandes medios hegemónicos han jugado escandalosamente a su favor, manipulando información para favorecer a su candidato preferido. La desprestigiada y corrupta burocracia sindical también lo apoya y, fuera de nuestras fronteras, cuenta con el respaldo político, diplomático y financiero de dos personajes tan siniestros como el ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez y el ex presidente del gobierno español, heredero directo del franquismo, José María Aznar, dos impresentables bañados en sangre y corruptos hasta la médula. Los partidos y movimientos populares de toda América Latina y el Caribe han manifestado su profunda preocupación ante la posibilidad de que con la victoria del candidato de Cambiemos se cierre el círculo en torno no sólo a los gobiernos progresistas y de izquierda de la región sino también que ayude a endurecer la represión de los movimientos sociales en países dominados por gobiernos neoliberales como Chile, Perú, Colombia y México, entre otros.
Ante ese escenario, ¿cómo hacer para detener el triunfo del candidato del imperio? Imaginemos cuáles podrían ser las alternativas. Una: victoria electoral de una gran coalición de izquierda (tipo Frente Amplio uruguayo). Probabilidad igual a cero porque ninguna fuerza de izquierda llegó al balotaje. Lo que hay, desgraciadamente, es un “neoliberalismo duro” enfrentado a un kirchnerismo “light”. Segunda alternativa: una insurrección popular exitosa que derroque al gobierno de CFK, destruya los aparatos represivos del estado e instale en el poder político a una coalición revolucionaria una de cuyas primeras medidas sería la suspensión de las elecciones del 22-N. Probabilidad también igual a cero, imposible en la coyuntura actual. Como diría Lenin, no hay ni condiciones objetivas ni subjetivas para una insurrección. Por lo tanto, está descartada. Tercera: golpe militar nacionalista y ”progre” (modelo Perú 1968) para impedir el triunfo de Macri, pero no hay ninguna posibilidad de que tal acontecimiento tenga lugar. Ese tipo de militares no existe en la Argentina, salvo marginalmente, y el entramado institucional y político no toleraría esa irrupción. Cuarta: el magnicidio, la aniquilación física de alguno de los candidatos, lo que precipitaría una tremenda crisis política y la suspensión del balotaje. Afortunadamente esto no se divisa en el horizonte, aparte de que es moral y políticamente inaceptable y nadie en su sano juicio apostaría a esa alternativa. Quinto: derrotar a Macri con el único “instrumento político” disponible que, aquí y ahora, es Scioli. Cuando digo “instrumento político” me refiero precisamente a eso, al carácter meramente instrumental del voto por el candidato del FPV. No es un cheque en blanco ni significa creer que el gobernador de Buenos Aires se ha mágicamente convertido en el Che Guevara; no es tampoco una promesa de apoyo, o un compromiso con un proyecto que es todavía más ajeno a la izquierda que el kirchnerismo pero que, en principio, nos permitiría librarnos del mal mayor. Es una opción instrumental impuesta por las circunstancias y por una correlación de fuerzas que, al día de hoy, no nos permite ir más lejos. Luego de ello, si logramos desbaratar el plan maestro del imperio que es llenar América Latina de líderes como Macri -con gentes como Álvaro Uribe (Colombia), Henrique Capriles y Leopoldo López (Venezuela), Aécio Neves (Brasil), Guillermo Lasso (Ecuador), y Samuel Doria Medina (Bolivia)- nos ocuparíamos de Scioli y del rumbo que tomaría su eventual gobierno, para lo cual será menester realizar un inmenso esfuerzo de movilización y organización del campo popular, tarea en la cual el retraso de la Argentina es alarmante. Pero, insisto, primero hay que detener a Macri. Si alguien tiene alguna otra alternativa concreta –no vistosas vaguedades que se desentienden alegremente de las exigencias de la coyuntura, de las responsabilidades del internacionalismo socialista, o que denuncian, ¡vaya descubrimiento!, las limitaciones del sciolismo- agradeceré me la hagan saber porque la suscribiré de inmediato. Pero, hoy por hoy, aquí y ahora, votar en blanco es facilitar el proyecto del imperialismo para toda América Latina. Es lo que quiere Washington y la alianza social que sostiene al macrismo.
¿Es tan difícil entender algo tan simple y concreto como esto? ¿No basta la sola enumeración de los apoyos de Macri, dentro y fuera de la Argentina, para concluir que nuestra misión debe ser impedir que llegue a la Casa Rosada? Lo que está en juego es mucho, para la Argentina y para toda la región. Ojalá tuviéramos una alternativa mejor, pero en la coyuntura actual no la hay. Una alternativa que ni la construyó el kirchnerismo en doce años, ni tampoco lo hizo la izquierda, en cualquiera de sus variantes. Debemos construirla, pero si Macri prevalece en las urnas la tarea será muchísimo más difícil porque el entorno internacional se endurecería significativamente y las fuerzas de la reacción ganarían nuevos bríos para avanzar en su cruzada restauradora. Una alianza abiertamente conservadora como Cambiemos, controlando el gobierno nacional, la provincia y la ciudad de Buenos Aires (¡más el Banco Nación, el Provincia y el Ciudad!) y contando con el apoyo de las provincias de Córdoba, Santa Fé y Mendoza, aparte de otras, y la solidaridad del capitalismo internacional es de un poderío formidable que pocas veces tuvo la derecha en la historia argentina. Scioli, con las contradicciones que representa su heterogénea fuerza social, abre una pequeña ventana de oportunidades para el accionar de la izquierda. Con Macri esa ventana estará herméticamente sellada. |
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Los tarifazos sumarán otro ciento por ciento
La UMET presentó un nuevo observatorio sobre las tarifas de servicios públicos. El primer documento analiza el impacto de la suba promedio de 1000 por ciento en gas y 600 en electricidad el año pasado y proyecta los nuevos ajustes.
Los responsables del nuevo Observatorio de Tarifas durante el lanzamiento en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo.
Imagen: Guadalupe Lombardo
Desde que asumió el gobierno de Mauricio Macri las boletas de gas y electricidad escalaron 1000 y 600 por ciento respectivamente como consecuencia de los sucesivos tarifazos mientras que la mejora promedio de los salarios a lo largo de los últimos 22 meses no superó el 60 por ciento. Los tarifazos no solo impactan sobre la capacidad de compra de los asalariados sino que la nueva política energética basada en la desregulación también representa un factor de riesgo para el desarrollo de las pequeñas y medianas industrias. Con ese diagnóstico y a la vera de una nueva rueda de aumentos en los principales servicios públicos, la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) lanzó el Observatorio de Tarifas (OTA). “La quita de subsidios prevista profundiza el shock tarifario eléctrico. Estas medidas tienen graves consecuencias sociales y económicas para el comercio y la industria. Una actualización de las tarifas no puede obviar el contexto socioeconómico”, advirtió ayer el director del flamante observatorio, Marcos Rebassa.
Durante su intervención, el especialista cuestionó que la transferencia de ingresos hacia las empresas petroleras y eléctricas no haya sido acompañada por inversiones y mejoras en la prestación de los servicios. Los investigadores del OTA anticiparon que los nuevos aumentos previstos por el Gobierno para los próximos dos años continuarán superando en magnitud a la evolución de los ingresos de los trabajadores. Antes de finalizar el año volverán a subir las tarifas del gas y la electricidad. Desde el observatorio advierten que las subas alcanzarían un 100 por ciento hacia finales del año próximo en ambos servicios sobre los valores actuales.
“La falta de razonabilidad y gradualidad en los tarifazos confirma la ausencia de sensibilidad y compromiso social de un Gobierno que inaugura una nueva categoría, la pobreza energética; como ya ocurre en otros rincones del mundo”, señaló el rector de la UMET, Nicolás Trotta. El trabajo del OTA detectó incrementos promedio de entre 600 y 1000 por ciento en las boletas de electricidad residenciales con picos que llegan hasta el 1700 por ciento. En tanto, en gas el aumento promedio fue del 600 por ciento. El observatorio impulsado desde la universidad cuenta con la participación del Instituto de Energía Scalabrini Ortiz (IESO), la Fundación Excelencia, el Centro de Estudios para la Promoción de la Igualdad y la Solidaridad (Cepis) y el Centro de Innovación de los Trabajadores (Citra). El lanzamiento del OTA contó con dos presentaciones de los ingenieros Andrés Repar y Nilda Minutti que apuntaron a echar luz sobre la composición y evolución de las tarifas de gas y electricidad. “En un momento en el que el Jefe de Gabinete declaró que ‘el tarifazo es una percepción subjetiva’ queremos presentar en forma sistemática los datos que demuestran el enorme impacto de las políticas tarifarias en los sectores populares”, expresó Trotta.
Los investigadores del OTA estimaron que los cambios en la política tarifaria representaron, en el caso del gas, una transferencia de ingresos de 2000 millones de dólares anuales desde los usuarios hacia las petroleras. “No solo no existía una crisis energética en el gas, sino que el subsidio a las petroleras no generó mayor producción a nivel nacional”, expresa uno de los documentos iniciales del observatorio coordinado por el periodista de PáginaI12 Martín Granovsky. Desde el OTA señalaron que las subas en la tarifa del gas continuarán escalando hasta que el precio del gas en el ingreso al sistema de transporte alcance los 6,8 dólares por BTU en 2019. “Este valor es homicida para la industria y para inversiones futuras y surge de una visión unilateral y arbitraria del Ministerio de Energía y Minería en base a considerar un mercado interno que no existe pues es el Estado el que fija el precio del gas por resolución”.
El texto distribuido cuestiona el abandono del objetivo del autoabastecimiento energético. La meta establecida a partir de la recuperación del control de YPF fue reemplazada por la “seguridad energética” que, según indica el documento del OTA, “se parece más a la seguridad energética de Shell”. Por su parte, el titular de la Asociación de Personal Superior de Empresas de Energía y referente de la Corriente Federal, Carlos Minucci, consideró que “los aumentos de tarifas son una transferencia de riqueza abismal a los Joseph Lewis, Marcelo Midlin y Calcaterra que son, en realidad, Macri”.
El lanzamiento del OTA contó además con la presencia del directivo del Cepis, Mariano Lovelli, que el año pasado impulsó el reclamo ante la Corte Suprema por los tarifazos. Esa acción legal dio lugar a que el máximo tribunal exigiera al gobierno el cumplimiento de los criterios de gradualidad y razonabilidad a la hora de incrementar las tarifas. El documento no solo advierte sobre los aumentos futuros sino que cuestiona la reorientación de la política: “Los representantes de las empresas energéticas ocupan cargos de poder dentro de la estructura del Ministerio de Energía. Han tomado resoluciones para favorecer las transferencias de renta a sus ex empleadores”, sostienen.
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A todo motor campaña electoral argentina (+Audio)
A todo motor campaña electoral argentina (+Audio)
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La Bolsa de Buenos Aires se desploma un 9 %
Publicado: 27 jun 2018 22:50 GMT | Última actualización: 28 jun 2018 09:54 GMT
Miércoles negro para la economía argentina. El Merval, el principal índice bursátil de Buenos Aires, se desplomó casi un 9% ante los temores de una nueva recesión. Esta es su cuarta caída consecutiva.
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¿Caída libre? La bolsa argentina cae casi un 10 % y se dispara el riesgo país
Publicado: 28 jun 2018 04:48 GMT | Última actualización: 28 jun 2018 04:55 GMT
Según especialistas, después del financiamiento solicitado por Buenos Aires al FMI, los inversionistas temen por los "duros deberes económicos" que tendrá que enfrentar el país.
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El fin de la era del 'dólar barato' provocó la caída del mercado bursátil en Argentina, que retrocedió este miércoles en 9,78 %.
Este es el cuarto desplome consecutivo del índice Merval, que acumula un retroceso de 15,88 %. Un especialista consultado por Reuters aseveró que ese comportamiento es producto del temor que tienen los inversionistas ante los "duros deberes económicos" impuestos a Argentina por el FMI para tener acceso a un financiamiento de 50.000 millones de dólares.
A este panorama se suma un aumento superior al 3 % en la tasa de riesgo país, que ubica a Argentina en un nivel máximo de ese indicador. Tal comportamiento no se había registrado desde octubre de 2015, cuando la nación austral estaba en la víspera de sus elecciones presidenciales, destaca La Nación.
"Es evidente que hay menor apetito emergente ante un clima financiero global más desafiante. Pero a eso se suman, en el caso argentino, los duros deberes económicos del FMI, así como sus implicaciones políticas", estimó el economista de la consultora Estudio Ber Gustavo Ber.
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