Por ello, en el contexto de la solución militar para la crisis venezolana que tanteaba e intentaba proponer el mandatario estadounidense, surge la pregunta: ¿es la inclusión de Venezuela en esta lista un preparativo para una invasión militar?
Venezuela: un país 'duro de invadir'
El profesor de estudios americanos en la facultad de relaciones internacionales de la Universidad Estatal de San Petersburgo, Lazar Jeifets, dijo a Sputnik que no considera se trate de un preparativo para una agresión contra Venezuela.
"Al fin y al cabo, no estamos en los años 1980, cuando uno podía invadir Granada. Además, Venezuela no es Granada, donde no había nadie quien pudiera resistirse a la infantería estadounidense aparte de los obreros cubanos, que estaban construyendo un aeródromo", explicó el experto.
Por más mala que sea la postura de algunos Estados latinoamericanos para con el Gobierno de Nicolás Maduro, es poco probable que quieran ver un derrocamiento forzoso de este Gobierno, agregó.
De acuerdo con él, la cooperación de estos países con EEUU sería imprescindible para que pueda haber una invasión militar por vía terrestre. Incluso países como Colombia y Brasil no estarían dispuestos a colaborar en esta acción.
"Además, harían falta definiciones de algunas organizaciones internacionales. Dudo que los estadounidenses se atrevan a hacerlo unilateralmente", opinó Jeifets.
En cuanto a las organizaciones internacionales latinoamericanas y la ONU, tampoco es probable que vayan a avalar una solución militar para Venezuela. Por lo cual, las acciones de EEUU se limitarán a declaraciones, a la inclusión en la lista de patrocinadores del terrorismo y al reforzamiento de las sanciones.
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Falsas acusaciones
El experto se mostró incrédulo ante las acusaciones de Washington sobre una presunta relación de Caracas con Hizbulá. Acusar a Venezuela de haber colaborado con las FARC sería lógico, pero en el caso de Hizbulá es mucho más serio, por lo cual haría falta presentar pruebas sólidas.
"No me gusta la tendencia actual de crear una opinión pública al lanzar acusaciones sin presentar pruebas concretas", agregó el experto.
Según explicó, estas pruebas deben incluir los nombres de los individuos concretos que estaban involucrados, se deben mostrar las sumas que fueron enviadas y qué canales se usaron para hacerlo. Además, se deben presentar pruebas de que el dinero llegó a destino, pero nada de esto está pasando.
Por ejemplo, el exvicepresidente venezolano, Tareck El Aissasmi, es de origen árabe, pero esto no significa que sea automáticamente un agente de la inteligencia extranjera o que trabaje con grupos terroristas, explicó Jeifets.
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Guerra de sanciones
Es poco probable que las relaciones internacionales de Caracas se vean afectadas por la posible inclusión de Venezuela en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Las sanciones tampoco tendrían un gran efecto.
"Los países que mantienen estrechos lazos con Caracas pueden prestarle poca atención a las sanciones, puesto que algunos de ellos también son objeto de dichas sanciones. Estas se interponen con una vida económica plena de Rusia, China o Cuba", analizó.
Ello se debe, en parte, al hecho de que la mayoría de los Estados que cooperan con Venezuela tiene similitudes ideológicas. "No es el caso de Rusia, pero sí lo es China, Vietnam y Corea del Norte", opina Jeifets.
La lista de patrocinadores del terrorismo está reservada para los Gobiernos acusados de brindar repetidamente "apoyo a actos de terrorismo internacional". Incluye a Irán, Corea del Norte, Sudán y Siria.
En 2017, el presidente estadounidense, Donald Trump, barajó la opción militar para enfrentar la crisis venezolana. Según Business Insider, Trump mantuvo una reunión con el equipo del Departamento de Defensa en la que preguntó por las opciones para intervenir militarmente. El presidente puso de ejemplo las intervenciones militares de Granada y de Panamá, las cuales, a su juicio, fueron todo un éxito.
A finales de agosto, el senador Marco Rubio —consejero de Trump en temas de América Latina— afirmó que el estado en el que se encuentra Venezuela había convertido al país en un territorio que desestabiliza a la región y, por lo tanto, también a Estados Unidos.
"Creo que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos solo se utilizan si existe una amenaza para la seguridad nacional", dijo Rubio, para luego añadir que existían argumentos suficientes para creer que "Venezuela y el régimen de Maduro se han convertido en una amenaza para la región y para Estados Unidos".
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