"EEUU necesita América Latina porque ha perdido la competición contra China y Rusia"

Dieterich dirige un centro de investigación en la Universidad Autónoma Metropolitana de Ciudad de México.

Maduro heredó un modelo económico y político que ya estaba en crisis

En opinión del sociólogo, "Maduro heredó un modelo económico y político que ya estaba en crisis en los últimos años del Gobierno del presidente Chávez y que se debía a la crisis capitalista de la economía financiera mundial de 2008, que hizo bajar el precio del petróleo".

De acuerdo con Dieterich, al ganar Maduro las elecciones presidenciales en 2013 no hizo las reformas necesarias que hacían falta para que el viejo modelo fuera viable y simplemente continuó con el mismo, lo que llevó a la insatisfacción del pueblo. Esto quedó muy claro en las elecciones del 2015, cuando la derecha, la oposición, ganó las elecciones parlamentarias, pero, en lugar de reformarlo y actualizarlo a los nuevos retos, Maduro lo mantuvo en marcha.

Para el investigador, siempre ha sido absolutamente necesario formar un comando militar integrado latinoamericano para defenderse contra la doctrina Monroe y el imperialismo estadounidense. Chávez lo entendió y, después de un par de años, logró convencer al entonces presidente de Brasil, Lula da Silva, y a Cristina Fernández de Kirchner, en Argentina, de la necesidad de un ejército común.

Internamente, también modernizó las Fuerzas Armadas. Así que el Ejército y la Fuerza Aérea se convirtieron en un pilar moderno y capaz que había que tener en cuenta. Esto se debía en parte a la avanzada tecnología militar rusa, como por ejemplo los aviones de combate Su-30, los fusiles Kalashnikov y los misiles antiaéreos, entre otros.

Patio trasero neocolonial

EEUU percibía ya a principios del siglo XIX a América Latina como su patio trasero neocolonial, lo que cristalizó en la doctrina Monroe en 1823. Dieterich puso el foco en que el diplomático estadounidense John Bolton había revivido la doctrina.

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"Cuando se le preguntó por qué estaban atacando tan ferozmente a Venezuela y no a Arabia Saudí, que no tiene democracia alguna, dijo: 'Bueno, este es nuestro patio trasero, este es nuestro hemisferio y la doctrina Monroe la usaremos para poner orden en nuestro patio trasero'".

Según el analista, el autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, es "lo que los romanos llamaban procónsules o lo que nosotros denominamos administradores neocoloniales de los patios traseros imperialistas".

En cuanto a la posible intervención militar de EEUU en Venezuela, Dieterich no la considera muy probable, ya que Washington tiene otros medios para manipular el país a su voluntad.

"Una intervención militar es posible pero no necesaria. Lo que harán es repetir la acción criminal de Ronald Reagan contra el gobierno revolucionario sandinista cuando armó a 20.000 mercenarios en Honduras para destruir la economía nicaragüense. Nunca tuvieron una victoria militar decisiva, ya que fueron derrotados por la debilitada economía. Al final, el 85% del presupuesto nicaragüense se destinó a la defensa y no se puede tener un gobierno civil que sobreviva a eso. Así que al final los sandinistas fueron expulsados del gobierno por los de la derecha", explicó.

A su juicio, Washington es completamente capaz de repetir el guion de Nicaragua y Chile contra Allende: destruir la economía con las fuerzas paramilitares hasta que una configuración de poder derechista pueda convertirse oficialmente en el nuevo gobierno.

¿Por qué países como Colombia y Brasil tienen un apoyo tan fuerte con respecto a EEUU?

"La política de EEUU en América Latina es una política mafiosa. Hay un matón que aterroriza a todos los vecinos y decide lo que hay que hacer. Puedes desafiar al matón, y eso es peligroso, o puedes unirte a él, y estos presidentes han tomado la segunda alternativa porque el mayor sueño de todos estos mandatarios neoliberales y proimperialistas como Bolsonaro, como Duque en Colombia, etc., es convertirse en miembro de la OTAN, porque piensan que están a salvo de las masas si son miembros de la OTAN", cree el analista.

De ser aliados de Estados Unidos podrán tener algunas pequeñas ventajas en el campo económico y otras. Entre dos opciones estratégicas —crear un centro de poder hemisférico soberano con cuatro o cinco Estados potentes o unirse a EEUU como aliados subordinados— estos países han escogido lo segundo.

Después de la derrota de las fuerzas socialdemócratas progresistas en América Latina, como Lula en Brasil, Kirchner en Argentina, Correa en Ecuador, etc., EEUU vio un vacío de poder que le permitía finalmente cimentar el control sobre su patio trasero, destacó el sociólogo. Y esta región le era necesaria de una manera urgente, porque ha perdido la competición económica, científica y tecnológica con China, y la competencia militar estratégica frente a Rusia.

"Así que ha perdido contra las dos principales potencias mundiales y trata de mantenerse en una situación competitiva mediante el control de América Latina. Porque allí hay 650 millones de ciudadanos más, tienes acceso directo a la Antártida, que es fundamental, y tienes inmensos recursos naturales. Así que necesita ferozmente controlar América Latina porque ha perdido, por ahora, la competencia por la gobernanza mundial contra China y contra Rusia. Esa es la razón básica detrás de todo esto", concluyó.