El fotógrafo, reportero del diario cubano Revolución, por encargo de la redacción, acudió a una manifestación de duelo, dedicada a las más de 100 víctimas de la explosión del carguero La Coubre en el puerto de La Habana.
En primera fila se encontraban Fidel Castro y otros políticos famosos y figuras públicas. El Che Guevara estaba en el escenario en la última fila, apenas visible para el público.
En algún momento, el revolucionario dio un paso adelante y Korda logró hacer el clic tres veces. Junto con el Che salieron en la foto otras personas y una palmera.
"Desde el ángulo donde yo estaba, a unos ocho metros de la tribuna, al Che no se le veía, él estaba en un segundo plano (…) entonces yo estoy paneando mi cámara, retratando a todos los ministros, las figuras, el discurso de Fidel y eso y, en un momento impreciso, indeterminado, no pensado, emerge desde el segundo plano hacia el borde de la tribuna el Che", comentó el artista del lente años después.
Más tarde, el fotógrafo llamó a esta serie de tomas Guerrillero heroico y cortó todo lo innecesario, dejando solo el retrato del comandante.
Al día siguiente, el número de Revolución salió con una nota acompañada con la foto de Castro y otras figuras.
No obstante, Korda pensó que las fotos eran buenas e imprimió la imagen que pasó los siguientes siete años en la pared de su casa. En 1967, el editor italiano Giangiacomo Feltrinelli visitó a Kordo y le gustó la foto. El fotógrafo cubano le regaló unas cuantas copias.
Después de la muerte del Che Guevara en octubre de 1967, Feltrinelli imprimió carteles con la imagen. La foto se hizo muy famosa y ha sido reproducida en diversos medios.
A su vez, el artista plástico irlandés Jim Fitzpatrick, a partir de la ya famosa fotografía, presentó una versión en blanco y negro, en la que se contrastan los rasgos del rostro.
Alberto Korda nunca exigió derechos de autor. Solo una vez reclamó a la marca de vodka Smirnoff. Quería evitar que el retrato del Che fuese usado en un anuncio de la bebida alcohólica. Korda recibió de Smirnoff unos 50.000 dólares que donó para mejorar el sistema de salud cubano.
Varios críticos estiman que la foto es uno de los 10 mejores retratos fotográficos de todos los tiempos. Además, es la imagen más reproducida de la historia de la fotografía en todo el mundo: se usa en pósteres, camisetas, tazas, pegatinas y otros objetos de consumo.
Korda, un joven fotógrafo cubano con amplia experiencia en el mundo de la moda y la publicidad, se convirtió en uno de los más importantes narradores gráficos de la Revolución cubana a partir de 1959.