Por ello, en las últimas horas, un Juan Carlos muy malogrado más allá de lo físico materializaba su renuncia a una muerte digna –"guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España"–, a lo que Felipe VI ha respondido de forma excesivamente diplomática si tenemos en cuenta los antecedentes paternos: "Sentido respeto y agradecimiento ante su decisión".
El primer problema con el que nos encontramos es que el 'exilio' no es una condena, como plantean los medios de comunicación, aunque suena como tal –exilio fue un delito contemplado en múltiples países, incluida España, hasta hace escasas décadas–, como casi nada de lo que anuncia la Casa Real española lo es: tampoco lo era la renuncia de hace unos meses de Felipe VI a la herencia de Juan Carlos. No lo era porque, sencillamente, en la legislación española era imposible.
Juan Carlos, ni está ni se le espera, aun cuando su defensa alega que no escurrirá el bulto, pues la mayoría suponemos que no habrá condena, el proceso se alargará o se buscará de alguna manera su exoneración
La segunda cuestión que llama la atención es que abandonar el país no parece un sacrificio de Estado, que es lo que puede desprenderse del "agradecimiento" de Felipe VI en el comunicado emitido. Ello se debe a que en la mente de muchos, especialmente de los catalanes, todavía sangran las heridas causadas por la feroz campaña mediática que azotó a los políticos catalanes que decidieron no afrontar un manifiesto juicio injusto. Como el injusto juicio a Arnaldo Otegi señalado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos que acaba de forzar la anulación de su condena al Tribunal Supremo o las dudas sembradas por tribunales europeos en cuanto al enjuiciamiento de los presos políticos o, incluso, el rapero Valtonyc. El cual, por cierto, se encuentra fuera de nuestro país por aquello de los Borbones son unos ladrones, ironía lacerante ante los acontecimientos actuales.
Por último, destaca el día Delegido para la operación. Un día seleccionado, nada más comenzar el mes de agosto, inhábil en muchos sentidos y el más utilizado para las vacaciones, con la misma alevosía que el anterior comunicado de Felipe VI, en el que anunció una imposible renuncia a la herencia. Comunicado que se difundió a los pocos días después de quedar confinado el país. Como se diría antaño: con nocturnidad y alevosía.
Además, si analizamos la mencionada denuncia presentada por Izquierda Unida hace dos años, en ella se solicitaba que le fuera retirado el pasaporte a Juan Carlos pues "si un investigado abandona España coincidiendo con el inicio de la investigación, se está sustrayendo a la acción de la justicia". Juan Carlos, ni está ni se le espera, aun cuando su defensa alega que no escurrirá el bulto, pues la mayoría suponemos que no habrá condena, el proceso se alargará o se buscará de alguna manera su exoneración. A la Justicia no se enfrentará Juan Carlos a portagayola, sino que es de suponer que será al estilo Felipe II: en bandeja.
Delincuente múltiple, cómplice de un dictador genocida y protector de ultraderechistas
Los antecedentes, en cambio, que no son penales porque Juan Carlos goza de la medieval y anacrónica inviolabilidad jurídica, son tan extensos como los de Al Capone. O más. Porque Juan Carlos I es un delincuente múltiple y no solo por los últimos episodios, en los que se pueden presuponer la comisión de una buena cantidad de delitos, sino por el pasado constatado. Su participación en los meses anteriores al 23-F, desde el verano de 1980 hasta el día después del golpe, 24 de febrero de 1981, constituye en sí misma la comisión de varios delitos de gravedad extrema que deberían haber supuesto su condena a prisión por 30 años. Sorprendentemente, no solo no terminó encerrado, sino que fue elevado a la categoría de héroe por los medios de comunicación. Un golpista y cómplice de golpistas, responsable directo de la dimisión del entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, elegido democráticamente, terminó por convertirse en el salvador de la democracia española. Una ironía no tan insólita como debiera.
No será lo que les cuenten, pero esta es la realidad: Juan Carlos entró en España muy joven para servir al cruel y genocida dictador Francisco Franco y lo hizo incluso cuando este siguió cometiendo ejecuciones y crueldades. Lo hizo por su propio interés, movido por el único ánimo de reinar al precio que fuera
Porque la realidad es que Juan Carlos fue cómplice de Franco, un dictador genocida y cruel, y responsable directo de su muerte en la cama. Y es que no podemos olvidar que Juan Carlos fue hijo de un ultraderechista y golpista, Juan de Borbón, cuya única discusión con Franco fue que este ocupara el sitio que él pretendía. Porque el padre del rey de España, el que se nos presenta como salvador de la democracia, llegó incluso a cruzar la frontera para luchar en el bando golpista. Por si fuera poco, Sofía, su mujer y reina durante décadas, no es que haya demostrado gran talante democrático, pues ha llegado a realizar algunas afirmaciones homófobas, lo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que la familia de Sofía se mostró fervorosa seguidora de Adolf Hitler. Así pues, la Familia Real española durante décadas, y padres del actual rey de España, no parecen unos demócratas precisamente.
España, nuevamente, se retoza entre la infamia y la vergüenza con un esperpento público e internacional como la fuga de Juan Carlos al extranjero que vuelve a ratificar que lejos de ser una democracia avanzada y consolidada solo es un régimen autoritario de apariencia democrática
No será lo que les cuenten, pero esta es la realidad: Juan Carlos entró en España muy joven para servir al cruel y genocida dictador Francisco Franco y lo hizo incluso cuando este siguió cometiendo ejecuciones y crueldades. Lo hizo por su propio interés, movido por el único ánimo de reinar al precio que fuera. Tras la muerte del dictador, fue el impulsor de la Ley de Amnistía, la cual posibilitó la impunidad de los golpistas, y su reinado resultó determinante para que aquellos que habían controlado el poder y el dinero en España lo siguieran haciendo. Por si fuera poco, su participación fue esencial en los meses anteriores al 23F y en el desarrollo de las actividades golpistas que acontecieron ese día y, desde hace años, resulta imposible obviar su colaboración en lo que los grandes medios de comunicación denominan "negocios opacos", toda una suerte de actividades delictivas que, de no ser tal, habrían sido esclarecidas hace tiempo. Por lo que es imposible no deducir que lo son. De hecho, de no serlo, esta salida precipitada del país, cual mafioso descubierto con las manos en la pasta, no se estaría produciendo.
Innegablemente, España envía al extranjero, envuelto en un manto de condena y sacrificio, a un delincuente múltiple, cómplice de una cruel y genocida dictadura, golpista y promotor de golpistas y protector de ultraderechistas –desde la familia Franco hasta los propios golpistas a los que, según el embajador alemán en España durante los años ochenta, defendió–: España, nuevamente, se retoza entre la infamia y la vergüenza con un esperpento público e internacional como la fuga de Juan Carlos al extranjero que vuelve a ratificar que lejos de ser una democracia avanzada y consolidada solo es un régimen autoritario de apariencia democrática.
Los escándalos financieros del rey emérito de España Juan Carlos I
Aumentan los escándalos que implican al rey emérito de España, Juan Carlos I. Las informaciones sobre los movimientos realizados en su millonaria cuenta oculta en Suiza no cesan. Juan Carlos I retiraba altas cantidades de dinero que le llegaban en efectivo. Lo hacía a través de su propio testaferro y abogado, Dante Canónica, que se encargaba de llevárselas en persona a la Zarzuela. Miles de euros entraron supuestamente una y otra vez en España a través del aeropuerto de Barajas y se habrían utilizado para sufragar gastos no declarados de la Familia Real.
Esto se suma a la investigación en Suiza que contempla la donación de 65 millones de euros a su supuesta amante, Corinna Larsen, a las presuntas comisiones de las obras del AVE a La Meca o al pago de la Luna de Miel de su hijo, Felipe VI.
El actual rey y sucesor de la corona, Felipe VI, en un intento por desmarcarse de estos escándalos del emérito, anunció en el mes de marzo que renunciaba a su herencia y que le quitaba su asignación económica marcada en los presupuestos estatales.
El Supremo de España rechaza imponer medidas cautelares al rey Juan Carlos I tras su decisión de abandonar el país
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La Sala de vacaciones del Tribunal Supremo español ha rechazado este miércoles la adopción de medidas cautelares contra el exmonarca Juan Carlos I, argumentando que el rey emérito no está imputado en ninguna causa.
El Alto Tribunal desestima así las peticiones cursadas por la asociación independentista catalana òmnium Cultural, explicando que el sistema procesal español no contempla la imposición de medidas cautelares contra quien no tiene la condición de investigado.
òmnium había presentado este martes en el Supremo una petición urgente para activar la "búsqueda internacional" del rey emérito y para que fuera llamado a declarar inmediatamente tras el polémico anuncio de su salida de España, coincidiendo con el aumento de las presiones sobre el exmonarca por las investigaciones abiertas sobre sus cuentas en el extranjero con fondos no declarados en el país.
Una polémica salida del país
El rey emérito Juan Carlos I anunció en la tarde del lunes que abandonaba España, debido a "la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados" de su "vida privada", y con la intención de "contribuir a facilitar el ejercicio" de las funciones de su hijo, el actual rey de España, Felipe VI, tal como manifestó en un comunicado difundido por la Casa Real española.
Poco después, su abogado emitió otro comunicado en el que precisaba que el exmonarca, a pesar de "su decisión de trasladarse" fuera del país, "permanece en todo caso a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que se considere oportuna".
Hasta el momento no se ha revelado el destino del traslado efectuado por Juan Carlos I de Borbón. Varios medios de comunicación especulan con paraderos como Portugal o la República Dominicana, pero ni la Casa Real ni ninguna otra institución española se han pronunciado al respecto.
La salida del país del rey emérito ha causado una encendida polémica y una marcada división en el panorama político español, que se ha hecho patente incluso en el seno del Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos. Mientras los socialistas manifiestan su respeto a la decisión del exmonarca, Pablo Iglesias, líder de Podemos y vicepresidente del Ejecutivo, califica su movimiento de "huída" y ve en ello "una actitud indigna de un e
Exmonarca Juan Carlos I abandona España en medio de investigación por corrupción
4 agosto, 2020 10:49
4 agosto, 2020 10:49
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En una carta, que fue publicada por la Casa Real, el rey emérito anunció que se irá del país, pero sin dar mucha explicación sobre los motivos que impulsan la decisión y sin decir a qué país se dirigirá
En medio de las investigaciones que se llevan a cabo en España y en Suiza sobre los supuestos fondos del rey emérito Juan Carlos I en paraísos fiscales, el exmonarca español le comunicó a su hijo el rey Felipe VI su decisión de abandonar España.
Mediante una carta difundida ayer por la Casa Real española y dirigida al actual monarca, Juan Carlos I, el rey emérito comunicó su «meditada decisión» de irse fuera del país.
«Deseo manifestarte mi más absoluta disponibilidad para contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones, desde la tranquilidad y el sosiego que requiere tu alta responsabilidad», reza el texto de la misiva, que según varios medios españoles se habría publicado cuando el rey emérito ya se encontraba fuera de España.
Juan Carlos I en su carta no da mucha explicación sobre los motivos que impulsan la decisión y tampoco informa el destino que tomará. Solo menciona «la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados» de su «vida privada» como desencadenante de su decisión.
Esta medida se anuncia cuatro meses después de que Felipe VI decidiera poner fin a la asignación anual que recibía su padre, unos 194.000 euros provenientes de los fondos públicos, y renunciara públicamente a cualquier herencia de las cuentas de Juan Carlos I en el extranjero, cita RT.
En junio, la Fiscalía del Tribunal Supremo de España asumió la investigación sobre la posible implicación del exmonarca en el supuesto cobro de comisiones ilegales en el proyecto de construcción del llamado AVE del desierto, el tren de alta velocidad que une las ciudades de Medina y la Meca, en Arabia Saudita.
La justicia además trata de esclarecer si el rey emérito creó una estructura para ocultar el dinero de las supuestas comisiones ilegales en un banco suizo.
Por su parte, la defensa de Juan Carlos I mediante un comunicado aseguró que el exmonarca a pesar de «su decisión de trasladarse» fuera de España, «permanece en todo caso a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que se considere oportuna».
La grabación de una conversación mantenida en 2015 entre el excomisario de Policía José Manuel Villarejo y la supuesta amante del rey emérito, Corinna Larsen, originaron las sospechas sobre el exmonarca.
En ese diálogo, la mujer comentó el supuesto pago de comisiones «para el tren», que habrían consistido en algo más de 80 millones de euros, de los cuales al menos una parte habrían terminado en manos de Juan Carlos I.
T/ Redacción CO-Agencia RT F/ Cortesía agencia Madrid
La debacle de Juan Carlos I: ocaso y caída del rey emérito hasta abandonar España
Juan Carlos I no vivirá más en España. Casa Real ha hecho pública la decisión de Juan Carlos I a través de un comunicado oficial en forma de carta que el rey emérito ha dirigido a su hijo Felipe VI. Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
En menos de diez años, la popularidad de la monarquía ha caído en picado, pasando de estar valorada con un 7,48 sobre 10 en 1994 ano llegar al 4 en 2013, según los últimos datos del CIS. ción"'Una situación que se ha visto agravada en las últimas semanas con la publicación constante de nuevas informaciones que no dejan de vincular al rey emérito con presuntos delitos fiscales. Tanto es así que la Fiscalía del Supremo ha comenzado a investigar al reypor las supuestas comisiones en la Fase II de la construcción del AVE a La Meca.
Después de años construyendo la figura de Juan Carlos I como un personaje cercano, afable y campechano, incluso llevando a la sociedad española a declararse 'juancarlista' más que monárquica, tan solo han hecho falta unos meses para destruir lo que tantos esfuerzos había costado tras la muerte de Francisco Franco.
"Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir". Sin duda estas palabras marcaron un antes y un después para el entonces rey Juan Carlos I, que tuvo que pedir perdón por matar a un elefante en un viaje a Botsuana, que realizó en plena crisis económica y con el rescate de Bruselas planeando sobre España. Además de regresar con una cadera rota, tras el viaje trascendió su supuesta relación sentimental con Corinna Larsen.
Lo que no se sabía en aquel momento era que, después del escándalo de Botsuana, en el verano de 2012, el rey Juan Carlos se habría visto obligado a disolver la sociedad Lucum Foundation y el resto de una estructura 'offshore' en la que, presuntamente, ocultaba su fortuna. También habría tenido que cerrar la cuenta suiza vinculada a la fundación, que disponía de 65 millones de euros, los cuales fueron enviados a una cuenta en Bahamas propiedad de Corinna.
Pero la historia es más compleja y empieza años antes: el 8 de agosto de 2008, cuando Arturo Fasana, uno de los supuestos testaferro del rey, ingresó en la cuenta de Lucum en la banca privada Mirabaud 100 millones de dólares (casi 65 millones de euros al cambio de entonces) procedentes de Arabia Saudí.
100 millones de dólares: ¿regalo, comisión o donación?
Lucum Foundation es una estructura 'offshore' que supuestamente permitió al entonces rey esconder los casi 65 millones de euros recibidos de Arabia Saudí. La existencia de esta sociedad salió a la luz cuando el fiscal suizo Yves Bertossa estaba investigando al gestor financiero Arturo Fasana en 2018.Según los documentos que recoge 'El Confidencial', Lucum fue creada el 31 de julio de 2008 por Fasana y el abogado Dante Canónica, a quien el fiscal también investiga junto a Corinna Larsen.
Fue en marzo de 2011 cuando se formalizó un acta en el que se deja constancia de que el auténtico titular de la fundación es "S.M. Juan Carlos I, rey de España", un acuerdo privado que vincularía a Juan Carlos I con la gestión de la estructura 'offshore'. En él también aparecía el actual rey de España, Felipe VI, como segundo beneficiario de la fundación, según desveló el diario británico 'The Telegraph' el 14 de marzo de 2020.
La Casa Real no tardó en actuar y, un día después, Felipe VI renunció a la herencia de su padre, "a cualquier activo, inversión o estructura financiera" que no fuera legal ni "en consonancia con los criterios de rectitud e integridad". Además, en el mismo comunicado le retiraba al rey emérito la asignación fijada en los Presupuestos Generales (más de 190.000 euros anuales).
Pero, ¿de dónde salieron los 100 millones de dólares de la cuenta suiza de Locum? Fasana aseguró en su declaración ante el fiscal de Ginebra, en septiembre de 2018, que no existe un "documento oficial" que demuestre que los millones fueron un "regalo" a Juan Carlos I del rey de Arabia Saudí. Un dinero que Juan Carlos l no habría declarado: "Que yo sepa", testificó.
También ante el fiscal suizo, el abogado Dante Canonica afirmó que el rey emérito habría pedido que le crearan "una estructura" en Suiza para guardar una "importante donación" que iba a recibir del rey de Arabia Saudí. Y el banco suizo en el que se creó la cuenta reflejó el ingreso como una "cantidad enviada por el rey Abdalla de Arabia Saudí como regalo según la tradición saudí", segúnel informe de apertura de la cuenta.
Sin embargo, el fiscal Bertossa sospecha que la cantidad ocultada por el rey emérito con la ayuda del abogado y del gestor de fortunas pudo ser una retrocomisión pagada por el consorcio de empresas españolas que resultaron adjudicatarias del tren AVE entre Medina y La Meca, según figura en la declaración.
El dinero de la cuenta de Suiza: al cierre, para Corinna
Cuando se cerró la cuenta de la fundación Lucum en 2012 tras el escándalo de Botsuana, en plena crisis económica y con el rescate de Bruselas planeando sobre España, todavía había en ella más de 60 millones de euros, que fueron a parar a una cuenta en las Bahamas, propiedad de Corinna.
Corinna en una imagen de archivo junto al Rey Juan Carlos | Archivo
Un "regalo" que Juan Carlos le hizo "por gratitud, por amor", para asegurar su futuro y el de sus hijos, pero no para deshacerse del dinero, según las propias palabras de la empresaria ante la Fiscalía suiza en 2018. Un obsequio que, según Corinna informó a la Casa Real en 2019, el rey Juan Carlos le reclamó, después de abdicar como rey.
Sin embargo, antes de este movimiento de efectivo, el rey Juan Carlos también habría extraído cinco millones de euros del fondo suizo, segúndocumentos publicados por 'El Confidencial'. Pero los movimientos fueron constantes durante los cuatro años en los que la cuenta de Lucum estuvo abierta.
Juan Carlos I habría sacado 100.000 euros al mes en metálicobajo el concepto "gastos personales" de su cuenta suiza entre 2008 y 2012, cuantías que no habrían sido declaradas a Hacienda, según apuntó Arturo Fasana en su declaración ante el fiscal suizo. El entonces rey de España dispuso de 1,5 millones de euros en esa cuenta solo en 2010, año en el que el monarca, en su discurso de Navidad, hablaba de "honradez": "No caben actitudes individuales ni colectivas de indiferencia ni de egoísmo", decía, para concluir con: "es preciso fomentar el ejercicio de grandes valores y virtudes como la voluntad de superación, el rigor, el sacrificio y la honradez".
El monarca también habría introducido en España miles de euros en fajos de billetes a través del aeropuerto de Barajas. El abogado Dante Canonicahabría sido el encargado de desplazar dichos fondos de las cuentas suizas hasta el Palacio de la Zarzuela para que el monarca tuviera acceso en mano a la fortuna que poseía en el extranjero, según revelan documentos de la investigación suiza publicados por El Confidencial.
A pesar de que la normativa europea no permite introducir más de 10.000 euros desde cualquier país ajeno a la UE, el testaferro introdujo cantidades que oscilarían entre los 200.000 y los 300.000 euros, de acuerdo con los documentos del citado medio.
Una parte de la causa suiza por las comisiones del AVE a La Meca ya está en manos de la Fiscalía del Supremo, que se ha hecho cargo de la investigación al rey por los presuntos delitos fiscales y de blanqueo de capital cometidos después de 2014, tras abdicar y perder la inviolabilidad. Según ha podido saber laSexta, se están investigando dos ingresos: los 100 millones de dólares que habría recibido el rey de Arabia Saudí en 2008 y los 65 millones de euros que el rey traspasó a Corinna en 2012.
La documentación recibida desde Suizase está traduciendo y se va a enviar al fiscal del Tribunal Supremo Juan Ignacio Campos. Sin embargo, de momento no recibirá la declaración de Corinna, que se niega a que se envíe a la justicia española, situación que permite la ley helvética.
Las grabaciones de Villarejo y Corinna: el inicio de la investigación en España
En 2016, la publicación de las grabaciones de una conversación de Corinna con el excomisario José Manuel Villarejo, en prisión provisional desde 2018 por varios delitos de corrupción que se le imputan, también ha ayudado a que la imagen del rey emérito y de la monarquía se debilite cada vez más.
Las primeras grabaciones salieron a la luz en julio de 2018. En ellas, Corinna hablaba de las comisiones que presuntamente habría recibido el entonces rey de España por el contrato del AVE a La Meca, que fue adjudicado a empresas españolas. "Juan Carlos I pidió una comisión por el AVE a la Meca y recibió dinero saudí", afirmaba en el audio la examiga del rey emérito.
Estas informaciones permitieron que se abriera una de las piezas del caso Villarejo, conocida como Carol, que se cerró sólo dos meses después debido a la falta de pruebas y a la inviolabilidad de la que gozaba Juan Carlos I en el momento de los hechos al ser el jefe del Estado. Sin embargo, la Audiencia Nacional trasladó la información a la Fiscalía Anticorrupción, que abrió una investigación sobre la adjudicación del AVE.
Un año después de que se publicase los audios, en septiembre de 2019, la Fiscalía Anticorrupción interrogó a Corinna, que en su declaración aseguró saber "muy poco" sobre los movimientos del monarca. Pero no era la única información que Corinna había dicho sobre el rey emérito; también hablaba de cuentas en Suiza manejadas por testaferros, maletas repletas de dinero y propiedades "regaladas" sin declarar.
A lo largo de las últimas semanas, OKDiario ha estado publicando la totalidad de los audios grabados por Villarejo. En ellos, Corinna afirma que el rey emérito "tomaba un avión a los Países Árabes y volvía con el dinero en efectivo, en maletas". Unas operaciones que, a su juicio, "eran peligrosísimas". Además, la consultora alemana asegura en los audios que "el dinero está en Zarzuela,allí tiene una máquina para contar billetes, que yo lo he visto con mis propios ojos".
"Le dije 100 veces que lo peor que podía hacer era tener propiedades no declaradas", se escucha decir a Corinna en una de las grabaciones. En ella cuenta cómo aconsejó al rey emérito poner en orden los aspectos legales de una vivienda que le habría regalado el sultán de Omán en Londres. Una propiedad que, según afirma, llegaron a vender por unos 55,5 millones de euros. "Le pusieron una casa hecha a su medida. Yo me encargué de ello personalmente. No estaba a su nombre, era como un 'trust' en el que te pagaban los gastos", asegura.
Pero este no habría sido el único regalo que Juan Carlos habría recibido por parte de los saudíes, Corinna habla de varios en las conversaciones con Villarejo. Otro de ellos habría sido unterreno de 45.000 metros cuadrados cerca de la ciudad de Marrakech regalo del rey de Marruecos. "Hacen cosas que son peligrosísimas", se escucha decir a Corinna, que también relata cómo el abogado Dante Canonica viajó "a Marruecos para verse con el brazo derecho del rey". Algo que, en su opinión, olía a "blanqueo".
Estos escándalos acabaron con la agenda real de Juan Carlos I, quien el 2 de junio de 2019 se retiró de la vida pública. Una decisión que tomó él, al igual que ha sucedido con su salida de España y que según reza el comunicado, ha tomado "con profundo sentimiento, pero con gran serenidad". El emérito se va del país tras casi cuarenta años como rey de España y envuelto en la polémica por las investigaciones fiscales en torno a sus finanzas.
La Policía Nacional identificó a varios participantes durante la manifestación republicana que recorrió las calles de Madrid y redujo en el suelo a otro de ellos.
Las calles de Madrid han vuelto a ser el escenario de una manifestación republicana para protestar contra la monarquía. Con una pancarta en la que se podía leer "Borbón a prisión. Por una República popular", y coreando consignas como "España mañana será republicana" la marcha partía de la Plaza de Oriente con el objetivo de finalizar en la Puerta del Sol, a pesar de que no contaba con el permiso de la Subdelegación del Gobierno en Madrid. De hecho, se estableció un cordón policial para evitar que los manifestantes llegaran hasta Sol.
La policía reduce a un manifestante durante la protesta republicana de Madrid
Una protesta que, en esta ocasión, acabó con la intervención de la Policía Nacional y que se ha saldado con un detenido y varias personas identificadas. Como se puede apreciar en las imágenes, los agentes redujeron con cierta dureza a uno de los manifestantes que protestaba con gritos de socorro, mientras se podía escuchar al resto "que está del corazón, no le presionéis". La actuación policial que no ha tardado en ser denunciada por algunos ciudadanos a través de las redes sociales.
Los manifestantes han roto, pisoteado y quemado fotos de la familia real y leyeron un manifiesto en la Puerta del Sol. "Los Borbones son unos ladrones, no les hemos votado, que llevamos cuarenta y tantos años sin votarles, es un mal ejemplo para la sociedad, porque si por lo menos fueran una sociedad cívica, es que son unos ladrones, roban, hacen todo lo que les da la gana y nosotros no tenemos ningún derecho", señaló Manuela, una mujer que se encontraba en la manifestación.
Otra de las manifestantes, Vicky asegura que el rey emérito "ha robado todo lo que ha podido a las arcas públicas, y tanto jueces, como el propio Estado le han encubierto tanto como han podido, y de hecho esto se ha sabido porque la justicia extrajera lo ha destapado y no porque haya salido por un tribunal. Y el único castigo que va a sufrir es irse a una isla de vacaciones".
El rey emérito Juan Carlos I anunció el 3 de agosto sus planes de dejar España en una carta dirigida a su hijo, el rey Felipe VI. En el texto afirma que su decisión fue motivada por "la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasadosde mi vida privada", tal y como señala el comunicado que hizo público la Casa Real.
Fraude fiscal y blanqueo de capitales son los delitos por los que la Fiscalía del Tribunal Supremo investiga al rey emérito desde 2018. Según la Constitución española, "la persona del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad", por lo que el exmonarca gozaba de un estatus especial que le daba inmunidad legal hasta que abdicó, en junio de 2014, a favor de su hijo Felipe VI.
Es pública y muy conocida la buena y próspera relación que Juan Carlos I sostiene con la realeza saudí, pero todo parece indicar que la relación no era solo personal, sino de negocios o, mejor dicho, de sobornos. Una fiscalía en Suiza investiga una donación de 100 millones de dólares realizada en 2008 por Arabia Saudita a una cuenta de una fundación de Juan Carlos en un banco suizo. Este dinero podría ser el pago de una comisión al entonces monarca por inclinar la balanza a favor de empresas españolas en el contrato ferroviario con los saudíes.
La conexión Juan Carlos-Arabia Saudita también pasa por México. Una de las empresas que fueron favorecidas con el contrato ferroviario es la constructora OHL, donde Juan Miguel Villar Mir, amigo del rey Juan Carlos, controlaba hasta mayo la mayoría de las acciones, pero que ahora son propiedad de la familia mexicana Amodio. Esta compañía fue la constructora favorita durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, que junto al Partido Revolucionario Institucional (PRI) montaron un esquema de corrupción y desvíos de recursos para financiar campañas electorales, principalmente la presidencial que ganó Peña Nieto en 2012.
OHL contó por casi tres décadas con el apoyo del rey Juan Carlos como cabildero para sus negocios en México y ya se está investigando en la fiscalía suiza su participación en varios proyectos empresariales
El esquema se realizó a través de fraudes y aumentos de tarifas en la construcción del Circuito Mexiquense y el Viaducto Bicentenario, con concesiones que se han ampliado hasta el 2051, y donde los costos podrían pasar de los 280 millones de dólares del proyecto original hasta más de 3.000 millones de dólares. A eso hay que aumentarle la posible manipulación de los estados financieros para aumentar la cotización en la Bolsa de Valores.
En México, OHL tuvo en su consejo de administración a tres exdirectores de Pemex, incluido Emilio Lozoya, ahora en proceso judicial por el caso Odebrecht. De hecho, Lozoya renunció a OHL para tomar la batuta de Pemex en tiempos de Odebrecht. OHL ha utilizado esquemas bastante similares al de Odebrecht para financiar campañas electorales. En España lo hizo con el Partido Popular (PP) y en Latinoamérica también se extendió a Chile, Colombia, Perú y México, principalmente.
Así como ocurrió en España, OHL contó por casi tres décadas con el apoyo del rey Juan Carlos como cabildero para sus negocios en México y ya se está investigando en la fiscalía suiza su participación en varios proyectos empresariales. Uno de ellos, es una operación inmobiliaria (Ciudad Mayakoba) cerca de Cancún, en el Caribe mexicano, a mediados de los 90. Por estas intermediaciones, el miembro de la familia Borbón habría recibido casi 5 millones de dólares.
Aunque hasta el momento este el único caso dado a conocer públicamente sobre pagos al exmonarca por negocios hechos en México y triangulado por empresas fantasmas en paraísos fiscales, su participación se pudo haber extendido mucho más en el tiempo y parece haber vivido su apogeo en el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), expresidente vinculado al conservadurismo mexicano.
En marzo de 2008, Iñaki Urdangarín, yerno de Juan Carlos, presentó a inversionistas españoles el informe 'Oportunidades de negocio en México. Informe de resultados de las primeras gestiones realizadas por D. Iñaki Urdangarín'. El yerno del monarca solía jactarse de la excelente relación de su suegro con Felipe Calderón y con su mano derecha Juan Camilo Mouriño, político nacido en España pero nacionalizado mexicano. En contraparte, los Mouriño tenían poco que habían ingresado al mundo empresarial español cuando se convirtieron, en 2006, en los accionistas mayoristas del equipo gallego Celta de Vigo, actualmente en Primera División y cuyo presidente es el padre del ex Secretario de Gobernación de Felipe Calderón.
Poco después de los cabildeos del yerno de Juan Carlos I, Juan Camilo Mouriño murió en un trágico y raro accidente aéreo a fines de 2008. Pero la familia Mouriño siguió conectada con Calderón en el sector energético, donde había hecho su fortuna. A nadie extrañó que después de eso las empresas españolas Iberdrola y Repsol, ambas vinculadas al sector energético (eléctrico y petrolero, respectivamente), se volvieran las favoritas del gobierno de Calderón, donde recibieron múltiples y millonarios contratos.
La madeja que se está deshilvanando en Suiza alrededor de Juan Carlos I y su familia está mostrando sus complicidades con el régimen saudita, pero pronto saldrán muchos más detalles con relación a otros países donde ejercía su influencia
Al finalizar su administración, en un vergonzante caso de "puertas giratorias", Calderón terminó incorporándose a la nómina de Avangrid, una de las principales generadoras de electricidad en Estados Unidos y subsidiaria de Iberdrola. Además, su secretaria de Energía, Georgina Kessel, se convirtió en miembro del consejo de administración de la misma trasnacional española.
De manera paralela a las incorporaciones de Calderón y Kessel a Iberdrola, esta empresa comenzó a ser investigada en España por casos de sobornos de decenas de millones de dólares a miembros del conservador Partido Popular (PP) para la autorización de parques eólicos y eléctricos en la comunidad de Castilla y León. Mientras tanto, el yerno del rey fue sentenciado en 2017 a seis años de prisión por los delitos de fraude y tráfico de influencias, entre otros.
La madeja que se está deshilvanando en Suiza alrededor de Juan Carlos I y su familia está mostrando sus complicidades con el régimen saudita, pero pronto saldrán muchos más detalles con relación a otros países donde ejercía su influencia a cambio de millones de dólares.
Uno de los principales fue México durante la administración de Felipe Calderón y su finada mano derecha Juan Camilo Mouriño. Empresas como OHL en el sector inmobiliario o Iberdrola y Repsol en el energético tendrán que dar explicaciones de los sobornos que les daban a miembros del conservadurismo español y mexicano para obtener contratos a modo. En México, el proceso contra Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, no solo arrojará luz sobre sus vínculos con la brasileña Odebrecht y Pemex, sino también con OHL e Iberdrola.
Las últimas informaciones han puesto a Juan Carlos I en el punto de mira. Las acusaciones se ciernen sobre su persona por los supuestos casos de corrupción. Varias voces arremeten contra su reinado y una de las más críticas es la de la escritora Rebeca Quintáns.
Juan Carlos I ha sido uno de los protagonistas del verano de 2020. Sin olvidar al coronavirus, el rey emérito ha ocupado portadas de toda la prensa y los escándalos de corrupción han ocupado horas de radio y televisión. Acorralado, el monarca salió de España el 3 de agosto con los Emiratos Árabes Unidos como destino. Tras los lujosos muros del hotel Emirates Palace de Abu Dabi supuestamente se resguarda Juan Carlos I. Lo hace del Sol y la arena del desierto. Pero también de la presión mediática y las declaraciones de Corina Larsen. A la espera de lo que decidan el Tribunal Supremo y la justicia suiza, ambas con investigaciones abiertas.
Para la periodista y escritora Rebeca Quintáns es casi imposible que no le llamen a declarar. Gallega de nacimiento y residente en Madrid, el rey Juan Carlos I ha sido uno de los protagonistas de su obra. Su tesis doctoral se centró en el análisis del discurso del monarca. Esta fue el germen de su primer libro Un rey golpe a golpe, publicado en el año 2000 bajo el pseudónimo Patricia Sverlo. Una visión crítica sobre el emérito que volvería a despuntar en Juan Carlos I: la biografía sin silencios, que vio la luz en 2016.
—Creo que el punto final del reinado lo resume todo. Costó mucho que se viera la realidad, pero al final toda la verdad está aflorando. Creo que al principio su mandato se entendió de otra manera. Se definió al monarca como el piloto del cambio, el que trajo la democracia a España. Sin embargo, ahora, se está viendo como fue realmente.
Además, estamos en un momento en España en el que tenemos que poner en cuestión todo ese proceso de la Transición, el paso de la dictadura de Franco al sistema que tenemos ahora. Un sistema que muchos creemos que no es plenamente democrático. Para mí, hay una palabra que resume tanto la Transición como el reinado de Juan Carlos I: fraude.
Fue un fraude político. Un reinado de corrupción, de delitos… Una estafa.
—Su opinión nada tiene que ver con la perspectiva general de los años que pasó Juan Carlos I como jefe de Estado…
—Llevo muchos años escribiendo sobre Juan Carlos. En el 2000, publiqué mi primer libro y ya recogía muchas informaciones sobre lo que era su reinado, que son las que están aflorando ahora. Eran cosas que se sabían que se sabían, pero que se tapaban. Había complicidad por parte de la prensa y de la clase política.
—Define su reinado como un fraude. Pero, ¿considera relevante la figura del rey emérito en la historia española?
—Fue muy negativa. Personalmente, yo no le encuentro nada positivo. Lo que hizo fue interrumpir un proceso que tenía que darse que era la ruptura con la dictadura de Franco. Detuvo ese proceso y dirigió una transición política, por cierto, muy al dictado de las directrices de la CIA, que fueron los verdaderos diseñadores de cómo se tenían que hacer las cosas. Todo esto con el apoyo de una serie de partidos políticos que trabajaron con él y que luego fueron legalizados. Impidió que se produjera un proceso de ruptura y de restablecimiento de la democracia y entorpeció que se pudiera hacer una recuperación de la memoria histórica.
Por otro lado, apoyó actitudes golpistas y abiertamente fascistas en el Ejército español. Además, se gastó en vicios personales y en taparlos una parte del dinero otorgado de los Presupuestos Generales del Estado. Por mucho que busque, no encuentro nada positivo en su reinado.
—Para usted, Juan Carlos I es una herencia más del franquismo.
—Totalmente. El golpe de Estado de Franco fue para acabar con la República y Juan Carlos I se encargó de continuar con un propósito histórico: que la República no volviese nunca a España. El objetivo es proseguir esa labor iniciada por el dictador, evitar la instauración de un sistema republicano y democrático en el país. Esto se consigue gracias al Ejército, pero también por otros medios propagandísticos y simbólicos. Y uno es la monarquía.
—Que el rey emérito fue elegido por Franco como siguiente jefe del Estado es una evidencia. ¿Cree que este hecho se ha podido ver diluido por momentos como el 23-F?
—Por supuesto. El 23-F es uno de los mayores fraudes de la Transición. Se vendió como una heroicidad de Juan Carlos I posicionándose al lado del bando constitucional y democrático, cuando en realidad fue una maniobra orquestada desde la propia Zarzuela y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). En el juicio del 23-F quedó demostrada la participación de estos últimos, pero nunca se pudo hacer con el monarca, gracias a la inviolabilidad de su figura.
No obstante, la noche del 23 de febrero de 1981 se vendió como todo lo contrario. Se quiso mostrar como una ruptura con los esquemas del franquismo y en absoluto. Fíjate que casi nadie cumplió una gran condena. La máxima pena creo que fue de 10 años.
—Al final, el 23-F fue un gran refuerzo para la monarquía en España. Y, por supuesto, para Juan Carlos I. Es más, creo que generó más juancarlistas que monárquicos. Una tónica que se ha mantenido durante años.
—Sí. España es más juancarlista, porque creo que nunca ha sido monárquica. Piensa que los Borbones han sido expulsados varias veces y que ni tan siquiera los fascistas franquistas eran seguidores de la Corona. Se tuvo que crear una mitología nueva en torno a la monarquía y, en particular, alrededor de Juan Carlos I. Lo campechano que era, el salvador de la Patria... El objetivo era idear una mitología en torno al rey para justificar la monarquía en el país.
Fue un recurso retórico que no sé que ideólogo de la Transición creó, pero funcionó muy bien. Permitió que muchos intelectuales de este proceso pudieran apuntarse al carro monárquico sabiendo todo el mundo que provenían de sectores políticos republicanos como el Partido Socialista o el PCE. Tenían que comulgar con lo que se vendía en ese momento, que era la monarquía borbónica. La figura de Juan Carlos I fue como un paraguas bajo el que muchos se situaron. Podían decir "no soy monárquico, pero soy juancarlista". Como eslogan funcionó durante décadas.
—Sin embargo, esta mitología de la que habla, ese juancarlismo, lleva ya varios años resquebrajándose…
—Creo que esto ha sido algo largo y laborioso. En los noventa se empezaron a publicar tímidamente cosas sobre Juan Carlos I en varios medios de comunicación. En esos años, fue cuando publiqué mi libro Un rey golpe a golpe, que dio paso a que otros autores presentaran obras críticas con el monarca. Entonces, se empezó a abrir la veda con el rey. No los grandes medios de comunicación o editoriales, pero sí pequeñas publicaciones y editoriales. Estos fueron los que poco a poco comenzaron a minar la reputación, credibilidad e imagen de Juan Carlos I. Solo hay que ver que las manifestaciones republicanas con el paso de los años han ido ganando adeptos.
Sin embargo, el golpe definitivo contra el juancarlismo fue que los casos de corrupción llegaran a los tribunales de Suiza. Más que el tema de Botsuana. Es más, creo que ese tema salió a la luz porque había una intención de que abdicase ya para dejarle el trono a Felipe VI, porque los escándalos empezaban a acumularse.
Al final, todas estas polémicas tenían que aflorar, porque no vivimos en la Edad Media. En España, como tenemos el sistema democrático que tenemos, se pudo ocultar durante décadas. Pero, son tantos que en algún punto se sabía que iban a surgir. Ya fuera dentro del país o en el extranjero.
—Escándalos que han provocado su salida de España. ¿Cómo valora este movimiento?
—Creo que no va a solucionar mucho. Se ha criticado mucho en la prensa europea esta actuación. Algunos medios incluso la definen como huida. Es más, sería una vergüenza que lo fuera y que no se presentara en Suiza en el caso de que los tribunales lo llamen a declarar. Principalmente, su salida de España la considero una distracción más, que no será la última, para intentar retrasar la caída de la monarquía.
—¿La situación actual pone a Felipe VI en una situación complicada?
—Como poco. Más bien, imposible. Nada indica objetivamente que Felipe VI no haga lo mismo que Juan Carlos I. Principalmente, porque no hay transparencia sobre lo que hace y tiene los medios para continuar igual. Es una cuestión de fe, confiar en que no repite actitudes y que tampoco sabía como actuaba su padre. Es intentar mantenerse en la partida cargándose al emérito.