Un equipo de investigación neurocientífica de la Universidad de Tubinga (Alemania) registró simultáneamente el comportamiento y la actividad cerebral de unos cuervos, lo que permitió demostrar que son capaces de percibir conscientemente señales sensoriales.

"Los resultados de nuestro estudio ofrecen una nueva forma de contemplar la evolución de la conciencia y sus limitaciones neurobiológicas", expresó el líder del grupo, Andreas Nieder. 

En los humanos y en otros primates, la capacidad de percibir cosas conscientemente se localiza en la corteza cerebral. Durante muchos años, la ciencia se ha preguntado si los animales con cerebros estructurados de forma completamente diferente —sin corteza cerebral— también estaban dotados de percepción consciente. Hasta ahora, sin embargo, no disponíamos de datos neurológicos experimentales que apoyasen la hipótesis.

Los científicos de Tubinga entrenaron a dos cuervos para que señalasen si habían visto un estímulo en la pantalla. Movían sus cabezas si se fijaban en él. Se les recompensaba con objetos brillantes o, de lo contrario, con nada en absoluto. Y los cuervos señalaban la presencia o ausencia de la imagen. 

Sin embargo, se explica en el estudio publicado en la revista Science, algunos estímulos eran tan débiles que se encontraban en el umbral de la percepción: a veces, los cuervos indicaban que lo habían visto y, en otras ocasiones, que no. En estos casos la percepción subjetiva entraba en juego.

Mientras los cuervos respondían a las recompensas visuales, los investigadores registraban simultáneamente la actividad de las células nerviosas individuales de su cerebro. Cuando los cuervos informaban haber visto algo, sus células nerviosas estaban activas en el período entre la presentación del estímulo y la respuesta. Si no percibían un estímulo, las células nerviosas permanecían inactivas. A los científicos les sorprendió que fuera posible predecir la experiencia subjetiva de los cuervos con respecto al estímulo basándose en la actividad de sus células nerviosas. 

"Se espera que las células nerviosas respondan de la misma manera a un estímulo visual de intensidad constante. Sin embargo, nuestros resultados muestran de manera concluyente que las células en los niveles de procesamiento más altos del cerebro de los cuervos están influenciadas por la experiencia subjetiva o, más precisamente, que producen experiencias subjetivas", aclaró Nieder.

Esto significa que los orígenes de la consciencia podrían ser mucho más antiguos y estar más extendidos en el reino animal de lo que se pensaba. Otra opción es que la conciencia de la percepción se desarrollase de forma totalmente independiente en las aves y en los primates.

Sonidos fuertes

Según Gólubev, presidente de la asociación de adiestramiento de perros de Rusia, los animales a menudo tienen miedo a sonidos fuertes y estridentes como los fuegos artificiales, los disparos y las tormentas.

El especialista aconsejó preparar al perro para el ruido de antemano. En particular, se le puede pedir que escuche una grabación de audio y aumentar gradualmente el volumen.

El animal debe acostumbrarse a estos sonidos desde una edad temprana y a menudo se le ofrecen juguetes que suenan y parpadean.

Visita al veterinario

Algunos perros tienen miedo de ir al veterinario porque tienen malos recuerdos de visitas anteriores o porque los asustan los olores extraños.

En estas situaciones, el dueño debe permanecer al lado del perro el mayor tiempo posible.

Soledad

Finalmente, los perros pueden tener miedo de estar solos. Para evitar problemas, el animal debe aprender a quedarse en casa solo desde una edad temprana.

Según el especialista, se puede dejarlo en una habitación separada durante cortos períodos, y los intervalos deben aumentarse gradualmente. Pero es importante que tenga juguetes para entretenerse.