A veces se deben escribir artículos que pueden resultar antipáticos para el lector. Especialmente cuando la opinión pública tiene motivos emocionales para dirigirse en determinado sentido, y el cronista analiza desapasionadamente, desde una óptica diferente.
Pero es un deber del cronista decir lo que realmente piensa, porque es la única forma en la que puede cumplir su tarea. Colaborar a la evaluación razonada, aportando su propio razonamiento, independientemente del sentido en el que vaya.
Pesquisas y supuestos iniciales
La investigación policial de cualquier muerte violenta debe partir de un supuesto, en función de las evidencias recogidas al arribar a la escena. En el caso de la muerte de Alberto Nisman, es sabido que la escena conduce, antes que nada, a un suicidio.
Se asume que las investigaciones realizadas hasta el presente, parten de esa presunción.
Pero la naturaleza política del caso, las características del propio Nisman, y el resultado del barrido microscópico que no encuentra restos de pólvora en sus manos, coadyuvan a instalar la hipótesis que la mayoría de los argentinos tenemos en mente: Que el fiscal Nisman ha sido asesinado.
Esto se sustenta aún más con los dichos de las que suelen llamarse "fuentes habitualmente bien informadas", publicitadas por el periodista Jorge Asís (que es, más que nada, un hombre creíble, y que no suele hablar por hablar no más), en el sentido de que la bala que mató a Nisman habría hecho una trayectoria vertical, de derecha a izquierda, y de atrás hacia adelante (ingresando por detrás de la oreja derecha, y con orificio de salida cerca de la boca), y el presunto comentario de la fiscal Mónica Fein a una autoridad del cuerpo médico forense "Oculto pruebas recogidas en la autopsia porque esto puede convertirse en un escándalo nacional".
Un panorama que pondría al asesino disparando "desde arriba" o, lo que es prácticamente lo mismo, a Alberto Nisman, de rodillas, junto a su verdugo.
Si bien la investigación aún no reporta conclusiones oficiales, es esperable que aún estén trabajando sobre la hipótesis de un suicidio.
Pero la hipótesis del asesinato está instalada, y es discutida vastamente en los medios de comunicación. No obstante, con el correr de los días, uno advierte que en esos medios no se está averiguando demasiado, y que no se formulan las preguntas lógicas, las de rigor, que cualquier investigación formularía, dadas las circunstancias.
Y resulta imprescindible, e inevitable, centrarse en la figura de Diego Lagomarsino. Porque según él mismo, fue quien le proporcionó a Nisman el arma que lo terminó matando, y porque, según lo que se conoce hasta el momento, fue la última persona en interactuar con el fiscal.
Veamos algunos de los interrogantes que a nosotros nos resultan casi de manual, pero que, inexplicablemente, la mayor parte de la prensa omite.
Hipótesis 1: ¿Lagomarsino planta el arma?
1) Diego Lagomarsino declara una y otra vez que Alberto Nisman le pidió insistentemente que le prestara su arma. ¿Tiene alguna manera, Lagomarsino, de demostrar que esta afirmación suya es verdadera?
Considerando que, siempre según sus declaraciones, Nisman le hizo referencia al arma en charla personal, y luego por teléfono le preguntó si había encontrado "eso", ¿cómo puede darse por cierta la afirmación de Lagomarsino?
No habló de mensajes de texto ni de voz, verificables. No hay manera de demostrar que Nisman le pidió el arma. Sólo se sabe que Lagomarsino llevó al arma a Le Parc, y la dejó en el departamento de Nisman. También se desprende de esto que un visitante aprobado, evidentemente, podía ingresar a Le Parc con un arma, sin declararlo, y sin que sea detectado, hay que decirlo.
2) ¿Dice la verdad, Lagomarsino, cuando implica que nadie sabía que le había prestado su arma a Alberto Nisman?
No hay manera de saberlo. Partiendo de la base de que aún ni siquiera se conoce del todo bien quién es Diego Lagomarsino (un "inorgánico", un "informático", un miembro del equipo de Nisman que en realidad no era formalmente empleado porque facturaba y cobraba más de 40.000 pesos mensuales, sin que nadie atine a puntualizar detenidamente qué funciones cumplía...) nadie puede afirmar que Lagomarsino haya guardado absoluto silencio ante el pedido de Nisman, ni que lo haya consultado o conversado con un tercero.
3) Está probado que el arma de Lagomarsino disparó el proyectil que acabó con la vida de Nisman.
Si asumimos que al fiscal lo asesina uno, o un grupo de sicarios profesionales; ¿no llevaron armas para cometer el crimen, o sabían perfectamente que la Bersa Thunder 22 de Lagomarsino se encontraba en el departamento, y con munición?
4) ¿Llevaron sus propias armas pero prefirieron usar la de Lagomarsino? ¿Se la encontraron de casualidad en la escena del crimen, o la Bersa Thunder 22, cargada, había sido plantada en el departamento para que ellos la utilicen?
¿La ingresó y la plantó alguien "aprobado", para que la utilizara alguien que entró y salió del complejo sin portar armas?
Hasta aquí, nos formulamos preguntas que podrían conducir a una hipótesis aún poco profundizada: Diego Lagomarsino como hipotético cómplice, o partícipe necesario del homicidio de Alberto Nisman.
Desde luego, la investigación formal debería ir exactamente por la opuesta. Esto es, demostrar que Lagomarsino plantó el arma. Algo que muy difícilmente pueda probarse, ya que el único que podría atestiguar si esto fue así, está fallecido.
Hipótesis 2: ¿Lagomarsino autor material?
Es en este punto donde se debe introducir otra cuestión que, hasta el momento, ha sido tomada como certeza: Lagomarsino no solamente fue la última persona que vio a Alberto Nisman vivo, sino que también parece haber sido la última persona con la que interactuó, en modo alguno, el fallecido fiscal.
Esto se desprende de las declaraciones de Lagomarsino, pero también de la falta de evidencia, al menos hasta el momento, de que Alberto Nisman, luego de que Lagomarsino salió de su departamento, en horas de la noche del sábado 17 de enero, haya tenido contacto personal, telefónico, o mediante sistema de comunicación alguno, con otra persona.
5) Las pericias indican que Nisman falleció entre 12 y 15 horas antes de haber sido hallado.
Eso pone el horario de la muerte entre la mañana y el mediodía del domingo 18 de enero.
Si bien la determinación del horario de muerte depende de varios factores diferentes, (temperatura corporal, aparición de hematomas, rigor mortis, etc), uno de los principales métodos, al constatar el óbito, consiste en tomar la temperatura del cuerpo, (mediante una sonda a introducirse en el hígado), y compararla con la temperatura ambiente, para saber cuántos grados descendió la temperatura corporal normal (alrededor de 36.5 C) hasta equilibrarse con la ambiental, y, por ende, cuánto tiempo hace que la persona está fallecida.
Claramente, esta constatación puede arrojar resultados erróneos, en función de la temperatura ambiente (un sistema de aire acondicionado encendido, un cuarto de baño con bañera de agua caliente emanando vapor, por ejemplo) y de las características físicas y orgánicas del fallecido. Lo que puede adelantar o retrasar en varias horas el horario de muerte estimado.
¿Pudo Nisman haber fallecido algunas horas antes de lo estimado, es decir durante la madrugada del domingo? Indudablemente, es una posibilidad.
6) El cuerpo de Alberto Nisman fue encontrado en un gran charco de sangre, que salía, incluso por debajo de la puerta del baño.
El proyectil calibre 22 tiene un diámetro de 5.58 mm. Es sensiblemente menor al diámetro de un cigarrillo standard. Los cadáveres no sangran, porque al producirse la muerte el corazón deja de bombear sangre. Si el cuerpo de Alberto Nisman estaba sobre un importante charco de sangre, ¿pudo haber agonizado durante varias horas, desangrándose? Definitivamente, sí.
Las últimas dos aclaraciones nos llevan a una pregunta obvia.
¿Alberto Nisman pudo haber sido baleado a altas horas de la noche del sábado 18, y agonizado hasta la mañana del domingo 19? Desde luego.
Y es entonces cuando estas posibilidades conducen a la otra hipótesis que, aunque no sea "socialmente" demasiado aceptable, no se puede dejar de considerar. Y es la de Diego Lagomarsino, como presunto autor material.
Lagomarsino aclara que, cuando se retira del departamento de Nisman, llama al ascensor y, al cabo de pocos segundos, éste arriba con 5 personas en su interior. Que esas 5 personas lo ven a él (Lagomarsino) depedirse de Nisman, que lo había acompañado hasta la puerta.
No solamente Lagomarsino recuerda con precisión que se trataba de 5 personas, (ni 4, ni 6) sino que también admite haber seguido con detalle el derrotero de estas personas, al abandonar el ascensor. 3 bajan con él, en planta baja, y se dirigen a un auto blanco estacionado en el sector de cortesía. Y los otros dos siguen hacia "planta baja" (sic), refiriéndose, seguramente, a las cocheras fijas.
Nos preguntamos quiénes eran esas 5 personas, si ya han sido individualizadas y citadas a declarar. Resulta imperativo que esto ocurra, porque son las únicas que pueden testimoniar que, cuando Lagomarsino salió del departamento de Nisman, el fiscal estaba vivo.
Conclusiones inconclusas
Hasta el momento, Diego Lagomarsino está imputado en la causa tan sólo por haberle proporcionado a Alberto Nisman el arma con que, finalmente, se produciría su violenta muerte. Y esto es lógico, porque, tal como lo dijimos al principio, la causa es, en esta instancia, muerte dudosa: se está investigando un presunto suicidio.
Pero es indudable que el testimonio brindado en conferencia de prensa por Lagomarsino deja abiertas muchas puertas para que ingrese la duda.
- "Nisman me dijo - tengo más miedo de tener razón, que de no tenerla".
Afirmación de Lagomarsino, inverificable, y formulada sin ulteriores aclaraciones. Resulta muy difícil sospechar que el fiscal Nisman, presentando una causa de la envergadura de la que presentó, tuviera alguna duda sobre la verosimilitud de su acusación.
Uno cree que Nisman estaba 100% seguro de tener razón. Y que no dejaba margen para la duda. De otro modo, carecería de sentido siquiera la presentación de la denuncia.
- "Me llamó dos veces. Me hizo ir a la casa y me pidió un arma".
Si, tal como afirma Lagomarsino, Nisman quería el arma sólo ante la eventualidad de que apareciera "un loquito con un palo a decirle traidor hijo de puta", para qué hacerlo ir desde Zona Norte a Puerto Madero, y hacerlo luego regresar con el pedido? No hubiera sido muchísimo más coherente que Nisman le solicitara el arma en su primer llamado telefónico?
- "Nisman me dijo: Ya no confío ni siquiera en la custodia"
Cómo se puede corroborar esta afirmación? Considerando que ninguno de sus colaboradores declaró haber percibido temor, nerviosismo, ni inquietud, por parte del fiscal, cómo hace uno para creerle a Lagomarsino que el fiscal le afirmó algo tan severo como que ya no creía ni siquiera en su custodia?
El mismo fiscal que apenas 3 días antes, el miércoles 14 de enero, en horas de la noche, había expresado en el programa "A dos voces" que agradecía y rechazaba el ofrecimiento de Gils Carbó de reforzarle la custodia, 2 días y medio más tarde le decía a Lagomarsino que ya no confiaba en esa custodia?
- "Volví a mi casa, todavía estaba mi mujer con su hermana y mis hijos, y la realidad es que si yo hubiese sabido donde estaba el arma, ehhh, no estaba a la mano como para decir meto la mano y la agarro ahí, la escondo y me voy de mi casa"
"En un momento ellas se van. A las siete, siete y dos minutos, me llama Nisman , "¿Lo encontraste, encontraste eso?".....y le pregunta a su abogado "¿Detallo el lugar donde estaba el arma, o es irrelevante?"
Bueno, no era irrelevante. Máxime porque hacía segundos que Lagomarsino había declarado no saber dónde estaba el arma.
Diego Lagomarsino repite una y otra vez que el pedido de Nisman lo había dejado en un estado de shock. Se declara shockeado desde el momento en que Alberto Nisman le pide el arma. Pero no obstante el estado de shock, explica detenidamente donde estacionó, que entró entre el cuerpo del edificio, y la reja, por dónde venía caminando el custodio que subió con él en el ascensor, haber retirado un carrito de supermercado que estaba en el ascensor, la charla que tuvo con el custodio acerca del 4G, que Nisman salió y le entregó al custodio un sobre marrón, que le pidió un café a Nisman y el fiscal le dió la cápsula para que se lo preparara él, que para irse (Lagomarsino) se dirigía a la cocina pero que Nisman le dijo "salí por la puerta principal", que venían 5 personas en el ascensor, que eran muy cordiales, cómo estaban vestidas algunas de ellas, y hasta qué rumbo tomó cada una de esas 5 personas al descender del mismo.
Detalles muy minuciosos como para ser tan fielmente recordados por alguien que permanecía en estado de shock. Observaciones muy puntillosas que hablan de una persona que estaba sumamente alerta a todo lo acontecido, antes que en estado de shock. O, en su defecto, que estudió un libreto preredactado.
Una verdad es que yo estoy convencido de que Alberto Nisman lo asesinaron. Otra verdad es que no tengo idea de quien lo asesinó. Y otra verdad, aún más clara, es que si esta causa llegara a tornar de investigacion de un posible suicidio, a investigación de un posible homicidio, entonces Diego Lagomarsino tiene todos los boletos apostados para ser el principal sospechoso del mismo.
A mí también me parece un muchacho inocente. A mí también me cae hasta simpático. A mí también me gustaría que, con el correr de los días, aparezcan nuevas pruebas que contribuyan a demostrar que este muchacho es inocente, y que simplemente su vida se vio extrañamente enmarañada con un asunto siniestro.
Y yo también creo que, en el final, nunca sabremos quien mató a Alberto Nisman.
Pero tal como están las cosas hoy, al 7 de febrero del año 15, debo decir que Lagomarsino es una pieza clave en todo este entramado, y que casi todas las cosas que afirma carecen de testigos que lo corroboren. Y trato de encontrar un motivo serio como para creerle.
No me gustaría nada que Lagomarsino sea cómplice o autor material. Pero menos me gustaría que la resolución de un aparente magnicidio termine siendo, apenas, un acto de fe por portación de cara.
a bizarra investigación de la muerte del fiscal se lleva en secreto
El show Nisman y la laptop
Después de tanto anuncio insinuado pero no cumplido, la investigación manipulada busca “evidencias” en la computadora del técnico Lagomarsino. Es que si se quiere forzar que Nisman fue asesinado, hace falta un asesino...
La pseudo-investigación de la muerte de Alberto Nisman continúa realizándose a escondidas. De vez en cuando se publican dudas o conclusiones que va elaborando Gendarmería –bajo la responsabilidad política de Patricia Bullrich– o la fiscalía de Eduardo Taiano. Según el cronograma adelantado por el diario Clarín, en la semana que pasó debería haberse dado a conocer una pericia, hecha por Gendarmería de manera oculta, con la conclusión de que a Nisman lo mataron, contradiciendo así todas las pericias anteriores. No sólo no se publicó sino que las partes fueron convocadas el 10 de julio para hacer un estudio balístico y el 2 de agosto para hacer el análisis toxicológico. Además se le formuló a las partes cien preguntas vastas, como por ejemplo “cuándo fue la data de muerte”. Es decir, que al menos oficialmente, las cosas van para largo. Esto no quita, por supuesto, que se esté trabajando clandestinamente, a espaldas de la causa judicial. Clarín también adelantó que a principios de junio, con la presencia de las partes, se haría una reconstrucción de lo ocurrido en el departamento de Nisman. Se estaba construyendo –afirmaron– una maqueta a tamaño real del piso 13 de Le Parc. Por ahora, no hubo ni construcción ni reconstrucción.
Durante el fin de semana pasado se hicieron trascender dudas sobre el informático Diego Lagomarsino, a quien apuntan para involucrar de alguna manera. Como preparan todo para establecer que hubo homicidio, necesitan un homicida. Como nueva prueba, Clarín dijo que que no se encontró la computadora desde la cual el informático Lagomarsino, de manera remota, hacía el mantenimiento de las computadoras del fiscal. La lógica es que Lagomarsino mintió sobre su trabajo y por lo tanto es sospechoso. La explicación de la defensa es simple. Todos esos trabajos los hizo siempre el informático desde una laptop que lleva en su mochila y usando el programa TeamViewer licenciado a nombre del propio Lagomarsino. Cuando allanaron la vivienda del técnico –un domingo–, éste estaba con sus hijos en casa de un amiguito de ellos, y por lo tanto no se llevaron la laptop. Tan sencillo como eso.
Rebobinando
La guerra de guerrillas mediático-judicial-política, en la que cada tanto disparan con un aparente nuevo elemento o una supuesta prueba, tiene como objetivo instalar la hipótesis del homicidio, rechazada por las tres pericias que se hicieron en la causa bajo la conducción de la fiscal Viviana Fein y la jueza Fabiana Palmaghini. La junta médica concluyó que “no hay certeza pericial de homicidio”. La junta criminalística sostuvo que “no se encontró ningún rastro que indique el desplazamiento de personas por el interior del baño”, es decir que Nisman estaba solo en el momento del disparo. Finalmente, el estudio del laboratorio químico y forense del Cuerpo de Investigaciones Fiscales de Salta dictaminó que “sobre (las manos del fiscal) se hallaron partículas consistentes con residuos de disparo”.
Todo ese curso adverso de los estudios científicos llevó al fiscal Taiano, que instruye la causa, y al gobierno nacional, que conduce la Gendarmería, a realizar de nuevo todas las pericias, pero al principio marginando a las partes, entre ellas a la defensa de Lagomarsino. También quedaron a un costado los forenses designados por la Corte Suprema y los peritos criminalísticos de la Policía Federal. En la versión de Clarín de fines de mayo se anunció que Gendarmería dictaminaría en 30 días, o sea en la semana que pasó, que lo de Nisman fue homicidio. Además, adelantaron la realización de una reconstrucción, una semana más tarde, a principios de junio, en que podrían participar los peritos de parte. Desde entonces no hubo novedades ni se hizo la reconstrucción.
Calendario
Ahora se notificó a los peritos que el 10 de julio se hará la pericia balística, es decir se volverá a determinar la distancia y el ángulo del disparo; se reiterará que el proyectil salió de la pistola calibre 22 y otros elementos que se trabajaron desde un principio. El 2 de agosto están convocados los especialistas para hacer el análisis toxicológico, una medida llamativa, tal vez orientada a tratar de introducir en el caso que Nisman murió el sábado 17 y no el domingo 18 de enero de 2015. Esto último fue lo establecido por trece de los quince forenses, en su gran mayoría designados por la Corte Suprema. Entre ellos intervino Fernando Trezza, una autoridad mundial en materia de establecer la data de una muerte. Todos coincidieron en que Nisman murió el domingo al mediodía. La querella que encabeza Sandra Arroyo Salgado –ex pareja de Nisman– insiste en que el deceso del fiscal se produjo el sábado al atardecer, porque ese día estuvo Lagomarsino en el departamento del fiscal. Pero hay constancias muy claras de que Nisman habló por teléfono o chateó con tres personas después que el técnico abandonó el edificio Le Parc: habló con el custodio Néstor Durán, chateó con el periodista de Infobae Laureano Pérez Izquierdo y con la periodista de Clarín Natasha Niebieskikwiat. Con ésta última intercambió un último mensaje a las 21.17, mientras que las cámaras de seguridad verificaron que Lagomarsino salió de Le Parc a las 20.34 y las cámaras del complejo en Martínez donde vive el informático lo muestran ingresando en el garage a las 21.04.
En el equipo de Arroyo Salgado se produjo un cambio de importancia. El principal perito, el ex titular de la Bonaerense Daniel Salcedo, se fue a trabajar a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). O sea que revista ahora en el Poder Ejecutivo, algo que también revela su alineamiento anterior. En su lugar ingresó el ex comandante de Gendarmería, Eduardo Frigerio.
Técnico
De los nuevos trabajos, hechos a escondidas, la entente judicial-mediática-política va haciendo trascender supuestos resultados. El principal: que Gendarmería va a dictaminar que hubo homicidio. Pero el complemento de esa hipótesis es que Lagomarsino fue parte del plan criminal, algo poco entendible porque en el baño quedó la pistola registrada a su nombre. Por un lado se dice que intervino un comando ultra-sofisticado iraní-venezolano-kirchnerista y por el otro lado uno de los supuestos integrantes del comando cometió la super-torpeza de dejar un arma propia en la escena. Nada cierra.
Aún así, para instalar la sospecha se señala que no está claro cómo hacía Lagomarsino para concretar el mantenimiento, a distancia, de las computadoras de Nisman. En los aparatos del fiscal están las entradas del técnico para hacer los trabajos. Incluso figuran a nombre de Lagomarsino. Pero trataron de sembrar dudas sobre cómo lo realizaba el técnico porque en la computadora de mesa de su casa no se encontraron rastros de esos trabajos de mantenimiento. La defensa del técnico, a cargo de Gabriel Palmeiro y Martín Chasco, explicó que el juzgado allanó el domicilio de Lagomarsino en un momento en que el técnico no estaba en su casa. En el procedimiento se llevaron todo, pero la computadora con la que trabaja Lagomarsino –una Dell Latitude– no estaba allí ya que la lleva siempre encima, en la mochila.
El programa para trabajar de manera remota en las computadoras de Nisman, el TeamViewer, estaba a nombre de Lagomarsino para darle más seguridad a la operación: no era ni una copia ni una versión gratuita. El técnico hacía el mantenimiento desde su laptop Dell y, por supuesto, se requirió la autorización de Nisman para instalar la aplicación inicial y operar de manera remota.
También se mencionó como sospechoso que en el allanamiento se encontró un CD con los dos comunicados, uno más largo y uno más corto, con el que Nisman difundió la denuncia que realizó contra Cristina Fernández de Kirchner cuatro días antes de morir. El tema central de la denuncia era el memorandum de entendimiento con Irán. Ese CD era de “sólo lectura”, o sea que no podía ser modificado, y fue como todos los que se entregaron a los medios. Las modificaciones que tiene se hicieron antes de grabarlos y por lo tanto antes de la entrega a los medios y a Lagomarsino. En su último encuentro, Nisman le dió el CD y un impreso de los comunicados y le dijo que los leyera. Era material público.
Finalmente se insiste como si fuera otro elemento de sospecha, con que en la casa del informático había un CD con escuchas del caso en el que fue denunciado Mauricio Macri, por el armado de una red de espionaje ilegal. Quien impulsó la causa contra el ahora presidente fue el propio Nisman y lo que le entregó a Lagomarsino no fue un CD con escuchas sino un CD con entrecruzamiento de llamadas, es decir listado de llamadas en los que se verificaba con quién se había comunicado cada uno de los protagonistas del espionaje: Macri, el Fino Palacios, el espía Ciro James y otros funcionarios del gobierno porteño imputados en la causa. Uno de los espiados era el cuñado de Macri, Daniel Leonardo, pero Mauricio dice que la operación la hizo Franco Macri, no él.
Nisman designó a Lagomarsino en 2007, o sea que estuvo años trabajando con cargo en la Unidad AMIA, aunque Lagomarsino ya trabajaba con él desde antes. Está el contrato de trabajo pedido al entonces procurador Esteban Riggi, con la firma de Nisman, y según declaró Lagomarsino, el fiscal se quedaba con la mitad de su sueldo todos los meses. El técnico debía devolverle el 50 por ciento de lo cobrado, en efectivo. Tras la muerte del fiscal, hubo varias investigaciones para tratar de establecer si Lagomarsino tenía vinculación con algún servicio de inteligencia. Por ahora no se le encontró nada. Lagomarsino jura y perjura que no tiene relación con ningún servicio y ni siquiera el macrismo que gobierna desde hace un año y medio, le detectó ningún vínculo extraño.
Mañana
Mientras a escondidas parece que Gendarmería hace su pericia, en la superficie están convocados mañana los peritos informáticos: Marcelo Torok por la defensa de Lagomarsino y Gustavo Presman por la querella de Arroyo Salgado. El tema es siempre el mismo: el ingreso a la computadora de Nisman el domingo 18 a las 7.30. En forma desesperada, la querella que encabeza la ex pareja de Nisman trata de plantar que esos movimientos en la computadora fueron hechos de forma remota porque si los hizo Nisman mismo, el domingo tempranito, se le cae su hipótesis de que la muerte fue el sábado 17. Las pruebas indican que fue Nisman el que hizo las operaciones desde su departamento, en Le Parc. A las 7.32 entró a ver a la nota escrita por este cronista en PáginaI12; después leyó Clarín, La Nación, Perfil –está probado que el diarero dejó los diarios de papel recién después de las 9–luego consultó los mails en su cuenta de Yahoo; chequeó en Instagram las fotos de una modelo con la que había dormido tres días antes, entró a un posteo en Infobae de Claudio María Domínguez sobre el regreso de la muerte, pasó el programa borrador CCleaner como lo hacía habitualmente y dejó la computadora en reposo. Todo está registrado y no hay registro de que alguien haya usado la computadora de manera remota.
A simple vista parece haber una investigación y una pericia clandestina, urdida entre Gendarmería, el gobierno y Arroyo Salgado. Nadie conoce su cronograma y lo cierto es que hasta ahora no se cumplió el calendario anunciado por Clarín. En la investigación oficial, la que se pretende que sea legal, mañana arrancan los informáticos, después la balística y la toxicológica. Quedan unas 100 preguntas a responder en el camino o sea que no habrá resultados a corto plazo. El temor y la sospecha es que lo oficial es una especie de show, mientras se cocina a escondidas la que querrán hacer valer política y mediáticamente.
En tres oportunidades el fiscal se mostró de acuerdo con la idea
Cuando Nisman estaba a favor de un memorándum con Irán
“La recibe con beneplácito y la encuentra altamente positiva”, respondía Nisman sobre la idea de un acuerdo cuando lo proponía Interpol. Después, pese a que fue aprobado por el Congreso, pasó a considerarlo un delito.
Nisman después denunció a CFK y a Timerman por el memorándum. Imagen: Arnaldo Pampillon
La secretaría general de Interpol propuso en 2008 la formación de una Comité Jurídico Mixto argentino-iraní “que pudiera resolver las ambigüedades y malos entendidos que rodean la instrucción de la causa. Tal Comité podría trazar una hoja de ruta o acordar un Memorándum de Entendimiento para avanzar en la resolución del caso”. La propuesta fue trasladada al fiscal Alberto Nisman quien contestó tres veces “que toda medida que implique cooperación que tenga por finalidad materializar y dar respuesta eficaz a los requerimientos, la recibe esta Unidad Fiscal con beneplácito y la encuentra altamente positiva”. La documentación demuestra que lo que para Nisman era altamente positivo no sólo se convirtió después en negativo sino incluso en un delito, pese a que el Memorandum del que se hablaba en ese diálogo con Irán y con Interpol se convirtió después en una ley votada por las dos cámaras del Congreso. El fiscal Gerardo Pollicita prepara a las apuradas y para meterlo en tiempos electorales el pedido de indagatoria para la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ex canciller Héctor Timerman porque lo que Nisman vio como altamente positivo es calificado ahora como un encubrimiento y hasta un acto de traición a la patria.
La secuencia documental empezó en febrero de 2008 cuando la Policía Federal, que es la sección argentina de Interpol, le informó al ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, de la existencia de una comunicación de Interpol. El 8 de febrero de 2008, con la firma del comisario Néstor Valleca, la Federal le señaló al ministro que la secretaría general de Interpol recibió una propuesta de Irán para iniciar un diálogo en el marco de la organización internacional de policía sobre la causa AMIA. En concreto lo que se propone es “discutir la cooperación de ambos países” en el expediente del atentado.
A lo largo de los años, desde que la justicia argentina imputó a los ciudadanos iraníes por el atentado, Interpol buscó algún tipo de acercamiento. Es que se trata de un caso atípico. Interpol normalmente busca prófugos en causas de narcotráfico o de organización criminal. En esos casos los Estados no respaldan a los prófugos. En la causa AMIA existe –según Interpol– un conflicto entre dos Estados que son miembros y por eso la actitud siempre fue buscarle una solución negociada.
Después que Aníbal Fernández recibió aquella primera nota de la Policía Federal, le trasladó la cuestión a quien estaba encargado de la investigación, el fiscal Nisman. La nota del entonces ministro tiene fecha del 20 de febrero de 2008. Nisman contestó a la notificación de Aníbal Fernández señalando que “que toda medida que implique futura cooperación la recibe la fiscalía con beneplácito y la encuentra altamente constructiva”. Firman la respuesta el propio Nisman y su secretario Fernando Scorpaniti.
El 1º de abril de 2008 la gestión sale de la órbita policial y se afina la propuesta a través de una carta que el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino le envía a Nisman. La Cancillería transmite las precisiones a partir de un diálogo mantenido en Irán por la representación diplomática argentina en Teherán.
En concreto lo que se propone es lo siguiente:
Irán pregunta por la disponibilidad argentina para constituir “un Comité Mixto” de juristas.
Ese Comité podría trazar una hoja de ruta o “acordar la firma de un Memorandum de Entendimiento” que podría avanzar concretamente en la resolución del caso.
La nota está firmada por la directora de asistencia jurídica de la Cancillería, María Seoane de Chiodi. Además, se acompaña un texto del Encargado de Negocios de Argentina en Irán, Mario Quinteros, quien además detalla que las autoridades de Teherán proponen la visita del juez Rodolfo Canicoba Corral, el fiscal Nisman y la defensora oficial para que se avance en las tratativas. Quinteros menciona la idea de que Irán incluso estaría dispuesto a redactar un texto–borrador del eventual acuerdo.
Nisman vuelve a contestar el 8 de abril de 2008 con un oficio muy similar al anterior. Toda iniciativa de cooperación es “recibida con beneplácito y resulta altamente constructiva”. No es que el fiscal pusiera alguna condición o sugiriera que no se puede negociar nada que no sea la presencia en la Argentina de los sospechosos o que no corresponde ninguna comisión mixta. Nisman y su secretario vuelven a contestar, por segunda vez, que es positiva la búsqueda de cooperación con Irán, aún cuando ya está claro que se habla de Memorándum y de Comisión Jurídica Mixta. El texto se adjunta a la causa y, además, se realiza una transcripción en forma de respuesta a la Cancillería. O sea, hay tres aceptaciones de Nisman respecto de avanzar en la cooperación con Irán para buscar algún camino e incluso firmar un Memorándum.
Es público y notorio que los sucesivos cancilleres argentinos, por instrucciones de Néstor y Cristina Kirchner, siempre buscaron alternativas. La idea de hacer un juicio en un tercer país se barajó varias veces, incluso se mencionó a Marruecos como posible sede. La intención fue pública y replicaba lo ocurrido con el atentado de Lockerbie cuando el Reino Unido y Libia acordaron hacer el juicio a los dos supuestos terroristas en una base norteamericana en Holanda. En aquella oportunidad el mediador fue nada menos que Nelson Mandela.
Después de firmado el Memorandum, en enero de 2013, el texto pasó por el juez, luego por la Cámara Federal, por el Congreso, después nuevamente por el juez Daniel Rafecas, otra vez la Cámara y luego la Casación lo declaró inconstitucional. En todo el proceso, ni siquiera los que se opusieron, los que votaron en contra ni los que declararon la inconstitucionalidad sostuvieron que podría tratarse de un delito. Y como se ve, hasta Nisman dio su visto bueno en 2008.
Nueve años después, lo que prima es la alianza mediática-política-judicial, con sede en Comodoro Py, que no sólo tiene un eje electoral y, más allá de los comicios, busca desesperadamente una condena a la ex presidenta y al ex canciller. Sólo eso explica el pedido de indagatoria que prepara el fiscal.
Desmentida de Gendarmería sobre la pericia por la muerte de Nisman
Un resultado que todavía no está
"La Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de la Gendarmería Nacional no produjo ningún informe final conclusivo en el marco de la junta interdisciplinaria respecto a las pericias del denominado mediáticamente 'Caso Nisman'", dijo en un comunicado que subió a las redes sociales la fuerza de seguridad que integra la junta interdisciplinaria que trabaja en la reconstrucción de la muerte del fiscal especial para el caso AMIA.
Poco antes de que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner le otorgara una entrevista a Infobae, ese medio puso como nota de tapa que los peritos de Gendarmería habían asegurado que a Nisman lo asesinaron.
La Gendarmería agregó que "al momento de arribar a conclusiones periciales finales serán presentadas ante las autoridades judiciales pertinentes para su consideración".
El fiscal Eduardo Taiano, que fue quien ordenó el informe, confirmó que no recibió aún las conclusiones.El fiscal especial para la causa AMIA fue encontrado muerto en el baño de su departamento del barrio porteño de Puerto Madero con un disparo en la cabeza el 18 de enero de 2015.
Cristina Fernández, hoy candidata a senadora por Unidad Ciudadana, calificó durante la entrevista con Luis Novaresio como un "inmenso disparate" y una "acusación sin ningún tipo de fundamento" vincular la muerte de Nisman con su gobierno.
"Es un disparate, todos saben que es un inmenso disparate, es una acusación sin ningún tipo de fundamento, y no la creen ni los que la formulan", dijo la ex mandataria.
Recordó que habló por cadena nacional en el momento del hallazgo del cuerpo de Nisman y afirmó que su gobierno "puso todo a disposición de la justicia" y que "la oposición, que hoy es gobierno, utilizó la muerte del fiscal "para generar sospechas" hacia su administración y su persona.
El fiscal del caso AMIA fue hallado muerto en el baño del departamento que habitaba en Puerto Madero el 18 de enero de 2015, cuatro días después de denunciar a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el presunto encubrimiento de los iraníes acusados por el atentado a la AMIA por la firma del Memorándum con Irán. Compromiso diplomático que fue votado por el congreso, declarado inconstitucional por la Justicia y, por lo tanto nunca entró en vigencia. Tampoco Irán lo avaló. A pesar de lo cual la Justicia citó a la ex Presidenta a declaración indagatoria por ese tratado.
Ayer se hizo la recreación de la escena del baño en el que se encontró el cuerpo sin vida del fiscal Nisman, en el edificio Centinela, de Gendarmería, pero sin la presencia ni del juez (Julián Ercolini) ni del fiscal.
En esta recreación cada parte expuso como cree que fueron los hechos, de acuerdo a la evidencia del caso, y todo quedó registrado en filmaciones que se realizaron.
Fuentes judiciales aseguraron a Télam que tras estas recreaciones, el informe estaría más cerca de las conclusiones, y que la semana próxima, la junta podría presentárselo a la Justicia.
La junta interdisciplinaria está compuesta por 23 especialistas de Gendarmería y peritos de parte que, desde hace seis meses deliberan sobre la muerte del fiscal.
La junta interdisciplinaria, que se reúne todos los miércoles, fue dirigida por los comandantes mayor Orlando Caballero y Alejandro Piñeiro, y contó con la participación de peritos de parte de las querellas de la madre de Nisman y de las hijas, y de la defensa del perito informático Diego Lagomarsino.
Uno de los peritos por parte de Lagomarsino, Mariano Castex, solicitó una licencia semanas atrás por "motivos personales", aunque Télam pudo reconstruir que se distanció del caso porque entendía que había "irregularidades" en el desarrollo de la junta.
Fuentes de la investigación informaron a Télam que se estima que habrá al menos dos informes: uno de mayoría, firmado por los especialistas de la Gendarmería y por los peritos de las querellas, y otro de disidencia, con conclusiones distintas, de la defensa de Lagomarsino.
Nisman estaba tirado sobre un charco de sangre y bajo su cuerpo estaba el arma desde la cual había salido el disparo que le perforó la cabeza: la pistola calibre 22 era propiedad de Lagomarsino, que le dijo luego a la justicia que el fiscal se la había pedido prestada.
Diego Lagomarsino, eje de la embestida de Arroyo Salgado. Fue quien le prestó el arma a Nisman. Para la jueza, esconde información. Foto: Cedoc
Luego de que el miércoles pasado, la Corte Suprema de Justicia rechazara el último pedido de la defensa de Diego Lagomarsino para frenar la conformación de una junta interdisciplinaria que investigue la muerte de Alberto Nisman, la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal publicó todos los recursos que el ex empleado de Nisman utilizó para cuestionar y demorar la realización de dicha junta, a los miembros encargados de hacerla y a los jueces federales de las distintas instancias que deben intervenir en la causa.
Integrada por los jueces Gustavo M. Hornos (presidente) y Mariano Hernán Borinsky, la Sala resolvió:
1) Con fecha 29 de marzo de 2017, la Sala IV resolvió no hacer lugar a la queja interpuesta por la defensa de Lagomarsino contra la decisión de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal que confirmó el rechazo del planteo de nulidad deducido por la defensa contra el dictamen del Fiscal Federal Taiano (en quién se encuentra delegada la investigación) que dispuso la convocatoria de la junta interdisciplinaria a cargo de la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de la Gendarmería Nacional Argentina, para establecer las causas de la muerte de Nisman.
3) Con fecha 31 de julio de 2017, la Sala IV resolvió no hacer lugar a la queja interpuesta por la defensa de Lagomarsino contra la decisión de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal que confirmó el rechazo del pedido de recusación del perito tecnológico, Ingeniero Presman, propuesto por las hijas del fiscal Nisman.
4) Con fecha 13 de septiembre de 2017, la Sala IV resolvió denegar la vía extraordinaria a la Corte Suprema de Justicia de la Nación solicitada por la defensa de Diego Ángel Lagomarsino.
5) Con fecha 24 de agosto de 2017, la Sala IV resolvió no hacer lugar a la queja interpuesta por la defensa de Lagomarsino contra la decisión de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal que rechazó un recurso de queja, por apelación denegada, contra la decisión del juez federal que no hizo lugar al pedido de recusación de los peritos de Gendarmería Nacional designados para intervenir en la pericia.
6) Con fecha 24 de agosto de 2017, la Sala IV resolvió no hacer lugar a la queja interpuesta por la defensa de Lagomarsino contra la decisión de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal que confirmó el rechazo del pedido de nulidad solicitado por esa parte contra un punto del dictamen fiscal que no convocó a declaración testimonial de los peritos que realizaron la pericia psicológica.
7) Con fecha 13 de septiembre de 2017, la Sala IV resolvió no hacer lugar a la queja interpuesta por la defensa de Diego Lagomarsino contra la decisión de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal que había confirmado el rechazo “in limine” de la recusación solicitada por esa parte respecto del juez federal Ercolini.
En el Gobierno nacional crece la sospecha sobre Diego Lagomarsino como posible autor o partícipe del asesinato del ex fiscal de la AMIA Alberto Nisman, y por eso se dispuso un mecanismo discreto de vigilancia para evitar que se fugue, si la causa avanza.
El operativo de monitoreo a Lagomarsino se efectúa con efectivos de fuerzas de seguridad vestidos de civil y en forma muy discreta para evitar que el técnico informático pueda esconderse, según publicó el diario La Nación..
En la Casa Rosada descuentan que el juez Ercolini podría tener que llamarlo a declaración indagatoria. Sobre todo, después de que se trascendiera el peritaje de Gendarmería que sostiene que a Nisman lo asesinaron.
Si bien hoy Lagomarsino no está imputado y no tiene prohibición de salir del país, las fuerzas de seguridad que lo monitorean: observan sus movimientos para que, en el caso de que existan sospechas, los efectivos den aviso inmediato al fiscal Eduardo Taiano para que tome las medidas correspondientes.
El técnico informático tiene su domicilio en la localidad bonaerense de Martínez.
"Los efectivos están de civil, lo monitorean a distancia prudencial, no es algo oficial ni pedido por el juzgado, pero es algo que hay que hacer para prevenir una eventual fuga", dijo a LA NACION un funcionario que está al tanto de esas decisiones en la Casa Rosada. "Esa es una obligación de las fuerzas de seguridad", señaló ese informante.
"Es un discreto trabajo de apoyo a la tarea del fiscal. Sólo averiguar y ver", señalan en el gobierno de Macri.
Si no tiene una orden judicial que le prohíba salir del país, Lagomarsino podría tomar la decisión de viajar sin el permiso de la Justicia. En teoría, ninguna fuerza de seguridad lo podría detener antes de embarcarse o de cruzar una frontera. Sin embargo, en las esferas oficiales aclararon: "Si vemos que está por irse, se le avisa al fiscal para que dé las ordenes pertinentes". Los funcionarios admiten que ante cualquier compra de pasajes o decisión tendiente a viajar por parte de Lagomarsino, existen maneras de obtener esa información a tiempo para evitar una fuga.
La Cámara Federal reclamó que se investiguen las cuentas en el exterior a nombre de la madre y la hermana del fiscal
Alberto Nisman y el lavado de dinero: La causa que Comodoro Py nunca quiso investigar
Los camaristas exigieron que se investigue el presunto lavado de dinero detectado a partir de una cuenta con más de 600 mil dólares que el fallecido Alberto Nisman tenía en Estados Unidos.
La Cámara Federal puso en palabras lo que hace rato era evidente: la causa por presunto lavado de dinero que se abrió con el hallazgo de una cuenta con más de 600 mil dólares que el fallecido Alberto Nisman tenía en Estados Unidos a nombre de su hermana Sandra Nisman, su madre Sara Garfunkel y el técnico informático Diego Lagomarsino, está en la nada, tal como la dejó el fallecido juez Claudio Bonadio. Nisman sólo figuraba como apoderado, lo que en un comienzo había duplicado las sospechas de que podría haberla utilizado para mandar allí dinero que no podía explicar. Los camaristas Mariano Llorens y los reincorporados por un tiempo Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia señalaron en un recurso de otro de los imputados, el empresario Claudio Picón, que "a la luz de la demora que exhibe el trámite del presente legajo, se torna necesario instar al juez de la anterior instancia a arbitrar los medios necesarios para que se avance en la pesquisa con la mayor celeridad que la investigación lo permita".
En marzo de 2015, dos meses después de la muerte del fiscal, su ex esposa, la jueza Sandra Arroyo Salgado, sorprendió cuando se presentó a declarar ante la fiscal Viviana Fein e informó que Nisman y Lagomarsino --quien como es sabido es el dueño del arma de la que salió el disparo mortal-- tenían una cuenta en el banco Merrill Lynch de Nueva York. El dato, en rigor, venía de la hermana de Nisman, que quería acceder a la cuenta y no tenía la contraseña y en el banco le dijeron que la tenía Lagomarsino. A partir de esta situación se abrió una investigación en Comodoro Py, que en un comienzo estuvo a cargo del juez Rodolfo Canicoba Corral y del fiscal Juan Pedro Zoni, luego deportado de los tribunales de Retiro por el procurador interino, Eduardo Casal. Según se pudo constatar entonces, la cuenta tuvo movimientos entre septiembre de 2012 y agosto de 2014 por lo menos. La AFIP reportó que no era una cuenta declarada. Algunas de las transferencias sospechosas que figuran son de una empresa en Hong Kong, Rodfa Limited, por 134 mil dólares, hay otra del financista Damián Stefanini por 150 mil dólares y el empresario Picón aparece con 72 mil dólares. Stefanini desapareció de la faz de la tierra tres meses antes de que Nisman apareciera muerto. Nunca se supo más nada de él.
Tanto Sandra Nisman, como Garfunkel, Lagomarsino y Picón fueron imputados y llamados a indagatoria por el fiscal Zoni y el ex juez Canicoba Corral. El informático dijo que Nisman le había pedido que figurara su nombre, como una suerte de testaferro, porque él era una persona expuesta y no podía por su cargo. Canicoba dijo públicamente que estaba convencido de la hipótesis del lavado y fue apartado de la causa por la Cámara Federal. Ahí fue cuando el caso pasó a manos de Bonadio, que dejó el expediente en el freezer. En la mayoría de los despachos de Comodoro Py hubo resistencias a avanzar con este expediente porque dejaba a la vista los posibles niveles de corrupción de Nisman, cuya muerte y figura fue utilizada para atacar al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, tal como fogoneaba el macrismo. Además, es factible que el dinero negro estuviera vinculado a organizaciones de la derecha de Estados Unidos y de Israel, interesados en financiar las acusaciones. De hecho, alguno de los movimientos de la cuenta en cuestión estarían vinculados a un banco israelí.
Lo cierto es que la causa está en punto muerto, con la excusa de que hay recursos de los imputados pendientes de respuesta en la Corte Suprema. Pero además, hasta el juez actual, Marcelo Martínez de Giorgi, a comienzos de año y tras la muerte de Bonadio intentó mandar la causa al fuero penal económico, pero se la devolvieron. El único fiscal que avanzó fue Zoni. Luego lo sucedieron Gerardo Pollicita y Eduardo Taiano y no hubo grandes movimientos. Además de la cuenta en Nueva York, en la causa también hay datos sobre otra cuenta en Uruguay y varias propiedades en ese país.
Lo que resolvió la Cámara se desprende de una presentación de Picón, que figura como el dueño del auto de alta gama Audi que utilizaba Nisman. Picón reclama sus legajos del Registro Automotor de los vehículos de su empresa Palermopack SA. La Cámara decidió darle la razón y devolverle los papeles, en este fallo que destaca que en nada avanzó la investigación. Para hablar de la demora primero los camaristas aludieron al recurso de Picón: "Si bien pudo haber sido razonable requerir la documentación en cuestión en aquella oportunidad, el tiempo transcurrido desde la incorporación de los legajos al expediente, la ausencia de un concreto avance en el sentido de la hipótesis investigada, se presentan como factores suficientes para restar sustento al rechazo ahora cuestionado" (que venía de primera instancia).
Cuando Zoni, cinco años atrás, pidió las indagatorias que quedaron en el aire, dijo que los imputados habían logrado "con su accionar que se introduzcan fondos de origen espurio en el circuito legal”. "Se ha logrado establecer --afirmaba-- la existencia de distintos bienes y fondos, que a pesar de aparecer vinculados a distintas personas que actuaran como testaferros, en realidad eran propiedad de Natalio Alberto Nisman”.
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