La embarcación especializada en la colocación de tuberías en aguas profundas zarpó el lunes del puerto de Wismar y se detuvo este 15 de enero a unos 10 kilómetros de Rostock.
El gasoducto que conectará a Alemania y Rusia por el fondo del mar Báltico fue concebido para diversificar las rutas del suministro de gas y prevé la construcción de dos ramales para transportar hasta 55.000 millones de metros cúbicos del combustible.Las obras del proyecto impulsado por compañías de Alemania, Austria, Francia, Países Bajos y Rusia, fueron suspendidas en diciembre de 2019 después de que Estados Unidos amenazara con sanciones a la empresa suiza Allseas que realizaba el tendido. De los 1.230 kilómetros de la tubería falta construir actualmente menos de 160 kilómetros.
Se oponen al nuevo gasoducto Estados Unidos que busca vender a Europa el GNL de sus yacimientos de esquisto y algunos países europeos como Polonia, Letonia y Lituania. También está en contra del proyecto Ucrania que teme perder sus ingresos por el tránsito del gas ruso.