El Ministerio de Industria e Información de China propuso un proyecto de normas que restringen seriamente las exportaciones, principalmente a Estados Unidos, de 17 elementos químicos denominados tierras raras. El 80% de su producción mundial procede de China. De aprobarse, las restricciones podrían obstaculizar la industria militar estadounidense.
Las tierras raras se utilizan en casi todos los dispositivos electrónicos modernos, electrodomésticos, equipos deportivos, construcción, ingeniería, etc. Estos componentes también son necesarios para producir baterías de coches eléctricos y para la industria militar. Un avión de combate F-35 contiene 417 kg de tierras raras.
China domina el mercado mundial de las tierras raras. En primer lugar, cuenta con importantes reservas de estos elementos que representan un 40% del total de los depósitos mundiales. En segundo lugar, a diferencia de otros países, el gigante asiático ha conseguido organizar un proceso tecnológico completo para procesarlos.
Esta situación preocupa a EEUU y a sus aliados: no solo el sector de alta tecnología sino también el complejo militar-industrial, crítico para la seguridad nacional, depende de los suministros chinos.
Ante un aumento de tensiones entre Estados Unidos y China, el expresidente Donald Trump llamó en 2019 a elaborar un plan junto con Australia para asegurar el suministro de minerales de tierras raras alternativo al chino.
No obstante, no es un problema extraer las tierras raras sino procesarlas, comentó a Sputnik Mei Xinyu, experto del Instituto de Investigación de Comercio Internacional y Cooperación Económica del Ministerio de Comercio de China.
"En teoría, unos controles de exportación de metales de tierras raras más duros por parte de China podrían animar a otros países a desarrollar sus propias instalaciones de producción. Sin embargo, China ha acumulado grandes competencias y capacidades innovadoras en este campo, que determinan la competitividad y la mayor eficiencia mundial en separar y purificar las tierras raras", señaló.
Por lo tanto, los costes de producción en China son los más bajos del mundo, según el analista. Otros países, incluido EEUU, aunque produzcan materias primas, tienen que enviarlas a China para procesarlas.
"Es por eso que no es una cuestión de reservas de materias primas, sino de la capacidad de otros países para competir con China en el procesamiento de estas materias primas", comentó Mei Xinyu.
El Gobierno de EEUU, mientras tanto, prevé invertir más de 30 millones de dólares para impulsar las capacidades de procesamiento nacional de elementos ligeros de tierras raras, según anunció recientemente el Departamento de Defensa del país.
En teoría, el actual proyecto de normas podría utilizarse como un argumento adicional en la controversia con EEUU, que impuso sanciones a varias empresas tecnológicas chinas, incluida Huawei. Sin embargo, el objetivo principal de estas normas es diferente, subrayó el experto chino.
"El principal objetivo del proyecto de reglamento para controlar la industria de las tierras raras es racionalizar el mercado. Por supuesto, las tierras raras pueden ser un argumento en las negociaciones con los halcones estadounidenses. Pero nuestro objetivo más importante es mantener la imagen de China como proveedor fiable en los mercados internacionales. China no se aprovechará de los métodos estadounidenses, no abusará de su posición ni cortará los suministros. Como mayor exportador del mundo, valoramos nuestra reputación".
Razones ecológicas
La restricción de las exportaciones de tierras raras también puede estar relacionada con la agenda medioambiental de China. La extracción y el procesamiento de estos elementos causan graves daños al medio ambiente, puesto que se destruye la capa superior del suelo. Y durante la separación de metales se emiten gases tóxicos. Además, a veces, la minería intensiva provoca deslizamientos en las montañas.
China, mientras tanto, se propone grandes objetivos ecológicos, en particular, lograr la neutralidad de carbono para 2060. En este contexto, el país está aumentando su control sobre todas las industrias que podrían suponer una grave amenaza para el medio ambiente.
Sin embargo, el proyecto de nuevas normas ya tiene consecuencias positivas para los propios productores de tierras raras, al menos a corto plazo. Las acciones de las empresas mineras subieron fuertemente en Hong Kong. Así, China Rare Earth Holdings Limited subió cerca de un 14% en tan solo un día.