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General: Procesan en Argentina a jefes de inteligencia del gobierno de Macri
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De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 18/12/2020 22:27

El espionaje abarcó a casi todos los sectores

Procesan en Argentina a jefes de inteligencia del gobierno de Macri

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Fuentes: La Jornada

Crearon «bases» para cuidar de manera ilegal sus intereses políticos.

En momentos en que surgen datos y pruebas sobre el espionaje del que fueron víctimas durante el pasado gobierno del derechista Mauricio Macri (2015-2019), políticos, sindicalistas, organizaciones sociales y otros, el juez federal Alejo Ramos Padilla procesó a la cúpula de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), de esa administración, al director Gustavo Arriba y la subdirectora Silvia Majdalani, junto con otros nueves responsables de las bases creadas por el organismo en la provincia de Buenos Aires a partir de 2016.

El espionaje llegó hasta los centenares de comedores populares, a infiltrar reuniones de docentes en las escuelas, a vigilar a dirigentes estudiantiles y protestas contra los aumentos de tarifas en servicios públicos de 500 por ciento a casi 4 mil por ciento durante el macrismo.

Ese espionaje sirvió para amenazar y destituir a jueces que defendían a los usuarios ante los ilegales aumentos a tarifas que obligaron a los más humildes a endeudarse para pagar un servicio público por primera vez en este país.

Las acciones aquí investigadas obedecieron a un plan organizado y ordenado por las más altas autoridades nacionales, que se valieron de una de las áreas más sensibles del gobierno para atender de manera ilegal sus intereses políticos, sostiene Ramos Padilla en su resolución, que muestra cómo las acciones de la AFI estuvieron movidas por los intereses del gobierno de Macri.

En la provincia de Buenos Aires, gobernada entonces por María Eugenia Vidal, se instalaron bases de inteligencia en diversos municipios y muy activos como la Matanza. Destacó el magistrado que el interés de estas bases era evidentemente político y tenía sus importantes sedes centrales en Bahía Blanca, Mar del Plata y La Plata.

El llamado proyecto AMBA en referencia la zona urbana común y 40 municipios de la provincia de Buenos Aires, comenzó a funcionar desde que el director general de la AFI, Gustavo Arribas, firmó una resolución en 2017, donde se asignaron tareas vinculadas a la política bonaerense, lo que cualquier jurista entiende es violatorio de los principios de la de inteligencia nacional.

Por esto, Ramos Padilla procesó a Arribas y Majdalani, ya bajo juicio por otras actividades violatorias de la ley de inteligencia, y con ellos también cesó a los coordinadores de las bases Daniel Salcedo y Vicente Antonio Melito, que pasaron a la AFI desde la policía bonaerense.

En esta investigación se conoce que Salcedo fue perito al servicio de las hijas del fiscal Alberto Nisman, cuya muerte por suicidio en enero de 2015 fue parte de un plan siniestro para intentar un golpe contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Incluso el funcionario a cargo de la base de Mar del Plata, Nicolás Benítez fue procesado por destruir documentación en esa sede, relativa al espionaje a los familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, que se hundió cuando navegaba desde Tierra del Fuego a Mar del Plata en 2017.

Macri y su ex ministro de Defensa Jorge Ahuad son investigados por las irregularidades y ocultamientos de su gobierno por el hundimiento del submarino y las mentiras de altos funcionarios a los deudos de los tripulantes y al pueblo argentino. Precisamente entre la documentación destruida por el ex intendente de Mar del Plata figura la de esa base.

De acuerdo con el juez Ramos Padilla existen órdenes de la jefatura de la AFI, que respondía directamente a Macri, para que se realizara un mapa de todas las actividades políticas en la provincia de Buenos Aires, históricamente peronista.

También se advierte que el blanco y objetivo principal era Fernández de Kirchner, a quien aplicaron un esquema de guerra sicológica que se manifiesta en una cotidiana campaña de persecución, desacreditación, denigración protagonizada por los grandes medios como el grupo Clarín, La Nación y otros. Esta es sólo una pequeña parte de la larga novela negra del espionaje macrista, similar en todo el esquema de lo actuado por la última dictadura militar (1976-1983).

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/12/17/mundo/025n1mun



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 22/03/2021 06:35

Las memorias de Macri: el relato de un gobierno que devastó a Argentina... y que pretende volver

Publicado:

Este es el relato plasmado en "Primer tiempo", el libro de memorias del expresidente Mauricio Macri que lanza una cruzada contra "el populismo", justifica los errores de su gobierno y deja en claro su obsesión contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y con el kirchnerismo en general.

Es, también, la señal de arranque rumbo a las elecciones legislativas de octubre en las que Macri apuesta a que la oposición al presidente Alberto Fernández gane mayoría en el Congreso. La meta principal son las presidenciales de 2023. El regreso de la derecha al poder.


Es, también, la señal de arranque rumbo a las elecciones legislativas de octubre en las que Macri apuesta a que la oposición al presidente Alberto Fernández gane mayoría en el Congreso. La meta principal son las presidenciales de 2023. El regreso de la derecha al poder.

En ese ambicioso proyecto se inscribe el lanzamiento y la presentación de un libro que vaticina que, como en los partidos de futbol, habrá un segundo tiempo. En aras de ese objetivo, Macri, como la inmensa mayoría de las y los políticos, desarrolla una narrativa que en gran parte se acomoda al relato, no a la realidad.

La parcialidad de los recuerdos y análisis de su gobierno se entiende. Debe ser difícil explicarse a sí mismo la devastación económica y social que provocó en solo cuatro años de gestión, y que incluyó más pobreza, deuda, inflación y recesión. Esa sí que es una pesada herencia. Por eso las contradicciones, mentiras y omisiones asoman a cada rato en las páginas del libro.

Una de las premisas, por ejemplo, es el combate a la amenaza "populista", pero el expresidente jamás cuestiona el populismo de derecha que representan Donald Trump o Jair Bolsonaro, a quienes incluso halaga en su libro: "Sabía que Trump era un hombre con una enorme voluntad de construirse a sí mismo", "Bolsonaro me pareció un tipo distinto a todos los presidentes que había conocido, con ideas claras sobre su relación con la Argentina". Su empeño es únicamente contra los gobiernos progresistas o de izquierda. Su radicalización a la derecha está consolidada.

Distorsiones

En esa escritura a conveniencia tampoco importa alterar la historia. Una y otra vez Macri presume haber sido el primer presidente no peronista en terminar su mandato en tiempo y forma en casi un siglo. Las cuentas no dan. Para empezar, el peronismo nació a mediados del 40, así que el expresidente lo denuesta incluso antes de que este existiera.

Al final de "Primer tiempo", Macri llega al extremo de enumerar los gobiernos que hubo en Argentina desde 1930 a la fecha. "Sólo el peronismo había sido capaz de garantizar la gobernabilidad de sus presidentes", afirma. Pero en esa lista omite los golpes de Estado que sufrieron los gobiernos peronistas en 1955 y 1976. De la última dictadura militar (1976-1983) no hay ni mención. Solo con esas exclusiones históricas Macri puede insistir en que el peronismo es el responsable de "la decadencia argentina", el que ha impedido la gobernabilidad de otras fuerzas políticas.

Otro eje del relato macrista son "las 40 toneladas de piedras" que, según él, militantes opositores lanzaron a las fuerzas de Seguridad en diciembre de 2018, en las marchas contra la reforma jubilatoria. Lo que no cuenta es la violenta represión que hubo ese día contra manifestantes y periodistas, e incluso contra ciudadanos que ni siquiera habían ido a protestar y eran golpeados o detenidos al voleo.


Y qué decir de la derrota de 2019. Macri insiste en que la crisis económica se agudizó porque "los mercados" temían el regreso del peronismo. "El miedo a CFK es total", dice en referencia a la vicepresidenta. ¿No sería, más bien, que la desconfianza era hacia el macrismo y sus erráticas políticas económicas, en la incapacidad de gestión que ya había demostrado, en el caudal de promesas incumplidas?

Y qué decir de la derrota de 2019. Macri insiste en que la crisis económica se agudizó porque "los mercados" temían el regreso del peronismo. "El miedo a CFK es total", dice en referencia a la vicepresidenta. ¿No sería, más bien, que la desconfianza era hacia el macrismo y sus erráticas políticas económicas, en la incapacidad de gestión que ya había demostrado, en el caudal de promesas incumplidas?

Pero no. El expresidente se autoconvence de que ya estaba en el camino de la recuperación, de que la "amenaza" de una victoria peronista desató el caos monetario que le impidió mostrar las mejoras económicas con las que podía haber ganado la reelección. Lo mejor estaba por venir, pero no lo dejaron. Mala suerte.

Pese a sus múltiples críticas al peronismo, el expresidente aclara que su verdadero problema es con el peronismo kirchnerista. Es su némesis. Por eso se jacta de haber encabezado un gobierno honrado ("el kirchnerismo es corrupto"). Olvida que la Justicia investiga causas en las que empresas de la familia Macri se beneficiaron de contratos o acuerdos durante el gobierno de Macri, y de que varios de sus exfuncionarios enfrentan denuncias judiciales que avanzan en tribunales, una de las más graves por espionaje.

Culpas

El expresidente también presume sus supuestos buenos modales. "Nunca me enojé con un periodista", dice, a diferencia del kirchnerismo que mantiene una permanente y abierta confrontación con la prensa opositora. Macri destaca su serenidad y sabiduría para no dejarse absorber por el poder. Es decir, todo lo contrario de Fernández de Kirchner, a quien psicoanaliza: "La presidenta no está bien, no sé si alguna vez lo estuvo. Ya durante sus mandatos notaba un padecimiento interno muy grande. Tiene una verdad de sufrimiento muy dura, una serie de cosas no resueltas desde muy atrás que sólo ella debe saberlas". Le adjudica, además, "un permanente deseo de venganza" y un caricaturesco maltrato a los empleados de la Casa Rosada.

La vicepresidenta es la villana favorita. Su fijación con ella es evidente. Sin embargo, Macri rechaza haber incentivado la persecución judicial en contra de Fernández de Kirchner y de su familia. Hoy los papeles se invierten y es Macri quien se cree un perseguido: "Como los hijos de Cristina fueron procesados por varios delitos, ella ahora quiere que yo pase por lo mismo, con la diferencia de que mis hijos son absolutamente incentes de cualquier delito".

Luego vienen las críticas a los sindicalistas, a los empresarios, a los jueces, a la oposición, a todos aquellos que no lo ayudaron, que según él horadaron la gobernabilidad. Aunque hay atisbos de autocrítica, Macri responsabiliza del fracaso de su gobierno principalmente a actores y a factores externos. Ese convencimiento le permite repetir uno de los tantos eslóganes vacíos con los que se envolvió el macrismo: "tuve al mejor equipo de los últimos 50 años".


Macri no aclara en el libro si será o no candidato presidencial en 2023. En Argentina, ese plazo es una eternidad. Imposible saber qué pasará en una semana, menos en dos años. Lo único seguro es que en octubre no se postulara a una diputación o senaduría porque ya ha reconocido que el trabajo en el Poder Legislativo le aburre. Su plan es reforzar a la oposición.

Macri no aclara en el libro si será o no candidato presidencial en 2023. En Argentina, ese plazo es una eternidad. Imposible saber qué pasará en una semana, menos en dos años. Lo único seguro es que en octubre no se postulara a una diputación o senaduría porque ya ha reconocido que el trabajo en el Poder Legislativo le aburre. Su plan es reforzar a la oposición.

Hoy, el expresidente es uno de los políticos con peor imagen. De acuerdo con las encuestas que se publican de manera regular, su imagen positiva no supera el 20 %. Y si se pide un balance de su gobierno, las cifras son todavía peores. El 41 % que lo votó en 2019 no es un indicador estable. Quizá su libro y su reaparición estelar lo ayuden a recuperar popularidad porque, en Argentina, todo es posible. Y el antiperonismo siempre ha sido una fuerza muy poderosa.



 
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