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De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 17/05/2021 21:05

Elecciones en Chile: una dura derrota para Piñera y el surgimiento de una nueva generación política progresista que redactará la Constitución

Publicado:
Elecciones en Chile: una dura derrota para Piñera y el surgimiento de una nueva generación política progresista que redactará la Constitución

La elección más grande en la historia de Chile culminó con una derrota del Gobierno de Sebastián Piñera, el desplazamiento de los partidos tradicionales y el surgimiento de una nueva generación política, nacida al fragor del estallido social de 2019, que ahora tendrá un papel protagónico para redactar una nueva Constitución.

El sábado y el domingo, los chilenos votaron por los 155 miembros de la Convención Constituyente, 345 alcaldes, 2.252 concejales y 16 gobernadores regionales. En total, más de 22.000 candidatos se disputaron 2.678 cargos.

Una de las principales expectativas estaba puesta en la Convención, ya que este nuevo órgano cambiará la Constitución que todavía rige en el país y que es heredada de la dictadura que Augusto Pinochet encabezó durante 16 años (1974-1990).

Con el 100 % de las mesas escrutadas, Vamos por Chile, la coalición de derecha que representaba al oficialismo, obtuvo 38 escaños. La apuesta de Piñera y sus aliados era conseguir por lo menos 52, ya que ello le permitiría tener derecho de veto, pero quedó muy lejos de su meta.

Las alianzas de los partidos de izquierda, representadas en las listas Apruebo Dignidad y Lista del Apruebo, se quedaron con 27 y 25 puestos cada una, mientras que los candidatos independientes, entre los que destacan feministas, ambientalistas y defensores de derechos humanos que no tenían trayectoria partidaria ni experiencia en cargos de elección popular, se erigieron como los ganadores al obtener una mayoría de 48 espacios.

A ellos se suman los representantes de los pueblos indígenas chilenos (mapuche, aimara, rapa nui, quechua, atacameño, diaguita, colla, chango, yagán y káwesq), que ya tenían reservados 17 escaños.

De esta forma, la nueva Constitución chilena será redactada en su mayoría por sectores progresistas en un país que dejó atrás al conservadurismo que lo identificó durante varias décadas, aunque como ningún sector alcanzó mayoría absoluta, estarán obligados a buscar consensos en cada uno de los artículos.

Autocrítica

Además de los constituyentes, otro carácter inédito de la elección lo representaban los 16 gobernadores regionales que por primera vez serían elegidos a través del voto popular, ya que hasta hoy son intendentes nombrados por el presidente.

En este caso, los comicios del fin de semana solamente definieron las gubernaturas en las regiones de Valparaíso, Aysén y Magallanes, en donde triunfaron Rodrigo Mundaca (Independiente), Andrea Macías (Partido Socialista) y Jorge Flies (Independiente).

Así, en las 13 regiones restantes el cargo se dirimirá en una segunda vuelta que se realizará el 13 de junio y en las que la derecha espera rescatar por lo menos algunos distritos.

Con respecto a los alcaldes, las candidaturas independientes también lograron una representación histórica, ya que se quedaron con 106 de los 345 cargos que estaban en disputa.

Frente a este escenario, el propio Piñera reconoció que el mensaje enviado por la sociedad chilena era en pos de una renovación de la clase política.

"La ciudadanía nos ha enviado un claro y fuerte mensaje al gobierno y a todas las fuerza políticas tradicionales: no estamos sintonizando adecuadamente con las demandas y los anhelos de los ciudadanos y estamos siendo interpelados por nuevas expresiones y por nuevos liderazgos, es nuestro deber como gobierno escuchar con humildad y con atención el mensaje de la gente", afirmó el domingo por la noche.

También advirtió que la Convención Constituyente es una oportunidad para que los chilenos se reencuentren y puedan "sanar el alma" de la nación.

"Los nuevos constituyentes deben generar un diálogo bien intencionado para buscar sólidos acuerdos", convocó el mandatario al dar la señal de arranque a los trabajos de un órgano que asumirá el próximo mes y que tendrá entre nueve meses y un año de plazo para presentar una nueva carta magna que será plebiscitada.

La Convención

Chile tendrá la primera Constitución del mundo redactada de manera paritaria, ya que fue una de las premisas en el diseño de su integración.

De manera paradójica, ello obligará a que varias candidatas que ganaron el fin de semana no puedan asumir, ya que la Convención quedaría compuesta por 81 mujeres y 74 varones y tendrá que haber un ajuste de paridad.

Una vez que se oficialicen sus triunfos, las y los ganadores contarán con un lapso de 30 días para ser proclamados como convencionales. Luego, Piñera convocará a la sesión inaugural de los trabajos de la Convención, lo que podría ocurrir en la segunda quincena de junio.

A partir de ese momento, los 155 convencionales trabajarán durante un año en el Palacio Pereira, ubicado en Santiago, para redactar la nueva Constitución.

Cada uno de ellos recibirá un salario mensual promedio de 2,5 millones de pesos chilenos (unos 3.500 dólares). Su trabajo debe terminar a más tardar en junio del próximo año. Una vez que concluyan su propuesta, la nueva Constitución será sometida a un nuevo plebiscito para que la ciudadanía la avale o la rechace.

De esa etapa ya se encargará el sucesor de Piñera, que será elegido en las elecciones presidenciales del 21 de noviembre o en la segunda vuelta, prevista para el 19 de diciembre, y que asumirá en marzo de 2022.

Cecilia González



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De: Ruben1919 Enviado: 18/05/2021 14:24

Filosofías de mercado

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El Pensador de Auguste Rodin. Foto: encicloarte.com

Entre los santorales del “best seller”, abundan los mercachifles del ego muñido con sermones petulantes y sabihondos. Aunque se disfracen bajo camuflajes terminológicos diversos, todos ellos venden sus “cuentas de vidrio” a precio de hallazgos trascendentales. Interpelan al universo, a la existencia, a la imaginación, a la palabra misma, mientras beben sorbos gruesos de nadería, nihilismo y escepticismo. La realidad no transita por sus cabezas salvo cuando se presenta en forma de cheque o cuenta bancaria. Se anuncian como dueños del pensamiento, de la Filosofía, de los métodos, de las cátedras, de las becas, de las investigaciones y de los “derechos reservados”. Lenin los vio venir desde 1908 (Materialismo y Empiriocriticismo)

Ha transcurrido tiempo suficiente, acaso demasiado, para interpelar, al menos en parte, la cantidad y la calidad de las exiguas “transformaciones del mundo” que los filósofos han aportado porque, con excepciones honrosas, hasta hoy, los filósofos no han hecho más que mercadear con interpretaciones de interpretaciones… lo que más ha cambiado son las vitrinas en el mercado de las “ideas”. Algunos se han acuartelado en la “academia” (su idea de academia) para hacernos creer que ahí residen los poderes de la “sabiduría” que dicta las normas del pensar según los apetitos burgueses de los jefes. Desde sus catedrales de saliva crean y destruyen santones de ocasión para garantizar blindaje a sus burocracias. Rodilla en tierra ante el Olimpo ideológico de la clase dominante, amasan fortunas entre refritos de refritos huérfanos de realidad social. Eli de Gortari.

Del aporte fenomenal hecho por la Revolución Soviética (y en general por las revoluciones) se han ocupado, principalmente, para denostarlas y suprimirles su contribución y derecho filosófico legítimo a la transformación del mundo. Algunos se especializan en vivir de la fabricación de confusiones haciendo pasar por “iguales” los logros del pensamiento emancipador y los debates entre algunos teóricos de la época. Trastada barata típica de algunos “doctos”. Grandes “críticos” que jamás se incluyen en su propia agenda. Ocupan centímetros en los diarios mercachifles. Y es que la lucha de clases no se detiene en las puertas de las “academias”. Al contrario la ideología de la clase dominante encontró en esos espacios algunas de sus trincheras más rentables. Por inútiles que parezcan, algunos filósofos y filosofías, serviles a los oligarcas, prestan grandes servicios intelectuales a sus (frecuentemente ignorantes) amos. Incluso si se disfrazan de “progres”. Hasta Vargas Llosa se cree filósofo.

Y no les falta “creatividad”, oportunismo ni agencias de publicidad, o “Think Tanks”, para encumbrar las más bobaliconas ideas que refuercen la resignación, el escepticismo, la depresión y la desorganización de las fuerzas sociales realmente transformadoras. Hacen congresos, conferencias y becas. Tienen fundaciones y reciben, con avidez, dineros de la Casa Blanca. Crean “éxitos” bibliográficos y ponen de moda los enredos terminológicos más abigarrados como si se tratase de respuestas iluminadas. Ahora trabajan arduamente en destruir toda noción de calidad concreta. Alimentan con fruición las fauces del irracionalismo y se tornan creacionistas fanáticos, resuelven todo en un “idealismo” represor de nuevo tipo basado en imponer como verdad la ausencia de ésta. Su éxtasis proviene del anhelo ideológico de servir para desmovilizar las luchas sociales. Nada es verdad ni es mentira, todo es según los “mass media” con que se mira. Es la “bolsonarización” de la filosofía. Ética y estética del fanatismo por el odio como “novedad” en el mercado ideológico burgués. Estulticia de mercado para una “performance” que llena con miserias ideológicas los vacíos preparados minuciosamente por la educación burguesa, sus iglesias y todas sus instituciones. Incluida la industria mediática.

Su plan consiste en escupir falacias a mansalva. Impúdica e impunemente. Hacer de las calumnias una ética histriónica del “todo vale” si le sirve al conservadurismo. Su estilo es proferir, con énfasis dogmático e ingenio retórico, todo género de sofismas serviles al fin último, y primero, de resguardar y eternizar la plusvalía, la explotación, el saqueo y la humillación de los rebeldes. Estallidos de luces apagadas, colores ciegos y sonidos inaudibles para anestesiar a los pueblos con argumentos “nuevos”, irrefutables, incomprobables e irresistibles… para desmovilizar toda intención, por incipiente que sea, en la organización de la verdadera transformación del mundo dispuesta a terminar con el infierno terrible que es el capitalismo. ¿Alguien sabe cuánto le costó a la especie humana combatir a las “armas de destrucción masiva” que nunca existieron en Irak? ¿Ese no es tema de la filosofía? A la historia de los filósofos que trabajan como productores individuales de opiniones mercancía, conocimiento o hipótesis de mercado, se añade ahora la fase del trabajo en equipos organizados jerárquicamente en alguna forma de burocracia, pública o privada. Cada uno de ellos debe producir mercancías atadas a un objetivo que así, en secreto, acordado con un “director de proyecto” financian las metas del negocio. Se han convertido en maquiladores de detalles, anécdotas y palabrerío de autoayuda.

Hay que democratizar a la Filosofía, dejarla crecer en el tiempo presente. Fecundarla y cultivarla con métodos que la emancipen para que cobre vigor emancipador en la praxis revolucionaria… transformadora. (Sánchez Vázquez). Día a día. Devolverle su lugar en las luchas, en las calles, en las trincheras. Asumir, también, la batalla al interior de la Filosofía y encarar los debates necesarios para combatir a los cenáculos incubadores del pensamiento sirviente de la destrucción humana. Pero no quedarse ahí. Revolucionar la noción sectaria de “lo académico” y romper, de una vez por todas, con las burbujas de los sedicentes “genios del saber”. Aprovechar mejor la obra del pensamiento revolucionario que eleva al ser humano, con su praxis transformadora, al peldaño más alto de su especie. Aprovechar la revolución filosófica de Marx, sin los fardos dogmáticos, mecanicistas o reduccionistas que lo infestaron, y trabajar ato-críticamente en perfeccionar su método crítico con sus propios métodos (sometiéndolo a crítica dialéctica permanente) para ascender con él a la práctica que el presente requiere e impone. No hay tiempo que perder.

No aceptemos que la filosofía sea ese pantano de palabrerío relativista donde nada se afirma. Que “todo depende” de cómo lo vea el individualismo o el ego del filósofo que vende sus cursos, sus conferencias o sus libros. Por más encantador que parezca. Desconfiar si tratan de esconder o negar la lucha de clases. Desconfiar si pontifican que las palabras (o las ideas) son la madre de todas las realidades. Desconfiar si se empeñan en convencernos de que el mundo es incognoscible y que hay que ningunear a los “sentidos”. Desconfiar de la desconfianza rentable que orilla a la humanidad a no confiar ni en la fuerza social que será la verdadera transformadora del mundo. ¿La industria de la guerra, asociada a la dictadura financiera y las mafias mediáticas no son temas filosóficos?

Basta ya de esa Filosofía subordinada al decorativismo ideológico burgués, es demagogia para el lucro. Basta ya de la Filosofía para la acumulación del capital amaestrada por los sectores de la industria, las instituciones gubernamentales, las iglesias y las universidades esclerotizadas por el mercado. Basta ya de la Filosofía que se dedica a desarrollar la inteligencia de la mercancía, el saqueo de la materia prima, e incrementar las ganancias de sus amos. Los vimos, de la mano de Octavio Paz, lambisconear a los “popes” de la Economía de Mercado. Basta ya de la Filosofía represora para el control social que adopta dos formas: opera para la defensa contra enemigos “externos” o se presta para justificar las “técnicas” para la “pacificación”, manipulación, desorganización y control de de toda rebeldía contra el capitalismo. Incluso un examen superficial de las bibliografías filosóficas, evidenciaría una “industrialización” de la Filosofía burguesa bajo una orientación abrumadora hacia la acumulación y el control. Basta ya de la Filosofía prostituida, directa y estrechamente, por la maquinaria del estado y del gobierno burgués, al punto de convertirse en inteligencia ideológica sirviente entre el estado y la producción industrial, sus amos salariales que se caracterizan por su intenso carácter represor y, por lo tanto, de operaciones ocultas. De ahí la pobreza teórica en la farándula bibliográfica burguesa.

Quizás sea bueno recordar que el debate Capital-Trabajo no ha sido considerado como indispensable para los Filósofos de mercado que, ni en sus investigaciones, abarcan aquella problemática que tenían un interés tanto teórico como práctico. No se ve que abunde una línea que denuncie el hecho monstruoso (sus raíces y consecuencias) que Nagasaki e Hiroshima marcaron inequívocamente con el sello capitalista y la alianza criminal para la dominación de la naturaleza con la dominación de la humanidad a cambio del poder financiero. ONU: 30 millones de personas están al borde de la hambruna. Y es que sólo con un reconocimiento crítico muy riguroso, y consensuado, de la fase presente del capitalismo y del imperialismo será posible desarrollar una producción filosófica que permita a los pueblos trascender el fetichismo ideológico y ascender a una práctica filosófica realmente emancipadora capaz de devolverle fuerza al desarrollo del verdadero papel de la Filosofía en sociedades sometidas por el capitalismo. Una Filosofía transformadora que desenmascare a “tigres de papel”, miseria de la bibliografía) a quienes se debe combatir y derrotar, definitivamente, si se quiere ensanchar el camino de una genuina Filosofía (la emancipación humana de la peor etapa del capitalismo) deseable, posible y realizable -Sánchez Vázquez- hecha por el pueblo emancipado y emancipador. Y transformar al mundo. Karl Marx escribió en la primavera de 1845 (aunque no publicado por Engels hasta 1888) “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modo el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. (Die Philosophen haben die Welt nur verschieden interpretiert; es kommt aber darauf an, sie zu verändern.) No se necesita licencia para pensar y actuar.

(Tomado de insurgente.org)



 
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