Durante una reunión celebrada en Ginebra el 26 de octubre, la Organización Mundial del Comercio autorizó formalmente a la Unión Europea a imponer estos aranceles.
La suma de estos derechos de represalia, que llega a casi 4.000 millones de dólares, es inferior a los 7.500 millones de dólares que EEUU recibió en 2019 en un caso parecido, pero que estaba dirigido contra Airbus. También es inferior a los 8.580 millones de dólares que la UE solicitó a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El comisario de comercio de la UE, Valdis Dombrovskis, declaró que esta decisión de la OMC, tan esperada en el bloque europeo, debería enviar una señal a las dos partes para que acuerden un conjunto de normas que regule la subvención del sector aéreo.
Esta disputa, que se remonta a 2004, — el año después de que las entregas de Airbus superasen por primera vez a las de su rival estadounidense— es uno de los litigios más largos de los que se han llevado en la OMC durante toda su historia. Además, refleja la importancia económica y la presión competitiva que sienten los fabricantes por ambos lados del Atlántico.
Los políticos de la UE se mostraron cada vez más exasperados por el tiempo que había pasado entre la decisión de la OMC del 2019 sobre el derecho de EEUU de imponer aranceles adicionales a las mercancías de la UE por el caso de Airbus y el anuncio actual respecto al apoyo injusto brindado a Boeing.