Por Marc Vandepitte. Resumen Latinoamericano, 8 de junio de 2021.
Es curioso que precisamente los tres países americanos que sufren duras sanciones económicas por parte de Estados Unidos estén teniendo resultados mucho mejores que los demás en su lucha contra el covid-19. Una cosa es cierta: la pandemia ha puesto de manifiesto la crisis del modelo neoliberal y capitalista.
Cifra real de muertes por covid
Como ha ocurrido en Europa, la crisis del coronavirus ha golpeado con fuerza el continente americano. Su ratio de muertos a causa del covid por número de habitantes es seis veces mayor que en el resto del mundo. No obstante, hay tres países que destacan sobre los demás por su buena respuesta ante la pandemia: Nicaragua, Cuba y Venezuela, situados muy por encima del resto de naciones americanas.
Para averiguar el número de muertes por covid no utilizamos las cifras emitidas por las autoridades nacionales, que en ocasiones subestiman el número real. En su lugar hemos empleado un gran estudio realizado por el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IMHE, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Washington.
De este modo obtenemos el número de muertes causado directamente por el covid-19. En las Américas, las diferencias entre países son notables. La gráfica mostrada deja poco espacio para la imaginación.
Hay al menos tres razones por las que Nicaragua, Cuba y Venezuela obtienen tan buenos resultados: su respuesta rápida y decisiva, un sistema de salud bien organizado y la movilización de la población.
Respuesta rápida y decisiva
La respuesta de muchos países ha sido muy laxa o ha llegado tarde. Tanto Trump como Bolsonaro minimizaron la gravedad de la pandemia tildándola de “gripecita” o bromeando sobre ella. Ambos presidentes, incluso, se opusieron a medidas de prevención como las mascarillas. En los últimos meses Chile ha relajado las medidas de seguridad demasiado pronto, por lo que el país está sufriendo una cuarta ola.
La razón para optar por estas acciones poco firmes ha sido garantizar los privilegios de la élite económica. Con el fin de asegurar los beneficios, las medidas de seguridad como el cierre de establecimientos, la distancia social y el uso obligatorio de mascarillas han sido las mínimas posibles. Este ha sido el caso, por ejemplo, de Guatemala, pero también de Brasil y de Estados Unidos.
Una situación muy distinta se ha vivido en Nicaragua. Este país se ha centrado en los cuidados a la población y no en los beneficios de la élite económica. Ya a finales de enero, cuando la mayor parte de los países occidentales seguían descartando la probabilidad de una pandemia, Nicaragua preparó pabellones para recibir pacientes de covid en cerca de 20 hospitales; puso en marcha controles sanitarios en los puntos de entrada al país e instauró la cuarentena obligatoria. Asimismo, inició un programa para combatir la desinformación que circulaba por las redes sociales.
Nueve días después de ser identificados por los primeros casos en Cuba, las autoridades decretaron el cierre del país. Lo mismo ocurrió en Venezuela.
Un sistema de salud bien organizado
En la mayor parte de los países americanos, incluyendo EE.UU., cuarenta años de gobierno liberal han sido un desastre para los sistemas sanitarios. La mayor parte de la población no puede costear la atención médica que, además, se ha sufrido un fuerte deterioro. Estos servicios de sanidad inadecuados e inaccesibles son una causa importante de la elevada cifra de muertes por covid en el continente.
Este panorama contrasta ampliamente con la situación en Cuba, Venezuela y Nicaragua, países que dedican buena parte de su presupuesto a la sanidad pública, que es gratuita o muy barata. En los tres países la medicina preventiva es parte esencial de la sanidad. En tiempos de pandemia esta característica es crucial.
Movilización de la población
Una pandemia es un monstruo de muchas cabezas y para derrotarla se precisa el apoyo de la población. La cuarentena y otras medidas de seguridad solo funcionan si las personas están dispuestas a respetarlas.
Cuba cuenta con un sólido tejido social bien lubricado gracias a los planes de contingencia para los huracanes y que combina todas las fuerzas de la comunidad: equipos de médicos-enfermeros de familia, escuelas, centros de trabajo, comités vecinales y organizaciones de masas. Esta red ha estado en plena movilización durante la crisis del coronavirus.
Tanto Venezuela como Nicaragua han desplegado miles de brigadas para combatir localmente la pandemia de un modo descentralizado. De esta manera ha sido posible llegar a toda la población.
Desde el comienzo de la crisis los tres países lanzaron campañas de concienciación a través de las redes sociales y los medios de comunicación tradicionales para informar adecuadamente a la población y advertirla de las noticias falsas que circulaban en relación con el covid.
Quiebra del modelo neoliberal y capitalista
Cuba, Venezuela y Nicaragua optan por un modelo socialista, por lo cual deben hacer frente a fuertes sanciones económicas por parte de Estados Unidos. A pesar de la dureza de dichas sanciones, sus resultados sanitarios son muy superiores a los del resto del continente.
La pandemia ha puesto de manifiesto la crisis del modelo neoliberal y capitalista, un modelo que da más importancia a los beneficios económicos que a las personas. Cuarenta años de políticas de austeridad han erosionado la atención sanitaria y, además, el modelo es incapaz de movilizar a la población cuando es necesario. Ha llegado la hora de superar dicho modelo. Socialismo o muerte. ¡Venceremos!
Fuente: Rebelión
Traducido del inglés para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo