Proceso de desnacionalización
Después del golpe de Estado contra Allende, en septiembre de 1973, y con la instalación de la dictadura pinochetista inició un proceso de desnacionalización de la minería que continuó con los posteriores gobiernos ya en democracia.
Caputo y Galarce, en el artículo “La Nacionalización del cobre, el ‘Estallido Social’ y la Pandemia”, precisaron que “ahora, las grandes mineras mundiales que explotan los nuevos y ricos yacimientos de cobre de Chile, controlan en torno al 70 por ciento de la producción. A pesar de esto, los recursos del cobre, y particularmente de Codelco, han sido fundamentales en el funcionamiento de la economía chilena y para enfrentar muy parcialmente las demandas sociales”.
En el artículo “¿Y qué fue de la nacionalización del cobre?”, publicado en La Izquierda Diario, se propone que el cobre, “de re-nacionalizarse, puede ser utilizado para que el Estado cubra derechos básicos que hoy son demandas nacionales, como educación, pensiones, salarios y salud”.
Sin embargo, apunta el texto, “la posición complaciente de los partidos oficialistas para con la derecha y el empresariado, nubla la visión de este camino y empuja a que sean los trabajadores quienes paguen cada caída o estancamiento económico a nivel mundial, con salarios bajos, precarización y despidos”.