Vladímir Putin y Xi Jinping ratificaron una declaración que promueve el intercambio comercial, el desarrollo de finanzas y seguros.
Vladimir Putin y Xi Jinping asisten a una ceremonia de bienvenida en Pekín, el 8 de junio de 2018
Jason Lee / Reuters
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Rusia y China se pusieron de acuerdo en aumentar el papel del rublo y el yuan en los pagos comerciales, inversiones y financiación bilaterales. Una declaración al respecto forma parte de los resultados de la cumbre entre ambas naciones que se celebró en Pekín este viernes.
Los presidentes Vladímir Putin y Xi Jinping dieron luz verde a un mayor "crecimiento de la cooperación ruso-china en el sector financiero, promoción de un aumento en la participación de las monedas nacionales en pagos comerciales, inversiones y financiación" y también tienen previsto "ampliar la colaboración en áreas como sistemas de pago y seguros", recoge TASS.
No solo se trata de elevar el intercambio comercial, sino de mejorar su estructura, en busca de nuevas áreas de crecimiento y colaboración. El presidente Putin estimó en la cumbre que el intercambio comercial entre Rusia y China podría alcanzar los 100.000 millones de dólares a finales de este año.
Según el documento, las partes también planean "impulsar los esfuerzos destinados a armonizar estrategias, programas y medidas para desarrollar las economías nacionales y sectores particulares".
También quieren "crear un entorno favorable para las empresas rusas y chinas", observar los "principios de subjetividad de las empresas" en los grandes proyectos bilaterales, mantenerse orientados al mercado, ampliar de manera sostenible el alcance de inversión y "crear condiciones favorables para la emisión de bonos transfronterizos".
La colaboración en materia de energía no se limita con la compraventa de petróleo, gas, carbón y electricidad, sino que incluye también la exploración de recursos de energía renovable, la eficiencia energética y los suministros de equipos de energía.
China es el mayor socio comercial de Rusia, que representó el 15% del comercio exterior ruso el año pasado. El comercio bilateral aumentó un 31,5% en el año 2017, llegando a 87.000 millones de dólares. Ambos países están promoviendo en los últimos años acuerdos en sus monedas nacionales, restando protagonismo al dólar estadounidense.
Según el Banco de Rusia, las empresas rusas y chinas están dispuestas a efectuar pagos en rublos y yuanes. El año pasado, el 9% de los suministros de Rusia a China fueron abonados en rublos, dijo el regulador a RT. Por su parte, las compañías rusas pagaron el 15% de las importaciones chinas en yuanes. Hace solo tres años, las cifras eran el 2% y el 9%, respectivamente.
"Se viene un año del desplome del dólar. ¡No cuenten con la Fed!"
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En este episodio, Max y Stacy nos recuerdan cómo durante años los medios de comunicación dominantes les han estado diciendo que confíen en los bancos centrales mientras 'Keiser Report' les decía que comprasen bitcoines. Ahora, los mayores gestores de activos de Estados Unidos se pasan en masa al bitcóin. En la segunda parte, Max entrevista a American Hodl sobre esta estampida institucional a la popular criptodivisa y hacen sus predicciones para el 2021.
Este nuevo capítulo se enfoca en la reciente subida del bitcóin, que ya supera los 20.000 dólares por unidad. Los presentadores recuerdan que 'Keiser Report' fue el primer programa televisivo que recomendó a su audiencia comprar bitcoines en 2011. Según sus cálculos, más de 100.000 personas se han hecho millonarias gracias a la criptodivisa en los países donde se emite RT.
En cambio, en EE.UU. "la cosa ha sido bien distinta, porque los estadounidenses continúan cegados por su amor por el keynesianismo, la deuda y la Reserva Federal", afirma Max, quien recuerda que el premio Nobel de Economía Paul Krugman decía del auge de Internet en los años 1990 que iba a ser una moda pasajera (como el fax) y ahora se opone de la misma manera a las previsiones sobre el crecimiento del bitcóin.
El 2021 va a ser "un año de auge para el bitcóin, los mercados emergentes y sus divisas", afirma el conductor del programa, quien también prevé "un año de desplome para el dólar". Max ve un presagio de ello en el comportamiento del presidente de MicroStrategy, Michael Saylor, quien ha preferido invertir en bitcóin en vez de lanzarse al rescate de la Reserva Federal, como hace Warren Buffett por medio de la recompra de sus propias acciones, lo cual es una "apuesta perdedora".
Inclusión financiera vs. grifo del dinero
El invitado de este capítulo, American Hodl, comenta que parte del viejo movimiento Ocupa Wall Street, del que formó parte, se transformó en los últimos años en un "movimiento bitcóin", al apostar por la criptodivisa como una nueva herramienta contra las enfermedades sociales.
En su opinión, el dinero fíat "no es más que el dogma que nos rodea y nos invade", y a muchos todavía les cuesta quitarse "la venda de los ojos" para darse cuenta. A su vez, el bitcóin representa una "forma definitiva de inclusión financiera", aunque diferente al Ethereum y otras criptodivisas, que Hodl considera "absurdas".
Asimismo, los interlocutores comentan la costumbre de posicionarse "lo más cerca posible del grifo del dinero". Muchas personas, según el invitado, no hacen cálculos económicos, sino que prefieren reproducir las prácticas habituales y confiar en la Reserva Federal como la institución más próxima a ese grifo, pese a que "el dinero blando crea mentes también blandas".
Las preocupaciones de quienes recurren al bitcóin como un medio de inversión y de pago no solo están relacionadas con el tipo de cambio de la criptodivisa, sino también con la posibilidad de que Wall Street y los grandes bancos la coopten a sus valores como cooptaron a su tiempo el oro, ya que esto abriría el camino a manipulaciones por parte de ellos y las autoridades. No obstante, la centralización en el caso del bitcóin no es posible, porque "se puede realizar una bifurcación dura o una bifurcación blanda, de forma que la comunidad no tenga por qué reconocer esa cooptación", concluye Hodl.
Por primera vez en la historia, el oro en las reservas internacionales de Rusia superó el valor del dólar estadounidense, se desprende de las estadísticas del Banco de Rusia publicadas este 11 de enero.
El comunicado del Banco Central de Rusia sobre la gestión de activos de oro y divisas se publicó con un rezago tradicional de seis meses y refleja la composición de la cartera del Banco Central a mediados de 2020.
Al 30 de junio de 2020, el 22,9% de los activos del Banco de Rusia estaban fijados en oro. En términos monetarios, esto es 128.500 millones de dólares del total de 561.100 millones de dólares. El 22,2% de los activos (124.600 millones de dólares) fueron nominados en dólares estadounidenses.
En comparación con el informe anterior de este tipo, que reflejó datos a fines de marzo de 2020, la participación del oro en las reservas rusas aumentó del 20,8% al 22,9%, mientras que la participación del dólar cayó del 23,7% al 22,2%.
Hasta marzo de 2018, el Banco de Rusia tenía entre el 43% y el 48% de sus activos en dólares, después de lo cual cambió drásticamente a euros y yuanes en medio del endurecimiento de las sanciones estadounidenses contra los ciudadanos rusos. Si a principios de 2018 Rusia poseía bonos del Gobierno de EEUU por valor de alrededor de 100.000 millones de dólares, entonces a finales de octubre de 2020 (los últimos datos disponibles del Tesoro de EEUU), había solo 6.000 millones de dólares.
Paralelamente, el Banco de Rusia aumentó la participación de oro en sus reservas. En 2016-2018 fluctuó en el rango de 15-17%, y en diciembre de 2020 ascendió a casi 23% (133.700 millones de dólares), se desprende de los datos mensuales del Banco Central sobre reservas internacionales. Al mismo tiempo, desde abril de 2020, el Banco de Rusia ya no compra oro: en términos físicos, sus reservas se mantienen en el nivel de 73,9 millones de onzas troy, pero su valor durante este período aumentó en un 12% debido a un aumento en los precios mundiales de este metal precioso. En 2020, los precios del oro aumentaron casi un 25%, el mejor resultado desde 2010.
La mayor parte de los activos en divisas del Banco de Rusia corresponde al euro: el 29,5%, o 165.500 millones de dólares, a mediados de 2020. El yuan chino representa el 12,2% de los activos de oro y divisas (la proporción no cambió en comparación con marzo de 2020). La libra esterlina y el yen japonés constituyen el 5,9% y el 3,9% de los activos del Banco Central, respectivamente.
Geográficamente, el primer lugar en inversiones extranjeras del Banco Central lo ocupa China: representa el 14,2% de las reservas (a mediados de 2020). El segundo lugar pertenece a Japón (12,3% de los activos), en tercer lugar está Alemania (11,8%).
Al mismo tiempo, las inversiones del Banco de Rusia en activos chinos superan las inversiones en yuanes (14,2% frente a 12,2%, una diferencia de alrededor de 11.000 millones de dólares), y las inversiones en Japón superan las inversiones en yenes japoneses (12,3% frente a 3,9%). Esto significa que el Banco de Rusia invierte, entre otras cosas, en activos chinos y japoneses denominados en monedas distintas de la nacional. Por ejemplo, las instituciones de desarrollo japonesas tienen programas para emitir bonos en dólares con garantías gubernamentales, y el Banco Central puede invertir en dichos valores. El Banco de Rusia invierte principalmente en bonos con garantías gubernamentales o deposita dinero en cuentas con Bancos Centrales y bancos comerciales extranjeros.
En los últimos dos años, el dólar se ha desplomado a su nivel más bajo debido a varios factores y los analistas financieros creen que la moneda terminará perdiendo la mitad de su valor y esto se deberá en gran medida a que el Tesoro de EEUU podría ser dirigido por Janet Yellen, quien dirigió la Reserva Federal.
A finales del 2020, el índice del dólar disminuyó más de 5% y los inversores están alarmados por las inyecciones a gran escala de dólares recién impresos y sin garantía en la economía estadounidense, explica Natalia Dembinskaya, columnista de la versión rusa de Sputnik.
La tasa de crecimiento de la masa monetaria no ha bajado del 22% anual desde junio, la tasa más alta de la historia, y la impresión hará subir inevitablemente la inflación, aunque la Reserva Federal ya ha cambiado el objetivo a "una media del 2%" en lugar del anterior "2%". Esta medida se aplica para no subir el tipo de interés oficial si la inflación supera las expectativas. Esto apoyará a la economía, pero tendrá un impacto negativo en el dólar.
Tras la pérdida de rentabilidad de las inversiones en activos en dólares, los inversores buscan otras opciones, aunque más arriesgadas, publica Reuters.
"A corto plazo, el motor subyacente de todo es la debilidad del dólar porque el capital se siente atraído por lugares que son impulsados por las vacunas, impulsados por la política fácil de la Reserva Federal y, de hecho, ayudados por lo bajas que son las tasas estadounidenses", dijo Kit Juckes, director de estrategia de Trading FX de Societe Generale.
Desde noviembre de 2020, los expertos advirtieron que con Joe Biden la moneda estadounidense caerá inevitablemente, ya que los demócratas planean un estímulo fiscal adicional y un nuevo paquete de ayuda de casi tres billones de dólares. Esto debilitará el dólar a largo plazo, provocará mayores déficits presupuestarios y un aumento de los préstamos extranjeros necesarios para cubrirlos.
La proliferación de vacunas también es algo negativo para la moneda estadounidense porque promete un aumento generalizado de la actividad económica y socava el argumento de ser "el refugio más seguro para los inversores".
Previsiones poco alentadoras
El banco Citigroup estimó que "aumentará seriamente" la probabilidad de que el dólar se debilite un 20% en 2021. Un escenario similar fue expresado por Morgan Stanley que pronosticó un desplome del 10%.
En tanto, el experto James Rickards sugiere un escenario económico más oscuro por el que la moneda estadounidense tendrá que pasar para afrontar su deuda.
"El oro va a 15.000 de dólares por onza, y por cierto, ese es mi pronóstico... La plata será de tres cifras (100 dólares o más por onza). La deflación es un problema mayor que la inflación, y todo el mundo odia la inflación, pero necesitas inflación... Lo que hay que hacer es desinflar la deuda. La deuda es de 22 billones de dólares... vamos a devaluar el dólar en un 50%, y eso es lo que hay que hacer", explicó.
¿Un colapso anunciado?
Mientras tanto, el equipo de Biden ya está trabajando y se sabe que la presidencia del Tesoro fue entregada a la exjefa de la Reserva Federal Janet Yellen, quien, recuerda Bloomberg, ni una sola vez "anunció los beneficios de un dólar débil para las exportaciones estadounidenses".
"EEUU no busca una moneda más débil para obtener una ventaja competitiva, y debemos contrarrestar los intentos de otros países de hacerlo", aseguró Janet Yellen.
Bloomberg cree que esto es una señal para los inversores de una tendencia a la baja para el dólar a largo plazo y según los expertos EEUU tendrá que devaluar el dólar de todos modos porque es importante reducir el déficit comercial y esa puede ser la única manera de que la Administración de Joe Biden restaure la economía estadounidense, concluye Dembinskaya.
"Las políticas económicas y la impresión de dinero por los bancos centrales son una estafa piramidal"
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En este episodio de 'Keiser Report' Max y Stacy comentan los resultados de un estudio de la Reserva Federal de Nueva York en el que se afirma que la impresión de dinero por parte del banco central ensancha la brecha de riqueza entre comunidades raciales, tal y como se dijo en ‘Keiser Report’ hace cien episodios. En la segunda parte, Max entrevista a Mike Maloney, de GoldSilver.com, sobre las últimas noticias del mercado de los metales preciosos.
En esta edición del programa Max y Stacy hablan sobre un estudio de la Reserva Federal de Nueva York en el que se afirma que la impresión de dinero por parte del banco central ensancha la brecha de riqueza entre comunidades raciales.
Stacy explica que este proceso es la consecuencia del efecto Cantillon: "el más cercano a la impresión de dinero, será el que se quede con toda la riqueza". La presentadora añade que el estudio sostiene que la política monetaria flexible ayuda muy poco a cerrar la brecha salarial entre razas.
Según recalca Max, estas políticas "no ayudan, sino que provocan desigualdad racial y brechas salariales, porque tratan de sustituir un dinero por algo totalmente horripilante que ponen en las manos de los grupos de poder, mitigando así los efectos de los grupos que lucharon por la igualdad de derechos en la década de 1960".
"Y así, cuando en Estados Unidos parecía que habría por fin mayor igualdad de derechos, los bancos centrales se dieron cuenta de que no podían permitirlo y decidieron salirse del estándar del oro para controlar el suministro monetario y el dólar, manteniendo su posición de monopolio", destaca el presentador del programa.
Asimismo, Max destaca que "las políticas económicas y la impresión de dinero que los bancos centrales están llevando a cabo son una estafa piramidal que se estableció en 1971". Según el presentador, aquellos que por aquel entonces poseían los activos han sido capaces de mantenerse en la cresta de la ola durante 45 años a medida que se imprime cada vez más dinero y el valor de esos activos continúa aumentando. De esta forma, "la desigualdad entre ricos y pobres a lo largo y ancho de Estados Unidos también ha llegado a niveles extremos, por culpa de una estafa piramidal que se diseñó para provocar precisamente ese resultado", añade Max.
Por su parte, Stacy subraya que, debido a la naturaleza del diseño de esta estafa piramidal, ahora "tenemos un sistema fíat que nos obliga a seguir aumentando los niveles de deuda".
Max opina que el nuevo gobierno está totalmente decidido a seguir por ese camino. "Siguen pensando que los bancos centrales van a arreglar la desigualdad racial, ¡pero va a ser que no! ¡El banco central crea desigualdad racial, e imprimir más dinero lo único que hará será abrir más la brecha! ¡Hemos tenido 40 años para verlo!", afirma el presentador.
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Hay mucha discusión alrededor de si el mundo pronto podría abandonar el dólar como moneda básica. Sin embargo, en realidad el proceso es muy complicado y podría llevar décadas, cree el experto financiero Dmitri Ivanov.
Todo el sistema financiero mundial está construido sobre el dólar y el 80% de las transacciones comercialesse realizan en la moneda estadounidense, de acuerdo a los datos del Banco de Pagos Internacionales.
Más del 60% de las reservas de oro y divisas de todos los países del mundo se guarda en dólares. En el tercer trimestre del 2020, las reservas mundiales en la moneda estadounidense ascendieron a 6,937 billones de dólares, es decir, el 60,4% del total mundial.
"Abandonar el dólar significa encontrar un sustituto adecuado, pero aún no existe tal moneda. Ni el euro, ni el yuan chino, ni otras monedas fiduciarias son todavía capaces de sustituir al dólar", señala el director ejecutivo del Klopenko Group, Dmitri Ivanov.
En su opinión, el proceso llevará mucho tiempo y tendrían que producirse ciertos acontecimientos:
aparecer una o varias monedas de reserva alternativas;
intensificarse las transacciones en monedas nacionales entre países;
disminuir el papel de EEUU en la economía mundial.
Todo esto no puede ocurrir de la noche a la mañana, destaca el financista.
"Si se abandona el dólar como principal moneda de reserva, este proceso será gradual y muy prolongado, quizás tarde décadas", concluye el experto.
La opinión es compartida por otros expertos mundiales. "Es cierto que el dólar perderá algún día su estatus, como ocurrió con todas las divisas de reserva mundiales antes, pero las posibilidades de que esto ocurra durante nuestra vida son excesivamente bajas", asegura David Rosenberg, economista jefe y estratega de Rosenberg Research, citado por Reuters.
"La profundidad del dominio del dólar es abrumadora y no muestra signos inmediatos de agotamiento, incluso después de la COVID-19", añade.
Vaticinan que el dólar continuará cayendo en 2021: ¿qué efectos tiene sobre América Latina?
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Solo en 2020, EE.UU. imprimió el 22 % de los billetes existentes de esta moneda.
En los últimos diez meses, el dólar ha experimentado una caída de 12 % en su valor, registrando el nivel más bajo desde comienzos de 2018.
Sin embargo, para este año los pronósticos siguen siendo negativos. Stephen Roach, expresidente del banco de inversión Morgan Stanley en Asia, estima que la caída de la moneda estadounidense podría llegar al 35 % a finales de 2021.
Entre las razones está la recesión económica provocada por la crisis de la pandemia del coronavirus; pero, además, está la decisión de la Reserva Federal de EE.UU. de imprimir más billetes, con el objetivo de mitigar la crisis, inundando al mundo con esta divisa.
El año pasado, EE.UU. marcó récord en producción de dólares. Solo en 2020 se imprimió el 22 % de los billetes existentes de esta moneda; es decir, en más de 200 años desde la creación de esta divisa, no se había registrado un suministro de dinero tan alto.
Aunque la inyección de más dinero contribuyó a financiar el aumento del gasto fiscal estadounidense y le dio cierta capacidad de oxígeno a los mercados, también incidió en la caída del valor de la moneda.
¿Qué pasa en la región?
Héctor Juan Rubini, economista de la Universidad del Salvador, en Argentina, señala que esta caída de la moneda estadounidense tiene dos lecturas en América Latina y el Caribe.
En los países de Centroamérica y el Caribe, por ejemplo, que han experimentado una catástrofe económica por la caída del turismo durante la pandemia, "la debilidad del dólar podría, de alguna manera, compensar en parte ese potencial efecto que la escasez de divisas podría tener en la inflación".
Se podría esperar, dice, en la pospandemia, "un aumento, una recuperación del flujo de turismo a esos países".
En el resto de la región, particularmente en los países especializados tanto en exportación de 'commodities' agrícolas como también de productos manufacturados, ligados o vinculados a cadenas de valor internacionales, Rubini explica que "el efecto puede ser asimétrico".
"Quizás en algunos casos se dificulte el ingreso tan fácil a EE.UU., al mercado estadounidense, pero puede que se abran oportunidades comerciales en otros mercados", enfatiza.
China es considerada como uno de los mayores consumidores de oro en el mundo, pese a que su Banco Central permitía ingresar cantidades limitadas de lingotes. Sin embargo, ahora ha decidido aprobar el ingreso con más cantidad de lingotes desde 2019.
Según unas fuentes familiarizadas con el asunto consultadas por Reuters, la cantidad de oro que ingresa a China es controlada mediante un sistema de cuotas otorgadas a los bancos comerciales que por lo general permite la entrada suficiente para satisfacer la demanda local, aunque a veces se restringe el flujo.
"No teníamos cuotas por un tiempo. Ahora los estamos obteniendo... la mayor cantidad desde 2019", dijo una fuente de uno de los bancos que transportan oro a China.
De esta manera, es probable que ingresen alrededor de 150 toneladas de oro, equivalentes a unos 8.500 millones de dólares cotizados a los precios actuales. Los lingotes podrían ser enviados entre los meses de abril y mayo.
Se sabe que la mayor parte de las importaciones de oro que realiza China provienen de Australia, Sudáfrica y Suiza.
En tanto, los datos de las aduanas chinas observan que desde febrero de 2020, el gigante asiático tiene un promedio de oro importado por un valor equivalente en unos 600 millones al mes, es decir, 10 toneladas.
"La impresión de dinero es más rápida que la velocidad a la que está colapsando el sistema"
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Stacy recuerda que los precios de las viviendas y los coches de segunda mano en EE.UU. se están disparando sin control, y los consumidores parecen estar dispuestos a seguir pagando esos precios. "Además, los mercados de valores siguen llegando a máximos históricos. Todo esto ratifica a quienes dicen que tenemos inflación", agregó.
Por su parte, Max hace énfasis en la crisis financiera global de 2008, en la que hubo una congelación del crédito y la economía "murió". En respuesta, los bancos centrales "inundaron el sistema con dinero fíat y bajaron las tasas de interés a cero", provocando burbujas. "Una de estas burbujas está efectivamente en los alimentos, sus precios aumentan y la gente, al ver esto, piensa que es inflación. Y el caso es que es una burbuja en los alimentos, pero en el contexto de un colapso deflacionario", precisa.
Max destaca que todo está atravesando una burbuja excepto los salarios porque "en realidad no hay inflación tal como se define: una actividad económica o ciclo empresarial acelerado que precipitaría cosas como el aumento de las tasas de interés, sueldos, etc.". En este contexto, considera que lo que en realidad está ocurriendo es "un colapso estructural y una impresión de dinero que es más rápida que la velocidad a la que está colapsando el sistema".
La situación parece estar en consonancia con los últimos informes de JP Morgan y Goldman Sachs, que predicen una inflación entre el 2 % y el 3 % en los próximos 10 años, pero no a causa de un aumento de los salarios. "Lo que sí que van a subir son los ingresos", apunta Stacy en referencia sobre todo a los estímulos gubernamentales que incrementaron los recursos de los estadounidenses el año pasado. Esto podría provocar un aumento inesperado de la inflación conforme se liberen los ahorros acumulados por la población durante el confinamiento.
En opinión de Alasdair Mcleod, de Goldmoney.com, la política de reparto monetario del presidente Joe Biden es la que mayor efecto tiene sobre el aumento de los precios, "haciendo que la inflación monetaria se traduzca ahora mismo en una inflación de precios". Además, recuerda que en realidad "la mayoría del dinero lo crean actualmente los bancos comerciales y no la Reserva Federal" de EE.UU., pero ¿por qué lo hacen?, cuestiona el experto.
"Todo indica que ya estamos en los prolegómenos de la retirada del dólar como divisa de reserva mundial"
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En esta edición del programa Max y Stacy hablan del desgaste del sistema de divisa de reserva mundial.
Stacy opina que, bajo el mandato de Joe Biden, EE.UU. va a ver el abandono del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial. A presentadora le parece que en los discursos del actual inquilino de la Casa Blanca se puede "entrever el reconocimiento a ese gran reinicio, con el fin del dólar como moneda de la reserva mundial y el reconocimiento del dilema de Triffin, que va a provocar la destrucción del dólar estadounidense sin que nada pueda evitarlo".
La presentadora recuerda que Washington abandonó el patrón del oro en 1971, momento a partir del cual se impuso el petrodólar, algo que ya no se sostiene, "porque EE.UU. es una economía menguante que cada vez representa una parte menor del PBI mundial" y ahora está entre un 20 y un 25 % nominal. Eso significa que no se produce la suficiente riqueza en el país como para enviarla al extranjero, en comparación con el resto del mundo, donde cada vez hay economías más fuertes. "Ahora mismo el petrodólar es la única forma que tenemos de enviar riqueza al extranjero: comprando petróleo con dólares", recalca Stacy.
Al mismo tiempo, países como Rusia y China están empezando a comprar barriles de petróleo con divisas distintas al dólar. Mientras, la Administración Biden quiere que las energías renovables representen el 50 % de la producción del país, "así que si no vamos a tener el petrodólar, tampoco podremos tener el dólar", conjetura Stacy.
"Todo indica que ya estamos en los prolegómenos de la retirada del dólar como divisa de reserva mundial", subraya Stacy, no sin aventurar que eso beneficiará a la gran mayoría de la población.
Por su parte, Max afirma que estos cambios han ido sucediendo a lo largo de medio siglo o incluso más. "Ahora tenemos un nuevo gobierno, que se ha remontado a 10 o 20 años atrás para llegar a la conclusión de que hay que pasarse a las energías renovables y salir del petróleo", comenta el presentador.
El presentador afirma que EE.UU. está enriqueciendo a otros países como China a costa de empobrecerse a sí mismo durante 40 años. Según él, cuando Europa dejó de ser un imperio y abandonó sus posiciones coloniales, la calidad de vida de sus habitantes aumentó. "Si la moneda de reserva mundial dejase de ser el dólar estadounidense, si abandonásemos el imperio de la deuda y cerrásemos las 400 o 500 bases militares que tenemos en todo el mundo y que no hacen nada más que pulirse el dinero del Estado, la calidad de vida de los estadounidenses se dispararía", concluye Max.
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"El dólar estadounidense ya está en un periodo de caída hiperinflacionaria frente al bitcóin"
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En este episodio de 'Keiser Report' Max y Stacy comentan las palabras del gestor de fondos de cobertura Ray Dalio, que ha dicho que en un entorno inflacionario prefiere tener bitcoines antes que un bono. Por si fuera poco, ahora se sabe que, de hecho, posee bitcoines. También hablan de cómo un regalo del BCE convirtió al multimillonario Bernard Arnault en el hombre más rico del mundo. En la segunda parte hablan con Michael Pento sobre la 'burbuja de todo' y el riesgo de hiperinflación.
En este nuevo episodio del programa, Max y Stacy hablan de Ray Dalio, gestor de Bridgewater Capital, el mayor fondo de cobertura del mundo, y comentan sus palabras acerca de que prefiere tener bitcoines antes que un bono en un entorno inflacionario.
"Está atacando a los bonos a la vez que loa al bitcóin, así que parece que es otro más de los que han abandonado el barco del mercado alcista de bonos de los últimos 40 años", comenta Max. En este sentido, Stacy compara el mercado de bonos con una "viuda negra", tras haber sido el mayor mercado alcista durante todo ese tiempo.
El presentador afirma que la capacidad de la Reserva Federal para monetizar la impresión de dinero y toda esa deuda tiene un límite. Según él, a partir de ahí se llega a un punto en el que la confianza en el dólar se desvanece y la moneda se hunde. Max opina que al dólar estadounidense le sucederá lo mismo que al bolívar venezolano o a otras divisas que también sufrieron hiperinflación. "Lo que nos dice el precio actual del bitcóin es que el dólar estadounidense ya está en un periodo de caída hiperinflacionaria frente al bitcóin, igual que sucede con el resto de divisas fíat", subraya Max.
Además, el presentador cree que la Reserva Federal "se autorreceta una lobotomía frontal al continuar con una flexibilización cuantitativa sin fin y destripando el dinamismo económico subyacente a la economía estadounidense". Según Max, el país ahora se encuentra "en muerte cerebral".
"Burbujas de activos"
En la segunda parte, los presentadores hablan con Michael Pento de PentoPort.com sobre la 'burbuja de todo' y el riesgo de hiperinflación.
Según el invitado, lo que ha hecho la Reserva Federal desde 1987 es "tratar cada crisis imprimiendo un montón de dinero y bajando cada vez más las tasas de interés, generando mucha más nueva deuda y provocando burbujas de activos".
"La razón por la que cada iteración desde 1987 ha tenido éxito es porque las tasas de interés a largo plazo cayeron cuando la Reserva Federal comenzó a monetizar la deuda y el Tesoro comenzó a aumentar su deuda en proporciones descomunales", explica Pento. El invitado subraya que los costes de los préstamos a largo plazo cayeron, y esto animó a que la gente asumiese más deuda que, a su vez, solucionó todos los problemas con las burbujas de activos, reinflándolas.
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China, Bitcoin y oro: variables para una desdolarización global
Resumen Latinoamericano, 31 de mayo de 2021.
En febrero, previo al año nuevo chino, realizamos una entrega sobre el camino hacia la desdolarización global que en gran parte lo va trazando China de la mano del lanzamiento del yuan digital. Este mes la economía mundial, con sus propias dinámicas, ha experimentado nuevos eventos resaltantes como el desplome en el precio de bitcoin y la solidez del oro.
Estos acontecimientos expresan un nuevo episodio del trecho que surge en la evidente redefinición del sistema financiero y el fortalecimiento de la soberanía monetaria en algunos países.
China en el mundo de las criptomonedas
Se recuerda cómo meses atrás el magnate Elon Musk había invertido en la criptomoneda dogecoin, incluso ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos planteó que aceptaría bitcoin como pago por sus vehículos. Esto cambió recientemente, cuando Musk declaró que su empresa de automóviles Tesla dejaría de aceptar bitcoins como pago por sus vehículos debido a la enorme cantidad de energía utilizada para obtenerlas.
Esas declaraciones coincidieron con el declive de bitcoin que caía más de 7% y se cotizaba alrededor de los 52 mil dólares. Algunos medios de comunicación y analistas de este sector daban por hecho que la baja de esa moneda digital se debía sólo a las declaraciones de Musk. Pero, haciendo la salvedad, este empresario hizo referencia fue a Bitcoin, no a Dogecoin, que es la moneda a la que apuesta y así lo hizo ver al día siguiente, cuando comentó que se encontraba trabajando con los desarrolladores de la cripto para mejorar la eficiencia en el sistema. Así que seguramente está creando las condiciones para que dogecoin sea la moneda digital aceptada en Tesla.
Si bien este hecho logró conseguir atención de inversionistas, eran las declaraciones de importantes agencias financieras gubernamentales chinas las que encendían las alarmas en la esfera de las criptomonedas, especialmente con bitcoin. En consecuencia, el precio de bitcoin desciende a la marca de 32 mil dólares, estableciendo un nuevo mínimo en meses y casi un 50% por debajo de su máximo del año.
Ese evento se trataba del aviso conjunto, emitido el 19 de mayo por la Asociación de Finanzas de Internet de China, la Asociación Bancaria de China y la Asociación de Pagos y Liquidación de China, cuyas líneas afirman que operar monedas virtuales como bitcoin tiene enormes riesgos, y solicitan a las empresas y consumidores que se mantengan alejados. De inmediato, el precio de bitcoin y otras monedas virtuales cayeron.
Esto se traduce en la evidente influencia de China en el espacio financiero, además, según un informe del Cambridge Middle School Alternative Finance Research Center (CCAF), China representa el 65% del consumo total de energía de la minería de bitcoin en el mundo. En otras palabras, el futuro de bitcoin depende en gran medida de China.
Por otro lado, no es primera vez que China advierte sobre los riesgos de bitcoin. Para 2017, el gigante asiático daba una especie de prohibición comercial de monedas virtuales descentralizadas como bitcoin, pero la reconocía como un commodity virtual. Es decir, para ese entonces el Estado chino no prohibía las actividades de bitcoin como productos virtuales, a excepción de las actividades que bitcoin realiza como moneda de curso legal.
En la actualidad, el vicegobernador del Banco Popular de China (PBOC), Li Bo, explicaba que las criptomonedas no son monedas per se pero que sí reconocía en ellas una alternativa de inversión y reafirmaba que debe haber algún tipo de requisito regulatorio para evitar la especulación.
De hecho, a pesar de que expertos chinos en monedas digitales son conscientes de las ventajas estratégicas de esta alternativa financiera, la volatilidad y la especulación son los fenómenos que preocupan a China, y bitcoin ha sido famoso por eso.
Es por ello que en las dinámicas reales del poder, un Estado como China no debería otorgar más fuerza a bitcoin mientras se encuentra impulsando al yuan digital, su propia moneda digital con respaldo y con algoritmos más eficientes. Y es que la reciente alianza de China con SWIFT marca el refuerzo y amplitud del uso del yuan digital en el mercado financiero.
El derecho a emitir moneda en un territorio y que pueda ser ejercida por el Estado para sus transacciones en materia de comercio exterior es una cuestión de soberanía monetaria, permitiendo la protección contra Estados extranjeros que buscan unilateralmente violar la soberanía de algún país que no vaya en línea con sus intereses.
Así lo afirma Mu Changchun, quien dirige el proyecto en el Banco Popular de China: «Para proteger nuestra soberanía monetaria y el estatus legal de nuestra moneda, tenemos que planificar el futuro». Aunado a eso, Zhou Xiaochuan, exgobernador del Banco Popular de China y arquitecto de la idea de crear una moneda de reserva soberana, ha señalado que el yuan digital:
No representa una amenaza para el sistema financiero mundial.
Al entrar en circulación, facilitará los pagos internacionales.
Facilitaría las transacciones.
En términos de protección a gran escala, China en parte está fundiendo una armadura sobre la Iniciativa de la Franja y la Ruta para que, sin ninguna injerencia foránea, los países soberanos involucrados puedan participar sin riesgos y sin consecuencias sancionatorias estadounidenses al realizar las transacciones propias del sistema financiero global.
En cuanto a la caída de los precios de bitcoin, algunos expertos técnicos aseguran que seguirá disminuyendo hasta llegar a 30 mil ó 20 mil dólares, lo que puede indicar que el sistema de criptomonedas está en etapa de mutación hacia desarrollos de algoritmos más eficientes, hecho que se acelera ante el auge de las monedas digitales soberanas.
Y, en efecto, hasta Musk lo aseguró para dogecoin.
El dólar golpeado y el oro fortalecido
Esta semana la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) ha mantenido en suspenso la siguiente política monetaria. En este sentido, las acciones asiáticas subieron, mientras que el dólar estadounidense se mantuvo cerca de sus niveles más bajos este año.
Richard Clarida, vicepresidente de la FED, dijo el martes 25 de mayo que el banco central de Estados Unidos podría frenar un brote de inflación y diseñar un «aterrizaje suave» sin desviar la recuperación económica del país, considerando que ese brinco de la inflación es temporal a medida que se consolida la reapertura económica en Estados Unidos en plena pandemia.
En el mercado financiero, cuando aparece este tipo de incertidumbres y tras la caída de la afamada criptomoneda bitcoin, los inversionistas buscan un refugio más seguro para su dinero.
Así, tras las fluctuaciones del dólar y la volatilidad de bitcoin, el oro toma fuerza como activo seguro de inversión alternativa, alcanzando este martes 25 de mayo su valor máximo de los últimos meses al registrar más 1 mil 900 dólares. Por su parte, JPMorgan ha revelado que en los últimos meses los inversores están volviendo al oro tradicional.
Ray Dalio, ícono de las finanzas y fundador de Bridgewater Associates, uno de los fondos de cobertura más grandes del mundo, que administra aproximadamente 150 mil millones de dólares en activos, opinó sobre los recientes movimientos del sistema financiero:
Las finanzas defectuosas de Estados Unidos se generan porque se crea mucha deuda para financiar el gasto y se monetiza la deuda mediante la impresión de dinero para estimular la economía, que sólo elevará la inflación y debilitará el dólar.
«Me preocupa la educación en declive de Estados Unidos y sus finanzas precarias, porque esto sucede cuando China se esté volviendo comparablemente fuerte».
El país asiático es una gran potencia en ascenso que está desafiando a la principal potencia mundial y su orden mundial. Esas condiciones se parecen mucho a las del período de 1930 a 1945.
«No soy un experto en bitcoin, pero sospecho que el mayor riesgo de bitcoin es tener éxito, porque si tiene éxito, el gobierno estadounidense intentará acabar con él».
En marzo, Dalio advirtió sobre la posibilidad de que el gobierno de Estados Unidos pudiera prohibir Bitcoin como lo hizo con el oro durante la década de 1930 si la criptomoneda se considera una amenaza competitiva para los bonos del Tesoro.
Ante esto, no se estima que se lleve a cabo la prohibición directa a bitcoin por los momentos, sino a las monedas digitales soberanas que cada nación pudiera estar creando, pues precedentes existen.
En 2018 la criptomoneda venezolana Petro fue sancionada por Estados Unidos, prohibiendo todas las transacciones vinculadas al sistema financiero estadounidense con cualquier moneda digital que haya sido emitida por el gobierno venezolano.
Mientras existan estas amenazas que interrumpen las actividades propias del comercio internacional, los países afectados por las medidas unilaterales estadounidenses buscan alternativas para sobrellevar los impactos de esas acciones. Por ello, el camino de la desdolarización va abriendo paso y más señales lo hacen notar:
El embajador de Rusia en China, Andréi Denísov, anunciaba que en 2020 las transacciones comerciales entre Moscú y Pekín con monedas nacionales alcanzó el 25%.
Asimismo, el embajador Denísov enfatizó que no solo China y Rusia, sino también un amplio abanico de países de todo el mundo, se enfrentan a la necesidad de abandonar el dólar estadounidense.
Mu Changchun, director del Instituto de Investigación de Monedas Digitales del Banco Popular de China, ha declarado que el banco apunta a convertirse en el primer banco central mundial importante en emitir una moneda digital soberana. Su objetivo es impulsar la internacionalización del yuan digital y reducir la dependencia del sistema mundial del dólar.
China, Rusia, Irán, Japón y el Reino Unido, entre otros, han comenzado a trabajar activamente en el lanzamiento de las monedas digitales de sus bancos centrales.
China superó a Estados Unidos como el principal destino mundial de nuevas inversiones extranjeras directas el año pasado. Las inversiones de empresas extranjeras en Estados Unidos cayeron un 49% en 2020.
Rusia y China se encuentran entre los grandes compradores de reservas de oro a nivel mundial.
Las tenencias en los fondos de inversión de oro en China establecieron un nuevo récord en marzo.
Esta semana representantes de China y Estados Unidos mantuvieron una conversación telefónica para tratar de desarrollar el comercio bilateral, que se ha mantenido estancado desde 2018 por la guerra comercial iniciada por Donald Trump.
En paralelo, esta semana el presidente de la FED, Jerome Powell, anunció que este verano publicarán la investigación sobre las implicaciones del comercio digital, añadiendo el apartado sobre la posibilidad de crear el dólar digital. Esta maniobra pareciera desesperada o improvisada a última instancia, además se muestra como señal de la inminente influencia que adquirirá el yuan digital una vez que tome espacios internacionales.
China busca a la larga, junto con otros países, deslastrarse de las ataduras añejas que ha conducido el patrón dólar. La posibilidad de aminorar el poder de las «sanciones» estadounidenses es fundamental, y la única forma es generando los marcos de soberanía necesarios para tales fines.
Rusia dejará de emplear el dólar en sus reservas del Fondo de Bienestar Nacional dentro un mes
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Rusia suprimirá el dólar de la composición monetaria de las reservas de su Fondo de Bienestar Nacional en el curso de un mes, ha anunciado el ministro de Finanzas ruso, Antón Siluánov.
Hoy en día, la proporción de la moneda estadounidense es del 35 %, así que Moscú suplirá el hueco que deje con un incremento del euro y el yuan hasta el 40 % y el 30 %, respectivamente, y la inclusión del oro por primera vez, que representará el 20 % en ese fondo soberano de inversión.
Asimismo, la importancia de la libra esterlina bajará del 10 % al 5 %, mientras que el yen japonés se mantendrá al 5 %.
Siluánov detalló durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo que el Banco Central de Rusia, organismo que se desempeña como agente del Gobierno ruso en la compraventa de divisas, decidirá cómo realizar todo el proceso.
El 1 de mayo, el Fondo de Bienestar Nacional ruso tenía unas reservas de 39.800 millones de dólares y unos activos líquidos de 8,66 billones de rublos (116.400 millones de dólares), un 7,5 % del PIB pronosticado para 2021 y algo menos del 20 % de las reservas internacionales de Rusia, que suman 590.500 millones de dólares.
Rusia empezó a modificar el año pasado la composición de ese fondo, creado en 2008 para ayudar a largo plazo al sistema de pensiones ruso con el dólar, el euro, la libra y el rublo, cuando su primer ministro, Mijaíl Mishustin, decretó el permiso de invertir sus fondos en el yuan y el yen: desde entonces, la proporción del dólar cayó del 45 % al 35 %.
El Kremlin justificó estos cambios por la necesidad de adecuarse a la composición de las reservas internacionales del Banco Central de Rusia, que las ajustó en 2018 para minimizar los riesgos de sufrir sanciones de EE.UU.: ese año, la entidad financiera reemplazó unos 100.000 millones de dólares con yenes, yuanes y euros.
Rusia también está trabajando para minimizar los posibles riesgos y los daños económicos en caso de ser desconectada del sistema de transferencias bancarias internacional SWIFT. Al respecto, el fundador y director ejecutivo de Iberatlantiс Global Corporation, Pedro Mouriño, sostuvo que Occidente se volvería a disparar en el pie al desconectar a Rusia del SWIFT, agregando que la plataforma, a pesar de que asegura ser neutral, se está utilizando para favorecer los intereses de EE.UU.
Rusia reemplaza 5.000 millones de dólares de su fondo soberano con yuanes y euros
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Rusia vendió 5.000 millones de dólares en su Fondo de Bienestar Nacional el mes pasado en el marco de su política de desdolarización destinada a reducir su sensibilidad a las sanciones de Washington, según ha comunicado el Ministerio de Finanzas ruso.
El fondo soberano alimentado con ingresos petroleros del país convirtió 4.000 millones de dólares en yuanes y otros 1.000 millones en euros. El Ministerio anunció la semana pasada que reduciría hasta cero todas las reservas de este fondo que se mantienen en la divisa estadounidense en el curso de un mes, lo que supone que aún se debe reemplazar aproximadamente 35.000 millones de dólares.
"Esta medida podría deberse al deseo de conseguir un efecto de relaciones públicas poco antes de la cumbre entre Biden y Putin", ha comentado a Bloomberg el economista de Citigroup Iván Chakárov, refiriéndose al próximo encuentro entre los presidentes de EE.UU. y Rusia en Ginebra el 16 de este junio.
Sin embargo, admitió, que podría ser un "paso transitorio hacia la verdadera restructuración de sus reservas internacionales en el futuro".
El Ministerio también convirtió más de 1.000 millones de libras esterlinas en yuanes y euros.
El presidente ruso Vladímir Putin afirmó durante el reciente Foro Económico Internacional en San Petersburgo que aunque Moscú no quiere dejar de usar el dólar completamente, las sanciones han inducido al país a buscar medios de pago alternativos.
Según los planes del Ministerio, Rusia suplirá el hueco que deje el dólar con un incremento del euro y el yuan hasta el 40 % y el 30 %, respectivamente, y la inclusión del oro por primera vez, que representará el 20 % en ese fondo soberano de inversión. Asimismo, la importancia de la libra esterlina bajará del 10 % al 5 %, mientras que el yen japonés se mantendrá al 5 %.
El 1 de junio, el Fondo de Bienestar Nacional ruso registraba unas reservas equivalentes de 189.409 millones de dólares, o un 12,1 % del PIB pronosticado para 2021.
Rusia empezó a modificar el año pasado la composición de ese fondo —creado en 2008 para ayudar a largo plazo al sistema de pensiones estatal con el dólar, el euro, la libra y el rublo — cuando su primer ministro, Mijaíl Mishustin, decretó el permiso de invertir sus fondos en yuanes y yenes. Desde entonces, la proporción del dólar cayó del 45 % al 35 %.
El Kremlin justificó estos cambios por la necesidad de adecuarse a la composición de las reservas internacionales del Banco Central de Rusia, que las ajustó en 2018 para minimizar los riesgos de sufrir sanciones de EE.UU. Ese año, la entidad financiera reemplazó unos 100.000 millones de dólares con yenes, yuanes y euros.
"La deuda está tan descontrolada que la única opción es quedarnos contemplando la precipitada caída del dólar estadounidense"
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En este episodio de ‘Keiser Report’ Max y Stacy hablan de los pequeños propietarios de inmuebles obligados a refinanciar sus hipotecas debido a la prórroga de la moratoria sobre los alquileres. En la segunda parte Max entrevista a Mitch Feierstein sobre las consecuencias de dejar a niños jugar con derivados, como que el dólar solo conserve el 2% de su valor original. También hablan del plan de robar a los ahorristas que tanto caos ha generado en las finanzas de todo el mundo.
En la primera parte de este episodio de 'Keiser Report', Max y Stacy abordan los problemas de muchos pequeños propietarios en EE.UU., que se ven afectados por la decisión del Gobierno de prolongar la moratoria de los desahucios. A causa de eso, tienen que endeudarse más, pidiendo a los bancos que refinancien sus hipotecas.
Según Max, la situación que se está produciendo en la economía favorece a las grandes compañías. "Tenemos a Blackstone privatizando el mercado inmobiliario estadounidense con trucos contables y maquinaciones financieras como las tasas de interés al 0%", declara.
Stacy se muestra de acuerdo con esta opinión, al señalar que esta entidad es receptora de gran parte de "la actual generosidad" del Gobierno. "No solo hay antiguos directivos que forman parte del gobierno de Biden o le asesoran, sino que además se les ha encomendado la tarea de asignar gran parte de los miles de millones y las decenas o los cientos de miles de millones de dólares de financiación que flotan por ahí", subraya.
En la segunda parte del programa los protagonistas se reúnen con Mitch Feierstein, especialista en finanzas y autor del libro 'Planet Ponzi', que analiza el estado actual de la economía mundial. "[Richard] Nixon, el de los amaños, fue el que comenzóla mayor estafa Ponzi de la historia, cuando decidió que la devaluación de la divisa y la emisión de cantidades ilimitadas de dinero sería algo bueno", explica, además de señalar que ahora la deuda está "tan descontrolada que la única opción es quedarnos contemplando la precipitada caída del dólar estadounidense".
Refiriéndose al "gran reinicio de 1971", Max supone que "quizás vivamos otra 'sorpresa del domingo noche', que es como llamó la prensa al anuncio de Nixon de que cerraba la ventana del oro". A juicio de Feierstein, "es imposible saber cuándo, pero creo que la burbuja va a reventar. Es un polvorín en forma de crisis de liquidez, pero no sé qué mercados van a sufrirla". Al mismo tiempo, el especialista pronosticó que este otoño podrían surgir graves caídas del mercado