Un criador de gallinas va al bar local, se sienta al lado de una mujer y pide una copa de champaña.
La mujer comenta:
- ¿Qué tal? Yo también pedí una copa de champaña.
– ¡Qué coincidencia! - Dice el criador. - Hoy es un día muy especial para mi, así es que estoy celebrando.
– ¡Para mí también, hoy es un día muy especial! - Dice la mujer. - Yo también estoy celebrando.
- ¡Qué coincidencia! - Dice el hombre.
Cuando ellos ‘chocan’ las copas, él complementa:
- ¿Y qué es lo que está celebrando?
– Mi marido y yo veníamos tratando de tener un hijo y hoy mi médico ginecólogo me dijo que estoy embarazada.
– ¡Qué coincidencia! - Dice el hombre... - Soy criador de gallinas y durante años mis gallinas no eran fértiles. Pero hoy ellas están poniendo huevos fertilizados. .
– Eso es estupendo - Dice la mujer. - ¿Qué hizo para que las gallinas quedaran fértiles?
– Usé un gallo diferente - Dice él.
La mujer sonrió, brinda nuevamente y dice:
- ¡¡¡Pero, que coincidencia! !